sábado, 25 de mayo de 2013

Cap. 123:° "Me encanta besar"

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Cualquiera que pasara enfrente de nosotros, pensarían que estamos haciendo otra cosa, pues estábamos riéndonos como locos, pero llegó un punto en el que llegó a estar encima de mí mirándome a los ojos, los segundos parecían horas y me pareció un poco tonto, pues eran como esas películas románticas, y sí, yo estaba sonriendo, pero también estaba pensando en empujarlo ahora que estaba un poco distraído.

Aunque entre toda la bulla, igual podía escuchar lo que ocurría afuera, hasta que escuché el sonido de una cámara.

—¡Sal! —le grité una vez más y como él estaba observándome, aproveché y lo empujé.

Él estaba lejos de mí y aproveché para pararme y limpiarme toda la arena, un poco avergonzada pues habían demasiadas personas ahí cerca que habían visto todo, así que sonrojarme no era una opción, era lo que estaba ocurriendo y todos observando.

Seguía haciéndolo, pero yo estaba cabizbaja, no quería levantar la cabeza, pero miré un momento a Alex para ver si le había hecho algo. En esas situaciones, no sé medirme muy bien, pero como se estaba riendo, supuse que todo estaba bien.

—¡Qué fuerza! —exclamó en un tono burlón.
—¿Te estás burlando de mí?
—No, ¿cómo crees?  —me preguntó.
—¿O quieres que lo haga otra vez? —le sonreí desafiante, mientras terminaba de sacar lo último de arena que había en mi ropa.
—¿Entonces tendría que tirarme otra vez encima de ti? —me dijo— ¿es lo que quieres, no?

Me puse nerviosa porque ya no estaba acostumbrada a este tipo de cosas. Quiero decir, las personas acá son muy diferentes a los de Atlanta. Acá son más cálidos conmigo, supongo que porque los conozco de toda la vida y allá unos cuantos meses, pero es parte de la personalidad de cada uno también.

Sólo atiné a reírme. Definitivamente no era el mejor amigo que había dejado, estaba más “vivo” por así decirlo, aunque siempre fue muy atento y chistoso, ahora me está tratando como si fuera una de sus “amiguitas” y no lo digo por celos, sino porque me molesta que me hable de esa manera.

—Estás loco.
—¿Por ti?

Cuando dijo eso, sonó tan Ryan Butler. Definitivamente hablaba como él, de la misma manera, queriéndose hacer el interesante, pero lamentablemente o mejor dicho, para desgracia de él, yo odiaba eso.

Volteé los ojos como si no hubiera escuchado nada.

—Me malograste toda la ropa, ¡estoy llena de arena! —reclamé.
—Pero, entonces ven.

Mientras me sacudía un poco más, él se acercó y me tomó de las piernas, de manera que me cargó y yo estaba con la cabeza abajo y no podía hacer nada.

—¡Suéltame! —grité— ¡o te muerdo!
—¿Por qué? —me preguntó— si dices que tu ropa está llena de arena, entonces vamos y te acompaño a tu casa.
—¡No!

En ese momento me arrepentí de haberme quejado, aunque yo sabía que lo que estaba haciendo era sólo por fastidiarme, pero realmente lo lograba y por la forma en la que me estaba cargando, me hacía sentir doler porque estaba en una posición incómoda y yo no pensaba soplarme tremendo viaje hasta mi casa en esta posición.

Lo que más me fastidiaba ahora, era estar tan sonrojada porque no quería que él se dé cuenta de eso, aunque dudo que se haya dado cuenta, pues yo estaba en su espalda.

Comencé a agitar mis piernas como si lograra patearlo, como una manera de lograr que me dejara salir, pero sabía que haga lo que haga, él era más fuerte que yo y así tuviera la oportunidad, tampoco me dejaría en paz.

Fin de la narración.

(En Atlanta)

Narra Justin:

Bueno, con todas las cosas que le estaba diciendo ________(tu nombre) a Ryan creo que era más que obvio que yo estaba muerto para ella, o sencillamente no me daba importancia alguna.

