martes, 17 de diciembre de 2013

Nadie me quita lo vivido



¿Mi vida? Bueno… mi vida. Es ahora algo difícil de describir, de decir. Yo llamaría esta vida que he tenido en los últimos meses “nueva vida”. Han pasado demasiadas cosas. Comenzando por ese viaje que me mantuvo alejada de todo, de todo lo que quería escapar ya hacen mucho tiempo, que me alejó de toda la mierda por la que estaba pasando, que me hizo pensar por mí primero en tanto tiempo, que me hizo dar cuenta que yo era la única que decidía si salir o quedarme en eso, y tantas cosas, en ese “mundo de mentira” como le solía decir. Claro, ¿qué iba a ser la “vida real” eso? Era demasiado perfecto. Ver a las mismas personas todos los días, personas que no conocías y que probablemente jamás volverías a ver después de eso, pero que sin embargo te podían hacer sonreír y podías confiar en ellas como jamás lo harías con las que has visto diariamente durante ya unos años, donde lo único que querían era ayudarte a levantarte y no dejarte caer, querían que crezcas y no destruirte. Parecía un cuento de hadas, pero en fin, todo tiene su final y hasta lo mejor tiene sus dificultades. Muchas veces, deseé irme y justo cuando ya estaba sucediendo me dolió irme, no quería. Me negaba, pero ¿qué iba a hacer? Volví y de nuevo a lo mismo, claro. Ya no era la misma, ni siquiera físicamente. Muchas cosas habían cambiado. Había visto a personas que eran todo para mí después de haberles hablado unos cuantos minutos cada semana. Casi nada, pero así fue.

La bienvenida fue bonita en el aeropuerto, con un gran abrazo y flores, globos, un cartel. Jamás lo pensé de él. ¿Saben? Jamás. ¿Quién diría? Yo no sentía absolutamente nada, ni siquiera sentía que lo había extrañado, pero él estaba tan nervioso con el simple hecho de volverme a ver. Luego, estuvo mi mamá, claro es mi mamá… me hizo falta. Pero en fin, todo normal. Aquel día fue perfecto, no estaba apurada en volver, y se me cumplió porque el otro vuelo se retrasó. Al día siguiente, sucedió algo que realmente que me marcaría y cambiaría mi vida, que le daría el giro de 180° que ya necesitaba, y ya estaba dando lentamente. Se acabó todo, y ni siquiera tuve que terminarlo yo. Sentí que verdaderamente ahora sí no había vuelta atrás –a pesar de que eso lo había un millón de veces y definitivamente no había cumplido–, pero esta vez sí sonaba realista. Y así fue. Ni siquiera lo quería, ¿cómo sería tan hipócrita de decir que lo hacía cuando no pasaba absolutamente nada? Claro. Cometí muchos errores en ese tiempo, porque tampoco dije como eran las cosas, pero vino alguien más a mi vida de improviso que me hizo sonreír y ver las cosas de otra manera como jamás pensé y que le estoy eternamente agradecida, pero como siempre… los que mejores me tratan, son los que peor trato y bueno, todo el mundo se cansa. ¿Quién diría que él sería la excepción? Nadie, pues no lo fue, pero con él comencé a vivir lo que siempre quise, y con otras amigas y con todas las personas que me conocían, o bueno… “me conocerían”, porque definitivamente no era la misma estúpida, sumisa de toda la vida, ahora era Valeria, no era lo que él había querido que yo fuera, y bueno, fue un cambio radical. Un cambio completo, obviamente no era la misma, era quién siempre quería ser, claro que con algunos fallos.

En ese tiempo, pasaron demasiadas cosas. Salía prácticamente todo el fin con mis amigas, me alejé un poco de mi familia, o sea, en el sentido de que ya no pasaba tanto tiempo con ellos como antes, porque ahora salía más. Conocí a demasiadas personas. Tuve muchísimos amigos, conocí a alguien      que realmente me sacó una sonrisa verdadera, y entre otras cosas… Básicamente fue una etapa de transición. Entre lo que siempre quise ser y lo que era, entre ser yo quien regía mi vida o alguien más. Una etapa un poco complicada al comienzo, pero que ciertamente no dejaría ahora por nada.

Ahora siento que tengo la vida normal, una que siempre quise tener. Claro, a veces ya es un poco exagerada en algunos aspectos y es que he vivido 2 años básicamente encerrada en un mundo él que no era correcto para alguien como yo, que no era para nada bueno y ahora todo es diferente, sencillamente no entiendo como algo así podría cambiar tan rápido.

“Sometimes you just need to lose yourself in a lonely, beautiful place”

Una vez leí eso y juré que no había visto algo más perfecto en mi vida. Era demasiado preciso, ese día comprendí que era lo que necesitaba. Y en fin, desde ese día, demasiadas cosas cambiaron.

Y bueno, ya he hablado demasiado de mi vida personal, pero con respecto al resto… a esta parte de escribir. Siempre será mi pasión, aunque no me dé tiempo últimamente, es algo que siempre voy a amar. No quiero desprenderme de eso. Sencillamente que a veces te da escribir de otra cosa, de algo nuevo, a veces la ideas sólo llegan y quieres llevarlas para adelante, no quieres soltarla. Pero bueno, debes de terminar lo que un día empezaste, ¿no? Al menos eso es lo que pienso. Odio la mediocridad, siento que si empiezo algo debo de terminarlo así me lleve lo que me lleve, me cueste lo que me tenga que costar. Así que después de escribir esto, entiendan que si seguiré con la novela.  

Sé que no sirve de tanto que diga todo esto, pero no es que haya desaparecido porque sí. Sencillamente que tuve un gran cambio en mi vida. Creo que uno de 360°, porque volví al punto en el que siempre debí de permanecer y realmente todo eso cambió mi perspectiva de cómo eran las cosas. Es increíble cuanto he podido crecer en estos meses.

Gracias por darme un poco de su tiempo.


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