martes, 29 de mayo de 2012

Cap. 93°: "Tal vez el destino no nos quería juntos"


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—¿De qué estás hablando? —preguntó ella casi gritando—, estás mal.
—Dime lo que quieras, pero Justin es el culpable de todo esto —se quejó Justin.
—No, quién es el culpable de todo esto eres tú y nadie más que tú por dejar que Paz haga todo eso —le dijo su hermana.
—¡ESTÁS MAL! —gritó Christian furioso— no sé que rayos te pasa Caitlin.

Y se marchó.

Narra Christian:

No entiendo que pasaba con todo esto. Sé que me equivoqué y que no soy perfecto, pero yo no tuve la culpa en realidad. Fue Paz, ella se me lanzó, yo no podía hacer mucho. Tampoco la pude empujar y tirarla al piso para que no me moleste, pero todo sucedió tan rápido que no me di cuenta de las cosas, de como estaban ocurriendo. No soy 100% culpable, solamente que todo esto sucedió en un mal momento, con la persona equivocada. Aunque anteriormente he estado saliendo con Paz y tal vez _______(tu nombre) me haya visto es porque ella es mi amiga y siempre lo ha sido así, estuvimos en algo sí, es cierto, no lo voy a negar, pero la verdad es que solamente pasó eso, nada más. Yo la dejé de querer y la seguí viendo como la amiga que era, como siempre la vi antes de eso, solamente que ahora ya no me gustaba. Tal vez ella no entendía eso, o no era lo suficientemente madura como para que en su cabeza entre que yo quiero demasiado a _______(tu nombre) y que era momento de voltear la página en ese pequeño libro que está escrito a medias en mi vida. Las cosas sucedieron como menos quería y es que como algunos piensan: “tal vez el destino no nos quería juntos”. Pero eso no significa que yo no la quiera junto a mí. De hecho, lo hago. No, no soy un pendejo, solamente que ella no me entendió bien, no me dio el tiempo para explicárselo, dejó que sus celos fueran más fuertes que lo que sentía por mí… y si es que seguía vigente en su corazón ese sentimiento. Creo que ya era momento, que ya era momento de decir “adiós” para ella, pero eso no significa que sea lo mismo para mí. Y sí, lo hecho echo está, ya no hay marcha atrás, no hay nada que me pueda hacer volver atrás.

Pero tenía que admitir que ella ya no sentía lo mismo por mí, que ya no era lo mismo que en un principio y puede ser que hasta yo mismo haya cambiado en muchos aspectos, en sí, toda esta situación, esa relación. Pero era la primera vez de ambos, mi primera relación fue con ella, y viceversa. Íbamos a cometer errores y seguramente en unos años nos reiremos de todo esto o tal vez no, tal vez me recuerde con odio o tal vez terminemos siendo mejores amigos como en un comienzo. Tal vez Justin la merecía más que yo mismo y no me podía quejar porque no la supe tratar como debía o sencillamente, ¿quién diablos sabe? Yo solamente quiero feliz a mi chica, a esa chica tan hermosa, a esa chica a la cuál quiero demasiado, la cuál me enamoró día a día aunque no lo supe demostrar, pero bueno la vida es lo suficientemente larga como para darme la razón si lo que está pasando ahora es por mi bien ó sencillamente por idiota. Porque indirectamente la estoy dejando ir, aunque sé que ella no me quiere ver ni en pintura.

Mucho no era lo que podía hacer y tampoco podía malgastar la vida echándoles a todos la culpa de mis desgracias y torpezas.

Fin de la narración.

(En la casa Butler & _______(tu apellido) )

(En el cuarto de Paz)

Narra Paz:

¿Cómo me sentía? Excelente, al fin, había cometido lo que deseaba y sí, se sentía bien aunque por partes sentía pena por ________(tu nombre) porque le rompí la ilusión, malogré su “primer amor”. Pero ¿y qué? Va a ser el primero de muchos, supongo… aparte, lo bueno es que no la voy a ver durante tanto tiempo que será genial. No me podrá hacer nada y podré hacer lo que se me pegue la gana mientras ella esté lejos, pues no se enterará de todo.

En sí, mi intención no es hacerle la vida miserable a _______(tu nombre) solamente que ella me quitó a Christian y yo no iba a dejar que ella ni nadie me quiten a un chico. P