—La verdad es que no sé si mostrártelo, pero creo que es lo mejor —me dijo observándome.
—A ver…

Me acerqué hacia el celular de Ryan y me mostró una foto, era __________(tu nombre) con un chico, en una posición como si fueran a darse un beso, pero boca abajo, echados… sencillamente sentí como si me hubieran roto el corazón.

—“El burro hablando de orejas” —le dije.
—¿Por qué dices eso? —dijo riéndose un poco.
—Porque ella me recriminó a mí por casi “besar” a una chica cuando yo estaba completamente ebrio, pero ella en sus 5 sentidos, totalmente sobria, hace eso con un chico.
—No le tomes importancia —me dijo Chaz.
—Sí, tienes razón. Finalmente, ¿qué va a pasar? Es sólo una chica más —agregó Ryan.

“Es sólo una chica más”, me encantaría que eso fuera verídico totalmente, porque literalmente lo es, pero no. Ella no es una chica más, ella es mucho más que eso, es la chica que logró enamorarme por su forma de ser porque no era falsa, no aparentaba nada, sólo era ella y eso casi ya no lo veo en ninguna chica, así que me sorprendió, pero no sólo eso, sino demasiadas cosas que si me pusiera a enumerarlas, pasaría días y días y probablemente terminaría escribiendo un libro y jamás terminaría. Pero en resumen, definitivamente no eran una chica más, “una chica más” no lograría todas estas cosas en mí, sin si quiera pensar en la idea de mandarla al diablo.

—Que se joda —dije.

Yo no era de hablar así ni de expresarme así de ninguna mujer, pero sencillamente me llegó a lo más alto de mi ser.

—Me sorprendes… —dijo Ryan.
—Que se joda, yo no estoy para aguantar idioteces de una niña.

Definitivamente la furia me comía por completo.

—¡Bieeen! —exclamaron los dos.

No habían pasado ni dos días desde que se había ido y nos habíamos dicho tantas cosas, pero parece que el tiempo con ella o al menos los días, estaban contados. Sólo habían pasado 2. Me sentía como un niño que terminaba con su “novia” a las dos horas. Aunque ella jamás fue mi novia, y no fueron dos horas, sólo dos días —gran diferencia— y yo no era el niño ahora. Me sentía un poco estúpido.

—Oigan chicos, tengo que irme —les dije.
—No fastidies, te vas a quedar hoy con nosotros.
—Pero tengo que estar con mi mamá para ver lo de los vídeos y algunas entrevistas.
—Estás en tus días libres —me hicieron recordar ellos.
—Sí, pero el trabajo jamás acaba.
—Sólo quieres irte porque te sientes como mierda —dijo Ryan.
—No eres muy bueno mintiendo —agregó Chaz para “delatarme” más.
—No estoy mintiendo —dije.

Estaba un poco seco. Estaba enojado, no tenía ganas de nada, es una reacción normal y aunque ellos lo entendían a la perfección, no querían dejarme ni un minuto en paz, no querían que me vaya, sólo querían que esté con ellos, pero no eran capaces de entender.

—Admítelo de una vez, _________(tu nombre) te está haciendo sentir como mierda —me dijo Ryan.
—No es eso —dije.
—¿Entonces qué es? —preguntó Chaz.
—Es que yo creí que ella era diferente.
—Todas las chicas son iguales —la típica frase de Ryan.
—Ahora me doy cuenta —dije.

Yo no quería pensar que ella era igual a todas las chicas que había, porque yo de antemano sabía que ella era muy distinta al resto. Ella no era como todas las chicas, era distinta y era especial, pero tenía 14 años y estaba esperando demasiado de alguien que no tenía ni la más mínima idea de qué era enamorarse, de que era amar, de una niña, aunque no me jacto de ser muy grande, ni quiero decir que ella sea muy pequeña pues es cuestión de unos 3 años, también había la gran diferencia en la que ella no quería sentir nada por nadie o al menos sufrir y eso se notaba a kilómetros, aunque ella no fuera a admitirlo.

