domingo, 22 de julio de 2012

Cap. 98°: "Recuérdame"

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Narra Justin:

Estaba nervioso, no sabía que hacer, qué decir, no quería malograr nada. Sólo quería hacerla sentir bien, y que todo esté correcto entre los dos. Pero ¿y ella? Se iba a ir, yo no quería, y me estaba aferrando a ella, pero me encantaba.

—Oye, Justin…

Me puse más nervioso, pues había estado con una cara de perdido, mientras comía el helado, pero sonreía para disimular y la observaba.

—Dime.
—Gracias por todo.
—¿Por todo? —cuestioné.
—Por estar ahí para mí en estos días —especificó— aunque tal vez no lo merezco.
—¿Por qué lo dices preciosa? ¡Tú mereces todo! —le dije.
—No es verdad —me miró sinceramente _______(tu nombre)— hay demasiadas cosas que no merezco.
—Para mí tú mereces mucho más, ¿ya? No me agradezcas nada, lo hago porque me nace, no para que me agradezcas.
—De todas maneras —me sonrió—, eres genial. Siento que puedo ser como realmente soy contigo sin ningún miedo.
—¿De verdad?
—Sí, puedo ser como soy realmente, o bueno, lo más parecido. Y sé que no nos conocemos hace mucho, pero siento como si no fuera así. Se siente bien —sonrió nuevamente, pero ahora me miraba.
—¡Aww! ¡Qué linda! —exclamé enternecido.

Ella solamente me miró y sonrió, supongo que no sabía que decir, tampoco quise insistirle. Ella parecía muy concentrada comiendo su helado, así que decidí que era mejor quedarme callado.

Después de un rato, ella tomó la iniciativa.

—¿Qué quieres que te traiga, ah? —me preguntó sonriendo.
—¿A mí? —cuestioné— ¿de dónde?
—De ________(tu país) o de Londres, si quieres.
—No —me negué— no te tomes la molestia de traerme algo.
—Pero yo quiero hacerlo —dijo—¸y ¿qué quieres que te traiga?
—Es que no sé…

En ese momento me puse a pensar en todo lo que me gustaría tener, pero mayormente ya lo tenía.

—Piensa, piensa —me dijo ella riendo al ver mi rostro.
—¡Me gustaría un chocolate! —exclamé yo después de unos segundos.
—¿Un chocolate? —ella me miró con una mueca única que me ocasionó risa— ¿por qué un chocolate?
—Porque en Londres comí el mejor chocolate del mundo.
—¿En Londres? —cuestionó ella con incertidumbre.
—Sí, en Londres —respondí.
—¿No se supone que el mejor chocolate es el belga?
—Bueno, no lo sé —le dije yo—, sólo sé que el mejor chocolate que comí fue en Londres.
—¿Y cómo se llama? —me preguntó.
—No sé —la miré— ¿se supone que debería de acordarme?
—Exacto —me miró como diciendo “me lo imaginaba”— se supone.
—Me gustaría acordarme —le dije—, pero trato y trato no me acuerdo, no tengo ningún recuerdo, sólo me acuerdo que era demasiado rico —hice una pausa— ¿te gusta el chocolate?
—¿A quién no?
—O sea, ¿se podría decir qué es tu golosina favorita? —le pregunté.
—Bueno, es una de mis favoritas.
—¿Una?
—Sí, mi favorita favorita favorita —dijo repitiendo la palabra unas tres veces como para que la entienda, pero yo ya sabía a que me refería— son las gomitas.
—¡¿Las gomitas?! —cuestioné impresionado.
—¡Claro! —exclamó ella— ¿a ti no te gustan?
—¡Son buenazas! —respondí— son demasiado ricas.
—Mis favoritas son los gusanos que son ácidos, son demasiado ricos.
—¡Sí! ¡Buenazos! Yo una vez me acabé un kilo de gomitas en dos días, solo.
—¿Y no te cayó mal?
—Claro que no —le contesté—, casi no me enfermo por cosas del estómago.
—A mí me pasó algo parecido —me dijo— sólo que con mi papá.
—¿Un kilo de gomitas entre los dos? —le pregunté.
—Sí, una vez cuando viajamos a Miami.
—¿Viajaste a Miami? —sé que mi pregunta sería por las puras, porque ya lo dijo, pero quería asegurarme.
—¡Claro! —me dijo ella—, es demasiado lindo.
—Sí, es bonito.

Y en ese preciso momento vinieron a mi casa un montón de recuerdos, todos relacionados con Selena. Decidí quedarme callado porque no quería decirle “Selena”, no quería mencionarla y tampoco confundir su nombre porque probablemente le diría Selena y todo se iría al diablo. Casi siempre confundo los nombres de las personas cuando me acuerdo de ellas o los recuerdos invaden mi cabeza.

*Flashback*

Narra Justin:

Amo el mar, me encanta. Y más aún si estoy cerca de ella. La amo como jamás pensé que amaría a alguien, estoy demasiado enamorado de Selena. Es fantástica, dudo demasiado que encuentre a alguien tan maravillosa como ella. No creo que haya una chica como ella en el mundo, tan linda.

—Estás preciosa —dije apenas la vi quitarse el polo, el color turquesa de bikini le quedaba demasiado bien.
—¿De verdad? —preguntó ella con una sonrisa.
—Sí, eres preciosa mi amor —sonreí, mientras me acercaba a ella para abrazarla de la cintura.

Me acerqué y comenzamos a besarnos. Besaba como nunca nadie me había besado. Besaba demasiado bien, me encantaban sus besos. Eran demasiado ricos, demasiado perfectos.

