Cap. 69°: "No son más que inventos de los cuentos de hadas"

Narra Justin:

Como lo he dicho un montón de veces, y prometo que jamás me voy a cansar de arrepentir. Es que simplemente cuando estoy con ella me siento en el cielo, es que ella es genial. Es la chica más linda que he conocido, la más buena, la que tiene los sentimientos más hermosos, aunque no los muestra demasiado. Es sencilla. No sé. Como desearía que fuera mía.

—Una pregunta —dije yo.

—Dime.

—¿Por qué decías que le tienes miedo al amor? —le pregunté, siempre quise preguntarle eso.

—Porque tengo miedo a enamorarme, y cuando creo que  todo está perfecto, que en ese preciso momento, todo se acabe —me respondió.

—Pero, no tendrías que tener miedo. Es bonito enamorarse —le aseguré.

—“Dices”, pero eso no es suficiente.

—¿Cómo que “dices”? —no la entendí.

—Me refiero a que tú lo dices, pero no tiene que ser así. Digo, ¿quién me lo asegura? Nadie. Pero, ¿sabes? Yo he visto con mis ojos que no es algo más que momentáneo —comentó ella.

—Lo dices por tus papás, ¿cierto? —me pareció que ya sabía de eso con antelación.

—Sí —agachó la cabeza por un momento, para luego mirarme—, pero no solamente lo digo por eso. También lo digo por otras cosas. Simplemente, que cuando estoy perfectamente bien, no puede durar ni un minuto, no sé por qué, tal vez alguien tiene algo en contra mío y no me quiere dejar ser feliz.

Fin de su narración.

Narras tú:

Sí. ¿Quién lo imaginaría? Son las 3:14 AM de un Domingo 1ero de Noviembre. Claro, ayer era 31 de Octubre, pero eso no eso no es lo importante. Estoy sentada en unos asientos, con una celebridad, “Justin Bieber”, quién meses antes odiaba con todo mi ser, ¿ahora? Estaba más que confundida con todo eso. Ahora me encontraba contándole de mis problemas, de mi vida, en vez de estar bailando. Raro, ¿no? Bueno, así soy, y no dejo de sorprenderme a mí misma día a día. Es todo tan raro. No sé, pero me sentía de alguna manera feliz, y no rara. No me estaba importando lo que los demás pensaran o no lo hicieran, estaba feliz. Y pensando que el 30 de Octubre fue el peor día de mi vida. Pero no, ahora estaba feliz con él.

—No es así —me dijo—, ¿quién podría tener algo en contra tuyo?

—No sé —respondí—, pero por algo deben de pasar las cosas.

—Sí, pero sé que las cosas pasan por algo —me gustaba su forma de ser, la forma en la que me miraba a los ojos me daba una sensación de felicidad y satisfacción increíble—, y créeme que pasan para que seas más fuerte.

—Si es lo que lo dices —sí, usé sarcasmo.

Miré mi reloj, ya eran cerca de las 3:20 AM,  y  solamente nos podíamos quedar hasta las 3:00AM, y no es que me importe demasiado lo que mi mamá me pueda decir, ya que le dejé bien en claro las cosas, simplemente es que ya era hora, y también estaba aburrida.

—Ya es tarde —me quejé—, y si es que no voy a esta hora, luego no me van a dejar salir ni  nada por el estilo, y me pudriré de aburrimiento.

—¿Ya quieres ir? —me preguntó.

—Sí —respondí.

—¿Te llevo? —me ofreció.

—Se supone que debo de ir con Ryan y Paz —le dije.

—Vamos todos, pues. Yo manejo el carro de Ryan para que nadie muera en el intento.

—Sonso —reí—, ya bueno, normal.

—¿Entonces? ¿Cómo hacemos?

—No sé, yo busco a Caitlin y a Verónica, y también a Paz, y tú preocúpate de Christian, de Ryan y de Chaz.

—¿Christian? —cuestionó.

—Ya bueno, ocúpate de Paz, y yo de Christian, ¿ya?

—Perfecto —sentenció.

—Ya, entonces te encuentro en la puerta en 5 minutos, ¿está bien?

—Ok.

Nos separamos, sí. Esto parecía otra cosa que no es.