—¿Entonces? Estás admitiendo que te quieres ir porque te dejó como mierda —dijo Ryan.
—Deja de decir mierda en cada oración —le hice notar.
—Pero es la única palabra que se me ocurre decir para expresar toda esta situación —me contestó—, y no digas que no te sientes así porque sencillamente estarías mintiendo.
—Bueno, me siento como una mierda y quiero estar solo.
—Pero la soledad no ayuda en nada —intervino Chaz—, mejor quédate con nosotros que somos tus amigos. No pierdes nada, al contrario, ganas.

Bueno, ¿cómo decirles que “no”? Si lo único que querían era estar ahí, para mí, cuando sabían que los necesitaba en serio, pero uno a veces sólo quiere estar solo y olvidarse de todo.

Fin de la narración.

(En ________(tu país))

Narras tú:

—¡Déjame! —repetí por enésima vez mientras él caminaba conmigo.
—Si me das un beso…
—Sonaste a Gianfranco —le dije.
—¿Qué? ¿Él también te pidió un beso? —me preguntó riendo, pero un poco celoso.
—No, sino que tú sabes cómo es él.
—¿Cómo es él? —me preguntó— ¿pide besos?
—Ya dije que no.
—¿Entonces?
—No te pienso dar un beso —le dije— ni a ti, ni a nadie.

La verdad es que yo no pensaba seguir hablando sobre esto con él. Él era mi mejor amigo, lo conozco de toda la vida y viene a decirme estas tonterías. No entiendo, sencillamente, parece que en mi ausencia ocurrieron varias cosas que desatan ahora que mi presencia está otra vez aquí.

—¿Por qué?
—Porque no quiero, ¿qué tienes?
—Aaaah verdad —dijo él— que tú todavía no das tu primer beso.
—Pffffff —dije—, sí. No he dado mi primer beso.



—¡Qué bueno que lo admitas! —exclamó— ¿pero no crees que sería mejor que lo des antes de cumplir 15 años?
—No.

Yo en ese momento pensé que se estaba haciendo el idiota conmigo.

—Bueno, ¿y entonces con quién sería tu primer beso? —me preguntó.
—No sé, pero contigo no —le dije.

Yo sé que no podía ver su rostro, porque aún me tenía cargada, pero me imaginaba la expresión que tenía en la cara. Esa cara de decepción única.

—Bien que mueres por un beso mío.

Me dijo eso y después, me agarró de la cintura y me colocó en el piso, finalmente.

—¡Al fin! —exclamé victoriosa porque finalmente tocaba el piso.
—¿Por qué cantas victoria? —me preguntó.

Y de pronto, sentí que su mano me jalaba hacia él. Agarraba mi cintura con sus dos manos, una de cada lado y me miraba. Lo sentía tan cerca que podía sentir su aliento. Era obvio que quería besarme, no soy estúpida, pero yo no puedo besarlo, o por lo menos no ahora porque aunque odie admitirlo yo quiero a Justin, sencillamente no puedo, porque realmente me gusta y ¡acabo de decir que lo quiero! Y eso me hace sentir aún más estúpida.

—¿Qué sucede? —le pregunté a Alex un poco nerviosa.
—Nada, ¿qué podría suceder? —dicho esto, esbozó una sonrisa permitiéndome ver sus hermosos dientes blancos. Siempre me encantaron.
—No sé, porque estamos en esta posición un poco incómoda —tuve que admitirlo.

Estaba nerviosa. Completamente nerviosa. En ese momento, era un manojo de nervios, ni siquiera quería mirarlo a los ojos, pero si no lo hiciera le daría paso para que se dé cuenta y realmente no quería eso.

¿Les cuento algo? O bueno, más que contar es admitir. Me encantan los besos, me encanta besar, me encanta que me besen. Desde que lo comencé a hacer, sencillamente me encantó. De todos los chicos con los que me he dado un beso, él que mejor besa es Justin, aunque con Chaz a las justas rozamos los labios. No fue un “beso” como debería, si es que me dejo entender. Pero definitivamente Justin besaba mejor que Christian y a estas alturas de mi vida, realmente quería besar a más personas para poder comparar sus besos, para ver quién me besaba mejor, pero había algo dentro mío que me impidía aunque sea pensar en un beso que no fuera de alguien que no sea de Justin. En estos momentos lo odiaba y no quería saber nada de él, pero me moría por sus besos, pero también quería otros besos, aunque por el momento no podía sacármelo de la cabeza, y de algo tan sencillo he terminado haciendo un laberinto de palabras.

