domingo, 26 de agosto de 2012

Cap. 103°: "Un poco tonta"

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"Ella está sonriendo, pero la está matando por dentro".

—¿Quieres que me vaya? —le pregunté.
—No he dicho eso, sencillamente te he preguntado si quieres que te lleve a tu casa.
—Ya entendí.

Aunque sabía que ya estaba incómodo de mi presencia y me molestaba ser una molestia para la gente, pero ahora no era así.

—¿Entonces eso es un sí o no?
—Si quieres deshacerte de mí me puedo largar ahorita mismo —amenacé con abrir la puerta.
—¿Estás loca? —me preguntó él mirándome después de un largo rato—, no he dicho en ningún momento eso.
—Entonces deja de insinuarlo si es que no quieres que me largue en este preciso momento —le avisé—, o mejor, haz que tu boca permanezca callada si es que no tienes nada bueno que decir.

No entendía porque me quedaba después de todo lo que él me había dicho y de lo que me había insinuado, sentía que no era correcto, pero no me importa su forma de tratarme en ese momento sino él estar con él en ese preciso momento pues más tarde sería muy tarde.

—Ok —sentenció Justin.

Dejamos de hablar por un rato y él no se movía así que me puse a pensar en dos cosas cuando vi eso: así de simple. 1. O me odia o 2. No quería molestarme en ese momento.

—¿Qué quieres hacer?
—No sé, cualquier cosa —respondí y luego hice una pausa— ¿quieres hablar conmigo?
—Sí, ¿por qué no?
—No lo sé, esto es raro —comentó él.
—¿Te molesta mi presencia? —le pregunté.
—No —sentencié— ¿por qué tendría que molestarme?
—Porque siento que estás incomodo conmigo desde que dijimos todo lo que nos dijimos.
—No lo estoy, sería un poco tonto enojarme por eso —me dijo— todo está bien, ________(tu nombre).

Dijo eso y me sonrió, pero ¿qué quería que haga? Igual me molestaban un montón de cosas. Me arrepentía terriblemente aunque haya dicho antes que no ahora comenzaba a hacerlo, me sentía demasiado mal. Yo quería que todo fuera como antes y estaba encaprichada, pero supongo que después de esto pensaré un poco diferente y todo será mejor.

—Igual siento que es así.
—No. —sentenció—, ¿quieres salir a caminar? ¿escuchar música? ¿algo?
—Escuchar música —le dije—, no tengo ganas de caminar.
—Ok.

Él prendió el equipo y estaban dado las típicas propagandas de las emisoras, me reí. Pero realmente no entendía con total claridad lo que decían porque su tono de voz me parecía chistoso.

—¿De qué te ríes? —me preguntó él dejando todo su enojo y su seriedad a un lado.
—De lo que dicen —le respondí— hablan chistoso.
—Bueno, más o menos —dijo él, pero aún con una sonrisa.

Justo después de que él dijo eso terminó la propaganda y comenzó a sonar “Where Have You Been?” de Rihanna, la comencé a cantar pero susurrando para que él no me escuchara. A medida que la canción avanzaba mis ganas de ir a una fiesta comenzaban por el ritmo de la canción y ahí tenía a Justin sonriendo al verme justo a mi lado.

—Necesito ir a una fiesta —le dije a Justin justo en el coro de la canción— debo de ir sí o sí.
—Ya tendrás muchas fiestas a las cuales ir —me dijo él, pero su sonrisa se iba desvaneciendo a medida que avanzaban los segundos— en Londres y todo eso.
—Bueno sí, pero me gustaría ir a una fiesta contigo.

En ese momento me puse a imaginarme a Justin  y yo en una fiesta, y todas las idioteces que probablemente yo estaría haciendo con él en ese momento y justo con esa canción de fondo, la misma que estaba sonando. Sólo podía sonreír, aunque me hubiera encantado besarlo en este preciso momento, ya que lo tenía acá cerca, para siempre.

—¿Conmigo? —cuestionó.
—Claro, ¡sería buenazo!
—¿Segura? —dijo eso él riéndose.
—Sí, cuando vuelva hay que ir a una fiesta —sonreí—, ¿ya?
—¿Ir a una fiesta? ¿Los dos? —hizo una pausa—. Mmm… déjame pensarlo.
—¿Todavía lo piensas? —dije eso y comencé a matarme de la risa.
—Claro, es una prioridad ir a una fiesta conmigo, por favor ¡pff! Soy Justin Bieber, ¿con quién crees que estás hablando? —bromeó él.
—¡Eres un tonto! —y comencé a matarme de la risa.
—Así soy, así me aman —me guiñó el ojo y se rio conmigo.

Nos estuvimos riendo un rato y me hubiera encantado que todos los momentos juntos a él fueran idénticos a estos. Amaba cuando la gente me hacía reír, era algo que en estos meses me había costado hacer.

—Te quiero demasiado —se me escapó entre risa y risa.

Él se detuvo y dejo de reírse y sólo me observó, sin ninguna sonrisa, sin nada. Sin ninguna expresión, sin ningún gesto y fue en ese preciso momento que pensé que había dicho la idiotez más grande de mi vida y que hubiera sido mejor quedarme callada. Su rostro lo decía todo, pareciera que estuviera muerto y no sintiera nada.

