Cap. 70°: "Vivir y ver a otros vivir"

Yo solamente vi eso, y sonreí. No sé porque me sacó una sonrisa, pero lo hizo. Y eso que solamente era un mensaje.

No le respondí. No lo iba a hacer, solamente lo timbré. Esperé a que sonara un buen rato, y luego corté. Él no contestaba, y seguramente no quería que yo gastara mi saldo para llamarlo.

A los pocos segundos, él ya me estaba llamando.

—¿Aló? —dije.

—Hola ________(tu nombre) —me saludó él.

—Hola Justin —yo también lo saludé.

—Oye, ¿qué vas a hacer hoy? —él no estaba siendo tímido en lo absoluto, claro, a diferencia de mí.

—No sé. Creo que nada —respondí—. Sí. Nada.

—Oh.

—¿Y tú? —solamente le pregunté eso para no ser tan cortante con él.

—Bueno, te quería invitar a almorzar —me dijo él. Me tomó de sorpresa.

—Mmm… ya —acepté—, normal. ¿A qué hora?

—A la 1.

—Ya, está bien. ¿Me recoges? —es que si no, ¿cómo iría?

—Sí, no te preocupes —sentí su felicidad.

—Ok. Me llamas cuando estés afuera de mi casa —le avisé—, ¿ya? Me voy a ir a bañar.

—Ya, yo te llamo. Chau, cuídate.

—Chau —me despedí y colgué.

Sí sé. Yo también lo pienso. Después de esto me voy a meter en un gran problema con Christian, y seguramente si hay alguien que me conoce a mí, le va a decir a Christian que me vio con Justin, y él se va a ganar un problema por mi culpa. Otra vez. Solamente, que ojalá no inventen algo tan malo. Finalmente, de cierta manera Chris y yo estaríamos a “mano”. Porque él también salió con Paz ayer y yo no dije nada.

Me estoy dando cuenta de algo. Estoy tratando la relación que tengo con Chris como si se tratara de una pelea, o algo por el estilo. Solamente para estar “mano a mano”, y sé que eso está mal. Pero tal vez los sentimientos no sigan presente como fue al comienzo. Tal vez todo se está acabando. Y es raro, ¿saben? Un momento todo está perfecto entre los dos y al segundo siguiente no. Un momento podemos jurar que nos queremos demasiado, y que ya no nos vamos a pelear más; y al segundo siguiente estamos “odiándonos”,  y no nos queremos ver, y queremos terminar. Porque sé que él quiere terminar conmigo ó algo así, al menos eso escuché ayer que estaba hablando con Paz. Pero bueno, es raro, nos queremos, pero todo está así. Como que no tiene sentido. No sé hasta cuando seguiremos con esto, pero solamente sé que debo de darme cuenta de mis sentimientos antes de que sea demasiado tarde, porque a mí no me gusta jugar con los sentimientos de los demás; por el hecho que a mí no me gustaría que me hagan eso.

Tenía sed. Y realmente era algo que me iba a permitir, solamente para no tener una cara de muerta enfrente de Justin.

(En la cocina)

Elizabeth estaba ahí. Estaba trapeando el piso.

Ella me entendía completamente. Tal vez ella haya entrado en mi vida cuando yo ya estaba en la mitad del problema, cuando ya se estaba casi acabando, y por eso ella no pudo saber todo lo que he pasado; ella estuvo ahí la mitad del camino, vio lo que pudo, pero no podía dar vuelta al pasado, solamente los testimonios dados por mí o por lo que ella había escuchado. Después, Elizabeth siempre me ha apoyado, en todo lo que ha podido. Ella ha pasado por una situación parecida, solamente que perdió a sus dos padres y tuvo que superar todo sola, con sus hermanos y hermanas, pero  saliendo adelante sola, sin ayuda de nadie. Ella es una persona fuerte en lo que puede, pero ella me confesó que una vez pensó en suicidarse. Si es que ella lo hiciera, simplemente no sería la misma cosa.

—¿Estás mejor? —me preguntó ella, apenas se dio cuenta que yo había entrado en la cocina.

—Justin me invitó a almorzar —evité responder su pregunta. Ella ya sabía la respuesta.

—Oh —Elizabeth sabía que yo no quería hablar en lo absoluto—, ¿quieres algo de comer?

—No, porque me va a llevar a comer en un ratito. Me tengo que bañar —le dije—, solamente quiero un vaso de agua.