Fui a buscar a Verónica y Caitlin, las dos estaban que bailaban con otros chicos, demasiado juntos. Básicamente estaban bellaqueando, por así decirlo.

—Hola, lo siento si interrumpo, pero nos vamos ya, ¿está bien? —las jalé a ambas.

—¿Estás loca? ¡ES TEMPRANO! —exclamó Verónica.

—Cállate, que todavía que te voy a llevar a mi casa me tratas así —empecé—, si quieres te quedas acá y te vas en un taxi para que te violen, y luego te maten. No sé, elige tú. Tú dirás.

—No empieces —me pidió.

—¿Van a ir ó no? —les pregunté a ambas.

—Ya, vamos.

—Despídanse, pues.

Me hice a un lado, y ellas me miraron con cara de “¡cállate, carajo!”, por lo tanto, solamente esperé a que se despidieran, y sí. Lo estaba haciendo para molestarlas.

—¿No se despedirán? —las molesté. Los chicos que habían estado con ellas me miraban— ¿No?

—Vámonos —las dos dijeron a la vez y me jalaron lejos de ahí.

Estaba que me moría de la risa, pero decidí no decir nada solamente para que no me odiaran más de lo que seguramente están haciendo ahora.

—Saca a tu hermano —le dije a Caitlin— si es que no quieres que se quede solo y tenga que irse en burro hasta tu casa.

—Sácalo tú —me impuso ella— no pienso hablar con él y mucho menos ahora que está borracho. Es  tu novio, ¿no?

—Es tu hermano, es tu sangre. Y yo estoy enojada con él —argumenté, porque realmente no quería ni verlo.

—Es tu novio y punto; ve tú.

—Por mí que se quede aquí —solté.

—¿En serio? —no me  creía capaz.

—Ya vengo —me rendí.

Me dirigí hacia donde estaba Christian con todos ellos, se había encabronado, estaba a punto de iniciar una pelea con Justin.

—¿Qué pasa? —pregunté al llegar ahí.

—Nada, se pelean por ti —me respondió un chico que no sabía quien realmente era.

—Carajo —exclamé.

Me metí entre los dos. Christian le había tirado una patada a Justin en donde “más le duele”, y Justin le había respondido con un golpe en la nariz. La gente comenzaba a acumularse a su alrededor. Genial, ¿no? Pero yo no iba a soportar eso ni un segundo más.

Lo sé, son hombres. ¿Importa?

—Ya, carajo, sepárense —agarré a Christian como pude.

Ahora toda la atención se estaba centrado en mí, y realmente no me gustaba en lo más mínimo. No me gustaba ser el centro de atención, pero era mejor así a que se saquen la mierda.

Christian con toda la fuerza del momento me tiró hacia atrás, eso me jodió demasiado.

Me fui hacia el lado de Justin.

—Justin, déjalo, ya fue. Él no vale la pena —le dije—, no cambies la idea que tengo de ti.

Él no me estaba escuchado –al parecer-, pero luego lo toqué por el hombro. Los demás solamente gritaban “pelea”, no me ayudaban en nada. Yo no quería que esto terminara mal.

—Por favor —murmuré.

Se seguían pegando, y le comenzó a salir sangre en la nariz a Christian, y Justin tenía como un moretón cerca de los ojos.

Miré una vez más, y me fui hacia donde se supondría que estaría el carro, pero realmente estaba harta, no me gustaban estas cosas. Eran simplemente insoportables para mí las peleas.

Ya estaba retirándome hacia donde estaban los carros, pero me quedé ahí. Solamente volteé, para ver si es que me habían ignorado completamente los dos.

Fin de tu narración.

Narra Justin:

Yo la escuché en primera estancia, pero no quería hacerle caso en lo más mínimo. No sé por qué, es que era la furia del momento hacia Christian. ¿Quién mierda se cree él? ¡Está loco si es que piensa decirme que hacer o qué dejar de hacer! Yo puedo hacer lo que quiera con mi vida. Y no me importa si es que eso le molesta, eso no va a impedir que yo lo haga. Pero cuando ella me tocó, no sé, como que me hizo reaccionar.

—¿Sabes qué? —lo miré—, ya fue. Quédate como un imbécil.

Lo solté, y lo dejé donde estaba.

—Sí, claro. “Gayber” —se burló él.