—¿Y yo no? —me respondió él.
—No lo sé —le dije con un poco más de tranquilidad y se me escapó una sonrisa.
—Te quiero como no tienes idea, sé que no somos nada, sé que te vas a ir y es mejor no hacerme ilusiones contigo, pero te quiero y me gustaste desde el primer momento que te vi en la playa y me miraste con odio —me dijo sonriendo.
—¿Aún lo recuerdas?  —le hice esta pregunta con una sonrisa enorme, pues lo recuerdo como si hubiera sido ayer, pero jamás pensé que él le hubiera tomado tanta atención.
—¡Claro que sí! ¿Cómo me voy a olvidar de eso? Aparte que ha sido hace unos cuantos meses.
—Pero pensé que te olvidarías —le dije.
—Claro que no.
—Eres demasiado lindo —lo dije en casi un susurro, pero lo suficientemente fuerte como para que él pudiera escuchar lo que estaba diciendo.
—¿Y tú? Eres preciosa, perfecta, la chica más bella del mundo —me dijo con tal sinceridad que lo creí.

Me encantaban estos momentos, realmente me estaba dando cuenta que lo quería, pero no quería hacerme ilusiones con él, como él me lo dijo a mí. No sé desde cuando lo comencé a querer con certeza, pero sé que es el chico más lindo del mundo.

Se acercó más hacia mí, y yo hacia él, no podía dejar de verlo a los ojos, esos preciosos ojos, pero sé que sólo quería tener cerca de mí para siempre sin importar lo que los demás digan.

Me acerqué hacia él un poco más y al segundo que vi que él había cerrado los ojos, yo me encontraba haciendo lo mismo. Lo agarré del cuello y lo acerqué más hacia mí para terminar en un beso, mientras él tenía una de sus manos en mi mejilla y la acariciaba. Lo que sentía al tenerlo de esta manera era único. No podía dejar de sentir todo esto. Amaba esta sensación, no quería despegarme ni un solo minuto de él, sólo quería que esto sucediera para siempre.

Este beso duró, diría yo, por más de 1 minuto. Parecía que nuestros labios encajaban perfectamente y que habíamos nacido para estar haciendo esto. Era sencillamente perfecto y único. Cuando nos separamos le sonreí y él a mí.

—Te quiero —dijimos los dos a la vez con una sonrisa.

Los dos comenzamos a reír porque lo habíamos dicho a la vez, pero después de unos segundos mi celular comenzó a sonar fuertemente malogrando por completo el momento.

—Ptm, ¿quién jode? —dije un poco molesta.

Cuando fui a sacar mi celular del bolsillo me di cuenta que tenía una llamada entrante de mi mamá.

—¿Aló? —dije.
—________(tu nombre), ¿dónde estás?
—Por ahí —me limité a decirle—, ¿por?
—Ya debes de venir a arreglar las últimas cosas que tienes.
—Pero ya tengo todo ordenado —le dije recordando.
—¿Segura? —preguntó—, porque no tienes tu equipaje de mano ni nada, ah. Y aparte quiero que vengas para que te pruebes unas cosas. ¿Sí?
—Ya, voy en un ratito, pero espérame.
—No, ven ahorita mismo porque ese “ratito” se va a convertir en dos horas.
—¡Qué exagerada!  —exclamé.
—Ven, hija.
—Ok, ya voy.
—Te espero, chau.
Chau mami.

Después de decir eso colgué y Justin no se tardó en hacerme preguntas.

—¿Quién era? —fue su primera pregunta.
—Mi mamá.
—Oh, ¿y qué pasó? —la segunda.
—Nada, sólo me estaba diciendo que en un rato vaya.
—Ah ya, no te preocupes, yo te llevo —me sonrió—, ¿hasta qué hora tienes?
—Unos 15 minutos más, algo así.
—Oh, pero aún hay tiempo —me dijo— ¿quieres hacer algo?
—No, nada en especial, sólo quiero estar contigo.
—¡Qué linda! —exclamé con una sonrisa.
—¿Acaso tú no quieres estar conmigo?
—Claro que quiero.

Y así fue, y esos 15 minutos se pasaron entre risa y risa, canción y canción, y un beso más. De ahí él me llevó a mi casa, y me dejó en la puerta y me di cuenta que llegó el tiempo de la despedida. Después de mucho tiempo no lo vería, por esa razón me quedé con él en su carro antes de bajar y entrar a mi casa.

—Te voy a extrañar demasiado —le dije— como no tienes idea. Te voy a extrañar con todo, la he pasado demasiado bien estos últimos días contigo, de verdad, ha sido genial, ha sido una de las mejores cosas que me han pasado acá en Atlanta, ten por seguro que cada día te voy a tener presente y que te voya mandar un mensaje apenas llegue a ___________(tu país), y cuando llegue a Londres y vamos a poder hablar por las noches. O yo que sé, pero lo único malo de todo esto es que hubiera amado que todo esto hubiera pasado muchísimo antes o después de mi viaje, porque la distancia siempre malogra las cosas, aunque no somos nada.

Me desespere al momento de decir todo eso y las lágrimas quisieron salir al momento que me imaginé todos los días que pasarían hasta que lo vuelva a ver. Creo que sería a una de las personas que más extrañaría desde que me fuera. Lo quería, lo quería y me estaba dando cuenta y también que era lo que quería evitar y ese era mi propósito desde que llegue acá a Atlanta: no encariñarme con ningún chico. Claro una chica sí, porque podemos ser amigas y la distancia jamás malograría una buena amistad, pero es diferente cuando llegas a esas cosas con los chicos. Yo por eso no quería que nada de esto sucediera, pero ya era demasiado tarde me tenía entre sus manos. Me tenía loca por él. Conociéndome como me conozco sé que no podría dejar de pensar en él en cada momento del día que pasara. Pero sería un poco difícil, pero realmente no estaba segur de lo que fuera a suceder más adelante.

