Cap. 36°: "¿Te gusto?"

[Recuerden que Justin estaba narrando todo]

Me senté en el sitio donde había estado sentado él y ________(tu nombre) breves minutos atrás.

No entendía. No entendía nada… lo admito, no terminé con Selena, solamente por ellos… solamente, ya no había amor… realmente, me estoy enamorando… y verdaderamente de… esa chica, esa hermosa chica de ojos castaños, y cabello rizado… sí, de ________(tu nombre)… sé que ella me odia, solamente por ser “Justin Bieber”, pero… no entiendo por qué. Digo… ¿qué le he hecho?... ¡nada!... solamente desde el momento que me vio le bastó para odiarme. ¿Por qué esa chica tendrá que ser tan dura? ¿Qué le pasó para qué sea así?

Me iba a levantar, pero en ese mismo momento, Ryan se sentó a mi costado.

-¿Qué pasó ahora? —preguntó Ryan… seguramente había estado mirando lo que pasaba minutos anteriores.

-¿Para qué preguntas? —me giré a mirarlo— ya sabes… —añadí no muy animado.

-¿Chris? —por una buena vez, atinó— ¿cierto?

-Sí… —respondí de un suspiro— ¿siempre va a ser así, cierto? —seguí observándolo— solamente por haberme equivocado.

-Algo así… —me dijo—… pero… ¡olvídate! —exclamó algo, ya, animado.

-No es tan fácil como suena Ryan —era cierto, no era nada fácil.

-Mira Bieber; tú por tu trabajo no tienes tiempo para estar con tus amigos en una fiesta… y ahora que tienes la oportunidad te quedas como un idiota sentado —bueno, era cierto… pero no tenía ganas— tú —me señaló— acabas de terminar con tu novia —¿tenía que hacérmelo recordar? — y ya tienes demasiado problemas en tu vida como para sumarle otro… ¡ahora! —lo último básicamente lo gritó— ¡te vas a divertir con el montón de chicas sexies que hay en este lugar y vas a cambiar de humor! —me ordenó— ¿entendido?

-Entendido —le dije, y sonreí. Amigos como Ryan ya casi no existen.

-Ok, vamos —me jaló para que me levantara.

Fin de su narración.

(Con _________(tu nombre) y Christian)

Narras tú:

Chris y yo estábamos sentados en otro lugar, donde habían otras personas… pero, nosotros estábamos alejados de ellas.

-Listo… y ese fue lo que pasó —me terminó de contar Christian, aún algo enojado.

-Umm… —murmuré— pero, ya pasará.

-No, ya pasó —me corrigió instantáneamente— y él sigue tratando de disculparse… yo no lo voy a hacer.

-Bueno… olvídate —lo miré— ¿estás en una fiesta, no? —dije mirando a mi alrededor— debes de divertirte —volví a mirarlo— para eso son las fiestas.

-Gracias —me sonrió. Yo le sonreí a él también.

-No —solté una carcajada— gracias a ti.

-¿Por qué? —rió por lo bajo.

-Sin ti, seguiría siendo la misma antisocial de mierda de toda la vida —lo miré de frente a sus hermosos ojos. Me enamoré… ¡ash! ¡cierra la boca, idiota!.

-No —sus carcajadas se comenzaron a escuchar— no lo serías.

-Sí —también, comencé a reír.

-Eres demasiado maravillosa, como para poder serlo —con ese cumplido, Christian me hizo sonrojar.

-¡Awww! —sentía las mejillas calientes, y un poco las orejas— gracias.

-¿Por qué? —evadió mi agradecimiento— solamente estoy diciendo la verdad —me sonrió.

-¡Qué lindo! —lo miré, y sabía que estaba más sonrojada que anterior.

Minutos después…

Cuando todo ya había pasado… los cumplidos ya estaban dichos, y la temperatura de mi rostro había vuelto a su temperatura, y color normal, nos sentamos ambos. Y ahora Chris estaba jugando con mi mano izquierda a golpearla, para arriba y para abajo, pero con cariño, sin ser tosco.

-¿No te aburres? —le pregunté, mientras él seguía jugando con mi mano.

-No —una pequeña carcajada se escapó de sus labios.

-Aburrido… —murmuré.

-¿Yo? —preguntó con sarcasmo.

-Sí —le sonreí.