—Te amo —dijo ella en susurros mientras seguíamos besándonos frente al hermoso mar cristalino que había en la playa.
—Yo también —murmuré— por siempre y para siempre.

Dejó de besarme para dedicarme una sonrisa y mirarme a los ojos enternecida totalmente.

—¿De verdad?
—De verdad —sonreí—, para siempre, aunque no estemos juntos. Así será siempre.
—¿Lo prometes? —cuestionó ella mirándome fijamente a los ojos.
—Lo prometo —le di una sonrisa más grande.

La primera vez, la primera vez que le dije que la amaba. “Por siempre y para siempre” fueron mis palabras textuales. Yo me voy a casar con ella, estoy más  que seguro. Es el amor de mi vida, jamás me había enamorado tanto de alguien. Jamás pensé perder la cabeza por alguien como ella, estar tan loco por alguien. Jamás había pensado que ocurría, pero ahora estaba sucediendo, ahora estaba pasando, ahora era parte de mi realidad.

*Fin del flashback*

Por siempre y para siempre y por eso me daba miedo de que cuando ________(tu nombre) se fuera cualquier cosa podría pasar por mi cabeza, y realmente apreciaba a ________(tu nombre) me parecía una chica demasiado hermosa, la más hermosa que había visto. Pero yo no quería cometer el mismo error que cometí con Selena. No quería decirle tantas cosas para que luego se quedaron en lo que son: palabras. Pero estaba seguro que esta vez no me equivocaría, que cualquier cosa sería más grande que lo que los demás podrían pensar o decir, que esto iba a ser verdadero. Pero mi único miedo era que cuando se vaya mi forma de pensar cambiara, pero estaba seguro de lo que sentía por ella y de verdad la quería y mucho, era una chica fantástica. Y ahora sí va en serio: jamás había querido tanto a una chica en tan poco tiempo.

Selena no me odiaba cuando la conocí, más bien era mi amiga y le caía bien, salíamos juntos, disfrutábamos el tiempo juntos, pero con ________(tu nombre) era diferente, ella sí me odiaba sin ninguna razón (o eso era para mi parecer), y siempre que me acercaba me ignoraba y hacía todo lo posible para que la dejara en paz. Pero aun así seguí atrás de él, en cambio Selena no, ella era diferente. No quiero decir que fue una chica fácil, pero fue un poco sencillo de conquistarla, ya que no sentía nada negativo por mí, más bien todo lo contrario. En cambio con ________(tu nombre) no, ha pasado demasiado tiempo desde que la vi por primera vez y todo ha cambiado en unos días, en los días que me dedicó un poco más de tiempo. Es difícil, hasta ahora mismo dudo si es que realmente siente algo por mí.

No es que tuviera tanto miedo a lo que podría sentir o no, porque estaba seguro que no iba a dejar de sentir todo lo que siento por ella ahora mismo, pero de lo que estaba completamente aterrado era de lo que los demás podrían decir, de lo que las demás podrían especular y decir hasta hundir todo y malograrlo. Ya ha pasado más de una vez, tenía miedo.

—Oye, no me olvides, ¿sí? —le dije a ________(tu nombre) en ese mismo instante.

Me había ido por un momento. O sea seguía ahí, pero mi mente no y creo que había pasado mucho tiempo.

—¿Qué te pasaba? —ignoró completamente lo que había dicho.
—Por favor no me olvides —repetí.
—¿Qué te pasaba? ¿por qué no contestabas? —repitió nuevamente ella también.
—¿No contestaba? —pregunté.
—Sí, estabas ahí, pero a la vez no.

Y esta vez pensé que ella también pensaba como yo, que nuestros pensamientos eran similares, que no éramos tan distintos. Que podíamos coincidir en algunas cosas, solamente me hacía quererla más y más.

—¿Cuánto tiempo? —cuestioné.
—Un largo rato —me dijo ella— al menos unos 5 minutos.

¿Tanto tiempo? ¿Me había dejado llevar por mis pensamientos con Selena durante tanto tiempo?

—Por favor no me olvides, ¿sí? No me olvides en las 5 semanas que te vas a ir.

Le repetí una vez más, tenía miedo. No quería que se fuera, pero sé que esto solamente me haría darme cuenta si la quería como tanto decía. Tengo miedo. No quiero dejarla ir.

—¿Por qué dices eso? —me preguntó.
—Lo he dicho como 3 veces —le dije—, pero no lo hagas, ¿ya?
—¿Por qué lo dices? —me dijo una vez más— estás raro Justin.
—Es que estuve pensando —hice una pequeña pausa— no lo hagas.

En ese preciso momento no sé porque razón volteé la cabeza y me quedé impactado con lo que vi. Mis ojos se abrieron como nunca antes en la vida y el sorbo que le había dado al milkshake que me había comprado para acompañar a _______(tu nombre) casi me provoca la muerte ya que casi me ahogo.

No podía creer a quién estaba en ese preciso momento y al parecer me había estado observando.

—¿Qué te pasa Justin? —me preguntó ella molesta.

Sencillamente quería articular una palabra, pero no podía. No podía creer lo que estaba viendo…

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¡Chicas! ¿Cómo están? :( Sé que no entro hace como dos semanas, pero no me odien he estado recargada de cosas y bueno, este capítulo lo hice con todo mi corazóncito en este tiempo jiji, y las dejé en suspenso, ámenme, pero no por mucho, en menos de una semana les subo otro capítulo :) Esta semana salgo de vacaciones, espero que para el Martes o miércoles ya tenga un capítulo para todas ustedes, ¿sí? Voy a aprovechar totalmente mis vacaciones para no hacerlas esperar, ¿ya? No quiero perderlas y sé que lo digo siempre, pero no hago nada para evitarlo. 