Tenía miedo a lo que él fuera a decirme después de todo lo que le dije porque eran cosas un poco fuertes y había logrado mostrarme de una manera un poco débil enfrente de él. Eso era algo que me estaba molestando un poco, pero no tenía mi interés en ese momento. Lo que tenía mi atención completa en ese preciso momento era el miedo que se había apoderado de mí. El nerviosismo.

Cuando había terminado de decir todo lo que dije él solamente me miró y no sabía que decirme, por eso mi nerviosismo incrementó. Sólo me miraba fijamente a los ojos y de ahí bajó su mirada y justo después de eso comenzó a mirar por todos lados.

Me sentía un poco tonta, pero tenía la misma expresión que cuando terminé de hablar, él ya estaba abriendo la boca para articular alguna palabra y ahí fue cuando el nerviosismo llegó a sus límites más altos.

—…

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Chicas, ¿cómo están? Sé que mis disculpas ya no sirven, mis excusas mucho menos. Pero esta semana ha sido la peor semana de mi vida y realmente he escrito este capítulo a las justas, así que disculpen si no les gusta, pero he tratado de hacer mi mayor esfuerzo. De verdad no tengo ganas de nada, absolutamente nada, estoy con un humor horrible. No creo que subir otro capítulo hasta la próxima semana, pero con todo lo que ha pasado me voy a pasar el resto  de días que faltan escribiendo capítulos y contestando sus preguntas, porque necesito una forma de distraerme de todo y no concentrarme en todo lo ocurrido.

Lo más probable es que suba un post en mi otro blog (http://ifyoujustdream.blogspot.com) porque tengo toda la inspiración para hacerlo y ganas me sobran. Disculpen por estar tan seca con ustedes y por fin hoy contestaré todos sus comentarios acumulados.

Bueno, chicas, cuídense, ojalá les haya gustado, las quiero, un beso (:


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Vale

domingo, 19 de agosto de 2012

Cap. 102°: "Mentí"

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"Mentí porque no quiero que sepas cuanto me duele".

—¿Me quieres de verdad o lo dices porque te sientes mal por todo lo que me has dicho? —le pregunté.
—Te lo digo porque sí te quiero y porque iba a terminar con Christian por ti, pero sucedió la otra cosa de Paz e hizo que se acabara más rápido de lo que pensara.
—Yo no quiero perderte —le hice saber.
—Y créeme que yo tampoco porque eres un chico maravilloso —me dijo, aunque comenzaba a dudar—, créeme. Eres fantástico, sólo que las cosas se están presentado de otra manera y realmente no sé que hacer ni nada.

Ahora no sabía que hacer y el arrepentimiento que había sentido hace un rato por lo de Selena era más y más grande, desearía nunca haberla visto en la heladería. La habíamos pasado demasiado bien y ahora todo se fue al demonio en menos de unos cuántos segundos.

La quiero, ¿ese beso no se había significado algo para ella? Hace unas cuántas horas ella me estaba diciendo lo que sentía por mí y explicándome un montón de sentimientos que yo no tenía ni idea de su existencia ¿y ahora se ponía decirme todas estas cosas como si yo hubiera hecho algo demasiado malo? No era justo, no había hecho nada, se estaba comportando como una chiquita inmadura y estaba cerrada en sus ideas y no dejaba que nadie le dijera que estaba equivocada. No comprendía eso de ella, me molestaba y me molestaba demasiado. Yo sólo quería esos momentos felices con ella que han pasado en menos de 48 horas y ahora pareciera que había pasado más de un siglo. En este día habían pasado un montón de cosas y había tenido demasiados pensamientos, pero todo tuvo que cambiar e irse al demonio.

—Sólo lo dices porque estás arrepentida —le dije.

Como si no conociera a una mujer cuando miente, como si no lo hiciera. Y las conocía demasiado bien cuando me llenaban de puras mentiras. Sólo que me dolía más saber que tal vez todo lo que haya sucedido haya sido por parte una ilusión mía, y también de ella y que nada haya sido como yo pensaba. Pero no puedo cegarme de esta manera porque sé que ella tiene razón al 100%. Va a irse a volver a vivir su antigua vida y también va a viajar con sus amigas a Londres, de hecho que va a hacer un montón de cosas y no se va a quedar en su hotel todos los días mirando las paredes de la habitación porque de eso no se trata. Y  tampoco voy a creer que en las noches se va a ir a cenar a varios restaurantes solamente, como si eso fuera diversión para unas quinceañeras. Claro que no. Y tampoco me voy a tragar el cuento de que en ________(tu país) va a quedarse todas las noches en su habitación o haciendo pijamadas todos los días con sus amigas. No, no es así, de hecho que va a salir con sus amigas hasta tarde y va a ir a fiestas. Y también tiene razón, ayer terminó una relación de como 3 meses o algo más con Christian por la culpa de Paz, porque “le sacó la vuelta”. Obviamente no es fácil para ella ni tampoco lo sería para nadie. Tal vez todo lo que hizo conmigo, lo hizo con el afán de olvidarse de Christian o también olvidar todo lo acontecido ayer o yo qué sé, yo no puedo saber lo que siente o porque hizo las cosas ella, en todo caso ella es la única que puede saberlo, nadie más que ela.