Yo me di la vuelta, y le tiré una patada. Sé que no debí de hacerlo, pero mi “hermosa” paciencia se estaba agotando. Ya mucho le estaba aguantado últimamente. Y no iba a soportar ni un segundo más de sus idioteces. Mucho lo he hecho estos últimos días como para hacerlo una vez más.

Fin de su narración.

Narras tú:

Vi como Justin dejó a Christian tirado ahí de una patada, en cierta manera me molestó. ¿No? Porque al fin y al cabo él era mi novio, y Justin solamente era mi amigo, y como digo “me gusta Christian, lo quiero”. (O al menso estoy convenciéndome de eso). Pero no puedo decir nada por el estilo, porque realmente yo no sé cómo han pasado las cosas ni el porqué, así que prefiero enterarme bien.

Yo solamente me quedé ahí, viendo que haría. En menos de lo que me tomé en abrir y cerrar los ojos, él estaba a mi costado.

—¿Qué haces? —le pregunté, mientras él trataba de hacerme caminar.

—¿Nos vamos? No tengo ganas de estar acá —noté su incomodidad.

—Vamos al carro —le dije—, y ahí me explicas mejor las cosas.

—A dónde quieras, menos acá —se apresuró a decir.

—Ok.

La gente nos estaba mirando, y no me importaba demasiado, pero me incomodaba. Seguramente mañana estarían diciendo un montón de cosas solamente para perjudicarme. Christian estaba borracho, probablemente mañana no se acordará de lo que pasó hoy, y esas cosas. Probablemente, le tendrán que contar todo lo que pasó y lo que hizo. Mañana él y yo tendremos mucho de qué hablar, bueno al menos él sí, si es que pasa todo lo que creo que pasará. Seguramente inventarán cosas, pero el mañana no es algo que me preocupe ahora demasiado.

Salimos hacia donde estaban los demás carros. No tenía la llave del auto, y hacía algo de frío. Finalmente estábamos ya entrado a Invierno, pero sí, hacía frío. Y más a mí que solamente tenía lo que Caitlin me había dicho que me ponga. Adentro no sentía frío, porque con toda la música y con toda la gente ni se sentía.

—¿Las llaves? —pregunté. Podría ser que él las tenía.

—Se las quité a Ryan —lo que pensé fue acertado—, ¿quieres entrar?

—Por favor —respondí—, hace frío.

—Entra —abrió las puertas.

Él se dio toda la vuelta para sentarse en el asiento del piloto, y yo me senté en el asiento del copiloto. Cerramos todas las puertas y él puso seguro.

—¿Qué pasó? —estaba intrigada por saber qué pasó, a qué se debió la pelea.

—Nada, solamente me acerqué para sacar a Ryan y a Chaz, y él comenzó a decirme que no me metiera contigo, que estaban perfectamente bien, y que si tenía algún problema con eso que mejor me alejara —contestó—, pero mf, no me importa.

—No le hagas caso —me molestaba que Christian se pusiera en ese plan. Por favor, ¿acaso yo hacía eso con él? No. Entonces que no me jodiera la existencia— te tiene celos.

—¿Celos? —se ruborizó.

—Sí, sino no te molestaría tanto —le aseguré, pero bueno. ¿No era obvio? Hasta una persona ciega se daría cuenta de eso. ¿Y él no? Para mí que sí se dio cuenta, simplemente que se quiere hacer el loco.

—No creo, ¡ah!

—Sí. Él es así, te tiene algo de celos. No sé  —repetí, pero con más fundamentos—, y me da cólera.

—¿Por qué? —me miró. En toda la conversación él había estado cabizbajo.

—Porque sí —buena respuesta la mía, ¿no?—. Él para diciendo con quién puedo estar juntándome, o quién se puede juntar conmigo, pero ptm, yo no digo nada por él. Ni me preocupo por eso demasiado, pero ten en cuenta que sí me molesta demasiado.

—¿Qué pasó? —se apoyó sobre su brazo, sin quitarme la mirada de encima.

—Porque él cree que puede estar diciendo varias cosas, pero yo no, ¿cierto? Me molesta su forma de pensar en ese aspecto —le dije—, porque siento que él me está sacando la vuelta.

—¿Y por qué piensas eso?