Las quiero mucho chicas, ¿sí? ¡Acuérdense de eso siempre!


Ojalá les guste el capítulo, ji. :) 


En el próximo capítulo respondo todos los comentarios acumulados (son un montón :( tengan compasión) las adoro, gracias por su apoyo. :) ¿Sí? 

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 Vale 

domingo, 8 de julio de 2012

Cap. 97°: "¿Cómo no sacarme una sonrisa?


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"Su cabello
Sus ojos
Su voz
Su sonrisa" 

—No va a ser mucho tiempo —comenté.
—Igual, me gusta estar contigo, me apasiona, me encanta, y me he estado acostumbrado a tu compañía, a estar contigo, aunque hayan sido escasas las veces que haya pasado así. Te quiero demasiado.

Si soy sincera, no había pasado ni una hora desde que estábamos en este pequeño cuarto, pero ¿por qué tenía tantos sentimientos por él? No sé que era, pero prefería resumir todo y llamarlo: una simple ilusión, nada más. Porque al fin y al cabo, todo terminaría. Y había comenzado bien si se dan cuenta, había comenzando preocupándome por el presente y no por el futuro, pero ahora es todo lo contrario. Sólo quiero disfrutar el momento.

Sentía que las palabras que había dicho hace un rato habían sido correspondidas y no me arrepentía absolutamente de nada, solamente quería vivir todo esto, cada segundo. Y si pasaban las semanas y él me esperaba, sería darme cuenta de que él realmente vale la pena.

—¿Me vas a esperar? —le pregunté.
—Sí princesa —sonrió—, toda la vida si es necesario.

Bueno, ¿cómo no sacarme una sonrisa con esas palabras, con esa ternura? Era inevitable sonreír si estaba con Justin diciéndome todas estas cosas, era algo lindo, algo que sé que muchas personas no harían y bueno tal vez lo intentarían, pero no lo lograrían de la manera en la que Justin lo hace… pero bueno, él me iba a esperar, pero ¿y yo? ¿Realmente lo iba a esperar a él? Tenía miedo, porque yo no era como él en ningún sentido, yo tenía una forma de ser distinta a la de él. Tenía miedo que cuando me vaya haga un montón de cosas que puedan mandar al diablo todo lo que ha ocurrido acá, por eso hubiera deseado que todo esto hubiera comenzado cuando yo haya vuelto.

—¿De verdad? —sonreí.
—Sí, de verdad —me devolvió una sonrisa más grande y más linda.
—Te quiero mucho —le dije, sencillamente no pude evitar que esas tres palabras salgan disparadas de mis labios después de oírlo.
—¿Nos vamos bonita? —me preguntó él, mientras dejó de mirarme para mirar a la puerta.
—Ya, vamos —dije—, pero ¿adónde?
—Vamos a pasear, ¿sí? ¿O quieres pasar todo el tiempo que nos queda juntos acá?
—Está bien, vamos —dije al momento que iba caminando hacia la puerta.

No nos estábamos agarrando la mano, estábamos caminando como personas normales, como amigos, pero cuando salimos los vendedores y vendedoras de la tienda nos miraban de una forma peculiar, un poco rara. Seguramente estarían creyendo lo peor o algo por el estilo por todo el tiempo que nos hemos demorado o tal vez tenían cámaras de seguridad en el cuarto al cuál habíamos ido a recoger el collar, el cual estaba hermoso.

—¿Por qué nos miran así? —me preguntó Justin en susurros para que no nos pudieran escuchar mientras terminábamos de cruzar la grande tienda.
—¿A mí que me preguntas? Se supone que tú deberías de saberlo —le respondí de igual manera, en susurros— ¿o no?
—Bueno, no. Ahora no…
—Se supone que tú eres el de los medios, el que sabe todo esto.
—Pero tampoco puedo leer la mente de las demás personas.
—Bueno, buen punto.

Seguí caminando sin mirarlos, porque daría otras cosas que pensar. Así que los ignoré y salimos de la tienda.

—¿Quieres un helado? —me preguntó Justin.
—Pero hace poco hemos comido —dije.
—Igual, no me rechaces —me dijo él—, aparte estás flaca.
—¿Tú quieres que engorde, no?
—Sí, así nadie más te mira y eres sólo para mí —sonrió él con dulzura.
—Por favor, ¿has visto mi rostro? Así sea una pelota, la gente no va a evitar verme —le dije— ¿acaso no ves que todos me miran, no?
—Tienes una autoestima bien alta, ¿no? —dijo con una sonrisa.
—¡Auch! Gracias por decirme fea —me hice la ofendida.
—Sabes que eres hermosa —dijo con picardía.
—Sí, lo sé —sonreí.

Amaba dejarlo así, y al final yo me llevaba una sonrisa. Fuimos caminando los dos hacia la heladería, pero bueno yo solamente lo seguía. Parecía que fuéramos amigos de años y que el sentimiento que había entre nosotros dos había empezado hace años, cuando recién nos “conocimos”, pero la situación no era así. Lo había visto a las justas ayer y hoy y un par de días antes, pero eso no cambiaba nada, me encantaba, no podía evitar sonreír.

Fin de la narración.

(En el Skatepark)

Narra Ryan:

—¡Ríndete! —exclamé al ver que no le salía el truco que había hecho yo uno minutos antes.
—No, jamás —dijo, mientras lo seguía intentando.
—Bueeeno…
—¿Qué cosa? —preguntó él molesto—, ah, brother una pregunta.
—Habla.
—¿________(tu nombre) y Chris ya no están? —cuestionó, pero sin mirarme a los ojos.
—¿Cómo sabes? —respondí, mientras me apoyaba en la baranda que había atrás mío.
—Porque todos lo saben —me miró— Christian es un idiota para dejar a ________(tu nomrbre) ¿la has visto?
—¿Quién es “todos”? —sencillamente ignoré su comentario.