—No es así, créeme —me replicó—, no es así. Te quiero mucho.

Ella acercó su mano en mi mejilla y la comenzó a acariciar y mirarme directamente a los ojos y de vez en cuando también miraba mis labios. Yo solamente recordaba o más bien trataba de revivir ese beso que nos habíamos dado, que significaba tanto para mí, pero no sé cuánto para ella.

—No tienes que decirme tantas cosas —miraba para el piso cuando le dije eso—, ya sé como son las cosas y eso no va a cambiar nada.

Es increíble como sólo unas cuántas palabras nos puede cambiar el mundo completamente. En serio, es increíble. Hace unos segundos mis ideas, ilusiones, eran completamente diferentes. Pero lo que más me sorprende de todo esto es que había sucedido en menos de 48 horas. Todo, todo, todo y yo sé que ella me había comenzando a querer en todo este lapso de tiempo, pero que todo ahora se había ido al demonio.

—No es eso, no creas eso.
—El daño, hecho está. Ya me da igual.

No era verdad, y verdaderamente no me daba igual para nada, pero ¿qué podía hacer? Ya me dolió, ya me jodió todo lo que dijo, ya todo se fue a la basura por su parte y ¿qué más da? En unas horas ella ya no estará acá y en unas semanas todo será diferente, o bueno mejor dicho todo será como comenzó: nada.

—No quería lastimarte —me dijo ella.

Pareciera como si ella fuera el hombre y yo la mujer, y si lo veías desde mi punto de vista era sencillamente patético. Antes me sentía arrepentido, hace un poco triste y muchísimo más arrepentido, pero ahora me sentía un completo estúpido. Me gustaría decir tantas cosas de esta chica, pero sencillamente había un principio que no me permitía hacerlo, era estúpido y lo sé, pero le tenía respeto y no pensaba perderlo ni con el pensamiento.

Fin de la narración.

Narras tú:

Sé que lo que hice no fue lo más correcto ni lo mejor después de todo lo que he hecho y lo que ha ocurrido en estos dos días, y sé que suena completamente estúpido, pero así es como son las cosas, así es como se dieron. Y estoy un poco cansada de andar arrepintiéndome de las cosas que hago. Por favor, mañana me voy  y voy a vivir mi antigua vida como antes y las cosas estarán mejor y la vida me recibirá con una sonrisa, lo cuál será mejor para mí que estar acá lamentándome y en parte lo que le dije era verdad, no me pensaba quedar en mi cuarto como una estúpida, pero ¿qué rayos podría hacer ahora? Nada, ya lo lastimé y en parte me duele, porque sí lo quiero, porque poco a poco lo fui queriendo por su forma de ser conmigo y ese beso que me dio fue el mejor beso que había recibido en mi vida. Aunque sé que sólo he besado alrededor de 2 personas más, pero él ha sido el mejor y dudo que otra persona me dé un beso mejor.

—No lo has hecho —me dijo él mirándome con una sonrisa falsa. ¿Cómo lo sabía? Era experta en eso.

Detestaba verlo así, de verdad lo quiero, sólo que estaba enojada, y sé que mi enojo tal vez haya sido un poco tonto, pero sí lo quiero y estaría dispuesta a demostrarlo, pero no quiero lastimarlo mientras me vaya. Sigo dolida por lo de Christian, pero yo quería a Justin antes de eso. Lo nuestro no ha empezado y tampoco ha terminado, pero no sé, es como ese tipo de cosas que empiezan mucho antes de lo que piensas y cuando te das cuenta, ya todo es muy tarde, pero realmente no hay nada. No sé si me lleguen a entender, pero básicamente es lo que pasa en demasiados casos. Por su mirada podía sentir que estaba decepcionado, arrepentido de varias cosas y realmente me dolería que yo fuera parte de sus arrepentimientos. Yo jamás podría arrepentirme de él. La felicidad que tengo en este momento por compartirlo con él nadie me la va a quitar, mucho menos la sonrisa que me gustaría mostrarle en este momento, pero que sencillamente no lo hago porque sé que no es lo más apropiado en esta situación. Sólo quería un abrazo, un beso de despedida, que habláramos todos los días, o que sencillamente el tiempo se detenga para nosotros. O que se adelante lo más rápido posible o atrase, pero no entiendo porque justo ahora que me tengo que ir. Sencillamente no es justo, no me gusta para nada. Pero si yo era quién había ocasionado todo esto, pero realmente si me pongo a pensar con claridad, nada tenía sentido.

—Sí lo he hecho —comenzaba a sentirme culpable—, no tienes porque sonreírme falsamente.
—No estoy sonriendo falsamente —soltó una carcajada él, tratando de aparentarlo.
—Sí lo estás haciendo.
—No es verdad, ¿tú qué sabes? —me dijo con un tono de voz el cuál no era el más adecuado.
—Yo sé más de lo que tú piensas.
—¿Cómo es eso? —me preguntó él.
—Obviamente estabas sonriendo falsamente.
—¿Y tú como puedes darte cuenta de eso? —me hizo una pregunta nuevamente él.
—Porque aparte que se nota a primera vista porque es más que sobreactuada; yo siempre lo hago —le confesé.
—¿Por qué? Tú eres feliz.
—No, no creas eso —le dije.
—Sí lo eres ________(tu nombre) no tienes ningún motivo para no serlo.
—No sabes nada —se lo dije de buena forma, tratando de llevar la fiesta en paz, pero me dolía de todas maneras.
—Eres una chica que tiene todo lo que quiere —me dijo él.