-Tú, mi vida —utilizó un tono de voz gracioso. Eso me hizo estremecer un poco, lo admito.

-Mmm… —sonreí— ya quisieras —dije solamente eso, para cambiar un poco de tema, me estaba poniendo algo nerviosa.

Christian de un momento al otro, dejó de jugar con mi mano, y la agarró, y justo vio una herida que tenía en ella… bueno, una cicatriz.

-¿Qué te hiciste acá? —preguntó haciéndome ver la cicatriz que tenía en la palma de mi mano izquierda.

-¡Uff! ¿Eso? —realmente, me había sacado la mierda, pero hace tiempo… un montón— me pasó hace tiempo… —me detuve un momento a pensar más— más o menos unos 7 años… o 6, algo así.

-Pero, ¿qué te pasó? —insistió nuevamente Christian.

-Ah… —¿adivinen qué? Mi papá también tenía que ver en esto… y se me armó un nudo en la garganta— estaba aprendiendo a montar bicicleta —estaba tratando de controlar mis emociones— con mi papá, él me estaba enseñando… él iba en su moto, y yo en bici… llegamos a una parte donde era una bajada… algo empinada —pasé saliva, y el nudo que tenía en mi garganta, desapareció— y bueno, yo bajé rápido, y justo cuando iba a frenar… y sí, por si a caso… no sabía frenar muy bien… y como decía… había un poste —las imágenes de lo que pasó ese día, vinieron a mi cabeza— y solamente tenía 2 opciones, o sacarme la mierda completamente, o romperme la cabeza y morir… elegí la primera… así que agarré, me tiré de la bicicleta, y me hice esta herida en la mano izquierda.

-¿Solamente en tu mano izquierda? —quería sacarse esa duda de la cabeza.

-No, también en la otra mano… y algo en la pierna, pero no fue nada… —añadí— aparte, le agradezco a Dios por lo que me pasó.

-¿Eh? —sí, cualquiera pensaría que soy una masoquista, y Chris no fue la excepción— ¿Por qué? —preguntó aterrado y extrañado.

-Es que… si no fuera por esto, no sabría cuál es la derecha y la izquierda… digamos, que no lo aprendí muy bien… y por eso cada vez que dicen “mano izquierda” o “mano derecha”, para algo… o yo que sé… me miro las manos —le conté.

-Eres un poco rara —se notó un poco de sarcasmo en su voz.

-Sí —solté una carcajada— lo sé.

Vi que Veronica se estaba acercando hacia nosotros, y bueno… así lo hizo… lo que pasó por mi cabeza en ese momento fue: “¿qué quiere ésta sonsa?”. Pero, para entonces… ella ya estaba en frente de nosotros dos.

-¡Qué aburridos! —comenzó así, mi querida amiga.

-Mmm… como digas —le dije, sonriente.

-¿Por qué no salen a bailar? —propuso Veronica, y yo ya estaba levantando mi mano para que se fuera… quería estar con Chris a solas, por una extraña razón.

-¡Duh! ¿Será por qué no me gusta bailar? —le respondí a ella con una pregunta.

-¿No te gusta bailar? —me preguntó Chris.

-Mmm… no —le contesté— nunca… tal vez de más pequeña, pero no.

-¿Por qué? —insistió con sus preguntas.

-Ya te contesté —le fruncí el ceño.

-Pero, no entiendo… ¿cómo?... —parece como si él estuviera diciendo sus pensamientos en voz alta y nosotras dos, escuchándolo.

-Sí —se metió en la conversación Veronica… aunque ella ya estaba— es una aburrida.

-¿Aburrida? —repetí, ya que Christian me dijo lo mismo— no lo soy… soy más divertida que tú.

-¿Entonces? ¡Diviértete! —me gritó ella.

-¡Shh! —la mandé a callar— no grites, que pareces esas señoras que venden fruta en el mercado —era el típico insulto que la gente le dice a las demás personas.

-Sí, pues —dijo ella— ¿algún problema? —odiaba cuando se ponía a desafiarme.

Le quería dar una señal para que se fuera; no quería pelear con ella ni nada, solamente quería estar un puto momento con Christian a solas, ¿nada más? ¿era tan difícil entender eso? ¿Eh?

Justo pasó Ryan, al frente de nosotros.