Estaba haciendo demasiadas preguntas porque yo no quería que por la culpa de mi querida  y estimada hermana quede mal ________(tu nombre) solamente porque la estaba aprendiendo a querer, le estaba agarrando cariño y no quería que sufriera más. No me gustaría verla llorando.

—Bueno, Caitlin me contó —dijo.
—¿Cómo así, ah? —tenía curiosidad.
—Porque ayer fui a dejarle su skate a Christian porque lo dejó olvidado en mi casa y mi perro lo iba a destrozar, entonces cuando llegué Caitlin me abrió la puerta —para ese entonces Chaz ya había dejado de intentar y estaba parado hablando conmigo— y le pregunté por Christian y me dijo de que no, no estaba disponible como para atenderme y que estaba mal, entonces yo pensé que estaba enfermo, y se lo pregunté, pero luego ella me contó lo sucedido y me dijo que no esté diciendo nada de lo que me contó, pero bueno como tú vives con ________(tu nombre) pensé que sabrías algo y no creo que seas tan mierdita de ir corriendo para decir todo lo que te acabo de decir, ¿no?

Saqué mi celular del bolsillo y escribí el nombre de Caitlin en mi Agenda de Contactos sólo para molestar a Chaz.

—¿Qué haces? —me preguntó y se acercó rápidamente para ver que estaba haciendo con mi celular.
—Nada, vete.
—¡NOOOOO! —gritó—¸no lo hagas por favor.

Marqué su número.

—Nooo, por favor Ryan, hago lo que quieras. ¡LO QUE QUIERAS!
—¿Lo que quiera? —para ese entonces ya había colgado la llamada.
—Sí, cualquier cosa.
—Está bien, lavas mi camioneta todo un mes.
—¡ACEPTO! —gritó, exaltado.
—Ok.—“colgué” nuevamente la llamada.
—¡Gracias!
—¡Mira, ah! —lo miré como para asegurarme.
—Está bien.

Sólo tenía flojera de lavarlo yo o pagarle a alguien para que lo haga, así que supongo que él podría hacer algo productivo por mí.

—Y ya bueno, ¿qué te dijo Caitlin? —quería saber si le había contado lo que había sucedido con Paz.
—Sólo me dijo que había ocurrido un problema entre ellos dos y ya no tenía solución y también porque Christian se iba a ir y todo eso, tú sabes —me dijo él, mientras se sentaba en el piso.
—Ah sí, por eso.
—Pero ¿no era que ________(tu nombre) no sabía que Christian se iba a ir? —me miró dudoso—, le iba a decir eso a Caitlin, pero no lo hice porque preferiría que terminara de hablar para que me cuente las cosas bien, pero no lo hizo.
—¿No sabía? —cuestioné—, no estaba muy seguro.
—Se suponía que Christian le iba a decir que se iba a ir, pero no, nada.
—Cuando ella vuelva, él ya se habrá ido —calculé las fechas.
—Sí, ¡la sorpresa que se va a dar! —exclamó Chaz.
—Pero en sí, va a ser mejor. Así no lo va a tener que ver después de todo lo que ocurrió y le va a doler menos —comenté al respecto.

Sé que me estaba poniendo en un plan de proteger a ________(tu nombre) como si ella fuera la víctima y estaba haciendo quedar súper mal a Christian. Pero esa no era mi intención, él no tenía la culpa, aunque una parte la debe tener.

—¿Pero qué pasó? —la intriga estaba matando poco a poco a Chaz.
—Mira huevon te voy a decir lo que pasó —lo miré seriamente— te conozco desde hace tiempo y por eso voy a confiar en ti así que aprovéchalo, pero cállate. A la primera que se te escape algo de un golpe te saco todos los dientes.
—Ya, está bien —aceptó.
—Paz le dio un beso a Christian en la sala de mi casa cuando ________(tu nombre) y él iban a conversar y creo que iban a terminar, pero para mala suerte de Christian __________(tu nombre) vio todo —resumí todo en unas cuantas palabras.
—¡BROOOOOTHEER! —exclamó con los ojos abiertos como platos— ¿de verdad?
—Sí, cállate.
—Mierda, ese sí que es un idiota, ¿cómo diablos le va a hacer eso a _________(tu nombre) que está tan buena por la escuálida de Paz? —me preguntó como un tono de molestia.
—Acuérdate de que es mi hermana —sólo le advertía, pero no tenía ganas de defenderla.
—¿Y cuándo aquí te has preocupado? —cuestionó, y sí, era la verdad.
—Buen punto.
—Sí —se río un poco—,pero lo que si me parece una idiotez es lo de Christian, ¿cómo diablos va dejar ir a ________(tu nombre)? ¡Es lo mejor que le va a pasar!
—¿Acaso te gusta? —pregunté por sus comentarios.
—No, sencillamente me atrae —contestó—, tal vez a ti no porque la has aceptado de una forma distinta, en cambio yo sólo la veo como una amiga, es decir, de un punto distinto de vista y me parece una chica sexy.
—Bueno, sí, debo de admitir de que es una chica muy simpática y bonita —dijo él.
—Pero no sé si estaría con ella alguna vez… y si es que me hace caso también —soltó una carcajada.
—Pero tú sabías que Justin está enamoradísimo de ella, ¿no?
—Sí, ¡está “templadísimo”*! —exclamó él—, pero ¿a ella le gusta él?
—Sí, últimamente han estado saliendo.
—¿Tú crees que lleguen a estar en algo?
—De que están en algo, están en algo —lo podía afirmar—, pero de que lleguen a ser enamorados o algo por el estilo, lo veo un poco más difícil.
—¿Por?
—________(tu nombre) se va a ir 5 semanas, más de un mes y Justin se va a quedar acá. No digo que él vaya a hacer algo malo, tampoco digo que ________(tu nombre) lo vaya a hacer, pero la vente habla y eso es lo que malogra todo. Todo se puede malograr con el hablar de la gente, ¿me entiendes?
—Sí, pero si de verdad la quiere va a entender todo.
—No lo digo por _________(tu nombre), lo digo por lo que los medios puedan decir de Justin, esa gente habla hasta por los codos —comenté.
—Pero ella entenderá supongo.
—No, ella no va a entender nada —me reí por lo que él había dicho— si sólo la hubieras visto cuando pasó lo de Christian, ni siquiera lo miró, solamente le terminó y se largó, no lo piensa escuchar ni nada, le llega.
—Pero puede ser que con Justin sea diferente —comentó él—, no sabemos. Pero al final, su relación con Christian no iba tan bien como digamos.
—Bueno, eso sí, pero ella lo debe de decidir. Sólo no quiero que le hagan daño —le dije sinceramente.
—¿Ahora la quieres? —me preguntó él en un tono medio burlón.
—La estoy aprendiendo a querer —contesté fríamente—, ¿sabes? Es una chica muy linda si la conoces bien.
—Pero también es fría —dijo exactamente después de mí.
—Sí, pero ella tendrá sus razones. Sin embargo, puede llegar a ser una persona demasiado dulce —agregué, recordando esa vez que la vi llorar.
—Bueno, eso nadie lo niega.
—Pero, no me gustaría que saliera lastimada —repetí—, aunque lo bueno de ella es que conoce límites y es fría cuando le hablas de amor.
—Bueno eso sí. Así no se fácilmente con el primer idiota que se le cruza —se apoyó con una mano.
—Y más aún después de esto —subía mi mirada y miraba hacia el cielo, preguntándome donde estaría ella, no ________(tu nombre), sino ella.

