—Eres como una hermana para mí —agregó él—, en serio.
—Y tú eres mi hermano mayor.
¿Uno siente algo raro por un hermano mayor?
—Sí —sonrió.
La conversación no tenía para más y cada vez lo comprobábamos los dos juntos, no había más que decir, y en el caso que lo hubiera ninguno de los sabía que decir, ninguno sabía cómo salir de este laberinto. Un laberinto en el que habíamos tratado de encontrar la salida de una forma astuta, pero la astucia no era lo suficiente como para encontrar el camino adecuado.
Los minutos pasaban lentamente, y en vez de contarlo como un minuto más, lo contaba como 60 segundos, lentamente. “Hoy en día el tiempo pasa demasiado rápido comparado a años anteriores y cada año se va haciendo más rápido”, o bueno eso dice la gente mayor. Me gustaría que fuera así en este caso. Sé que debería de estar disfrutando este momento al máximo porque luego voy a estar añorándolo. Pero es imposible que el tiempo se pase más rápido. No soy un reloj y no puedo determinar nada con respecto a unos cuántos números.
Una sonrisa estúpida y boba fue lo único que logré hacer después de unos segundos en este silencio abrumador, supongo que ya ha de ser una costumbre entre ambos cuando solamente nos miramos a los ojos torpemente para luego perder la vista y pensar en decir algo interesante, o bueno que no suene tan torpe. Una costumbre que habíamos tomado en menos de un día, pero sé que durará más de una semana.
—¿Caminos un rato? —le pregunté. Quería despejarme un rato, y hacer que los dos olvidemos un poco la situación.
Necesitaba refrescarme un poco haciendo que el viento circulara mejor, y dejara un poco todo este calor innecesario e incómodo que sentía. Estaba incómoda, lo había manifestado anteriormente, pero lo estaba demasiado. Solamente quería desaparecer y ya está, pero había una parte de mí que quería quedarse con Justin por toda la vida. Son dos partes de mí que no conocía, y me están venciendo. Quiero una parte neutral en mí y que sea la única y definitiva.
—Está bien —se paró de la banca y se dispuso a caminar conmigo.
Había pasado un momento completamente incómodo con él. Él con sus palabras con doble sentido; bueno no sé si él las haya dicho con esa intención, pero hacía que yo las captara de esa manera. Soy torpe, una persona demasiado torpe para algunas cosas y no sé cómo reaccionar ante algunas situaciones. No sé qué hacer y eso me estresa, y me comienzo a comportar como una completa idiota ante cualquier cosa. Simplemente no hago las cosas bien y no me salen como me gustaría que me salieran.
—¿Estás bien? —lo miré a los ojos, traté de encontrar su mirada; sin embargo, estaba perdida en cualquier otro lugar.
—Sí —respondió. No me miró para nada.
—Ah Ok.
Fui algo seca, tal vez. Pero, ¿y él? Me preocupé por él. No estoy pidiendo que lo reconozcan ni nada, pero casi no lo hago por nadie, y no. Tampoco estoy diciendo que soy la persona más insensible y egoísta del mundo, solamente que a veces me preocupo más en lo que está pasando en mi vida y evito meterme en la de los demás para entorpecerla, cosa que no hice esta vez.
Estábamos lo suficientemente cerca, pero a la vez algo distanciados. Él estaba cerca de mí, solamente unos escasos 3 cm nos separaba, pero distanciados comparado a cuando vinimos hacia acá. Justin estaba incómodo, era obvio, solamente en pensar todo lo que dijo sin sentido alguno. Si solamente él supiera que yo sé que le gusto estaría peor que ahora.
Me hice la loca y dejé de mirarlo, me concentré en otras cosas que eran más importantes en esos momentos, o bueno era una forma más de engañar a mis pensamientos. Miraba cualquier cosa, un árbol, una flor, el césped, el cielo, el lago, o lo que sea, pero no lo miraba a él. ¿Para qué? Para que se ponga así nuevamente, no. Que se joda.
—¿Adónde estamos yendo? —se animó a decir algo, pero igual. Fue frío.
—No sé —respondí con el tono de voz más cortante que podría tener—. Solamente quería caminar.
—Ah.
No me miró nuevamente, ya me estaba llegando la situación. Podré haber tenido una pelea fuerte con Christian y todo lo que quieran, pero sé que él no me trataría así en estos momentos. Sé que al menos él no me haría sentir de esta manera, ignorada. Supongo que es una de las cosas que me gustan de él.
Sentí que su mirada recorrió mi rostro por un segundo, pero no quise mirarlo a él. La idea pasó varias veces por mi cabeza, pero simplemente no. No lo haría por más que quería. Ya no. Tenía que tener fuerza de voluntad paran o mirarlo. Vi que quiso decir algo, lo vi a punto de articular una palabra, pero se arrepintió.