—¿Te parece correcto todo lo que has hecho? —me preguntó mi hermano, como siempre molestando. Ahora se había puesto del lado de esa idiota.
—¿Correcto qué? —cuestioné tratando de ignorarlo lo más que podía  para poder pensar tranquilamente en ese beso.
—Correcto todo lo que has hecho —me dijo él.
—No he hecho nada de lo que me pueda arrepentir —repliqué con una sonrisa sin mirarlo.
—Paz, malograste una relación. La mandaste a la mierda —me miró tratando de llamar mi atención con su tono de voz.
—¿Y? —lo desafié— tarde o temprano iban a terminar ¿o tú crees que se iban a casar?
—Bueno no lo sé, pero sí, tienes razón. Tarde o temprano iba a terminar, ¿pero a ti qué te interesa si es tarde o temprano? ¿Te afecta mucho? La cagaste, cagaste la felicidad de dos personas.
—¿Puedes dejar de ser grosero cuando hables conmigo? Te lo agradecería mucho —me tenía harta cuando decía malas palabras, sonaba tanto como _______(tu nombre), tan vulgar.
—Tú sabes a lo que voy y solamente quiero que me contestes, ¿te sientes bien? ¿Crees que les has hecho un bien?
—Christian se veía tan feliz cuando sucedió que realmente no sé que responder —lo miré por segunda vez en toda la conversación con una sonrisa triunfante, solamente para sacarlo de quicio.
—Mira, Paz, eres mi hermanita y te quiero mucho, me pareces la pequeña más linda del mundo, pero eres una zorra de mierda —comenzó a hablarme tan dulce y terminó tan grosero, tan idiota, tan patán.
—¿Qué te pasa imbécil? —le alcé la voz— ¿quién rayos te crees para insultarme de esa manera tan vulgar?
—Bueno, soy tu hermano, ¿no te basta?
—Mira, así seas el rey de Roma no me puedes insultar —me quejé— ¡estás mal! Le voy a decir a mi papá.
—¡Ay sí!  —exclamó él burlonamente— Eres lo suficientemente madura  como para malograr una relación, pero no para afrontar tus problemas personales.
—¿A qué te refieres? —pregunté molesta.
—Que eres una inmadura, una perra que solamente sirve para cagar la vida de los demás, pero no eres lo suficiente madura, porque eres una hija de papi que tienes que ir corriendo donde tu papá a contarle tus problemas, ¿no? ¡Woow!
—¡Deja de decirme perra! —exclamé—, serás mi hermano o quién mierda quieras ser, pero a mí trátame bien, ¿Ok? Al final, ¿de qué lado estás? ¿Del mío o del ________(tu nombre)?
—Mira —hizo una pausa—, ________(tu nombre) no es nada mío, solamente la hija de la esposa de mi papá, pero aun así quiero mucho a esa chica porque ella se hace querer a pesar de todo, porque es una chica muy correcta, muy linda tanto por fuera por dentro, aunque parezca una mierda. Es linda, es sincera. Deberías de ser como ella algún día, no lo sé. Menos zorrita, más mujer.
—¿Disculpa? —pregunté incrédula; simplemente no lo podía creer.
—Ella se ha ganado mi cariño a pesar de todo, en tan poco tiempo.
—¿No te acuerdas de todo lo que ha hecho por ti? —traté de que dejara de decir esas idioteces.
—Mira, el pasado es pasado, yo no vivo de los recuerdos, yo vivo del presente —me dijo—, ¿entiendes? Deberías de hacer lo mismo, en vez de estar recordando todo lo que ha pasado en tu vida tiempo atrás.
—Habla claro, sé hombre —quería que me dijera las cosas como son.
—Me refiero a que si tú hiciste eso es por la sencilla razón de que Christian y tú tuvieron algo en el pasado, nada más. Sino hubiera sido así, no entiendo porque tendrías que haber mortificado esa relación. ¿O me equivoco?
—Es la idiotez más grande que he escuchado en mi vida —me había reído previamente de todo eso.
—¿Todavía te ríes? —cuestionó—, bien que sabes que es la verdad.
—¿Tú crees?
—Lo podría apostar por ello con los ojos cerrados con la certeza que ganaría.
—¿Tanto así? ¿Tan seguro estás? —le pregunté a mi hermano.
—Muchísimo más que eso.

No pensaba admitirlo, aunque sabía que él decía la verdad, sencillamente no me iba a rebajar a admitirlo y más aún cuando él estaba poniéndose a defenderla, del lado de ella.

—Te conozco desde que estabas en la barriga de mi mamá —dijo él— ¿y aun así crees que no te conozco?
—Sencillamente estoy diciendo que no tienes ni idea de lo que estás diciendo.
—Creo que es al contrario, hermanita —sonrió. Yo sé que Ryan solamente quería molestarme, solamente quería “sacarme de mis casillas”, quería que perdiera la paciencia.
—¡Sí sé lo que digo, sé más que tú, así que cállate y lárgate! —exclamé molesta.
—¡Ow! —dijo burlonamente— ¿la bebé se molestó? ¡Cuidado que ahorita viene su papi a pegarme!
—¡¡¡LÁRGATE!!! —le ordené de un grito, levantándome de mi cama.
—¿Y sino? ¿Me vas a pegar? —me dijo burlonamente Ryan.

Me levanté de mi cama y lo empujé con todas las fuerzas que tenía hacia la puerta, pues realmente no lo aguantaba, no aguantaba sus idioteces, que venga a insultarme y tratara como quiera… sino tiene nada bueno que decir, entonces que se mantenga callado. Como siempre, como debería ser.