Realmente no. No tenía muchas cosas de las que quería, en sí, nadie las tiene. Ni las personas más ricas y famosas del mundo tienen todo lo que quieren, por más que lo deseen, es imposible, aunque no estoy hablando únicamente de lo material, ya que hay personas que con todo el dinero que tienen podrían comprarse el mundo si es que desearan. Pero en sí, no voy a decir lo mismo de siempre, porque sé que hay personas que no tienen ni que comer y eso es una preocupación más grande de todo lo que me ha ocurrido. Pero sencillamente, no tengo un papá, mi mamá se casó nuevamente después de menos de medio año de lo ocurrido y también nos mudamos en ese tiempo, sabiendo que era lo último que quería hacer en esta vida. Mi enamorado, el cuál supuestamente “me quería”, me sacó la vuelta con la que vendría hacer como dicen “mi hermanastra”. Y ahora iba a volver a mi anterior y “perfecta” vida, y también iba a viajar con mis amigas y disfrutar mis 15 años durante más de un mes, lo cuál vendría hacer un lujo, pues sería por varias semanas.

—Bueno, puede ser —le dije—, pero no tengo a mis familiares cerca, a mis amigas. Básicamente estoy sola, la única amiga que tengo es Verónica y bueno, también tengo otras amigas, pero ninguna a la que pueda contarle todos mis asuntos y pueda entenderme a la perfección, ¿me entiendes? No es lo mismo que allá. Esto es totalmente diferente.
—Vas a volver a lo de antes, ¿qué más quieres? —me dijo él y me hizo acordar de lo que le había dicho hace unos cuántos segundos.
—Pero no va a ser para siempre y tampoco me voy a quejar completamente de Atlanta, porque también me ha dado experiencias maravillosas y una de ellas ha sido conocerte —dije eso todo seguido, desviándome un poco del tema.
—Eso es lo que dices porque te arrepientes —me dijo él alejándose un poco a mí y dejó de mirarme para desviar la vista.
—Créeme que yo no soy de esas personas que se arrepienten de lo que le hacen al resto —le comenté—, aún te falta conocerme un poco más.
—Pero con todo lo que dijiste, no sé que creer de ti, ¿me entiendes?
—Tengo un montón de cosas que no conoces de mí —le dije—, pero poco a poco irás conociéndome.
—Ojalá.
—Sí…

Sólo lo miré durante unos segundos, pero sencillamente él no lo hizo conmigo, seguía con la mirada desviada, aunque sabía que yo lo estaba observando y amaba hacerlo, me encantaba verlo.

—¿Me vas a extrañar? —le pregunté.
—¿Tú qué crees? —me contestó con una pregunta él.
—No lo sé —encogí un poco mis hombros.
—Te voy a extrañar como no tienes idea —me dijo él—, no sé que voy a hacer durante tanto tiempo sin ti, no sé que voy a lograr hacer para tratar de pensar en otras cosas mientras tú no estás. Te apuesto que voy a estar contando los días para verte. Y lo estoy haciendo desde hoy día.

Cuando él dijo eso quise responderle “Selena”, pero preferí no hacerlo, porque no sería lo mejor en ese momento. No después de todo lo que le había dicho. Pero dijo todo eso con tal sinceridad que me tocó el corazón y me dieron ganas de llorar, pero me aguanté porque no quería quedar mal delante de él. Como si fuera una pequeña niña llorona. Aunque mi parte más sensible estaba por salir cuando sentí que el nudo en la garganta ya se había formado y las lágrimas comenzaban a formarse en mis ojos, pero decidí ser más fuerte y aguantar con los ojos bien abiertos. 

—Eres un chico muy lindo —susurré.

Aunque había malogrado todo lo ocurrido en estos días, lo dije. Me sentía culpable porque la había pasado muy bien con él, lo había querido. Y bueno, lo sigo haciendo, porque cuando tú quieres a alguien ese sentimiento no se va en un par de minutos, sino más bien toma más tiempo. Fui una estúpida, pero sé que las palabras se las lleva el viento y lo que importa son las acciones porque de eso se rige la vida o al menos sí desde mi punto de vista.

Él sencillamente me miró y trató de sonreír, pero no lo logró. Pasaron unos segundos y se volteó, pero yo seguía mirándolo.

—¿Quieres que te lleve a mi casa? —me preguntó.

Entonces en ese momento sentí que se quería deshacer de mí y que no era más una molestia para él. Me sentía mal, pero no es mi culpa, no es mi culpa que las cosas tengan que suceder de esta manera cuando yo no tengo la culpa de nada.

—¿Quieres que me vaya? —le pregunté.
—No he dicho eso, sencillamente te he preguntado si quieres que te lleve a tu casa.
—Ya entendí.