-Oye… —exclamé en una voz que se podría decir alta.

Nadie voltio.

-Ryan… —dije, en el mismo tono de voz— Butler.

En ese momento, Ryan volteó, y se acercó con una cara de cómo si nos estuviera haciendo un favor a nosotros.

-Veronica te quiere decir algo —lo miré a los ojos— ¿ya?

Ryan miró a Veronica.

-Pendeja… —dijo eso, cuando Ryan estaba al frente.

-Luego me lo agradecerás —agregué, entre dientes para que Ryan no escuchara. Acto seguido, empujé a Veronica que cayó cerca de Ryan, casi a sus brazos.

-Chau —sonreí victoriosamente.

Ryan y Veronica se alejaron un poco más.

-¡Qué mala! —exclamó Chris, y me sonrió al verme.

-Le estaba haciendo un favor —le respondí— luego me lo agradecerá.

-Mmm… —eso sonó como si lo estuviera afirmando.

-Hasta tú lo dices.

-No he dicho nada —se excusó él.

-Mjm…                 

Comenzamos a reírnos.

Después de un rato, nuestras miradas quedaron cruzadas… y yo estaba contemplando sus hermosos ojos verdes. Sentí que uno de estos momentos, él se había acercar a mí, y me iba a dar un beso… pero  creo que debería de volver a la realidad por un momento.

-Yo… emm… —comenzó diciendo, y seguía cerca de mí. Hasta creo que se acercaba cada vez un poco más a mí.

-Mmm… —murmuré, pero eso me hizo sonrojar, no quería besarlo… por más que mi corazón y mi cuerpo quisiera hacerlo, mi cerebro y mis pensamientos (por el momento) seguían pensando en que el amor es una mierda.

Sentía que la sangre subía a mis mejillas, sentía mariposas en el estómago, sentía ganas de irme corriendo, tenía ganas de simplemente desaparecer… tenía ganas de no ser yo en este momento. Sentía una atracción hacia él, no lo voy a negar… pero, no quiero… porque sé que voy a salir dañada… nada dura para siempre, y no quiero volver a vivirlo, no otra vez. Una vez lo vi con mis propios ojos, tal vez no fue mi propia experiencia, pero lo vi… no quiero que me pase lo mismo. Pero yo estaba cayendo en la misma cosa, sin poder evitarlo.

¿Me voy corriendo?

Gracias a Dios, Veronica y Ryan se acercaron hacia nosotros.

-¡Uuuhhh! —exclamó el escandaloso de Ryan— ¡beso!

-Creo que interrumpo —dijo Veronica, para excusarse.

Mierda… me levanté, y me fui hacia otro lugar, no quería estar ahí… quería irme… quería desaparecer… no quería caer.

No corrí, pero caminé rápidamente, sin ver con quién me cruzaba, en una de estas, me choqué con alguien, y caí en sus brazos.

-Lo siento —seguía cabizbaja, así que no sabía quién era.

-No, perdóname a mí —al parecer, no le molestaba que estuviera en sus brazos.

-No, en serio, lo siento —después de decir eso, levanté la vista, y miré quién era… me hizo retroceder— ¿tú?

-Sí, yo —me dio por respuesta Justin Barbie, pero no parecía animado… sino triste.

-Lo siento, pero me debo de ir —no sé porque me porté educadamente con él.

Después de decir eso, me fui hacia otro sitio, pero él me siguió, ¿para qué? Si ni si quiera éramos amigos, ni habíamos cruzado muchas palabras que digamos.

Llegué hacia el jardín que había, donde habían algunas personas, pero no muchas… solamente me senté en las gradas, y me puse a mirar a mi alrededor… personas estúpidas y felices… lo que en este momento no soy.

Sentí que él sea había sentado a mi costado.

-¿Qué mierda quieres? —una lágrima recorrió mi rostro.

-Sé que me odias —me dijo— pero, detesto ver a una chica triste… o como sea que te sientas tú… —añadió— ¿qué te sucede?

-¿Por qué te importa? —le contesté fríamente.

-Porque como te dije, detesto ver una chica triste.

-Igual —le dije— si lo que te doy es pena… puedes largarte.

-No —negó con la cabeza— solamente quiero hablar contigo.

-¿Para qué? —derramé otra lágrima.

-Quiero conocerte, más —simple fue su respuesta— y no quiero que llores.