¿Al qué le importa? Viene a insultarme y criticarme como si él fuera perfecto, pero realmente, ¿quién diablos es para decirme todo eso? Sí sé que es mi hermano, pero eso no significa nada importante o al menos para mí no.

Fin de la narración.

(Con ______(tu nombre y Justin)

Narra _______(tu nombre):

Realmente la estaba pasando súper bien con él en ese momento, mejor de lo que pensé, era genial. Conversar, sentirse en confianza con alguien, sentirse bien a pesar de todo. Pero me dolía saber que esto solamente duraría unas cuantas horas más y en un ratito más ya estaría terminando de alistar mis cosas para subirme en el auto que me llevará directamente al aeropuerto, estar ahí un buen rato esperando embarcar para vuelos internacionales y todo eso. Dormir en el avión y finalmente, llegar a mi destino. Llegar a donde realmente siento que pertenezco.

—Justin, gracias —le dije, cuando terminamos de comer.
—¿Por qué preciosa? —me preguntó él.
—Por tu forma de ser tan linda conmigo, de verdad, me sentí muy bien. Me gustaría que siempre hubiera sido así antes de juzgarte por como eras, y eso sin conocerte.

Estaba sonando exactamente como jamás quise sonar, estaba siendo como nunca quise.  Como ese tipo de chicas que eran unas completas idiotas, que se enamoran del primer chico que ven. Solamente que mi caso era un poco diferente, no me enamoré tanto de lo que veía sino más de lo que escuchaba, aunque no puedo quejarme de su aspecto físico, el cual me cabe decir que es muy favorable, porque feo no es.

—No te preocupes, el pasado es pasado —sonrió.

“El pasado es pasado”, como me gustaría que fuera tan fácil de aplicarlo como de decirlo. Pero en este caso, era distinto a como yo tendría que aplicarlo. Así estaba bien y sí me arrepiento demasiado de la manera en la que lo juzgué sin antes conocerlo, pues así me habría ahorrado tantas molestias. Y hubiera pasado un mejor tiempo de todas maneras en todos los sentidos posibles de la palabra.

—Tienes razón, perdón de todas maneras —me sentía muy arrepentida.
—No te preocupes, de alguna manera se puede recuperar todo el tiempo perdido.

Aunque no estaba segura al 100% de lo que esas palabras podían significar, pues tenían varios sentidos al momento de interpretarlas. 

domingo, 20 de mayo de 2012

Cap. 92°: "Lo voy a extrañar mucho"


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Narras tú:

No sé si se habrá dado cuenta, no me importa en este momento temas así, porque yo no quería que todo fuera como siempre… yo, llorando, las personas preguntando “¿qué pasa?” y muchas cosas más, entre ellas un gran discurso que resultaría más una manera de reflexionar por enésima vez y cosas que resultaban aburridas y repetitivas, pero sin quitar lo doloroso.

—________(tu nombre), quería hacerte una pregunta.
—Dímela —sentencié.
—¿Me has dicho la verdad siempre? —preguntó él.

Me quedé helada, pues se supone que tenía que mentirle una vez más. Nunca le he dicho nadie lo de mi papá, excepto las personas que ya lo sabían de antemano y bueno Verónica, pero era un tema que no había tocado a fondo con nadie, solamente conmigo misma.

—¿Por qué preguntas eso? —lo miré extrañada, mientras trataba de aparentar mi nerviosismo.
—Porque quiero saber, ¿me podrías responder?
—Pero… ¿acaso dudas de mí? —cuestioné.
—¿Me puedes responder? —como que él no quería que le diera tantas vueltas al asunto y vaya de frente al punto al cual él quería llegar.
—Sí —respondí.
—Entonces hazlo… —me dijo él después de haber esperado unos cuantos segundos que un “sí” o un “no”, saliera de mi boca.
—Sí, siempre lo he hecho —mentí una vez más.

Sabía que este no era el mejor comienzo para una amistad o para algo más, que o peor que podía hacer en este momento era mentirle, pero ¿qué más podía hacer? ¿Decirle la verdad? No, no quería, simplemente no. Y sí sé que me estaba cerrando en mis propias ideas y que no estaba dispuesta a abrir mi mente a las ideas de los demás y que eso no era del todo correcto, pero era lo que menos me importaba ahora. No pensaba decirle esto, por más confianza que le tenga, es un problema mío y solamente mío, él no tiene nada que ver. Y aunque me pudiera ayudar, yo no quiero la ayuda ni la pena de nadie. Yo no quiero que él sea mi amigo por lástima, o tal vez quiera ser algo más mío, pero lo retendría como una estúpida por lástima  y no estaba dispuesta a hacer eso. No lo pensaba hacer. No quería que alguien sienta eso por mí, sencillamente no estaba dispuesta a ese tipo de tratos y conductas.

En este momento, no me importa mentirle al mundo y que crean algo distinto, algo lejano a la realidad, porque si se ponen a pensar, ¿a ellos qué les interesa los problemas que yo tenga? Al final, son mis amigos porque supongo que les caigo bien, no por lástima ni otra cosa. Así que para empezar me pareció absurda su pregunta, porque si realmente quisiera ser mi amigo no estaría preguntándome eso, dudando de mí.