Yo sabía que era sufrir por una chica, no quería que ella le pasara por un chico. Yo sabía que era ver a una chica sufrir por un chico, tal vez lo digo por mi hermana porque todo lo que hizo lo hizo por Christian porque realmente se enamoró de él o le gustó tanto de llegar al punto de haber tanta rivalidad con _________(tu nombre) sólo por un chico, teniendo a tantos. O también lo digo por tantas chicas que me han rogado cuando yo las he ilusionado vanamente, y sabiendo que eso estaba mal, pero sólo quería jugar. Yo también me equivocaba, sólo que lo hacía a conciencia, sabiendo que eso iba a suceder. No quería que Justin le hiciera daño, y sé que no lo haría como lo hizo Christian, sé que él si la querría correctamente, pero también es humano y se puede equivocar, pero sé que está enamorado, pero aun así conversaré con él, así no sea mi asunto.

—Pero, ¿tú has hablado con Paz? —me preguntó él—, aunque dudo demasiado que haya ocurrido eso.
—Sí, hemos conversado —respondí—, pero no acabó como yo quisiera.
—¿Se pelearon? —adivinó él.
—Ajá.
—¿Por qué la protegiste? —cuestionó.
—Ella exactamente me dijo eso.
—Entonces ¿sí lo hiciste?
—No fue tanto por protegerla —traté de defenderme—, sólo que no me pareció correcta la actitud de ella.

Fin de la narración.

(En el Centro Comercial)

Narra Justin:

Estaba nervioso, no sabía que hacer, qué decir, no quería malograr nada. Sólo quería hacerla sentir bien, y que todo esté correcto entre los dos. Pero ¿y ella? Se iba a ir, yo no quería, y me estaba aferrando a ella, pero me encantaba.

—Oye, Justin…

Me puse más nervioso, pues había estado con una cara de perdido, mientras comía el helado, pero sonreía para disimular y la observaba.

—Dime.
—…

*Templadísimo: estar muy enamorado de alguien.

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¡Chiiiiiiiiiiicas! ¿Cómo están? Miren... ¡Cómo lo prometí! ¡Les dije que iba a subir un capítulo este fin de semana! ¿No? Bueno, ya sé que es Domingo y es cerca de las 11:30 de la noche, pero algo es algo y yo les prometí un capítulo y acá lo tienen. Como ven, es tarde, y debo de dormir jaja, porque mañana tengo clases, así que para mañana o el martes les subo la respuesta de todos los comentarios de los capítulos acumulados, ¿sí? 


Las quiero mucho chicas, gracias por todo su apoyo :) 


Ojalá les guste el capítulo, ji. :) 

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 Vale 

jueves, 5 de julio de 2012

Cap. 96°: "Disfrutar el momento"


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"Sólo cierra los ojos y disfruta la montaña rusa que es la vida".


—Sí es verdad —me miró tierna, pero seriamente—, créeme, de todas las chicas que he visto en el mundo eres la más bella… y eso que he visto muchas.
—¿La más bella? —cuestioné— ¡Pff! ¡Exageras!
—De verdad eres hermosa, la más hermosa. ¡Créeme!
—No —reí—, no te puedo creer.
—¿Por qué? —me miró de forma incomprendida.
—Tú conoces a demasiadas personas que son bellas comparado conmigo, ¿y dices que yo soy bonita? Se nota que solamente lo dices para…
—Puede que haya viajado por varias partes del mundo —me interrumpió—, pero eso no te quita el privilegio de ser la chica más linda que mis ojos hayan visto, ¿o sí?
—¿Privilegio? —cuestioné poniéndole una mueca de disgusto.