—Dime —dije después de que él se arrepintió.
—¿Me hablas? —se dignó a verme.
—¿Hay alguien más? —mi malcriadez salió afuera, ¿algo nuevo?
—Lo siento —dijo de la nada—. Pero, ¿qué quieres que te diga?
—Ibas a decir algo —le hice “acordar”.
—No.
—Aj, ¡mierda! —exclamé—, ¿te pasa algo? Porque es imposible que un momento estemos tan bien y ahora vengas a ponerte así.
—Estoy normal —su frialdad se comenzaba a apoderar de él nuevamente.
—¿Tienes ganas de estar conmigo ahorita o no? —pregunté—, porque no quiero estar ahora contigo si es que te vas a poner en ese plan.
—¿De qué plan me hablas?
—No te pongas cínico —respondí—, no tengo ganas de esas idioteces ahora.
—No es eso…
—¿Sabes? Tú no eres el Justin con quién estaba hablando hace un rato —se que fue algo torpe decir eso.
—Soy el mismo.
—Entonces me equivoqué de persona —estaba cerrada en una sola posibilidad—, ¿por qué mierda estás tan cortante?
—No estoy cortante simplemente…
—Simplemente que ya te arrepentiste —terminé de decir lo que él había comenzando.
—No, simplemente… —Justin hizo una breve pausa—… no sé cómo decirlo, me da cosa.
“Cosa”, sí, así es. Vergüenza, dice él. ¿Qué? ¿Tanto así le incomoda estar conmigo? ¿Tanto así le molesta?
—Con palabras.
—Me da vergüenza estar contigo ahora después de todo lo que dije —tuvo la fuerza de decirlo—, no quiero que pienses mal de mí en ningún momento.
—¿Y por eso tienes que ponerse así? —no lo entiendo. No entiendo esto.
—No sé, es una forma de ponerme estúpida —dijo—. Es una forma idiota de reaccionar.
—Justin, llegas a lastimar con tus actitudes —no sé porque lo dije, tal vez será porque lo sentía. Pero no quería que él supiera.
—Yo no quiero lastimarte —se apresuró a decir rápidamente—, es lo que menos quiero hacer.
—Lo haces con tus actitudes.
Me sentía mal conmigo mismo porque me sentía en el papel de la víctima, y eso me jodía. ¿A quién no? Pero yo estaba haciendo eso, estaba logrando hacer eso. ¿Puedo ponerle un stop y ya está?
—Perdón —me miró, y se paró un momento. Me agarró de la mano e hizo que lo mirara.
—Dilo de verdad —lo miré obligadamente.
—Lo siento, soy un imbécil.
Sus ojos mostraban que lo decía de verdad, pero realmente, ¿puedo saber lo que quiere de verdad? ¿Lo que me quiere decir? Pensamos diferentes, él es alguien completamente diferente a mí. Mientras yo me enfoco en lo negativo, él solamente quiere hacerme relucir el lado positivo de la vida. ¿Y yo? ¿Qué hago? Nada.
—Bueno, si tú lo dices no lo pienso negar —respondí con demasiada seriedad.
—Perdón.
—Lo decía por molestarte —le sonreí—, me enojé un poco, pero no tanto.
—Eres maravillosa —se acercó mucho más a mí.
Nos separaba 1 cm, escaso. No tenía razón de ser nada de lo que estaba pasando. Me hacía sentir bien y mal a la vez. Me confundía, pero lo quería de alguna manera especial. Me hacía poner nerviosa, me hacía sentir mariposas en el estómago, y también me hacía sentir como una completa idiota por hacerme sentir tantas cosas que ni por mi propio enamorado sentía.
—Oh… —murmuré y sonreí como una completa estúpida.
—Lo eres —sonrió igualmente.
—Gracias por hacerme sentir bien, aunque no digas la verdad —sé que estaba comenzando con el mismo plan de toda la vida.
—No pienso discutir contigo un segundo más por algo que es verdad —no lo dijo molesto, estaba normal. Tranquilo.
—Yo no soy maravillosa. Lo maravilloso en el mundo eres tú, y que existan personas como tú —acompañé todo esto con una sonrisa. Jamás había dicho algo así, poniendo el corazón.
Fin de tu narración.
Narras Justin:
La tengo tan cerca de mí, y lo que nos separa básicamente es nuestro aliento. Los niños, las niñeras, las madres, las parejas, los padres, estaban lejos de nosotros. Estábamos en una parte del parque donde no había nadie más que nosotros. Me daba más confianza, pero no debía besarla, y digo “debía” solamente por el hecho que está con Christian, pero ¿después? Tenía ganas de hacerlo y podía, pero había algo dentro mío que no me dejaba y no quería tener un grado de conciencia demasiado grande. Pero tenerla a tan pocos cm de mí se hacía una tentación, algo irresistible, algo que nadie le podía decir “no”, y ahí moría todo.