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¡Chicas! ¿Cómo están? Espero que bien, ahora voy a comenzar a subir los capítulos en la mañana, y sé que subo uno cada semana, aunque a veces hasta un poco más de tiempo, pero ahora comenzaré a subir dos por  semana, aunque sea los fines de semana, pero lo haré :) Creo que cambiaré un poco el diseño del blog, y por eso ahorita leeré los comentarios del anterior capítulo, los respondo mañana, o el martes o miércoles jajaja, ¿sí? :) Denme un poco de tiempo, aunque sé que voy semanas con el mismo cuento de los comentarios, pero tarde o temprano lo tendré que hacer, jaja. ¿Ya chicas? :) Las quiero mucho, demasiado. Gracias por todo lo que hacen por mí, y crean que es demasiado el simple hecho que lean los capítulos cuando los leo, aunque sé que antes las leían más personas, sé que es parte de mi irresponsabilidad y todas esas cosas y que me las he ganado sólo yo, y por eso quería pedirles disculpas, aunque sé que voy con el mismo cuento hace muchos días, pero quiero cumplir todo lo que digo, quiero cambiar. 

Las quiero mucho, cuídense :) 

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 Vale 

sábado, 11 de agosto de 2012

Cap. 101°: "Arrepentimiento"

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 "Lo ves. Te quiero y no quiero perderte porque mi vida ha mejorado desde el día que te encontré".


—Yo cuando llegué te vi en una pose no muy bonita con Selena. Estaban demasiado cerca como si le hubieras dado un beso o algo parecido. Y no entiendo porque tuviste que mentirme para ir al baño y encontrarte con ella —prosiguió, entonces es verdad que cuando el río suena es porque piedras trae.

—¿Dudas de mí?
—¿Tú crees que si no dudara de ti te hubiera dado esa cachetada? —le pregunté con un tono de voz como quién dice “obviamente”.
—Entonces supongo que es un sí —lo saco por deducción.
—¡Exacto! —exclamé.
—¿Quieres irte? —me preguntó él, metiendo la llave de su carro en donde debía para encender el auto.
—Sí, por favor.
—Está bien.

Fin de tu narración.

Narras Justin:

Estaba cansado de rogarle, la puedo querer, pero también tengo mis límites. Sólo voy a esperar que se tranquilice para que podamos hablar como personas normales y no como si estuviéramos en plena pelea de box. No entendía que le había hecho para que me tratara de esa manera y pensara todo eso de mí. Seguramente estaba dolida por lo de ayer, pero en ese momento se estaba dejando de llevar por su imaginación. ¿Por qué no me cree? Yo no le he dado ningún motivo para desconfiar, aunque debía de haberle dicho que iba a ir a saludar a Selena, y bueno eso tal vez puede considerarse como un motivo, pero igual.

Admito que cuando __________(tu nombre) me vio con Selena me sentí como una mierda, porque sentí que había cagado todo. Una sensación horrible de arrepentimiento había recorrido todo mi cuerpo y la verdad es que nunca me había sentido así. Jamás me había arrepentido tanto por algo. Pero si pudiera volver en el tiempo y arreglarlo lo haría sin pensarlo dos veces.

Mientras yo manejaba, ella cerró los ojos. Y así pasaron los minutos hasta que nos detuvimos a media cuadra de su casa, porque no quería llegar a su casa donde probablemente estaría el papá de Ryan y tal vez su mamá y que ella me haga un espectáculo enfrente de ellos porque quedaría demasiado mal y podrían pensar cualquier cosa de mí. Sólo quería hablar con ella y llegar a una conclusión, no quería estar mal con ella. No podía permitir que se vaya odiándome o teniendo algo en contra mío como lo solía hacer antes. Yo sí pensaba luchar por ella, no como Christian que lo dejó tan fácil (según mi punto de vista).

Cuando ya logré pararme, ella estaba durmiendo. Así que me acerqué a ella, pero antes de eso la comencé a contemplar. No era por ser cursi ni nada por el estilo, pero parecía un ángel recién caído del cielo. Era demasiado bella, se veía mucho más angelical y dulce durmiendo, aunque en si lo era. Se veía tierna, inofensiva. Era la chica más bella que había visto en toda mi vida y esto sólo era una prueba más que servía para comprobarlo. Podría pasar toda la vida detrás de ella sin importarme nada, pero ahora la tenía y dentro de unas horas ya no sería así y estaría demasiado lejos de mí. La quiero. Y estoy dispuesto a hacer TODO por ella.

—Preciosa, despierta —le susurré al oído.

Vi como ella abrió un poco los ojos, pero inmediatamente los cerró como para hacerse la dormida. Seguramente estaba cansada.