—Porque hoy día lo vi con Paz en una pastelería, que se llama “La Petite Rose”, y bueno, estaban demasiado cariñosos, no sé. Y yo sé todo lo que ellos han tenido un pasado —proseguí—, pero realmente no sé en quién o qué creer.

—¿Confundida?

—Demasiado —contesté—, no sé qué pensar de él. De todo lo que está pasando. Creo que simplemente no estoy preparada para tantas cosas, y sé que jamás debí de romper esa promesa que hice conmigo misma.

—Pero, solamente porque él no sea el indicado para darle todo tu amor, no significa que no tengas que volver a enamorarte, o  que te guste alguien, o tal vez, también estar en una relación con otra persona.

—Yo no estoy enamorada —confesé.

—¿Ah sí? —¿estaba sorprendido por lo que le había dicho? No sé, pero eso parecía.

—No, no lo estoy —repliqué—, no podría estarlo.

—¿Por qué? —eran las únicas palabras, o bueno las que él más estaba repitiendo en toda la conversación.

—Porque enamorarse es algo diferente a que quieras a alguien o que estés con esa persona. ¿Sabes? ¿O tú has estado enamorado de todas las personas con las cuáles has estado?

Fin de tu narración.

Narra Justin:

—No, yo tampoco me he enamorado de nadie —también le confesé eso. Pero, estaba comenzando a hacerlo, con ella.

—Yo realmente no quiero enamorarme —dijo ella.

—¿Por qué? —sé que podría estar cayéndole espeso con todos mis “¿por qué?”, ya que era lo único que estaba diciendo.

—Porque yo sé que el día que lo haga, todo será perfecto por un momento, pero luego todo será una mierda, y yo quedaré como una imbécil por haber creído en algo que sabía que no iba a funcionar. Algo que simplemente no era real.

—¿Real?

—Sí. Eso no es real. Enamorarse, “el amor eterno”, el “vivieron felices por siempre”, no son más que inventos que los cuentos de hadas.

—Pero, ¿por qué piensas así?

—Por favor, el día que vea que algo duró así será el día que crea. ¿No has escuchado? “Ver para creer”.

—Sí, pero… no es cierto. Lo último que se pierde es la esperanza, ¿no? —quería ser algo positivo con ella, no me gustaba que fuera así.

—“Dicen” —rechazaba creer eso.

Fin de su narración.

Narras tú:

Yo sé que estaba empezando con lo mismo de siempre, probablemente ustedes ya sabrían lo que vendría después de todo esto.

—Sí, porque existe.

—No existe —me puse terca—, son inventos. No existe esa persona que pueda hacerte sentir que estás en las nubes, porque no hay ningún momento tan perfecto, ni la persona perfecta para que lo haga.

Nuestra conversación hubiera seguido, pero Caitlin y Verónica ya estaban afuera con Ryan y Chaz, también Christian. Caitlin lo estaba agarrando como si se tratara de un perro.

—Mejor abro la puerta —dijo Justin, mientras presionaba el botón para sacar el seguro.

Caitlin entró primero, mientras hacía que Christian subiera. Verónica se encargó de Chaz y Ryan.

—Carajo, no vayan a ensuciar mi carro, ¡ah! —exclamó Ryan en su ebriedad. Lo único que le importaba: su carro.

—Súbete, no más —le dije.

Todos se subieron, y yo solamente cerré los ojos; necesitaba relajarme.

—¿Estás bien? —me preguntó en un murmuro Justin, mientras manejaba.

—Sí —le respondí, también, en el mismo tono de voz.

Solamente cerré los ojos, y me dispuse a dormir. Estaba cansada.

Minutos después…

Me desperté. Estaba en la casa de Justin, pero digo. ¿Qué mierda hago acá? Volteé, y miré que solamente estábamos en el carro, Justin, Ryan y Paz. Los demás no estaban, y eso me extrañó.

—Mierda, ¿qué hago acá? —me desperté de un golpe, y reaccioné con un mal humor.

—Te iba a preguntar si es que querías que te lleve a tu casa, o si quieres manejar hasta allá.

—Mmm… ¿manejar? —lo miré. Sonaba tan tentador, pero me podrían llevar a la cárcel—. Pero, ¿no me meterían presa?

—No, porque a esta hora no pasan demasiados policías, aparte no se darían cuenta. Y vivo cerca de ti, así que tu casa es cerca. ¿O no te ubicas?