¿Qué se creía? ¿El chico más lindo del mundo? ¿La mejor persona del mundo? Estaba mal si venía a pensar que si yo le parezco bonita es un privilegio, está mal. ¿Qué tiene en la cabeza? Viene a hacerse el importante conmigo, ¿está idiota? No hay nada más que odie en una persona.

—No preciosa —dijo al ver la expresión en mi cara—, no me malinterpretes, simplemente digo, que aunque yo haya ido por tantas partes del mundo, no significa que tú no puedas ser la chica más linda que haya visto.
—Aprende a expresarte para la próxima —le sugerí disgustada.

Ahí está lo que les dije, el momento fue malogrado por hablar, por decir las cosas en un momento inapropiado.

—Eres hermosa, ¿sí? No lo dudes, me gustas demasiado —dijo—, no quería malograr este momento.
—*Muy tarde, ya lo hiciste* —pensé en ese preciso instante—, no te preocupes, ¿sí? Ya pasó —sonreí falsamente.
—No, no pasó porque sigues enojada.
—Estoy bien Justin —nuevamente la sonrisa fingida se apoderó de mi rostro.

Se acercó a mí, me abrazó y me dio un beso en la frente.

—Te quiero mucho, no seas enojona, pava.
—Yo también —sonreí, pero ahora de verdad.

Sé que muchas personas estarían pensando que esto era algo demasiado infantil si nos damos cuenta que se trata de un chico de casi 18 años y una chica de a los pocos días de cumplir 15. Aunque había una diferencia de edad, pero físicamente parecían de la edad. Pero la madurez era la que predominaba, claramente. Aunque parecía que por momentos se ausentaba. Me gustaba estar así, no tener que actuar maduramente, poder sentirme bien, como yo. Con Justin podía ser totalmente como soy, sin tenerle miedo a nada, tal vez como me sucedía con Christian, pero éramos de la misma edad, éramos inmaduros, no sabíamos nada, éramos nuevos en todo esto. Y tal vez por eso sucedió ese error y ambos buscamos lo que no encontrábamos en esa relación en otras personas.

—¿Qué hora es? —pregunté, pues debía de llegar a mi casa a eso de las 6.
—Son las 4 y media, ¿por? —me dijo él, después de mirar su reloj.
—Bueno, nos queda hora y media para estar juntos antes de que vaya a mi casa para alistar algunas cosas y descansar un poco antes de que el vuelo salga.

Si fuera por mí me quedaría con Justin hasta que tenga que subir al avión, pero por más que lo desease no podía. Mi mamá me dijo otra cosa y ahora estamos bien, ya no estamos peleadas, así que no podía decir nada al respecto, porque no quería irme y que todo termine como empezó, mal. Las cosas tenían que terminar lo mejor posible, aunque no pareciera fácil.

—¿Tan poco?  —preguntó triste— ¡NO!
—Pero tengo que irme, no puedo hacer nada… —dije—, no pienso perder mi vuelo… ni loca.

Aunque si lo ven desde el punto de vista que lo vio Justin suena cruel y como si él me importara lo más mínimo, pero no es así, no era lo que quería dar a entender, sencillamente que extrañaba ese lugar, aquel lugar donde nací, donde estaba mi vida… la verdadera, no toda esta farsa. Aunque era, exactamente donde estaba parada y con quién lo estaba, no era todo una farsa, el casi 80% era verdadero, pero jamás completamente. No pensaba dar todo. A veces no era lo correcto arriesgar todo, muchas veces era solamente hacer que los demás se conformaran con lo mucho o poco que puedas dar. Pero bueno, tal vez con el tiempo, y SÓLO con el tiempo las cosas cambien y pueda ir dando lentamente un poco más de mí dependiendo si lo merece o no aunque por como van las cosas, creo que sí lo merece completamente.

—Mmm… está bien —pude notar la incomodidad en su tono de voz—, no te preocupes yo te llevo a tu casa.
—No quiero que lo tomes a mal —le dije al observar todo lo que había ocasionado en él con mi comentario—… tal vez me expresé mal, pero es que entiende, hace tiempo que no voy. Yo toda mi vida he vivido ahí y ahora estoy a kilómetros de ahí y extraño todo, ahí está mi vida.
—¿Y acá? —me preguntó.
—Acá todo es una farsa… menos cuando estoy contigo —lo miré— y no lo digo como diciendo “ah, Justin está acá presente, diré eso y con las demás personas que estén presente mío diré lo mismo”, pero la verdad es que contigo todo cambia de una manera única que me llega a sorprender muchas veces.
—¿Y eso es bueno o malo?
—¿Tú qué crees, tonto? —lo observé con un gesto.
—Que es bueno —sonrió torpemente.
—¡Claro que sí! —exclamé sonriente.
—Te quiero mucho —dijo él.
—Yo también —sonreí—, no me malinterpretes, ¿sí? No quería que comprendas otra cosa que no era.
—No te preocupes, yo te comprendo —me devolvió una mejor sonrisa que antes.
—Esa sonrisa que llevas en el rostro, siempre me va a traer una más grande a mí, recuérdalo siempre —dije al contemplarlo.
—Yo lo único que quiero es verte sonreír siempre —comentó él.
—Te juro que de una de las cosas que más amo y me apasionan en la vida es estar contigo —confesé— de verdad me encanta estar contigo.