—Lárgate, déjame —me dijo ella— ¿no ves que estoy durmiendo?
—Sí, pero despierta preciosa.
—No, quiero dormir.
—¿En mi carro? —le pregunté.
—Donde sea, sólo quiero dormir —sentenció ________(tu nombre).
—Pareces una bebe —le dije—, una pequeña.
—¿Y no soy eso? —cuestionó ella aún con los ojos cerrados, pues no tenía ni la más mínima intención de abrirlos.
—Claro que sí —afirmé yo riéndome— eres una pequeña bebe.
—Lo sabía —dijo ella con una sonrisa en el rostro—, ahora déjame dormir.
—¿En mi carro? —le pregunté nuevamente.
—Ya, ya —dijo ella abriendo los ojos y levantándose, ya que había estado recostada en el asiento el cuál había inclinado para atrás— ¿quieres que me vaya? ¡Me voy!
—Aún no estamos en tu casa —le dije.
—¿Entonces dónde quieres que me baje? —estaba hablando como si estuviera borracha.
—Oye ________(tu nombre), una pregunta.
—¿Qué quieres? —me contestó ella agresivamente.
—¿Tú tomas? —le pregunté.
—¿Alguna me has visto hacerlo? —me contestó con otra pregunta.
—No.
—Entonces tu pregunta está de más —estaba molesta.
—No era para que te molestes.
—Es que básicamente aparte de verme la cara de idiota también me la ves de borracha —me dijo aun molesta, pero no tanto— ¿entonces qué quieres que piense?
—No quise decir eso.
—¿Entonces a que se debe tu pregunta?
—Porque estabas hablando como si estuvieras ebria y me entró curiosidad —le respondí tratando de contener la risa al imaginarme a ________(tu nombre) ebria y diciendo idioteces.
—Que las personas que me rodean sean unas personas les guste las bebidas alcohólicas —hizo referencia a Paz y Ryan— no significa que a mí también.
—Bueno, pero dicen que manzana podrida corrompe a las demás.
—¿Insinúas que voy a terminar siendo tan o más ebria que Paz después de sus fiestas?
—No he dicho nada por el estilo en ningún momento —dije yo, mientras me reía.
—¿De qué te ríes? —me preguntó ella molesta— ¿quién ha contado un chiste?
—Eres una chica demasiado ocurrente —le respondí, mientras seguía riendo.
—Eso quiere decir que te estás riendo de mí —dijo ella, cruzando los brazos—. Está bien.
—¡No me estoy riendo de ti! —me defendí.
—Sí lo estás haciendo.
—Oye preciosa, una cosa.
—Me llamo _________(tu nombre) —me aclaró.
—¿Estás con la regla? —le pregunté.
—¿¡¿Cómo me vas a hacer esa pregunta?!? —alzó la voz ella escandalizada— ¿qué te ocurre Justin?
—Pero es una pregunta —le dije— ¿acaso eso es anormal?
—Pero o sea, ¡a ti que te interesa! —exclamó ella—. No es de tu interés.
—¡Pero no me malinterpretes! —le dije para que no malpensara mi pregunta, pues pensaba que hacía eso.
—No estoy malinterpretando nada, sencillamente que a ti no te debe de importar. No es tu asunto.
—Es que te pregunto eso por el humor que tienes —le expliqué— estás con un humor asqueroso, estás demasiado enojada. Y esas cosas, pero yo no te he hecho nada.
—Ya te dije lo que has hecho, ¿no?
—Sí, pero eso lo que tú piensas con respecto a lo que ha sucedido —le aclaré.
—Lo que yo pienso es suficiente para mí —me dijo ella.
—Pero créeme cuando digo que jamás haría algo que te podría hacer daño —le dije mirándola a los ojos, tratando que ella hiciera lo mismo.
—¿Sabes cuántas veces he escuchado eso de personas que supuestamente me querían? —me preguntó, mientras me miraba esperando una respuesta, y como no vio ninguna— Demasiadas.

Sus ojos seguían mirándome como tratando hacer que me arrepintiera de estar ahí y haber preguntado eso. Admito que me incomodaba un poco, pero no me pensaba ir.