-No estoy llorando —agarré y rápidamente sequé una de las lágrimas que me salían.

-Si lo estás.

-Llorar es de gente débil y estúpida… —era tal y como me sentía—… tal y como estoy en estos momentos —contesté con odio conmigo misma.

-¿Qué te sucede? —insistió.

-Nada que te importe —seguí contestándole fríamente— vete.

-¿Por qué me juzgas sin conocerme?

-Porque sí —contesté— vete, por favor.

-Puedes confiar en mí —obviamente, no quería largarse.

-Tengo miedo… —me rendí al decirle esto.

-¿De qué? —él se acercó más hacia mí.

-Tengo miedo de lo que más odio en la vida.

-¿Me tienes miedo? —creo que su broma no le salió.

-No eres tan importante como para ganarte ese puesto —le aclaré.

-¿Entonces? —a pesar de todos los rechazos y malos momentos que le hago pasar, no se quiere largar. Que fuerte es este chico.

-Nada… —pronuncié a las justas, mientras sentía desvanecerme, dentro mío.

-¿Por qué estás así? —me volvió a preguntar— segundos atrás no lo estabas.

-Es mi vida, ¿ya? —le volví a contestar de una manera desagradable— yo no la elegí —lo miré, y sentí que otra lágrima cayó de mi rostro.

Justin solamente se acercó a mí, y me secó esa lágrima, yo lo miré ahora, como sorprendida, pero nuevamente, apoyé mi rostro en mis manos.

-No quiero… —solté, en un momento de desesperación por no llorar.

-¿Qué cosa no quieres? —él simplemente o quería ser mi amigo, o quería aprovecharse de la situación. Aún no sé cuál es la respuesta.

-Soy una estúpida —levanté mi rostro— por el simple hecho de ser yo, y por ponerme así.

-Créeme que no eres ninguna estúpida —no sé si él me dijo esto para hacerme sentir mejor, o porque realmente lo sienta así.

-Tengo miedo a si quiera pensar en que me estoy enamorando… o alguna cosa que tenga que ver con esa mierda —le confesé.

-¿Eh? —al parecer, no sonaba como antes, algo que haya dicho lo había hecho sentir peor.

-Yo antes de venir a Atlanta, perjuré no hacerlo… lo juré, y juré… y también, porque no creía, y no creo en eso, que la gente llama “amor” —le conté— es tonto.

-¿Por qué? —él sonaba sorprendido con cada palabra que pronunciaba.

-Es fácil hacer esa pregunta, cuando realmente no has vivido lo que yo he vivido… es fácil —terminé de decirle, sin dejar de mirar al piso.

-No entiendo —tal vez estaba hablando en como todo el mundo llamaría “clave Morse” pero de una forma burlona.

-Tampoco intento que lo hagas —seguían pasando recuerdos y recuerdos en mi cabeza— simplemente nadie puede… —solté en un suspiro de tristeza.

-¿Te digo algo? —me miró— enamorarse no es malo… es lo mejor que existe en el mundo —¡oh! Cierto… me olvidé que él estaba con su Selena Gómez, o como se diga… — solamente depende de la persona de quién te enamores.

-Já —dije con sarcasmo— solamente lo dices, porque tú estás pensando en tu novia… no Selena… algo, no me acuerdo.

-Realmente… terminé con ella —pensé que no.

-Ah —traté de mostrar mucho interés.

-Pero igual… lo que te digo es cierto —me sonrió.

-Nadie va a cambiar mi forma de pensar —le avisé— ya he visto mucho de eso.

-No lo creo…

-Créelo… y si no, está bien… tampoco lo hago para que tú creas… pero yo he visto que solamente durará 1 semana, y si tienen suerte… 2… después, todo es mentira, solamente para hacer feliz a la otra persona, pero sin serlo uno —añadí.

-No.

-Realmente… es así, yo ya abrí los ojos —lo miré— nadie me los va a volver a cerrar… ya no creo en esas cosas —le dije— ya no creo en los cuentos de hadas… ya que es tal y como adornan el amor en la vida real, ¿o no?

-Tal vez… —aceptó por al menos una vez.