No mentía, amaba cada segundo que pasa junto a él, era diferente, no era como las otras veces. No era como las demás personas cuando estaba junto a él, sentía que podía ser otra persona. Quién realmente era o algo similar a quién era. Era feliz y podía sonreír, aunque alguna vez tenía que fingir, pero eso no era todo el tiempo. Pero me refería más al punto de vista de… ¿qué chico te puede hacer sentir tan bien? ¿Hacerte sentir como él me hace sentir a mí? Me hace sentir tantas cosas en tan poco tiempo, en tan pocos minutos, era única esa manera, era especial, no era como cualquiera. Ese sentimiento y todas esas emociones las podía volver a sentir una y otra vez cuando él no estaba, era algo que anteriormente no me había pasado, pero a pesar de todo se sentía correcto, bien. Podía sentirlo una y otra vez sin que me importaran los demás, podría decírselo a todo el mundo.

—¿De verdad? —sonrió—, ¡qué linda!
—Es que de verdad me encanta, disfruto cada momento contigo —no lo miraba fijamente a él cuando hablaba, más bien me dejaba ir por lo que decía.
—A mí también —sonrió él.

Sé que tal vez no debería decir eso porque luego tal vez las cosas no serían así, pero por el momento lo era y me encantaba, pero no sé si sería igual mañana o pasado o en una o dos semanas, pero sólo estaba segura de hoy, del presente y eso era lo que me interesaba. No estaba tan preocupada en lo que pase mañana o en un futuro cercano o no, eran una de las pocas veces que no me preocupaba en eso. Sólo amaba sentirme así, tan feliz, tan viva, tan llena y lo estaba reconociendo poco a poco, tal vez antes no lo hubiera hecho, pero ahora estaba haciéndolo lentamente así que supongo que era un buen paso.

—Te voy a extrañar mucho pequeña —dijo él mientras me observaba cuidadosamente.
—¿Lo dices de verdad? —pregunté un poco incrédula. No sabía que pensar. No sabía que iba a ocurrir.
—¿Por qué te mentiría? —cuestionó él extrañado.
—No lo sé —respondí—, eso suelen hacer los chicos.
—Yo no soy así.

Sé que con el transcurso pasarán cosas y las personas comenzaran a hablar de Justin y esas palabras, rumores, llegaran a mí, no quería ilusionarme, pero era tarde. Estaba ahí, por él, porque me encantaba estar con él.

—Está bien —noté que lo había incomodado un poco.

Hubo un momento de incomodidad ya que ninguno de los dos dijo algo al respecto, sólo nos mirábamos de vez en cuando y en cuanto en cuanto nuestras miradas se encontraban, pero nada más. Hasta que él tomó la iniciativa nuevamente.

—No entiendo porque te tienes que ir, ni siquiera deberías de viajar este año, deberías de viajar el próximo, y bueno en vez de viajar deberías de hacer una fiesta y ya —comentó él con cierto enfado.
—Tú dices eso por que acá la costumbre es que hagan eso a los 16 años, pero en Latinoamérica lo normal es que lo hagan a los 15, y sí, también lo tradicional es hacer una fiesta, pero a mí no me gustan —le hice saber.
—¡Loca! ¿Qué hablas? —preguntó él— ¿no te gustan las fiestas?
—Sí me gustan —solté una carcajada ante su tono de voz—, no me has entendido bien Justin.
—¿Entonces?
—O sea a mí si me encantan la fiesta, lo que pasa es que cuando una chica se hace una fiesta celebrado sus quince años, es decir su quinceañero, o hasta cuando acá celebran sus “Sweet 16”, la chica es el centro de atención y es todo escandaloso y a mí no me gusta, sencillamente no me gusta ser el centro de atención.
—Entonces a ver si te entiendo —dijo haciendo una breve pausa—, te gustan las fiestas, pero no te gustaría hacerte una porque no quiere ser el centro de atención, ¿verdad?
—¡Exacto! —exclamé—, a veces me pregunto porque eres tan inteligente…
—¡Tsss! —hizo gestos con sus manos como señalándose.
—Será porque te juntas conmigo —terminé la oración ignorando lo que él estaba haciendo.
—¡Pff! ¡Ya quisieras! —exclamó él—, seguramente con las justas pasas de año.
—¿Yo? —lo miré con el mismo gesto de hace rato—, yo paso siempre, yo jamás he jalado.
—¿Ningún curso? —cuestionó él mirándome un poco sorprendido.
—¿Qué? —pregunté al observar el gesto que tenía en su rostro— ¿tú sí?
—Emmm… ¿yo? —se estaba haciendo el loco, aparentaba que no sabía nada de lo que estaba hablando.
—Sí tú, el chico que está sobreactuando su nerviosismo porque sabe que ha jalado cursos como mierda.
—No —se rió él—, yo no he jalado cursos.
—¿Seguro? —lo observé fijamente a los ojos de modo que no se podría reír… no sé porque pero eso siempre funcionaba.
—¿Sabías que tienes los ojos más hermosos del mundo? —los contempló mientras me cambiaba de tema.
—Sí sabía, gracias.
—Ah ya ________(tu nombre), ah ya —dijo él con un tono de resentimiento— ¡perfecto!
—Sonso, no te enojes —le dije al ver su comportamiento y ver como se alejaba de mí.
—No, me quitaste las ganas de todo —se hizo el resentido.
—No, sonsito, por favor ¿sí? —pestañeé varias veces seguidas.
—No, no quiero nada —comenzó en su plan de víctima.
—Ya, pues, entonces chau.

Él quería jugar, pues, perfecto, comencemos.

—¿Te vas a ir? —me miró de reojo, mientras observaba que me alejaba poco a poco, lentamente.
—Claro —contesté—, con resentidos a otra parte.
—¿Ah sí? ¿Adónde?

Se acercó a mí lentamente, y yo no pude resistir estar cerca de él, sintiendo su calor. Sencillamente era algo que me volvía loca y probablemente una de mis debilidades cuando estaba junto a él.