—Si quieres algo más me avisas —ella se preocupaba por mí mucho, me quería. Pero se preocupaba más aún en estas fechas.

—Gracias —traté de sonreír, pero no saldría una sonrisa en este momento.

Me acerqué hacia la alacena, saqué un vaso. Y me serví agua. Me bebí dos vasos completos. No tenía apetito. Justin me podría haber alegrado parte de la mañana, pero este día no va a ser mi favorito. Ya no está acá. Eso nadie lo va a cambiar. Ocho meses sin él, y todo lo que ha pasado en este tiempo. Increíble.

—Ya me voy a bañar —le avisé.

—Cualquier cosa, me dices.

—Gracias, en serio —rompí en llanto, y la abracé.

—No me agradezcas —correspondió mi abrazo—. Te quiero mucho, no llores.

—Lo quiero ver —mi tono de voz era entrecortado. Me estaba ahogando en mi propio llanto.

—¡Ow! No llores —me pidió.

Sí. Eso me decían, “no llores”, pero ¿cómo le vas a decir eso a una –básicamente- niña de 14 años? Sí. Tengo casi 15, pero aún soy una mocosa. No estoy ni a la mitad del camino. Hay muchas cosas que me faltan vivir, pero siempre debes de tener a alguien que te instruya. Eso hacía mi papá. Yo amo a mi mamá, pero con todo lo que está haciendo por este tipo, no lo siento así. En cambio, mi papá nunca tuvo una pareja. Yo lo sé. Él siempre estuvo conmigo. Este año él me prometió que nos iríamos en un crucero al Caribe por mi cumpleaños. Pero ahí quedó. Ahora no pienso hacerlo, solamente porque quería estar con él. Él siempre va a ser mi papá sea donde sea que esté. Pero simplemente, necesito a un hombre fuerte al cual decirle “papá, te quiero”, y tirarme en sus brazos.  Ya no está acá, ya no lo podré hacer nunca más. Eso es lo que duele; muchas cosas que jamás voy a poder hacer.

—Lo quiero demasiado —seguí llorando—, quiero tenerlo conmigo. Quiero abrazarlo. Quiero sentirlo.

—Está contigo —susurró.

—Físicamente no —ese era el problema. El único— ¿dónde está ahora?

—Está cuidándote —me aseguró.

—Yo lo quiero acá conmigo.

Ella no dijo nada más. Solamente seguía llorando y llorando. Sé que eso no solucionaría nada. Pero, ¿pierdo algo? No. No lo hago. Es difícil.

—Pásala lindo con Justin —me cambió de tema.

—Solamente quiero salir con él, porque quiero despejar un poco mi mente de todo esto —traté de calmarme, respirando profundamente.

—Tómate un vaso más de agua, y te bañas. ¿Sí? —me dijo.

—Ya.

Me separé de ella. Y me fui a tomar agua en el mismo vaso de antes. Me amarré el cabello, y me sequé las lágrimas con las manos.

—¿Estás mejor?

—Estoy más tranquila —respondí. Pero no estaba mejor.

—Ve a bañarte.

Solamente asentí. No quería hablar. No tenía las fuerzas necesarias para hacerlo.

(En la habitación de ________(tu nombre))

Llegué, y me fui al baño para ducharme. Me iba a demorar, y no me importaba. Solamente me quería dar una ducha de agua caliente y relajarme un buen rato.

Me desnudé, y esperé a que el agua calentara. Una vez que estuvo lo suficientemente caliente, me metí en el agua.

Si es que me di el lujo de llorar en esta casa, en un lugar que no fuera mi habitación o algo por el estilo, fue solamente porque Ryan y Paz están con una resaca de mierda, y mi mamá y Rafael estaban en su trabajo. Solamente estaba Elizabeth, era la única persona frente a la cual me permitiría llorar enfrente de. Ella me entendería. Ella no sentiría pena completamente por mí. Más bien me apoyaría diciéndome cosas que realmente me hacen sentir mejor. Es la persona que más me entiende en ese aspecto, o al menos una de las cuales más lo hacen.  Pero ya no quiero pensar en eso. O al menos no centrar toda mi atención en todo eso. Solamente me hace sentir peor.