—¿Dudas de mí? —todas mis ideas salieron y tenía un poco de rabia en mi corazón, la cual trataba de aguantar dentro mío porque tenía miedo de sacar una parte de mí que estaba guardada hace unos meses.
—No.
—¿Entonces a qué se debió tu pregunta? —cuestioné—, siendo sinceros.
—Porque siempre que hablas sobre tu papá te pones distinta, fingida, falsa, triste, rara.
—Dime qué es lo que insinúas —yo quería que él vaya de frente al punto al cual él quería llegar—, ¿acaso piensas que miento sobre él?
—No lo sé —contestó un poco confundido.
—¿Por qué mentiría sobre mi papá? —pregunté con un dolor inmenso dentro de mí y con un nudo en la garganta— ¿no te parece algo estúpido de mi parte?
—No quiero que te enojes —dijo como si supiera o tratara de entender que la furia era por ese tema—, sólo quería saber. Porque me preocupo por ti.

Le iba a gritar, iba a comenzar a insultarlo, iba a decirle su vida de la “a” a la “z”, pero me aguanté cuando dijo “me preocupo por ti”, realmente sonó muy bonito de su parte. ¿Quién más diría eso sintiéndolo? Y  sé que se preguntarán “¿tú qué sabes si lo siente o no?”… Pues, ¿nunca les ha pasado que has visto a alguien directamente a los ojos y solamente por esa mirada tan sincera que tenía decidieron si era verdad o no lo que estaban diciendo. Y sí. Lo estaba haciendo, me sentí tan bien que de mis labios salió una sonrisa para él.

—No me molesto, solamente que no me gusta que las personas desconfíen de mí —aunque sabía que lo tenía bien merecido si es que llegaban a hacerlo.
—Ok, no te preocupes —sonrió—, a mí tampoco me gusta que me mientan. Es lo peor que alguien me puede hacer, y realmente no me lo espero de ti, me dolería demasiado.
—No te preocupes de nada, ¿sí?

Estuvimos hablando de otras cosas y metimos varios temas, pero tenía un gran remordimiento dentro de mí, no me gustaba mentirle a la gente que me importaba realmente. Los demás me daban igual si sabían la verdad, la mentira o lo que fuera.

—Pues… ¿Qué va a pasar? —preguntó torpemente.

Digo torpemente, pues se supone que él “tendría” que saber más que yo. Supongo, ¿no? Al fin, es mayor que yo y seguramente ha tenido más relaciones amorosas que yo (obviamente). Pero seguramente su nerviosismo se apoderó de él en ese momento, yo qué sé.

—No lo sé, dime tú —respondí inseguramente.
—Es que yo te quiero mucho —dijo él—, y te vas a ir durante más de un mes y sí sé que he prometido que te voy a ir a ver, y sí lo voy a hacer. Pero a las justas serán unos días. Y tengo miedo de cualquier cosa que pueda pasar.
—¿Cómo qué podría pasar? —pregunté haciéndome la “inocente” como si no supiera de lo que me estaba hablando.
—No te hagas la tonta —me dijo él con una sonrisa.
—Pero es que no entiendo —sonreí.
—Podrías enamorarte, casarte, formar una familia, tener hijos, etc, etc. —comenzó a exagerar la situación.
—¿Tú crees? —lo miré haciendo un gesto.
—Amo tus gestos —comentó él.
—¿Qué gestos? —cuestioné.
—Los que siempre haces, son únicos.
—¿Yo? —reí—, nunca hago gestos.
—Sí los haces —dijo él riendo—, pero bueno, ¿qué tal si pasa?
—No creo, lo dudo demasiado.
—Pero siempre hay una posibilidad.
—Puede ser —lo “pensé” durante unos segundos—¸pero aun así, tengo principios, no soy como cualquier zorrita que encuentres en la calle.
—Asuu —me miró mientras esbozaba una sonrisa—, ¿segura?
—¿Lo estás dudando? —lo desafié— porque lo podría tomar como un insulto.
—¿Cuál crees que es mi opinión sobre ti? —me preguntó.
—Obviamente que soy única —respondí como si lo supiera de antemano.
—¿Y por qué crees que pienso eso sobre ti? —cuestionó mirándome fijamente a los ojos.
—Porque la perfección es única —contesté astutamente.
—¡Ay! —comenzó a reírse desesperadamente—, te juro que me “hiciste” el día. Te lo juro.
—Así soy yo —reí, mientras le guiñaba un ojo.

Estuvimos riéndose un rato. Él por lo que había dicho previamente y yo por su risa tan escandalosa que me mataba. Luego, cuando nos tranquilizamos, él estaba rojo como un tomate y probablemente yo también.