¿Cómo no caer rendido a los pies de esta chica? Era sencillamente única, con sus palabras, su forma de hablar, su forma de ser, su manera torpe de reír antes lagunas cosas y hacerse la “loca” ante algunas situaciones, son realmente… ¡woow! Me deja estúpido, atontado… como un completo tarado y es que no puedo hacer nada al respecto en estos casos.
—Hay cosas con las que me vas a dejar callado —pude decirle.
—¿Cómo así? —rió, ¿me estaría dando a entender algo? Es que simplemente me ponía bruto ante su presencia y no podía hacer nada.
—Es parte de tu forma de ser —respondí para no quedar como un completo imbécil ante ________(tu nombre)—, es algo que solamente tú sabes.
—Bueno, entonces un enigma —concluyó ella—, porque créeme que ni yo lo sé.
—¡Ay! —exclamé sonriente y observándola cuidadosamente.
—¿Qué pasa? —me miró ella.
—Las palabras sobran en este momento —dije.
—No entiendo —su mirada se tornó algo confundida, tal vez también preocupada.
—No es necesario —repliqué—, así está bien.
—Me confundes Justin, ¿lo sabías?
—Ahora lo sé —la miré y sonreí inmediatamente.
Respirábamos el mismo aire, no sé si lo he dicho antes, pero es que estoy tan nervioso que ni si quiera puedo recordar todo lo que he dicho anteriormente. Probablemente si es que miro mi reloj, tampoco sabría decir qué hora es, porque me olvidaría de cómo leer la hora.
—Sonso —ella sonrió, y se alejó un poco de mí.
No sé, cuando se alejó, me sentí como si es que se llevara algo de mí con ella. Era raro. Me sentía lleno con ella, algo que con nada en el mundo podría llenar. Una sonrisa, una mirada, un abrazo, cualquier cosa que ella hiciera para mí era perfecto. Hasta un grito hacia mí, hasta un insulto. NO sé si seré masoquista o algo así, pero solamente sé que me siento de esa manera y no lo puedo negar. Es algo único, encontré el amor donde menos lo esperaba, en un lugar sin esperanzas. Pero las cosas aparecen cuando menos y donde menos las esperas. Tal vez solamente era cuestión de tiempo. Sin embargo, esto no significa que todo el amor que yo siento, sea correspondido. Definitivamente, no lo es. Por más que quiera cegarme por completo, jamás lo conseguiré.
—Quiero sentarme —manifestó ella al notar que yo no decía nada. Me sentí estúpido.
Estaba comportándome como un perfecto idiota. Imperfectamente perfecto idiota. Hasta las cosas que digo no tienen sentido, no suenan para nada.
—¿Vamos? —me miró como diciendo “¿piensas contestarte?”, o bueno eso notaba en sus hermosos ojos cafés.
—Sí —respondí finalmente.
Fin de su narración.
Narras tú:
Tenía la mirada de un completo idiota. Lo notaba perdido, completamente. Por todo momento.
¿Qué siente por mí? ¿Es mi amigo? Lo es. ¿Siento algo más? ¿Me ve como otra cosa? Tengo miedo, pero no por él, sino por mí. No quiero hacer estupideces, no quiero crear ilusiones ni nada. Quiero tener los pies bien pegados a la tierra, no quiero andar volando como una imbécil. No quiero ser lo que odio, no quiero convertirme en lo que no quiero, no quiero romper más promesas.
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Chicas, ¿cómo están? No estoy muerta, por si acaso (: jajaja, solamente que he tenido full tareas, y viajé y no he tenido tiempo para nada. Sé que este capítulo es corto, pero tenog un proyecto para mañana y no he hecho nada.
No voy a responder ninguna pregunta porque no he leído ningún comentario, lo siento. Me voy a dar un tiempo este fin de semana, ya que el Lunes no voy al colegio (: así que daré todo mi tiempo para eso, ¿sí? Las adoro un montón, las quiero, gracias por todo. Sé que me deben de estar odiando y me quieren matar, pero lo siento. Les pido perdón, yo también me quiero suicidar, pero de vergüenza que tengo con ustedes por hacerlas esperar ¡10 días! Aparte, ayer fue el cumpleaños de Christian Beadles, jaja, y el de mi mamá, y esto último me quitó parte del Lunes y todo ayer.
Las adoro demasiado chicas. (:
Blog donde se encuentran los primeros capítulos de “Un giro de 360° desde que te conocí”: http://ungirode360desdequeteconoci-novela.blogspot.com
♥ Vale ♥