Nunca pensé que una persona como “Justin Bieber” tendría esos sentimientos… pensé que simplemente se ocupaba de hacer su música plástica barata y fea, y nada más… y que solamente se ocupaba de él y de él, y nada más… bueno, sigo pensando lo mismo, pero ya no con tanta intensidad.

-Mmm… voy al baño —me levanté— gracias.

Después de pronunciar ese “gracias” casi murmurándolo, me fui hacia cualquier lugar… porque no sabía donde quedaba el baño, y tampoco quería preguntarlo.

Minutos después…

Ahora me encontraba con Veronica a un costado, diciéndome un montón de cosas, pero no la escuchaba realmente.

-¡_______(tu nombre)! —gritó ella.

-No grites —le pedí de buena manera— ¿qué decías?

-De que… ¿por qué te fuiste así? —me repitió ella.

-Ah… es que me sentí avergonzada… —le mentí, pero no me salió bien.

-No te creo… —me dijo ella— dime la verdad… pero, ¿se iban a besar?

-¡NO! —casi grité— no… no sé… —estaba confundida, y mi voz lo delataba todo— yo quería, pero a la vez no.

-¿Eh? —preguntó ella— no entiendo.

-No quiero… digo, tengo miedo —solamente podía expresar mis sentimientos con Veronica.

-¿De qué? —al parecer, Veronica ya no entendía de lo que hablaba.

-De poder enamorarme… de poder creer en el amor… de todas esas huevadas —fui más explícitas al decir mi respuesta.

-¿Por qué? —preguntó ella— alguna vez lo harás.

-No quiero… no quiero… —decía yo— ¿para qué? ¿para qué luego todo sea una mierda? No gracias… ya lo vi con mis propios ojos.

-No te cierras, por favor —me pidió mi mejor amiga.

-Es fácil decirlo… no tanto como hacerlo.

-Bueno… cambiando de tema —comenzó ella— dejaste así a Chris.

-Solamente lo hice porque ustedes estaban allí —me excusé.

-¿Nunca has besado a alguien? —creo que la pregunta era obvia.

-Nunca —le contesté— pensé que lo sabías.

-Sí —me dijo— pero pensé que ya no.

-No gano nada mintiendo

-Lo sé —prosiguió ella— pero igual… ¿no será…

-No —la interrumpí antes de que pudiera de decir algo— no me fui porque no sabía “besar” —hice comillas en el aire— si es lo que piensas.

-¿Entonces? —preguntó ella.

-Nada…

-¿Qué hacías mientras? —quiso saber Vero.

-Hablaba con Justin —le contesté vagamente.

-¿Bieber? —preguntó ella casi incrédula.

-Sí —le respondí— no conozco a otro.

-¡Aaaaaaaaaaaaaaaaah! —comenzó a comportarse como una tonta.

-¿Qué tiene? —le pregunté.

-Hablaste con él —me dijo ella aún sin creerlo.

-No tenía de otra… —añadí— no se quería ir.

-El simple hecho de haber hablado con él lo es todo.

-No —solté una carcajada.

En ese momento, vi a Chris que estaba acercándose… me puse roja y nerviosa.

-¿Podemos hablar, por favor? —preguntó Chris.

-Los dejo solos —dijo Veronica, mientras se alejaba.

-Claro… —respondí, sin salir de mis pensamientos.

Chris se sentó a mi costado.

-¿Por qué te fuiste así tan repentinamente? —comenzó hablándome así Chris.

-Chris… —tenía hecho la voz un hilo, más bien ni si quiera sé cómo me salían de la boca las palabras.

-¿Fue por eso? —no sabía con exactitud a lo que se refería él, pero más o menos tenía una idea.

-¿De qué? —susurré, no entendía.

-Por lo que iba a pasar… —se explicó mejor.

-Ah… —me comencé a poner nerviosa, toda mi cara se puso roja, creo que me enfríe un poco— yo…

-Por favor… olvídate de eso —me pidió— fue un error.

-Chris… —empecé— no es eso.

-Por favor… perdón —me rogó— por favor.

-No me fui por cualquier cosa que pienses —le dije— es que… realmente… yo… —respiré profundamente—  hay cosas que no sabes.

-________(tu nombre), sabes que puedes confiar en mí —me agarró de la mano, la cual la tenía tensa.

-Sí sé —me puse más nerviosa— pero es que es algo… que realmente…

-Si quieres no me digas —me interrumpió él.