—¡Estás roja! —exclamó Justin confirmando mis pensamientos.
—Es que te juro que tu risa, me mata —comenté.
—No sólo mi risa —me dijo, mientras guiñaba un ojo y me lanzaba un beso.
—Ya quisieras —le dije sonriendo maliciosamente.
—¿Entonces qué cosa?
—Ni que fueras el único, brother.
—Ay ________(tu nombre), ambos sabemos que te muevo el piso —hizo una pausa y rápidamente dijo—, ¿moverte el piso? Provoco un cataclismo.
—¿No será el revés? —lo miré fijamente.
—*Su mirada es única* —pensó Justin—, probablemente.
—Lo sabía —reí.

Después de eso, hubo un silencio incómodo, ninguno de los dos sabía que decir, por esa misma razón nos pusimos a comer mientras nos ignorábamos él uno al otro, o bueno al menos eso aparentábamos hacer. Aunque yo no lo miraba y solamente miraba mí comida mientras comía, tratando de hacerme la loca, aunque sabía que él me estaba mirando fijamente desde hace un rato.

—Tienes unos ojos preciosos —me hizo un cumplido.
—¿Tú crees? —lo miré.
—Claro que sí. Puede que no sean verdes o azules, pero tienes los ojos más bellos del mundo. Te lo juro, aparte tu pestañas son preciosas.

Mis pestañas eran largas y rizadas, muchas personas decían que me había echado rímel (mascara) a los ojos, pero no era así. Muchas personas me habían hecho el mismo cumplido, pero en él era diferente, sonaba más lindo, más tierno, más real. Me hacía sentir como si fuera la única mujer de la Tierra, me encantaba lo que me hacía sentir y me hubiera gustado siempre poder sentir lo que siento, aunque me iba a alejar y probablemente las cosas iban a cambiar. Entonces, ya entendía la preocupación de Justin. Y podría ser la preocupación de cualquiera. Pero de algo estoy segura, lo voy a extrañar mucho, aunque no lo quiera admitir abiertamente, sé que va a ser así. Y me da miedo de todo lo que pueda pasar en mi ausencia, aunque de algo estoy segura: Justin no es como cualquier idiota que esté dispuesto a hacerme daño.

Fin de tu narración.

En otra parte de Atlanta…

—Yo sé que solamente está con Justin por despecho —dijo un chico rubio, no muy alto, con ojos pardos a su hermana mayor.
—¿Tú crees? —lo miró ella incrédula.
—No sé Caitlin —dijo él— ¿acaso no es tu amiga?
—Sí es mi amiga Chris, pero lo que vio le debe de haber dolido mucho. Yo sé que ella esu an chica que ha sufrido mucho.
—¿Por qué? —preguntó—, ¿qué te ha contado?
—Nada, solamente se nota. Solamente tienes que mirarla y hablar un rato con ella, escucharla. Sabes que tiene algo que no quiere contárselo a nadie, que ha sufrido mucho. Se nota.
—Pero segura que nunca te ha dicho algo, ¿no?
—Sí, aparte si lo supiera no tendría porqué decírtelo.
—No entiendo de qué lado estás, de verdad.
—¿Por qué dices eso? —preguntó ella mirando feo a su hermano y confundida a la vez.
—Pregunto de que lado estás porque yo soy tu hermano y me debes de defender ante todas las cosas.
—¿Y qué tiene? ¿Acaso yo estoy diciendo algo contra las personas que te ofendan o algo así?
—Solamente porque lo dice Justin, ¿verdad? Porque si se tratara de otra persona serías la primera en defenderme —dijo él.
—¿De qué estás hablando? —preguntó ella casi gritando—, estás mal.
—Dime lo que quieras, pero Justin es el culpable de todo esto —se quejó Justin.
—No, quién es el culpable de todo esto eres tú y nadie más que tú por dejar que Paz haga todo eso —le dijo su hermana.
—¡ESTÁS MAL! —gritó Christian furioso— no sé que rayos te pasa Caitlin.

Y se marchó.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Perdón

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Hola chicas :), perdón por escribir después de más de una semana. Estuve en exámenes bimestrales toda la bendita semana, y el último día me quedé dormida antes de terminar de estudiar porque los otros días me había quedado hasta un poco tarde. Y recién escribo un capítulo porque a mi anterior laptop le cayó agua y se malogró, aparte que el sonido ya estaba malogrado. Ahora me compré una nueva :) y bueno ya tengo más oportunidades de escribirles los capítulos más rápidos y mejores (aunque sé que en este preciso momento muchas de ustedes no me están creyendo), pero bueno, ese realmente no es el motivo de este post porque no es un capítulo y me gustaría que lo leyeran completo, ¿sí? 