—Sí —contesté con cierta inseguridad, pero no lo hice demasiado notorio—, me ubico.

—Está bien, bueno, te cambio el asiento.

Él salió del carro, y yo me senté en el asiento del piloto, donde había estado minutos previos sentados Justin.

—Bueno, entonces los dejo en tus manos —me dijo—, chau, cuídate.

—Chau —me acerqué a él, y le di un beso en la mejilla.

—Nos vemos.

Se alejó del carro, y me miró.

Yo sí sabía manejar. Y los dos tipos de carros: automático y mecánico. Me enseñaron de ambos, así que emprendí mi camino hacia mi casa. No queda demasiado lejos, más bien solamente era cuestión de avanzar unas 3 cuadras ó 4, algo así. Era demasiado cerca. Pero me ubicaba. Solamente era cuestión de ir defrente y voltear una vez.

(En la casa ________(tu apellido)/Butler)

Llegué al cabo de unos 5 minutos, o algo por el estilo. Fue rápido, y nadie murió. Realmente, todo estaba yendo bien, pero ni loca iba a sacar a esos dos borrachos del carro.

Me estacioné como pude, obviamente, lo hice mal, porque no era experta en el tema, pero hice lo posible.

—¿Van a bajar? —les pregunté a los dos, quiénes estaban durmiendo, por eso grité.

Los dos abrieron los ojos, pero se notaba que me querían matar. Luego los cerraron otra vez.

Me bajé. No los iba a esperar, y ya lo había dicho.

Entré a mi casa, y vi como estaban mi mamá, Rafael, y algunos amigos. Estaban en la sala, y yo aún me encontraba por las mamparas que daban una vista hacia la piscina. Había dos formas de pasar: en la sala y saludar a todo el mundo, o subir por donde siempre subía cuando quería estar sola en mi habitación. Claro, optaré por la segunda, no pienso saludar a los amigos de mi mamá, ni de ese hombre. Ni si quiera les quiero ver la cara a ellos, y mucho menos a sus amigos. Sí, seré malcriada y lo que ustedes quieran, pero así nací.

(En la habitación de ________(tu nombre))

Sé que no debí de hacer esto, y mucho menos dejar a Ryan y a Paz, pero no tenía ganas de esperar a que se despertaran. Estaban completamente ebrios. Y no iba a soportar que comenzaran a decir cosas. Aparte, sé que Rafael o mi mamá saldrían en unos momentos a fuera, porque me habían visto de la mampara, solamente que yo no les había prestado atención. Sólo les mostré las llaves en mi mano; las del carro de Ryan.

Llegué, y me saqué la ropa para ponerme mi pijama. Hacía un frío algo considerable, pero no era demasiado. Solamente para ponerme un pijama algo abrigador. Simple: un pantalón y un polo y una sudadera.

Mientras me cambiaba me puse a pensar en muchas cosas. Muchas cosas que habían pasado hoy día. O bueno, parte de hoy día y de ayer.

Jamás lo pensé. Sé que todo lo que estaba pasando estaba mal. Pero digamos, es algo así, confuso. Me sentía rara, simplemente no era yo. Todas las promesas, y todas las cosas que tenía solamente para mí, ya no eran mías más. Las promesas estaban rotas. Los secretos estaban dichos. La inocencia estaba perdiéndose. El amor hacia los seres queridos estaba desapareciendo. Las relaciones entre madre e hija, estaba casi perdida. Lo que creía en un momento conmigo, ahora está demasiado lejos de mí. La perfección no estaba a mi alcance. Él ahora estaba lejos. Ese chico me hizo romper una promesa, y no lo sabe aprovechar. Creo que confundí una hermosa amistad con amor. Varios pensamientos pasan por mi cabeza, varias preguntas, incógnitas. Pero ni una sola respuesta. Eso me hace sentir impotente. No sé. Me siento como otra, como si realmente no fuera yo. O las cosas no me estén pasando realmente a mí. Siento que es una pesadilla de la cual ruego por despertarme, pero no puede serlo. ¿Saben por qué? Porque en las pesadillas no existen esos chicos que te hacen sentir que tocaste el  cielo. Y creo que hay uno que logra que haga eso, no estoy segura de quién es ó tal vez sí, simplemente que no quiero admitirlo, porque creo estar confundida.