Hoy día, no tenía ganas de hacer nada en lo absoluto. Si Justin no me hubiera llamado, yo no hubiera movido ni un dedo. No me movería ni de mi habitación. Sólo para bañarme. Nada más. Y acepté la invitación sólo porque se trataba de él; porque en los últimos días habíamos estado conversando, y habíamos estado tratando mejor que antes. Me caía bien, me sentía augusto con él. Me sentía excelente. Aunque él me causara cierto nerviosismo cuando me miraba directamente a los ojos. Él era una persona extrovertida, pero también tenía algo de timidez, como todas las personas en el mundo. O al menos yo lo sentía así a veces. Sé que él está acostumbrado a estar con muchas personas, y tiene que soltarse, pero a veces es así conmigo. No sé qué. Pero estaba comenzando a sentir algo por él. No sé que era. Solamente sé que no quiero jugar con los sentimientos de nadie, ni mucho menos con los míos.

Hoy día sería un almuerzo algo raro. Pero ojalá que me logre sacar una sonrisa como las de ayer.

Minutos después…

Ya había pasado cerca de 45 minutos y recién salía de la ducha. Había días que me demoraba demasiado en bañarme, y solamente quería relajarme. Este era uno de esos días.

Salí de la ducha, y me metí a mi habitación a cambiarme.

No sabía que ponerme. Digo, tengo ropa, y sí. Tengo mucha, pero siempre hay algo que ya me he puesto. Sé que en este plan de cambiarme me demoraría como una hora. Y ya eran las 12:05 PM, Justin iba a venir en menos de 1 hora y yo recién estaba buscando mi ropa. Me puse una toalla en la cabeza para no estar chorreando el agua de mi cabello, y también para poder buscar mi ropa más cómodamente en mi walk in closet.

Minutos después…

Me demoré como unos 40 minutos para elegir mi ropa, y al fin me decidí por esto: 

Yesterday was the time of our lives. por valebieber1 con chain link jewelry

Me tomé un tiempo para decidirlo, pero quería estar perfecta para el almuerzo de hoy. Sé que no sería algo importante, pero en cierta forma llegaba a serlo. Solamente quería sentir bien ahí, y también conmigo misma.

Me cambié, me puse perfume, y me peiné.

Mi celular sonó repentinamente cuando me estaba peinando. Seguramente era Justin.

Me acerqué hacia la mesa de noche que tenía al costado de mi cama, y contesté; puse en altavoz la llamada, porque seguía ocupada peinándome.

—¿Aló ________(tu nombre)? —acerté.  Era la melodiosa voz de Justin. Amo su voz.

—Sí. ¿Ya estás afuera? —pregunté.

—Estoy casi llegando, como a unos 2 minutos —respondió—, ¿tú, ya estás lista?

—Sí. Ya estoy lista —le mentí, pero es que era mejor así—, estoy terminando.

—Ya, cuando esté afuera de tu casa te llamo. ¿Sí?

—Ya, no te preocupes. http://weheartit.com/entry/10947217

—Ya, chau, cuídate —me dijo él, y cortó.

Yo tiré mi celular a mi cama y seguí peinándome. Tenía el cabello parcialmente mojado y no pensaba secármelo. Iba a salir así. Solamente me faltaba ponerme perfume y estaba lista; yo no me maquillo. Así que me miré una última vez al espejo, y dejé el peine en su sitio. Luego, agarré mi celular. Él me estaba llamando, sabía que él estaba afuera. Lo podía ver desde mi habitación. No le contesté. Solamente bajé a la sala.

(En la sala)

Elizabeth estaba preparando lo que sería el almuerzo.

—¡Ya me voy! —le avisé —, ¿sí?

—Ya, cuídate. Pásala bien  —me dijo ella. Me sacó una sonrisa.

—Gracias, lo haré  —repliqué, y cerré la puerta, saliendo de ahí.

Salí. Justin me debería estar esperando. Y sí. Ahí estaba, en su Lamborghini. Yo solamente sonreí al verlo. Entré por la puerta del copiloto a su carro.

—Hola Justin  —lo saludé, y le besé la mejilla.

—Hola _______(tu nombre) —sonrió al verme. Me hacía sentir mejor—, ¿cómo estás?

—Bien —no soné muy convencida—, ¿y tú?

—También —comenzó a manejar—, pero, ¿estás bien?

—Bien, ya te dije —solté una carcajada, para no ser tan obvia—, ¿por?

—No sé. No sonaste tan convencida —hasta él lo notó.