Ha pasado más de un año que tengo este blog y tengo que admitir que al comienzo los capítulos eran muchísimo más largos de los que hago ahora y los subía con más frecuencia, pero a medida que pasaban los días tenía unas cuantas responsabilidades tanto en casa como en el colegio, y salía más con mis amigas yendo a fiestas y todo eso, estaba metida en otras cosas. Había dejado este blog y mi tiempo para poder escribir a un lado, y es que con el tiempo las cosas cambian, las personas también. Supongo que muchas de ustedes ya les abrá pasado antes. Muchas de ustedes creen que me olvido de ustedes, que ya no me importan, que como una completa mediocre voy a dejar esta novela y el blog a medio terminar, cuando esto recién es el "principio" como muchas veces lo he dicho, pero con todo el tiempo que me tardo, muchas de ustedes pensarán que esto es una cosa eterna y bueno, nada en la vida es eterno y cada día me doy cuenta de eso más a fondo. Y sí, mi afición por Justin Bieber bajó un poco, pero eso no me impide hacer una novela. Ahora leo un poco más (porque casi no leía, solamente por obligación del colegio y bueno, lo sigo haciendo, solo que ahora me exigen más) novelas que me gustan como de Nicholas Sparks, y esas cosas. Ahora estoy leyendo Dear John y cada vez que leo me inspiro más en escribir, solamente quiero tener un teclado cerca mío y comenzar a escribir lo que imaginación me permita y sobrepasar sus límites, ir por más, no cansarme hasta terminar con esto y empezar, una y otra vez como si se tratara de un buen hábito, aunque no quiero que sea un hábito ni mucho menos una costumbre, sino hacerlo con e l corazón, poniendo todo y entregando más de lo que puedo. 

¿Les digo algo? JAMÁS VOY A DEJAR ESTE BLOG, jamás, pase lo que pase, pues acá tengo un montón de momentos grabados y realmente esto no se va a acabar, mi afición por escribir y transmitir algunos sentimientos comunes entre todas las personas en el mundo mediante unos párrafos es una sensación inigualable, y se convierte en única cuando las personas les gusta lo que haces y comienzan a aficionarse un poco. Sea lo que sea es un sentimiento precioso, que lamentablemente no muchas personas no lo pueden sentir (tal vez porque no les guste escribir, o yo qué sé), pero lo amo. Hay tantas cosas que indirectamente he "vivido" con ustedes, pues sin querer han estado presentes en los momentos más importantes de mi vida, sí, sin quererlo. Y no me arrepiento de nada en lo absoluto, aunque tal vez del tiempo que perdí no subiendo capítulos, pues si las cosas fueran así ya habría terminado esta novela, pero ya no existe el pasado y solamente tengo que mejorar el presente, nada más me sirve ahora. Sólo se trata de que me proponga las cosas, como debí de hacerlo a la primera falla que cometí con ustedes chicas. ¿Sí? Sé que este post se está haciendo muy largo (hasta muchas seguro dirán "sí, más que tus últimos capítulos"). Jajaja y puede que tengan razón, pero a veces no es suficiente pedir disculpas. Como una vez puse en un capítulo: 

"Promises mean everything, but after they are broke, SORRY means nothing". (Las promesas significan todo, pero después de que están rotas, el "perdón" significa nada). 

Y puede que para ustedes este sea un post más el cual voy a postear y que no voy a cumplir, pero les juro que voy a hacer hasta la imposible por cumplirlo, ¿sí? Voy a empezar a leer los comentarios, se los prometo.

Gracias chicas por todo, de verdad, valen mucho. Las adoro, gracias por cada momento vivido junto a ustedes, gracias por cada alegría, por cada lágrima, por cada sonrisa que me hicieron sacar de felicidad. Porque de verdad, lo son todo, gracias por todo chicas :) Las quiero mucho, aunque ni las conozca, pero las quiero :) 

  Vale

sábado, 5 de mayo de 2012

Cap. 91°: "Sólo engáñalo con la sonrisa"

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Me encantaba pasar el tiempo así, con alguien con quien realmente podía pasar el tiempo conversando sin importarme las horas, los minutos, los segundos, todo estaba bien con él. Me sentía segura, feliz, como si este momento estuviera destinado para durar para siempre. Y ojalá que todo esto fuera así.

—Te quiero mucho —dije.
—…

Eso fue. Nada. Esperaba algo, pero no encontraba palabra alguna de su parte. Lo dije por impulso, no fui realmente yo conscientemente que lo dijo, sino fue una parte de mí, una parte de mí que me va a volver loca.

Fin de tu narración.

Narra Justin:

Pienso que escuché mal y esas palabras jamás salieron de sus perfectos labios. ¿Cómo puede haberme dicho eso? Sí sé que con la boca, pero ¿realmente? Estaba sorprendido, jamás pensé que una chica tan bella como ella me diría eso. Y sí, tal vez muchos de ustedes piensen que le atribuyo todas estas características a ella y resalto su belleza ante todo solamente porque estoy enamorado, pero realmente es la chica más hermosa que he visto y creo que nunca una sonrisa me ha hecho sentir todo lo que ella ocasiona en mí. Y no miento, solamente tendrían que verla y me darían toda la razón del mundo.

—Te quiero más de lo que imaginas —respondí—, y mis palabras quedan corta para expresarlo.