¿Por qué no todo puede ser como un explorador en Internet? Ahí sí puedes borrar el Historial y comenzar todo desde cero, lamentablemente en la vida real no se puede hacer eso, y realmente es una gran desventaja para muchos, pero una ventaja para algunos.

Estando acá, me siente entre grandes desconocidos, y pequeños conocidos. Sí. Algo confuso, pero solamente se trata de analizar un poco el contexto de la oración.

Ya me había terminado de poner el pijama, y realmente. Me hubiera bañado si es que sería más temprano, pero como tengo tanto frío y tanta flojera que no lo hice.

Me acosté. No sé porqué pensé en Justin; lo hice. Sí. Era raro. Debería de pensar en Christian y como terminó después de la pelea, pero no. ¿Saben? Se pelearon por mí, y enfrente de un montón de gente, y yo solamente me metí entre los dos. Sé que mañana estarán diciendo un montón de cosas de mí. Pero, bueno eso no me importa demasiado ahora. Solamente quiero cerrar los ojos, y dormir. Descansar.

—__________(tu nombre), ¿dónde están Ryan y Paz? —me preguntó una voz varonil y paternal. Era el padre de esos dos individuos, y el esposo de esa mujer que me dio la vida.

—En el carro de Ryan —me di la vuelta para contestarle, ni lo miré a los ojos.

—¿Están ahí?

—¿Estás sordo? —lo dije. Al fin, me sentí como 10 kgs más ligera. Quería que él entendiera que no lo aguanto—. Sí lo están. Bueno, chau, tengo que dormir. Vete.

Sí, estaba siendo malcriada, pero no lo aguantaba ni un segundo más. Ya ha hecho mucho con malograr mi vida. No voy a soportar que lo haga un minuto más. Lo siento. Él estaba haciendo de todo para cagarme la existencia. No sé, ¿él también me odia? ¿Es un odio recíproco? Siento que él quiere suplantar a mi papá, que él quiere imponerse. Que él quiere que yo viva a su estilo de vida, y a su paso. Mi mamá le da el gusto en lo que puede, pero por favor. Ella es ella, yo soy ________(tu nombre) y no soy igual que ella. Estoy harta de él, de sus costumbres, de su forma de vida. No sé. Me tiene harta. Desde el primer momento que lo vi, se cree que es un mocoso, que tiene unos 20 años, cuando realmente está cerca de los 38 años, casi 40.

A la mañana siguiente…

La fría brisa que avisaba el comienzo del invierno invadió toda mi habitación,  me hizo despertar de alguna manera, algo molesta.

Dirigí mi vista hacia el reloj digital que tenía en mi habitación. Marcaban las 11 de la mañana exactamente. Y también me había dado cuenta de que era 1ero de Noviembre, eso quería decir que se cumplían 8 meses desde que él está en un lugar mejor, pero lejos de mí. No quería derramar una lágrima, pero sería en vano.

No quería demostrar lo obvio. Era mi papá, y bueno lo sigue siendo. No estamos juntos, y jamás lo volveremos a estar, o bueno, al menos en esta vida. Es algo que no sé, me pone mal. El hecho de jamás poder volver a verlo es lo que me trae mal, pero sé que él me está cuidando desde arriba.

Yo, me acuerdo exactamente, cuando me encontraba en ________(tu país), en mi habitación llorando, y deseando tener a alguien que me dijera “te amo, y no llores, preciosa”, pero bueno, solamente era producto de imaginación. Me refería a tener un novio, pero luego –poco a poco- me fui convenciendo de lo contrario. Y ahora que “lo tengo”, no es así. Más bien me siento algo más sola. No estoy esperando que Christian sea como yo quiero que él sea, simplemente que las cosas nunca son como a mí me gustaría que fueran. Y eso no me sirve demasiado.

¿Por qué no podrá ser más como Justin? A él yo lo veo como un amigo, no sé. No he tratado demasiado con él, pero por su forma de ser, me agrada.

—¿Ya quieres desayunar o vas a almorzar? —me preguntó Elizabeth, creo que había estado todo el rato viéndome. Las lágrimas salían de mis ojos.

—No tengo hambre —esa había sido una de mis frases predilectas los últimos días.