—Créeme a mí.
—¿Con lo que he visto? —me preguntó.
—Mira, si has visto eso y sigues acá es por algo.
—¿Por algo? —cuestionó ella sin comprender que podría ser ese algo.
—Ayer cuando pasó lo de Christian te largaste sin importar cualquier cosa a pesar de que él fue atrás de ti —me hizo recordar— sin embargo, sigues acá.
—Porque no quería hacerte vergüenza y que todo el mundo se enterara de la lacra de persona que eres —me explicó ella, aunque sabía que no era verdad.
—No, no es verdad —le hice saber—, te quedaste porque me quieres, porque sabes que no haría nada que te pudiera hacer daño ni te pudiera lastimar.
—¡Obviamente no! —exclamó ella para a continuación mirarme con una cara de desprecio increíble como si yo le hubiera hecho lo peor del mundo. Pero bueno, ¿quién la entiende? Yo sé que así fue y nadie e va a cambiar ese pensamiento.
—Bueno, sé que me quieres.
—¿Creo que no te bastó que te dijera todo eso, no? —me preguntó ella— ¿quieres que te lastime más a ver si así de una buena vez entiendes todo?
—Puedes decir todo lo que tú quieras, pero a mí no me vas a engañar como tal vez lo haría con otras personas —le dije.
—Asu, tú no te piensas rendir, ¿no?
—No pienso perderte sabiendo que tú me quieres.
—Justin, ¡entiende! ¡NO TE QUIERO! —casi gritó ella en mi cara—, vete con Selena y no lo digo con sarcasmo ni nada, sencillamente te digo que lo hagas porque ella sí te quiere y yo jamás te voy a dar lo que ella te podrá dar, hablando de la parte afectiva y toda esa idiotez. Entiende, ¿sí?
—No es verdad, sí me quieres —me encerré en esa idea y lo dije una vez más, de diferente manera.
—Ya, pongamos en el hipotético caso que sí te quisiera, ¿ya?
—Ok.
—Bueno te quiero y todo eso, pero me voy a ir 5 semanas  afuera del país y no te voy a ver y probablemente ni hablemos porque no voy a tener tiempo ni nada —me dijo—, ¿entonces? Y también debes de entender que voy a volver a _________(tu país) a mí anterior vida, a donde debería estar, pero desgraciadamente no estoy. Entonces dime, ¿tú me prohibirías tener mi anterior vida estando amarrada a ti? Y bueno, también voy a ir a Londres ¿y crees que voy a renunciar a fiestas? No, y de verdad ahí no sé que podría suceder y no lo digo con ganas de malograrte la vida ni nada, pero es la verdad. Tú ya has tenido mi edad, aunque tal vez no eres mujer, pero entiendes. Y más aún porque los hombres son peores o yo que sé.
—La gran diferencia es que yo no he tenido las mismas experiencias igual que probablemente Ryan o Chaz porque yo he estado trabajando para sacar mi carrera adelante.
—Pero igual y , ¡de hecho que has ido a fiestas y más aún de famosos! —me dijo ella— y esas son las peores, dicen. ¿Y no vas a pensar lo que ocurren en otras fiestas? ¡Sí sabes!
—Probablemente.
—¿Entonces? ¿Me vas a negar todo eso? —me preguntó ella— estos son los momentos que no voy a volver a vivir en mi vida. Voy a ir también con amigas, no voy a ir sola. ¿Crees que ellas se van a quedar conmigo aburridas en las noches? No, ¡claro que no!
—¿Sólo lo dices para hacerme sentir mal o qué diablos? —le pregunté.
—No lo digo para hacerte sentir mal —le dije— sólo lo digo de verdad. Yo también quería seguir con esto, porque sí Justin, sí te quiero. Pero es la verdad y tal vez mi enojo por lo que vi me hizo pensar mejor las cosas para que tú pudieras ver las cosas como son y yo también. Y yo no quiero hacerte daño ni nada y no quiero que tú me lo hagas tampoco, aunque sé que no lo harías.
—Nunca haría nada que te pudiera lastimar —le dije tratando de contener las lágrimas.
—Te juro que me hubiera encantado que todo esto hubiera sucedido después de mi viaje o muchísimo antes. 5 semanas es demasiado. No es poco tiempo, es mucho y no sé que vaya a pasar. Tal vez no pase nada como pase mucho, pero no me sentiría bien haciéndote daño mientras tú estás acá queriéndome.
—No te preocupes, sí te entiendo.
—Y pucha, también me gustaría que entiendas que acabo de terminar una relación, pero de la peor manera del mundo y realmente no estoy segura de que quiero hacer en estos momentos. Me gustaría quedarme tranquila si soy sincera —prosiguió—, pero te juro que sí te quiero y va en serio y tengo miedo, tengo miedo de cualquier cosa que pueda hacer. Yo siempre he malogrado las mejores cosas que tengo y tú eres una de esas y tengo miedo de malograrla contigo también.
—¿No es más fácil y menos doloroso decirme que no me quieres? —le pregunté.
—Pero no es así, sí te quiero y mucho —me dijo—, pero tal vez yo estoy diciendo que las cosas van a suceder así, pero tal vez me estoy equivocando y todas las cosas pueden tomar un camino distinto y las cosas no son como yo digo o no sé.
—¿Lo estás diciendo porque estás dolida por lo que viste ó porque realmente sientes que es así? —le pregunté y realmente estaba aguantándome porque quería estallar.
—Porque lo pensé y el enojo me hizo pensar así, pero realmente no sé que vaya a pasar y tengo demasiado preocupaciones en la cabeza y de verdad te quiero.
—¿Me quieres de verdad o lo dices porque te sientes mal por todo lo que me has dicho? —le pregunté.
—Te lo digo porque sí te quiero y porque iba a terminar con Christian por ti, pero sucedió la otra cosa de Paz e hizo que se acabara más rápido de lo que pensara.
—Yo no quiero perderte —le hice saber.
—Y créeme que yo tampoco porque eres un chico maravilloso —me dijo, aunque comenzaba a dudar—, créeme. Eres fantástico, sólo que las cosas se están presentado de otra manera y realmente no sé que hacer ni nada.

Ahora no sabía que hacer y el arrepentimiento que había sentido hace un rato por lo de Selena era más y más grande, desearía nunca haberla visto en la heladería. La habíamos pasado demasiado bien y ahora todo se fue al demonio en menos de unos cuántos segundos. ¿Qué iba a pasar? Tenía miedo y estaba deseando que nada de esto pasara, ni que todo lo que me estaba diciendo pudiera suceder. La quería, lo admito, NO QUIERO PERDERLA.

—¿Entonces? —le pregunté tratando de mirarla con los ojos completamente abiertos.
—…

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¡Chicas! ¿Cómo están? ¡Acá les dejo el capítulo! Espero les guste :) no pude subir antes porque mi papá vino y no lo he visto como hace un mes y al fin está acá. Tengo un montón de tareas ya que empiezo clases el lunes, mañana les contestooo todos los comentarios en un post, aunque sé que se los he dicho un montón de veces ya tendré que hacerlo jajaja.

Las quiero mucho :) cuídense un montón y díganme algo que les gustaría que mejore en el modelo del blog, ¿sí? :) 

Mi Cuenta en Polyvore: http://valebieber1.polyvore.com/
Blog donde se encuentran los primeros capítulos de “Un giro de 360° desde que te conocí”: http://ungirode360desdequeteconoci-novela.blogspot.com 

 Vale