—Sí estoy bien, gracias —le devolví una sonrisa—, oye una pregunta.

—Dime.

—¿A dónde vamos a ir? —pregunté.

—Es una sorpresa —me miró rápidamente, y luego concentró su mirada en la pista—, sé que te gustará.

—¿Cómo estás tan seguro? —lo miré.

—Porque confío en mis instintos —respondió, y soltó una carcajada—, o al menos eso espero.

—Ya veremos.

—Estás linda hoy —me hizo un cumplido.

—Gracias —sonreí. Creo que sería como ayer, ó mejor.

—No me agradezcas por decir la verdad —me pidió.

—No sé cómo te pude odiar —le dije—, eres asombroso. Me caes súper bien.

Él solamente me sonrió, no dijo nada más.

—¿Quieres escuchar música? —me preguntó.

—Sí. Por favor —era lo único que me aliviaría.

—¿Te gusta Rascal Flatts?

—Amo Rascal Flatts —contesté.

—¿Puedes poner su CD? Tengo un CD con sus mejores canciones, o bueno mis favoritas —comentó—, están por ahí. ¿Los puedes buscar?

—Ya. No te preocupes.

Abrí la gaveta que tenía en frente mío, y comencé a buscar. Tenía varios CD’s, la mayoría de ellos tenían música buena. Me gustaban sus gustos. Tenía un muy buen gusto para la música. Nuestros gustos eran parecidos.

Encontré el CD y lo puse. Después no sabía qué hacer.

—¿Qué más hago?

—Pon “Play” y ya está —tal vez él pensó que soy tan idiota que no sabría eso.

—Sí lo sé —le dije—, pero hay como mil botones.

—No te preocupes —rió—, yo lo hago por ti. Gracias.

Presionó como unos tres botones más y comenzó a sonar el CD, la primera canción era “These Days” (http://www.youtube.com/watch?v=VhCjxzqcVKY), amaba esa canción como no tienes idea. Es la mejor del mundo.

[Escuchen la canción, mientras leen]

—Amo esa canción —confesé.

—Yo también. Es mi favorita —agregó él.

—Sí. Es linda.

Entendía perfectamente el significado de la canción. Era hermoso, pero en cierta parte, nos hacía dar cuenta de la realidad. Yo no querría terminar algún día así. Extrañando a alguien que cambió completamente desde que la vi, que no me buscó más, y todas esas cosas. Sufriendo por volverla a ver y toda la huevada; no quiero. Por eso solamente rezo para que todo esté bien y no pase eso. Por eso quiero darme cuenta de mis sentimientos antes de que sea muy tarde.

Vi por la ventana del carro de Justin. Vi el paisaje.

—¿A dónde estamos yendo? —le pregunté.

—Vamos a ir un lugar que conozco. Sé que te gustará, o al menos eso espero. Pero no es muy lejos, regresaremos temprano.  

—No quiero regresar —le dije—, quiero perderme en un lugar donde pueda ser feliz.

—¿Me soportarías? —soltó una carcajada.

—Oye, tú eres mi amigo. Me caes bien —acompañé esto con una sonrisa, para que le dé un poco más de confianza—, sino fuera así, ¿crees que hubiera hecho todo eso ayer para que no se saquen la mierda Christian y tú?

—Christian… —susurró con algo de enojo, pero lo escuché.

—¿Qué pasa con él?

—No, nada —mi pregunta lo incomodó. Se notó en su tono de voz.

Fin de tu narración.

Narras Justin:

Al decir Christian ella se refiere a su enamorado. ¿No? Eso es lo que me molesta, por el simple hecho que es él y no yo. Sé que las cosas ocurren con su propio paso, y que no siempre todo lo que queremos se cumple. Pero yo no quiero esto, lo añoro, quiero que sea realidad. Es algo más que solamente “querer”.

Me gustaría decirle todo lo que le tengo que decir desde que la vi esa vez en la playa, ahora mismo. Me dejó con la boca abierta al decir todo lo que dijo, pero no me importó. Sé que yo también fui un idiota por haberle hablado de esa forma; pero el hecho que ella esté con Christian me incomoda demasiado como para hablar.

—Tienes el ojo morado —me dijo ella. Y sí, se notaba ligeramente. No era mucho—, ¿te duele?

—No, no me duele —respondí—. Sé que es tu novio, pero perdón si te ofende lo que voy a decir, pero lo dejé tirado en el piso, y sé que no se va a poder levantar de su cama en todo el día.