-No te voy a contar la historia completa… porque realmente no quiero llorar, solamente te diré una parte, y algún día, donde estemos más tranquilos te contaré todo —le indiqué.

-No te preocupes —me sonrió.

-Ok… —respiré profundamente y cerré los ojos— lo que pasa es que… —abrí los ojos— mira… como sabes… mis papás están divorciados, ya hace 3 años… yo desde ese momento, me cerré en una sola idea… no creer en el amor, nunca más… nunca —proseguí— yo vi como todo lo que yo llamaría “mi mundo” se derrumbó frente a mis ojos… todo por falta de amor… ningún amor dura para siempre… ninguno… por más que quieran decir lo contrario, nunca pasa… yo juré nunca creer en eso del amor, nunca… pero, como dicen “nuncas digas nuncas”… yo vi con mis propios ojos todo… yo lloré cada noche, cada segundo que pasaba deseando que todo fuera como quería —derramé unas lágrimas, y Chris me abrazó— desee que todo fuera distinto… por eso, para mí, el amor es una mierda —añadí— no quiero creer en eso… pero mi corazón y todo mi cuerpo dice sí, y mi última neurona consciente de todo dice que no, estoy confundida.

-No te pongas así —me besó la cabeza— siempre hay algo en lo que debemos de creer.

-Cuando vez que algo no funciona, simplemente lo anulas y no lo intentas más —sé que sueno como una persona inmadura y terca, pero es que es así como me entiendo yo.

-El problema no es el amor… es saber amar —esa respuesta me hizo estremecer y a la vez pensar en muchas cosas.

-Sí que sabes cómo dejarme callada —me sequé algunas lágrimas y le sonreí.

-¿Ah sí? —soltó una pequeña carcajada— ¿te puedo hacer una pregunta?

-Dime —le respondí, olvidándome por un momento que estaba triste.

-¿Quién te gusta? —me preguntó él.

-Emmm… —me puse roja, nerviosa, y las lágrimas seguían saliendo de mis ojos—… Chris… eh… mmm…

-¿Te gusto yo? —esa pregunta me hizo sacar los pensamientos de la cabeza.

-… 

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.


Las dejaré en suspenso... wuajajaja... perdón por no subir capítulo el fin de semana... es que llegó mi papá, y quise pasar tiempo con él, no lo veía de hace tiempo. 


Capítulo dedicado a Nicole, Dani, Chris, Agos, Mar :D, Lucía Isabel (¡Feliz Cumpleaños!)


Chicas, otra cosa... yo soy administradora de una página de Justin en Facebook; pero yo no he publicado ninguna novela ahí, ni nada... a las justas entro una vez al mes, creo, jajaja; pero... si han visto algo, no soy yo. Y por si acaso, esta novela tiene Copyright. (Derechos de Autor).


Chicas, por favor... les agradecería que no se copien de mi novela... si no, ¿cuál es el chiste de escribir una novela si es que la copian? ¿Eh? No tiene nada... si sigue todo como va ahora, creo que ya no vale la pena escribir... o mejor dicho, subir una novela en este blog.


Algunas me estaban preguntando cuál era mi Twitter, así que se los dejo.


Mi Twitter:  http://twitter.com/#!/BiebsLatinGirl5 


Preguntas:
1. ¿Cuántos años tienes?
RPTA: Tengo 12 años.
2. ¿De qué país eres?
RPTA: Perú.
3. En tu perfil sale que tienes una Novela de Christian Beadles y tú. ¿Cuándo comenzarás a escribirla?
RPTA: Mmm... no sé; no lo tengo pensando... solamente lo cree, por crear, jajaja.
4. ¿Pondrías una foto tuya?
RPTA: No, porque digamos que un blog es muy público para hacerlo... no sé si me entiendan bien :/
5. ¿Qué reacción tuviste cuándo viste a Selena y a  Justin en Maui?
RPTA: Mmm... para mí, que digamos... habían fotos muy subidas de tono; pero bueno... también, no los juzgo... tengo una opinión a lo que se le llama neutra... solamente que Justin la pasa bien, ¿no? tiene derecho a unas vacaciones bien merecidas :3.
6. ¿Cada cuánto subes un capítulo?
RPTA: Cada vez que tengo listo uno; no tengo una fecha para subirlo.

♥ Vale ♥