—¿Te incomoda? —dijo casi en un susurro, mientras bajaba un poco más su mano.
—Mmm… un poco —le dije.
—¿Sólo un poco?

No sé qué le sucedía en ese momento, pero me encantaba en la forma en la que me estaba hablando y como quería tomar control de la situación. Me encantaba cuando un hombre hacía eso porque hacen que me gusten más, pero sólo en estas situaciones: en los besos, o cosas así, no digo más porque hasta el momento no he pasado a más con algún chico y no tengo ganas de hacerlo.

—Sí me incomoda.
—¿Pero en serio no quieres que te dé tu primer beso? —insistió con el tema.
—Obviamente no serías mi primer beso —le dije.
—¿Entonces? ¿Cuál? —me preguntó en un susurro.
—No sé. No recuerdo, pero definitivamente no el primero.

Obviamente recordaba, sólo eran 3 personas. Nada más.

—Mmm… ¿así?


Se acercó cada vez más y más a mí hasta estar a milímetros de distancia, pero yo me sentía paralizada y no entendía porque no podía hacer nada. 

martes, 14 de mayo de 2013

Cap. 122:° "No tiene sentido" (Sigo viva, y ¡Feliz día de las madres atrasado!)




—¿Por qué tan nervioso? —preguntó Ryan matándose de la risa.
—Dímelo de una vez —exigió Justin.
—Pues porque Caitlin y yo tenemos algo —dije finalmente.

Cuando terminé de decir me sentí con un peso menos encima de mí, pero también estaba nervioso por la forma en la que él vaya a reaccionar.

—Ah, pero sí sabía eso —dijo él riéndose—, te estaba molestando, tranquilízate.

Yo solté un gran respiro.

—Tremendo imbécil —dije y luego me reí.

Fin de la narración.

(En otra parte de Atlanta)

Narra Christian:

—Bueno, deben de ir guardando unas cosas chicos —dijo mi mamá.
—¡Pero nos vamos en un mes! —protesté.
—Pero mudarse no es algo tan fácil.
—Ni siquiera quiero irme.

Después de todo lo que había ocurrido, por momentos pensaba “que mi papá se vaya, ya vendrá a vernos”, pero me di cuenta que era un poco egoísta, y así me quedara, no cambiaría en nada porque estoy más que seguro que _________(tu nombre) no me quiere ver ni en un pintura.

—¡Mira! —entró gritando Caitlin a mi habitación con su celular mostrándomelo.
—¿Qué pasa? —le pregunté mientras trataba de agarrarla para poder ver bien lo que me quería enseñar.
—¡Mira! —repitió otra vez.

Una vez que pude ver la foto que me mostraba, comenzó a pasar otras fotos y también las vi, pero llegué a un punto en el que sólo me enojé.

—¿Sólo me llamas para esto?
—¿Qué preferirías? ¿Seguir pensando que todo es perfecto y estar así?
—Han pasado menos de dos días —le dije— y aparte, ¿ella no es tu amiga?
—Tarde o temprano lo ibas a ver —me dijo— y sí, sí es mi amiga y tú eres mi hermano, y no quiero que ella se sienta mal porque te vas a ir porque igual te va a extrañar y va a tener un poco de rencor hacia ti si la sigues fastidiando con el tema y bueno, yo no quiero que sufras y prefiero que te des cuenta de cómo son las cosas.
—Déjame solo —le pedí.

En ese momento ella sólo me miró, creo que pensó en abrazarme, pero se fue. No dijo nada, sólo se fue. Y yo cerré la puerta de mi habitación con seguro y me eché a mirar el techo con ambas manos detrás de mi cabeza.

—Yo la quiero, pero me falta demasiado por vivir como para quedarme pensando en esto.

Bueno, yo no dependía de ella a ser verdad y ella tampoco de mí, así que supongo que sería fácil salir con mis amigos, con mis amigas hacer algo y ver como las cosas pasarían y yo estaría bien en un tiempo. Eso esperaba, aunque indudablemente me duele ahora.