—Sí, oye, lo pateaste muy fuerte.

—No es que me guste pelearme con la gente —comenté—, pero cuando me buscan me encuentran.

—Parecía pelea de callejón —replicó—. Y admito que no me lo esperé de ustedes dos.

—¿Lo dices más por mí o por Christian? —pregunté.

—Lo digo más por ti —respondió—, lo pude esperar de Chris porque él estaba borracho. Tú no.

—No necesito estar borracho para defenderme.

—Bueno, de todas maneras. No es una razón lógica para pelearse por una idiotez.

—Nos estábamos peleando por ti —noté como después de decir esto, _______(tu nombre) se ruborizó instantáneamente—, y para mí no es una idiotez.

—Se pelean por mí como si es que yo fuera una cosa —se ofendió.

—No lo eres, porque si fuera así, yo no lo hubiera hecho.

—Justin créeme que no te entiendo.

—¿Qué no entiendes? —quería voltear a mirarla, pero no podía porque estaba manejando.

—Porque haces tantas cosas por mí —contestó—, después de todo lo que yo he hecho. Realmente, no me lo merezco.

—Sí te lo mereces. ¿Sabes por qué?

Solamente lo seguí mirando, sé que si tal vez diría algo sería una idiotez y sería por las puras.

—Porque eres una chica maravillosa, eres única. Eres la chica más linda, por dentro y por fuera que yo he conocido. Y yo he viajado a un montón de países por todos los conciertos y todas esas cosas y créeme cuando te digo que lo eres —me di una pausa, para mirarla y sonreír. Solamente quería ver su expresión.

—¿Lo dices en serio? —seguramente se sintió torpe al preguntármelo, porque puso un gesto de sentirlo.

—¿Tengo razones para mentir? —respondí su pregunta con otra. Pero era la verdad. Es hermosa. Sé que debí de aguantarme, porque tal vez la incomodaría.

—Sonso —sonrió. Aunque seguía sonrojada, pero igual lo hizo.

—Eres linda, recuérdalo siempre.

—Aunque no lo soy, lo haré.

—Eres hermosa, en serio. Eres la chica más linda que he visto en mi vida, y como ya te lo dije. Por dentro y por fuera.

—¿Por dentro? —cuestionó ella.

—Por dentro —sentencié.

—Por dentro soy una mierda de persona y lo sé. Por dentro tengo un montón de odio, de rencor, de tristezas, de sentimientos negativos, que no me sirven de nada. Creo que me puedo merecer todo, pero no valgo nada como para hacerlo. Y sí sé que cualquier persona diría todo menos sus verdades  y todo lo que es. Pero yo lo admito, y por suerte no soy mentirosa —manifestó _______(tu nombre), estaba toda agitada después de haber dicho eso. 

—No lo eres —repitió él—, en serio. Eres preciosa, solamente que no lo demuestras.

Ella proyectaba una imagen completamente diferente a lo que era. Con solamente hablarle pensabas que era una persona muy fría, cortante, que le resultaba difícil expresarse y todo eso. Pero no. Era exactamente lo contrario. Solamente que ella no lo demostraba, y yo lo sé. Porque lo puedo ver cuando hablamos, cuando trata de decir algo que no quiere o puede. Era algo de esa chica fría, que no era exactamente fría, esa roca que no era piedra.

—No lo demuestro porque no puedo andar mintiéndole a todo el mundo. Sencillamente no soy así.

—No te conozco demasiado como para decirlo, pero tal vez a ti te ha pasado algo en tu pasado, que no quieres recordar en el presente, pero el dolor te hace manifestarlo en el futuro, y en la acciones del presente. No estoy diciendo que lo seas, simplemente es una forma de ver las cosas —solamente era lo que yo decía de ella. Pero puede ser así, uno nunca sabe.

Fin de su narración.

Narras tú:

Las palabras que él decía eran hermosas. De la nada me había olvidado completamente de la canción, la cual era realmente bella. Pero las palabras de él me distraían e hipnotizaban.

No sé que he hecho para que él piense eso, pero realmente está acertando. Por más que me cueste aceptarlo, es así. Todo lo que dijo es completamente verdadero.

—Las cosas no son así —mentí, otra vez más. No sé porque lo hacía, pero yo no quería decir nada de mí.