No sé si fue correcto o lo que ella quería escuchar, pero realmente o sentía así, no quería sentir otra cosa que no sea esa. Solamente quería que ella fuera feliz, solamente quería que ella lo supiera. Y sé que está mal ilusionarme y decir todas estas cosas antes de su viaje. Pero ¿qué voy a hacer? Ya no me puedo guardar estas palabras ni evitar demostrar todo lo que siento por ella… ya ha pasado demasiados días después de ese cálido día de verano cuando la vi por primera vez. Ese día en el que realmente conocí la descripción gráfica de hermosura y perfección, de enamorarse de la persona que te “odia”.

Fin de su narración.

Narras tú:

Se quedó atontado mirándome durante un buen rato, pero no respondía nada. Hasta que de una buena vez salieron esas palabras tan hermosas, realmente no sabía si estaba del todo bien hacer esto, pues hace menos de un día he terminado con Christian, pero esto que siente es más fuerte que la opinión de los demás, y JAMÁS —en mi corta vida— había sentido algo así. Jamás algo me había hecho olvidarme de lo que los demás pudieran pensar sobre mí. Él sí.

Sonreí, solamente que él sintiera mi felicidad, sin tener que decir alguna palabra. No quería arruinar este momento con alguna palabra mía. Ahora solamente quería sentir sus labios rozando con los míos en un magnífico beso, pero era algo que me ilusionaría de la peor manera. Y siento que todavía no es tiempo para eso, pues no lo veré en un MUY LARGO tiempo. Y no quiero sufrir por alguien, aun así él diga que irá a verme, pero prefiero no creerle a él, no creerle a nadie porque puede ser que lo haga como que no y prefiero tener una opinión nula, sin creer o sí hacerlo.

Hubo un gran silencio hasta que llegamos al restaurante. Ninguno de los dos quería hablar, pero no era para nada incómodo, era mejor, por si alguno de los dos en el intento de decir algo, decía algo que no resultara apropiado o tal vez muy estúpido.

Él se bajó y me abrió la puerta del carro, todo caballeroso.

—Gracias —le sonreí.

En estos días, era raro ver que un hombre hiciera eso. Naturalmente, cada uno por su lado, pero bueno, los hombres que lo hacen son escasos y me sorprendió un poco de él, pues pensé que era un poco caprichoso. Pero era una persona demasiado correcta.

—De nada, linda.
—¿Adónde vamos a comer? —pregunté con una sonrisa.
—¿Te gusta la barbacoa?
—Sí, me encanta —respondí, pues era deliciosa.
—Bueno, comeremos eso —me dijo—, ¿te parece?
 —Claro que sí —sonreí.

Era de esas personas que morían por la comida, les encantaba comer de todo, pero últimamente no lo hacía por la depresión en la que me había encontrado y todos los problemas que había tenido últimamente, pero con él me olvidaba todo eso por un momento y me hacía sonreír. Cosa que nadie (bueno, Verónica a veces) podía lograr. Por eso, él era distinto, diferente, único. Algo que me atraía de él, algo que me encantaba y me volvía loca, simplemente era único.

Llegamos al dichoso lugar, y el mismo procedimiento de siempre. Ver la carta, pedir, y que nos traigan la comida. Admito que a veces no me gustaba salir con personas a comer porque a veces tenía miedo de pasarme de confianzuda con las cosas que pedía, pero bueno, él era diferente. Aunque creo que ya lo he dicho como 50 mil veces.

—¿Por qué siempre me invitas a comer? —pregunté. Aunque creo que habían sido dos veces.
—Porque no sé, de cierta manera si te invito a comer, tengo más tiempo contigo —respondió—, pues así no tengo que ir hasta tu casa para dejarte almorzar y luego volver a verte.
—¿Entonces no quieres gastar gasolina?
—No es eso —Justin se comenzó a reír—, solamente que así puedo pasar más tiempo contigo y es mejor.
—¡Aww! —exclamé sonriendo—, ¡qué lindo eres!
—Es que de verdad me encanta pasar tiempo contigo —me dijo— es genial poder estar con alguien que te hace sentir completamente feliz.
—¿Lo hago?

Al parecer él no era el único que se sentía así. Los dos pensábamos de manera similar, pero lo que sentía dentro de mí realmente era único. Era especial. No era cualquier idiotez, cualquier ilusión, era algo que realmente —o bueno, supongo— era amor.

—Sí, me haces feliz, princesita —sonrió.

Estuvimos entre sonrisas y sonrisas, como siempre. Y sí, tal vez muchas ya se han aburrido de que casi siempre repitamos diálogos y sea lo mismo, pero para ustedes el tiempo pasa y es lo mismo; para mí, cuando se va, siento que él y toda la vida se me va, y cierro los ojos y trato de vivir una y otra vez aquel suceso, pero es difícil.

—Tú a mí —estaba sonriendo de oreja a oreja, me hizo estremecer por dentro de una manera increíble.

Parecía mentira que él ocasionara todo eso en mí. Simplemente, parecía más producto de imaginación. Y no, no lo decía por el hecho que sea “Justin Bieber”, sino por su forma de tratarme, la cuál resultaba única y hermosa. Creo que nunca nadie me había hecho sentir de tal manera tan única y especial.