Fin de la narración.

Narra Caitlin:

La verdad es que mi hermano me daba pena, pero ¿qué podía hacer? Si él se lo había buscado y aparte, ella tenía todo el derecho del mundo de hacerlo. Aparte, según lo que pude entender era una fiesta sorpresa que le había organizado. Aunque no había hablado con ella desde que llegó, vi sus fotos, estaba esperando que ella me hablara para contarme como le había ido, pero seguro estaba con sus amigos.

Caitlin Beadles:
-_________(tu nombre), ¿cómo estás? ¿Qué tal el viaje?

Aunque no esperaba que me respondiera ahora, seguí viendo sus fotos. La verdad es que Christian es mi hermano y lo amo demasiado, pero ella es mi amiga y también la quiero y me cae muy bien, pero tampoco pienso comprar a una chica que no conozco tanto tiempo con mi hermano. Claro que me molestaban algunas fotos, porque salía demasiado pegada a unos chicos y me imaginaba cuánto debería estar sufriendo Christian, pero él se lo buscó, por lo tanto la entendía. Aunque tenía demasiados sentimientos encontrados. Creo que en esta situación me queda a apoyarlos a ambos, pues lo que sería mejor para los dos es estar separados sin hablar y que cada uno haga su vida, definitivamente _________(tu nombre) no tiene ningún problema con eso, aunque para Christian va a ser difícil al comienzo porque se va a dar cuenta que la perdió, pero no hay nada que el tiempo no solucione. Finalmente, Paz estaba ahí.

Paz nunca fue muy amiga mía supongo que por ser menor que yo y porque tampoco me llamaba la atención juntarme con ella, aunque si la veía la saludaba, pero nos hemos distanciado un poco.

—Bueno, he tomado un decisión —escuché la voz de Christian diciéndome mientras entraba a mi cuarto.
—¿Una decisión? —cuestioné yo.

Me sorprendió que después de unos cuántos minutos, y digo cuántos porque no había pasado mucho tiempo… ni una hora para ser sincera, venga a tomar una decisión, aunque bueno, supongo que sea lo que sea debía de sería para bien, aunque la verdad es que sabía que lo que decía ahora le duraría a lo máximo un día, ya exagerando… pero sería para que el día siguiente siga lamentándose, y no es que me haya pasado, pero seríal o que iba a suceder, exactamente lo que iba a suceder. Y bueno, es bonito tener un hermano menor, pero no es bonito escucharlo llorar y contándote sus penas cuando tú quieres hacer un montón de cosas en ese preciso momento.

—Bueno, pues…

Fin de la narración.

Narras tú:

Parece que la estás pasando muy bien, ¿o no?

Cuando me llegó ese mensaje sólo atiné a reírme, es que realmente no sabía qué hacer en ese preciso momento, no habíamos hablado desde que llegué y un mensaje de él en ese momento me había alegrado, pero aunque estar en esa situación me imagino que habría incomodado o molestado a Gianfranco, pero sólo estaba él y también estaba con su celular, así que dudo que haya sido una gran molestia, pues estábamos en las mismas. Creo que se sentía incómodo estando a solas conmigo y yo no puedo negar que estaba un poco así, pero yo sabía que detrás de esto había un plan, así nadie lo vaya a admitir ni a decir. Era muy obvio.

—¿De qué te ríes? —me preguntó Gianfranco.
—Nada, de un amigo —dije con una sonrisa.
—¡Qué bonita sonrisa!

Yo estaba demasiado ocupada riéndome así que sólo le sonreí una vez más, aunque no le agradecí y seguí viendo lo mío.

__________(tu nombre):
-¿Cómo no pasarla bien? Estoy demasiado feliz.
Ryan Butler:
-¡Qué bueno por ti! De hecho la estás pasando bien con todos tus amigos.
__________(tu nombre):
-Sí, con todos en sí. ¿Y tú?
Ryan Butler:
-Sí, que bueno que la estés pasando con tantos amigos y bueno, también amigas. Yo no tanto, con un idiota contándonos sus penas a mí y a Chaz, después de pegarse su primera borrachera.
__________(tu nombre):
-Jajaja, ¿de quién hablas?