—¿Cómo son?

—Eres raro. Te preocupas demasiado por una persona que no lo merece por la forma que te trató desde que te conoció. Y que te juzgó todavía sin hacerlo —quería cambiarle de cierta forma de tema, pero sin desviarme demasiado; no quería que fuera tan obvio.

—Es que te he llegado a tener cariño. Te quiero, ________(tu nombre)

No sé cómo reaccionar a esto, pero bueno, hoy en día todo el mundo te decía “te quiero”, pero a mí me habían dicho que yo le gusto a él. Así que lo veo de una manera algo extraña. ¿Será verdad? ¿O solamente es un “te quiero” de amigos? No lo sé, prefiero actuar normal.

—¡Qué lindo eres! —exclamé con una sonrisa, pero no quería sonar demasiado entusiasmada; podría confundir las cosas y era lo que menos quería que él hiciera.

—No, de verdad —se interpuso—, te quiero. No lo olvides nunca.

—Lo dices como si te fueras a morir mañana —traté de olvidar un poco el tema principal, e irme por los secundarios, o bueno, al  menos “por así decirlo”.

—¿Quién sabe? —ya sabía el discurso que me iba a empezar a dar—, nadie tiene comprada la vida.

—Sí. Muchas personas creen que la vida es un derecho de nacimiento, cuando realmente es un regalo que Dios nos hace —esta frase la había sacado de una canción, “If Today Was Your Last Day”, de Nickelback, pero realmente me sentía identificada con ella, porque era la pura verdad. Las cosas eran así.

—Sí. Pero lástima que muchas personas andan desperdiciando la vida como si fuera cualquier cosa —comentó.

—Sí. La vida es lo más hermoso que hay —complementé yo—, vivir y ver a otros vivir. No hay nada mejor.

“Vivir y ver a otros vivir. No hay nada mejor”, y cuando dije eso me refería a todas las experiencias de las cuáles había vivido y aprendido. Me dolía tener que decir todo eso, pero era verdad. Admítanlo. No hay nada mejor en el mundo, y si es que no se dan cuenta ahora. Tarde ó temprano lo harán. Así era yo, y ahora está pasando todo.

—Me gusta tu forma de ser —soltó otro cumplido para mí.

—Me caes bien —quería decir algo, aparte de idioteces.

La canción estaba por terminar. Ninguno de los dos le habíamos prestado mucha atención que digamos.

Me había concentrado en cada una de sus palabras.

—Y tú a mí —me dijo él.

—Lo siento si malogro el momento —comencé diciendo—, pero me estoy muriendo de sueño. ¿Falta mucho?

—No, todavía tenemos para unos 20 minutos más, por todo el tráfico.

—Entonces mientras transcurre el tiempo, dormiré un poco —sentencié, mientras recostaba el asiento un poco hacia atrás.

—Está bien —esbozó una sonrisa.

Tenía sueño. No había dormido muy bien que digamos, aparte que dormí a las justas. Solamente el frío me levantó, nada más. Y realmente, tenía planes de seguir durmiendo hasta más tarde, y despertarme tardísimo, pero la llamada de Justin se interpuso. Y ahora estoy en su carro, a punto de caer en un profundo sueño. Es raro.

Me concentraba más en cerrar los ojos, pero no quería hacerlo. Me estaba muriendo de sueño en este momento; sin embargo, no quería cerrarlos. Quería mirar cada gesto que hacía Justin, cada cosa que él hacía. No sé, solamente quería verlo. Y no me importaba si es que me metía en un problema con todo el mundo por estar en este carro ahorita con él, sin haberle dicho más que a Elizabeth. No me importa; no sé porqué, pero considero que vale la pena.

¿Es algo que tiene en sus ojos? No lo sé, pero es algo único. Algo que solamente él tiene, y me hace notar día a día. Sé que ahora estaré jugando con los sentimientos de alguien más, pero estoy jugando con los míos, sin darme cuenta. O mejor dicho, de una manera consciente, pero a la vez inconsciente. Sé que suena totalmente ilógico, pero me doy cuenta de lo que estoy haciendo, pero lo continúo haciendo de una manera totalmente inconsciente como si es que no me importara totalmente, cuando no es así. Pero solamente logro engañarme a mí misma, sin darme cuenta de lo que está afuera, a mi alrededor; lo que me daña.