—Debes de comer.

—Luego, ahora no, por favor —estaba con la voz ronca, y los ojos llorosos. Ella sabía que eso me pasaba cuando lo recordaba.

—En un rato vengo, ¿sí? —me miró ella con ternura, y dolor de verme así. O al menos eso supuse.

Me recosté nuevamente. Mi celular vibró. No tenía ganas, pero miré la pantalla. Era un mensaje.

El mensaje decía:

__________(tu nombre), ¿quieres salir conmigo hoy día?

Justin,

PD: Sí es que estás despierta, tímbrame y te llamo.

Yo solamente vi eso, y sonreí. No sé porque me sacó una sonrisa, pero lo hizo. Y eso que solamente era un mensaje.

No le respondí. No lo iba a hacer, solamente lo timbré. Esperé a que sonara un buen rato, y luego corté. Él no contestaba, y seguramente no quería que yo gastara mi saldo para llamarlo.

A los pocos segundos, él ya me estaba llamando.

—¿Aló? —dije.

—Hola ________(tu nombre) —me saludó él.

—Hola Justin —yo también lo saludé.

—…

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Capítulo dedicado a Claudia, Nicole (sé que no lo pediste, pero de todas maneras), Nicole Bieber, Geraldine, Casandra, Angies Bieber Zalgado, Barbi (sé que no me lo pediste, pero me caes súper bien), Ana Lucía, Belu, 

Chicas, creo que este va a ser el último capítulo que les suba en toda la semana, lo siento. El viernes voy a estar viajando hacia Chile, y en Chile no voy a tener tiempo de escribir nada. Y bueno, el Sábado será el concierto, y el Domingo regreso. Así que no tendré tiempo. Lo siento, pero espero que les guste este capítulo. 

Lo siento, mañana trataré de hacer un capítulo, pero lo dudo demasiado. Me gustaría hacer un maratón, pero no sé si el tiempo me dé para hacerla. 

Scarlett: Me preguntaste si te podría dedicar el capítulo cuando empiecen con la relación, y sí. Lo haré (: tranquila. 

Nicole Salinas: Me preguntaste si es que me molestaba si te dejara usar el apellido McBiller en tu novela, pero bueno, te diría que mejor sería Mabier (; suena mejor, ¿no te parece? 

Esperanza: No te pienso dar un testamento como respuesta, solamente porque sé que eso te molestaría, solamente 3 palabras: Es tu papá. 

Mi cuenta en Twitter: http://twitter.com/#!/BiebsLatinGirl5

Mi Cuenta en Polyvore: http://valebieber1.polyvore.com/

Blog donde se encuentran los primeros capítulos de “Un giro de 360° desde que te conocí”: http://ungirode360desdequeteconoci-novela.blogspot.com 

Preguntas:

1. ¿Te gusta la canción "I Wanna Go" de Britney?

RPTA: Sí, me gusta. (: 

2. ¿Te gusta "Give Your Heart a Break" de Demi Lovato?

RPTA: Sí, también. 

3. ¿En qué parte del Estadio Nacional en Chile te tocó?

RPTA: En la Golden. 

4. ¿Qué significa "bellaqueando"?

RPTA: Mf, es como decir "perreando", solamente que suena mejor. Jajaja (: 

5. ¿Alguna vez viajaste a Bolivia?

RPTA: No.

6. ¿De qué parte de Perú eres?

RPTA: No lo voy a decir porque considero que es información algo más privada. Por así decirlo. 

7. Con respecto a los códigos para que no me copien mis novelas, ¿dónde los pongo?

RPTA: En la página donde los buscaste ahí te dice que hacer y donde ponerlos. 

8. ¿Puedes hacer una maratón después del concierto?

RPTA: Si es que el tiempo me alcanza, sí.

9. ¿Cuándo vayas al concierto puedes comentar tu experiencia?

RPTA: Está bien (: 

10. ¿Alguna vez has querido golpear a esas engreídas que hay en los colegios que se creen lo máximo solamente por tener plata o ser bonitas?

RPTA: No, porque sé que esas personas no valen la pena. 

11. ¿Sabes quién es Ariana Grande?

RPTA: Sí, ella es actriz. Pero también amo los covers que ella hace. 

Las quiero mucho <3(: 

♥ Vale ♥