Yo no pensaba en Justin como si fuera “Justin Bieber” el famoso cantante de pop. No, sino solamente como Justin, aquel chico maravilloso que me hace sentir especial con su maravillosa sonrisa y su forma de ser que hace que te enamores perdidamente de una persona como él. Sólo por una sonrisa, sóilo por eso.

Estuvimos hablando de varias cosas y mayormente cosas sobre mi viaje.

—¿Y qué quieres hacer por tu cumpleaños? —preguntó.
—No sé, quiero estar con mis amigos y mis abuelos —respondí—, nada me haría más feliz que eso ahora o bueno, en ese momento.
—Ojalá la pases bonito —me dijo él, con un entusiasmo un poco falso—, sólo quiero eso.
—Gracias —le dije de antemano—, aunque todavía falta un poco.
—No falta casi nada.
—Más o menos, un par de días y ya está —comenté.
—Bueno, sí —solté unas cuántas carcajadas—, ¿tu mamá no quiere pasar contigo tu cumpleaños?

Tal vez su pregunta no fue la mejor del mundo, aunque no me incomodé, pero probablemente cualquier otra persona lo hubiera hecho. Tal vez él fue un poco directo y lo dijo de frente, cuando debió de ir yendo poco a poco. Pero no me jodió, aunque antes sí lo hubiera hecho.

—No es eso —respondí—, solamente que tuvimos un problema y ella compró los pasajes hace tiempo. Pero bueno yo sí o sí iba a ir a _________(tu país), pero el regalo del viaje a Londres es de mis abuelos.
—Seguramente tu papá te tiene una gran sorpresa para cuando llegues, claro —me dijo—, seguramente va a ir de Brasil a verte.
—Sí, de hecho que sí —sonreí falsamente, pero tratando de hacerlo ver “real”. En todo este tiempo, ya lo podía hacer sin mucha dificultad.

Me sentí mal y las ganas de quitar se me quitaron, pero quería aparentar que todo estaba bien, pues no quería responder preguntas de nadie. Quería hacer como si todo estuviera normal conmigo y todo eso hubiera sido una alegría en vez de una pena. Aunque era algo difícil, Justin jamás se lo podría imaginar. ¿O sí? Bueno, lo dudo demasiado.

—¿Qué te gustaría que él te regale? —me preguntó.
—Bueno, no lo sé —le respondí—, la verdad es que solamente con su presencia estaría más que suficiente.
—¡Aww! —exclamó enternecido—, qué linda eres con tu papá.
—Es que es lo único que me bastaría para ser feliz ese día —sonreí falsamente.

Realmente lo extrañaba. Solamente quería eso de él, su presencia. Pero es imposible y es algo que ni siquiera podía considerar como una opción, una posibilidad. Era estúpido tener una iea realcionado con eso al saber que nunca pasaría.

Fin de tu narración.

Narra Justin:

La note distinta, cambió un poco. La notaba falsa, fingida, como siempre que tocaba el tema que tenía que ver con su familia, o bueno al menos de su papá. No sé que tenía. Pero tampoco tenía la valentía de preguntarle porque no quería incomodarla sobre todo.

Fin de su narración.

Narras tú:

No sé si se habrá dado cuenta, no me importa en este momento temas así, porque yo no quería que todo fuera como siempre… yo, llorando, las personas preguntando “¿qué pasa?” y muchas cosas más, entre ellas un gran discurso que resultaría más una manera de reflexionar por enésima vez y cosas que resultaban aburridas y repetitivas, pero sin quitar lo doloroso.

—________(tu nombre), quería hacerte una pregunta.
—Dímela —sentencié.
—Pues…
  
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Hola chicas, ¿cómo están? A  las semanas dirán muchas... me he dado cuenta que he perdido muchas lectoras, como muchas de ustedes han dicho. Sé que si les prometo algo dirán "si claro, una promesa más que no cumplirás" y tantas cosas más. Bueno, he estado demasiado desorganizada con respecto a mi tiempo y bueno, está mal. No quiero dejarlas a un lado, no quiero perderlas porque cada una de ustedes ha sido el motivo de muchas de mis sonrisas, lágrimas, penas, alegrías, preocupaciones. Cada una de ustedes es única para mí. Perdónenme, ¿sí?  Voy a tratar de subir otro cpaítulo este fin de semana, aunque lo dudo demasiado porque tengo que leer un libro de como 300 páginas (Dear John, Nicholas Sparks) para el lunes, porque tengo que presentar un resumen (me lo dejaron hace tiempo, pero yo y mi mala costumbre de hacer las cosas a último momento). Lo siento chicas, ¿sí? :( De verdad, no las quiero perder. Hace mucho que no sé de muchas de ustedes. ¿Alguien sabe algo de Aracely? ¿De Ori? ¿De Karem? :( ¿Algo? 

Las quiero mucho y las extraño :( 

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Vale