Yo quiero a Christian, pero por un sólo error de alguno de los dos nos peleamos. Son cosas que considero ilógicas y tontas a la vez. Todo a la misma vez. Son sentimientos confusos, y sigo en la duda si es solamente amistad ó también es amor. Sé que debería de ser “amor”, pero me estoy dando cuenta de muchas cosas. No quiero que todo sea perfecto en mi vida, porque simplemente ya no sería vida, pero tampoco quiero que sea todo tan confuso.

¿Se han dado cuenta? Cada vez que hay algo que decir o que responder, que decidir, lo único que digo es “no lo sé”, y dar una larga razón. Algunas veces me quedo trabada en mi “no lo sé”, pero realmente es porque me resulta confuso. Porque no encuentro una forma de explicarlo, y cuando lo hago es demasiado tarde.

—¿No era que tenías sueño? —me preguntó él, al mirarme de reojo.

—Me debo de concentrar para dormir, ¡pues!

—¿Concentrarte? —cuestionó y soltó una carcajada.

—No te burles —me hice la víctima.

—Duerme —rió él.

Cerré los ojos de una buena vez.

Fin de tu narración.

Narras Justin:

Me estoy empezando a enamorar de ella. Pero, ¿qué hablo? Estoy enamorada de ella, y completamente, desde hace ya tiempo. Simplemente que lo estoy empezando a sentir cada vez más y más. Y realmente es lindo este sentimiento que tengo dentro mío.

Ahora ella está en mi carro, tratando de dormir, y seguramente me habrá visto. La tengo cerca. Es lo que importa, ¿cierto? Lo demás no me interesa en lo más mínimo.  Tampoco me importa si es que ella está ó no con Christian, porque sé que eso no va a durar mucho tiempo. Ninguno de los dos se quiere tanto como era en el comienzo. Van un par de meses ó algo más juntos, pero realmente, cuando tienes 14 años y jamás en tu vida habías estado con alguien, te parece de lo más maravilloso. Y empiezas a darte cuenta de muchas cosas más. No quiero que ella sufra. Yo la quiero, estoy enamorado de ella, y aunque no esté conmigo, quiero que ella sea feliz sin importar si es que con otra persona. Pero que lo sea realmente.

Minutos después…

_________(tu nombre) se había quedado dormida, completamente. Ya habíamos llegado.

Fin de su narración.

Narras tú:

Me comenzaron a jalar suavemente de los brazos y la cintura. Eso hizo que me despertara del profundo sueño en el que me había encontrado minutos previos.

—¿Qué pasa? —vi a Justin tocándome el brazo y la cintura, era obvio que era él.

—Ya llegamos.

—¿Me cargas? —estiré mis brazos.

—¿Y mi espalda? —me miró con sufrimiento.

—¿Me has dicho gorda? —insinúe.

—No —rió él.

—¿Entonces?

Miré dónde estábamos. No había venido nunca antes acá, pero era hermoso. No conocía este lugar de Atlanta, y me enamoré.

—¿Vamos a almorzar acá? —le pregunté, mirándolo directamente a los ojos e incrédulamente.

—Sí. ¿Por qué?... ¿no te gusta? —me preguntó.

—¿Si no me gusta? —cuestioné, mirándolo—, ¿estás loco?

—Oh —rió—, ¿entramos?

—Entremos —sentencié.

—Ya, entonces, bájate —me ordenó.

Yo me bajé del carro. Me arreglé un poco el cabello que tenía en la cara y me puse al lado de Justin, quien ya había cerrado la puerta del carro, y ahora se encontraba dándole la llave a uno de los chicos del Valet Parking. Yo lo seguí.

Entramos el restaurant; era de dos pisos. Y se acercó donde estaba la chica, quién vendría ser un tipo de “recepcionista” del restaurant.

—Buenas tardes —saludó cordialmente la rubia.

—Buenas tardes —respondimos el saludo Justin, y yo.

—¿Tienen reservaciones? —nos miró.

—Sí —respondió Justin—, Justin Bieber.

—Mmm… —miró la computadora que tenía, para ver si estaba el nombre de Justin—, ¿mesa para dos?

—Sí.

—Venga por acá, por favor —nos pidió, mientras caminaba.

Nos llevó al segundo piso. El primer piso se constaba mayormente del restaurante, y para comidas un poco más elegante, algo así. El segundo piso no, era lindo, era así…

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Capítulo dedicado a Fran, CynthiaL, Sophie Lombardi, Flo.