Yo estaba casi segura que me estaba diciendo que fui a una fiesta con un montón de amigos y que la pasé “genial” con cada uno de ellos y que por eso Justin estaba contándole sus penas a él y a Ryan. Diría que más obvio no podría ser, pero sus intenciones eran demasiado claras.

Ryan Butler:
-Un amigo, lo conoces muy bien, pero bueno…
__________(tu nombre):
-Bueno, no conozco a todos tus amigos, pero debe haber sido demasiado idiota para haber algo que pueda considerarse una pena para él y te la esté contando a ti y a Chaz, ah, por cierto, mándale saludos (:
Ryan Butler:
-¿A Chaz?

Fin de la narración.

(En Atlanta)

Narra Ryan:

—¿Puedes prestarme atención? —me exigió Justin.
—Ni siquiera las chicas con las que salgo me hablan de esa manera, ¡ah! —le dije.
—¡Pero es que…
—Estoy hablando con ella —lo interrumpí.
—¿Y qué te ha dicho? —me preguntó.
—Creo que tu discurso fue por las puras —comentó Chaz.
—¿Qué discurso? —le pregunté.
—Tú no, sino Justin que dijo que ya no pensaba en ella y todo eso…
—¡Shhh! —Justin lo mandó a callar— ahora dime.

Le mostré el celular a Justin con nuestra conversación. Yo sabía que si él agarraba mi celular lo podría hasta romper por la emoción., por eso yo lo sujetaba.

—Contéstale —me dijo una vez que había terminado de leer.

__________(tu nombre):
-Obvio, ¿a quién más le podrías mandar saludos?
Ryan Butler:
-No sé, pensé que a mí otro amigo.
_________(tu nombre):
-¿Cómo le voy a mandar saludos a alguien de quién no tengo ni la mínima idea?
Ryan Butler:
-Ya te dije que lo conoces demasiado bien.
_________(tu nombre):
-Jajaja, ¿quién? ¿Christian?

—¿Qué te dijo? —me preguntó.
—Pensó que le estaba hablando de Christian —le dije.

Vi como toda la expresión de su rostro cambió, aunque yo pensé que _________(tu nombre) lo decía sólo para molestar, porque sabía que era Justin, no es que Chris sea un borracho, pero definitivamente no sería la primera. Yo sabía que Justin la quería, se notaba en su rostro, en su expresión, pero era obvio, aunque yo sabía que era cuestión de tiempo que todo mejore, sentía algo al ver así a Justin y seguramente también a _________(tu nombre) así no la pudiera ver.

—Lo está diciendo por molestar —comentó Chaz—, es obvio.
—No, ya fue —dijo Justin y se sentó— ya no me digas nada.
—No te pongas así, man.
—Estoy bien, sólo que no le encuentro sentido seguir hablando de eso.

Ryan Butler:
-Noo, jajaja, ¿su primera borrachera? Imposible.
_________(tu nombre):
-Aaaah verdad, jajaja, entonces no tengo ni la mínima idea de quién me hablas.

Era obvio que sabía, ¡era más que obvio! Estaba siguiéndome el juego.

Ryan Butler:
-Justin… te manda saludos.

—Oye, le dije que le mandabas saludos, Justin.
—¿Qué? —se enojó un poco— cállate, no le digas nada.
—Pero ya se lo dije —me reí.

________(tu nombre):
-¿Bieber?
Ryan Butler:
-¿Cuál otro conoces tan bien?
________(tu nombre):
-Jajaja, no entiendo porque dices que lo conozco tan bien si a las justas habré salido con él un par de veces. No se conoce a alguien tan rápido…
Ryan Butler:
-Jajaja, ¡un par de veces es más que suficiente!
________(tu nombre):
-Jajaja, bueno, lo tomo de quien viene.

—La conversación murió —le dije—, pero me dijo que cómo te iba a conocer bien si a las justas había salido contigo un par de veces.

Fin de la narración.

Narra Justin:

Cuando escuché eso, fue como cuando te dolía tanto el corazón como si te hubieran clavado un cuchillo ahí, también sentí un nudo en la garganta, pero ya era normal en este día.