—¿Te importa demasiado? —contesté cuando sentí una de sus manos posada en mi cintura.
—Sí preciosa.

Se acercó más y con la otra mano sostuvo mi rostro y lo pegó al suyo para darme un beso. Otra vez esa sensación inolvidable, hacía de todo en mí por enloquecerme, me encantaba. Y es que en ese beso habían demasiadas cosas: ternura, locura, cariño. No sé si amor, porque probablemente todo era una ilusión aún, porque ¿amor? Es algo muy fuerte, algo de lo que voy a aprender antes de tener que aplicarlo en mi vida y vivirlo para ya no cometer el mismo error, pero por como las cosas estaban iniciando, esto tenía para rato.

—¿Te gusta, no? —dije finalizado el beso con una sonrisa.
—Me encanta besarte —no dejaba de mirarme a los ojos. Estaba gustándome más y más.
—¿De verdad?
—Besas increíble.

Sólo sonreí. No es algo que te digan todos los días, pero bueno, no he besado a muchas personas. Solamente a Christian, creo que a Chaz también… y nadie más. Sí, ya —prácticamente— tenía 15 años y solamente había dado esos besos en toda mi vida, pero bueno, que él lo diga debe de ser algo diferente, pues me imagino a cuantas chicas habrá besado…, aunque, todo lo que lo que hago, lo hago perfectamente bien, ji.

—Te quiero mucho pequeña, no te vayas —lo dijo con un tono de voz de tristeza. ¿Realmente lo sentía?
—Pero tengo que ir —repliqué—, extraño mucho ________(tu país), amo estar ahí. Prefiero mil veces estar ahí antes que estar allá por muchos motivos.

Noté un gesto de incomodidad de su rostro y como de tristeza, pues su sonrisa se desvaneció de ese mismo instante y su mano aflojó y bajó, como queriendo quitarla de ahí y largarse para que me quede sola.

—Sí, te comprendo.
—¿Estás enojado? —cuestioné ignorando su comentario.
—No, ¿por qué tendría que estarlo? —me miró con una sonrisa.
—No lo sé. Pero bueno, tengo que ir, ya nos vamos a ver.
—Ya me he acostumbrado a verte.
—Pero igual vamos a poder mantener el contacto.

No le iba a decir “pero nos podemos ver, podemos hacer Skype” porque mentiría, no perdería esas 5 semanas frente a una computadora en Skype o cualquier otro servicio de video llamadas esperando a que se conecte para hablar horas y horas, no. No iba a volver en sólo Dios sabe cuánto tiempo y no iba a malgastar mi tiempo si es que prefieren que suene así, aunque para mi gusto suena un poco tosco. Pero el punto es que o iba a estar pendiente de él todo el día.

—¿Me lo prometes? —me miró cautelosamente para estar al tanto de cualquier minúsculo movimiento.
—Sí, lo prometo.

Podía hacer una promesa tan sencilla como esa, al final, él tenía BlackBerry y yo también, así que podíamos hablar por BBM cuanto tiempo quisiéramos y sería mejor para mí, aunque no sé si vaya a tener problemas con la red móvil y tenga solamente wi-fi, pero para todo había una solución… pero eran preocupaciones que no debería de tener en este momento, detalles minúsculos, sin importancia.

—Está bien, confiaré en ti —sonrió él de oreja a oreja—, solamente quiero hablar contigo, no me importa si son 5 minutos al día o todo el día completo, con tal de que me digas “Hola” puedo estar feliz durante el resto del día.
—¡Aww! ¡Qué lindo! —exclamé enternecida ante sus palabras.
—Te juro que te voy a extrañar.

Tenía miedo a que él se aferrara demasiado a mí y yo a él, no quería depender de nadie ni sus sentimientos y si soy sincera ni de los míos… es estúpido, lo quiero, pero intento que no me interese, pero al final termino diciendo y pensando otras cosas como si eso fuera a solucionar algo, pero no servía de nada, solamente ocurría una cosa: me confundía. Eso era lo que sucedía.

—No va a ser mucho tiempo —comenté.
—Igual, me gusta estar contigo, me apasiona, me encanta, y me he estado acostumbrado a tu compañía, a estar contigo, aunque hayan sido escasas las veces que haya pasado así. Te quiero demasiado.

Si soy sincera, no había pasado ni una hora desde que estábamos en este pequeño cuarto, pero ¿por qué tenía tantos sentimientos por él? No sé que era, pero prefería resumir todo y llamarlo: una simple ilusión, nada más. Porque al fin y al cabo, todo terminaría. Y había comenzado bien si se dan cuenta, había comenzando preocupándome por el presente y no por el futuro, pero ahora es todo lo contrario. Sólo quiero disfrutar el momento.

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Capítulo dedicado a Ximena, Lupis14.

Chicas, perdón si no le he dedicado el capítulo a alguien más (si es que me lo han pedido), pero no he leído los comentarios. Y discúlpenme por recién subir el capítulo, les juro que ayer tenía una capítulo larguísimo, como los de antes, pero se me apagó la computadora y ptm, ¡se perdió todo! Me enojé demasiado y mandé todo al diablo y no hice nada, me jodió. Perdónenme por la tardanza, ¿sí chicas? 

Más tarde o en el próximo capítulo respondo todos los comentarios juntos, ¿sí? Las quiero mucho :) gracias por todo el apoyo que me brindan y prometo que este fin de semana voy a subir otro capítulo, ¿sí?  

Mi Cuenta en Polyvore: http://valebieber1.polyvore.com/
Blog donde se encuentran los primeros capítulos de “Un giro de 360° desde que te conocí”: http://ungirode360desdequeteconoci-novela.blogspot.com 

 Vale