Hola chicas, ¿cómo están? Lo siento por la demora, pero he estado ocupada ya que con todo lo del viaje y como empecé el colegio de nuevo esta semana, y todas esas cosas. Y bueno, no crean que me he olvidado de poner la foto al final del capítulo, simplemente que quería que se quede como suspenso. O algo así. 

Estaba revisando los comentarios de los capítulos y vi que una de ustedes me puso "pienso que me odias o que no te caigo bien", algo así, pero, ¿creen que es así? No, yo las quiero un montón. Son lo máximo, y si es que a veces no agrego a MSN a algunas, es porque estoy escribiendo un capítulo y paso algunos comentarios con la vista y no veo todo completamente, solamente una parte. Y si es que a veces no contesto una pregunta, o no dedico un capítulo, es porque leo todos los comentarios, y algunos los leo de pasada nada más. Por el tiempo. 

Chicas una cosa, cuando quieran que les dedique un capítulo o algo así, déjenme su nombre para poder ponerlo, porque si comentan en Anónimo y no ponen nada, no sé a quién le voy a dedicar el capítulo, por lo tanto, no lo puedo hacer. 

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Preguntas:

1. ¿Sabes hasta cuándo se quedó Justin en Chile?

RPTA: Hasta el Lunes. 

2. ¿Cómo te parecieron los gritos en el concierto?

RPTA: Después de salir del Estadio no escuchaba muy bien todo, pero el Martes recién se me quitó, jaja. 

3. ¿En qué fila de Golden estabas?

RPTA: Fila 43, asiento 113. 

4. Tienes 12, pero, ¿en qué grado estás?

RPTA: En 1ero de Secundaria, y en algunos países creo que eso sería 7mo  grado. 

5. ¿De dónde sacas la inspiración para escribir la novela?

RPTA: De todo. De las experiencias del día a día, del sueño hecho realidad, de las ilusiones, de las tristezas, las peleas, los amores, etc. De esas pequeñas cosas que tenemos a nuestro alrededor, pero no toman en cuenta muchas personas. 

6. ¿Conoces a China Anne McClain?

RPTA: Nop, ¿quién es? 

7. ¿Algún día podrás subir una foto de como eres tú?

RPTA: ¿A este blog? No creo, porque ¿sabes? Considero que es un blog público, y si pongo una foto mía, cualquier clase de persona la puede ver. 

8. Si eres de Perú, ¿por qué fuiste hasta Chile para verlo si en Perú también iba a ser un concierto?

RPTA: Porque cuando salió que él iba a hacer un concierto en Chile, todavía era solamente un rumor  del concierto en Perú, y yo no quería valerme de un rumor, porque podría ser que no era verdad, y me arriesgaba a no ir a su concierto, y como mi papá vive en Chile, le pedí que me llevara allá. Y me compró mi entrada para ir al concierto de Justin. Pero yo vivo en Perú, no en Chile. 

9. ¿Mi abuela irá a verme a Atlanta?

RPTA: El tiempo responderá tu pregunta :) 

10. ¿Por qué no están los capítulos 1° y 2° de "Un giro de 360° desde que te conocí"?

RPTA: Porque por imbécil, un día que estaba enojada, los eliminé, y los pasé a otro blog, pero ls puedes encontrar en el otro blog que dejé en los enlaces encima de las preguntas. Los demás capítulos se encuentran en este mismo blog. 

11. ¿Te gusta "Crush, crush, crush" de Paramore?

RPTA: Sí :) 

12. ¿Puedes hacer un capítulo hot?

RPTA: Mmm... en los próximos capítulos haré lo que pueda. 

13. ¿Cómo hiciste para tener tantas visitas y seguidores?

RPTA: ¿La verdad? No hice nada, solamente fue cuestión de los días y días y días, no lo sé. Yo aún me pregunto como lo logré, yo también me preguntaba como sucedían las cosas, pero, no es por egoísmo ni nada, simplemente que no lo sé. 

14. ¿Después de esta novela harás otra?

RPTA: No lo sé. Seguiré escribiendo, pero no sé si la postearé. 

15. ¿Cuándo vuelves a salir de vacaciones?

RPTA: En diciembre, hasta Marzo, pero falta. 

16. ¿Tocas algún instrumento?

RPTA: Sí, la guitarra. 

♥ Vale ♥