En ese momento me puse a pensar en si aún tendría puesto el collar que le regalé, aunque comencé a dudarlo. Si ni siquiera quería saber de mí.

—No la entiendo —sólo atiné a decir eso.
—No se trata de entenderla, sólo de no hacerla enojar —dijo Chaz como si fuera un poeta.
—Grandes pensamientos… —se burló Ryan—, pero es cierto.
—Es que yo sólo he hecho lo mismo que ella hizo, aunque mucho menos y estaba completamente ebrio. ¿Ella? Sobria y lo hizo.
—Ya, pero tú con lo que pienses o digas no vas a hacer que ella cambie de opinión —le dije.
—Es como si todo lo que pasó hubiera sido en vano.

Y realmente me sentía así. No digo que el tiempo que pasé con ella haya sido en vano, pero definitivamente sentí como si a ella no le hubiera importado y lo que alguna vez llegó a decirme, haya sido por las puras, como si no lo hubiera sentido, pero ya… ¿qué más daba?

—Oye, ¡ya! Siendo realistas, fueron un par de días, unos cuantos, y hablas como si hubiera sido más de un año, y la verdad es que ni siquiera te pusiste así cuando terminaste con Caitlin.
—Porque yo jamás me había enamorado de nadie. A Caitlin la pude querer mucho, pero era pequeño…
—¡Tenías la edad de _______(tu nombre)! Y tal vez como dices, eras un poco inmaduro, y ella también lo es.
—No es inmadura… —dije—, no lo es.

Ella no sólo era más bella que las demás chicas, sino que era más inteligente, más madura, no parecía una chica de casi 15 años, parecía mucho mayor, no sólo por su belleza, sino por su madurez, creo que sorprendería a cualquiera.

—Es que no tiene sentido seguir diciéndotelo a ti porque es más que obvio que la vas a defender siempre.

Fin de la narración.

(En _______(tu país))

Narras tú:

—¿De qué tanto te ríes? —vi que Alex se acercaba a mí.
—Nada tonto —le dije sonriendo.
—A veeer…

Él se acercó a mí, y estaba completamente mojado pues había estado en el mar. Él se puso atrás mío como que con ganas de ver lo que yo estaba haciendo, pero tratando de abrazarme para mojarme.

—¡No me toques! —le dije riéndome—, estás mojado.
—No, no estoy mojado.

Estaba que se acercaba a mí, y me abrazaba, pero cada vez más cerca y yo trataba de zafarme de una u otra forma manera, pero en ese plan, casi se puso encima mío y todo el mundo estaba observándonos. No quiero decir que la playa estaba repleta, pero estaban muchos amigos nuestros y cada vez se acercaban más para que ver pasaba. Sin decir que Gianfranco estaba demasiado cerca de nosotros, observando todo.

Cualquiera que pasara enfrente de nosotros, pensarían que estamos haciendo otra cosa, pues estábamos riéndonos como locos, pero llegó un punto en el que llegó a estar encima de mí mirándome a los ojos, los segundos parecían horas y me pareció un poco tonto, pues eran como esas películas románticas, y sí, yo estaba sonriendo, pero también estaba pensando en empujarlo ahora que estaba un poco distraído.

Aunque entre toda la bulla, igual podía escuchar lo que ocurría afuera, hasta que escuché el sonido de una cámara.

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Hola chicas, ¿cómo han estado? Sí, sigo viva por sí se lo preguntaban y por si siguen leyendo mi blog jajaj, pero bueno, creo que lo más apropiado era pedir perdón por ausentarme tanto tiempo, es que realmente he estado ocupada, no miento, he estado viendo algunas cosas muy importantes, pues en estos días han sucedido cosas realmente únicas, y pucha, luego les contaré, prefiero que sea luego, por ahora estoy de vacaciones y prefiero escribir estos días lo más que pueda, ojalá y todos y si pudiera más de uno en un día, pero suena un poco imposible jajaj, conociéndome... y ojalá que ayer la hayan pasado bonito con sus mamás (porque ayer fue el día de la madre en Perú ji) 

Las quiero mucho chicas! Ojalá les haya gustado el capítulo :)

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