"Estoy tan decepcionado".
(Chicas,
acuérdense que Justin estaba narrando).
—No digas tonterías.
—¿Y quién te asegura que no?
Un teléfono sonó.
—Creo que te agradaría ver esto —dijo
Ryan sonriente.
—¿A mí?
—Sí.
—¿Qué cosa? —le pregunté.
La verdad es que el corazón estaba que
me latía desesperadamente, realmente estaba ansioso de lo que me tenía que
mostrar, porque sabía que podía ser algo que me alegre, como algo que odie.
—Bueno, ¿y qué opinas? —me preguntó con
una sonrisa en el rostro, como quien dice “bueno, yo te lo dije”.
Era un álbum de fotos en el cual había
sido etiquetada ________(tu nombre) y aparecía con sus amigas bailando y
también con algunos amigos de la misma manera en la cual yo estaba bailando con
esa chica —según lo que me contaron—, y bueno no pude evitar sentir un poco de
enojo al ver esa imagen. Me sentía un poco molesto, decepcionado —aunque no
entiendo porque, pues no debería— y hasta tal vez engañado. Indudablemente
sentía como un nudo en la garganta y un dolor en el pecho, eso que sientes
cuando realmente te duele algo, pero no tenía ganas de llorar, sólo me dolía
demasiado.
—Ah, bueno —sólo dije eso.
—¿Y no te sientes engañado? —me
preguntó Ryan.
—Me da igual.
—¿En serio? —me miró Chaz detenidamente—,
¿cómo no te va a importar si unos segundos atrás estabas que te morías en vida
por todo lo que había pasado?
—Porque o sea, ¿no es obvio? —los miré—,
si realmente le importara no me molestaría tanto finalmente ella hizo lo mismo
y ¿saben? Finalmente no somos nada.
Y cuando dije eso el dolor del pecho
fue un poco más fuerte, pero supuse que era por la emoción, pero yo estaba muy
calmado, muy sereno, como si nada hubiera sucedido.
Los dos me miraron sorprendidos y la
verdad es que yo también estaba sorprendido de mis propias palabras, de mi
forma de actuar, pero es que realmente no me parecía correcto lo que estaba
haciendo y sí sé que debería de entenderla porque hay factores de por medio,
pero yo también existía y me sentía mal, y yo realmente no sé, seguramente
estaba hablando porque estaba enojado y decepcionado, todo junto, pero sé que
lo que sentía por ella era suficientemente fuerte y que en unas horas se me
olvidaría por completo.
—¿No era que te habías enamorado y no
sé qué tantas cosas? —me preguntó Chaz.
—Sí, pero estoy decepcionado… es sólo
eso —fui un poco cortante.
—Déjalo —le dijo Ryan— debes de
entenderlo.
—Pero tú estás básicamente que te ríes
en mi cara —le dije.
—Sí, pero te entiendo.
—Disculpa, pero ¿tú lo vas a entender? —dijo
Chaz con una expresión de sarcasmo increíble.
—Sí.
—Oye, ¡tú cambias de chica cada semana!
¿Cada semana? Perdón, cada semana vas con 5.
Ryan sólo se rió de él, pero luego se
puso un poco serio y trato de aparentarlo.
—Pero ¿y? Eso no significa que no pueda
entenderlo.
—¿Cómo vas a entender algo que no has
sentido? —cuestionó un poco confuso.
—¿Y quién te asegura que no lo he sentido?
Yo pensé que él iba a comenzar a
reírse, pero la verdad es que yo sólo lo observaba un poco sorprendido, siendo
realistas… ¿Cuánto es lo máximo que ha durado Ryan con sólo una chica? Sería
cuestión de minutos, y bueno haciendo una exageración casi imposible un par de
días, pero me refiero a sólo con una, sin tener dos más que estén cuando se
vaya.
—¡Tú! —dijimos los dos en unísono.
Él sólo nos dio una sonrisa un poco
nerviosa, como escondiendo algo, pero no le presté tanta atención.
—Bueno, como decía… —nos dijo Ryan—,
está bien. Sí te entiendo, pero vas a ver que todo va a pasar y al final se van
a estar buscando.
—Ella no me va a buscar —dije yo e hice
una pequeña pausa— y yo tampoco.
—¿Tú tampoco? —me miraron los dos casi
riéndose.
—Eso espero —pensé en voz alta.
Siendo realistas estoy decepcionado y
yo no me decepciono casi nunca, pero siento de que ella me está reclamando algo
a mí injustamente, en fin, está lejos. Y bueno como dicen “muchas cosas pueden
suceder en un mes”, no sé hasta qué punto y no lo digo tanto por mí, sino más
por ella.
—¿Estás enojado?
—Ya dije que no.
—¿Y entonces no le piensas decir que
por qué no te avisó? —básicamente Chaz me estaba alentando a pelearme.
—No, porque yo no soy nadie para
pedirle explicaciones tal y como yo no soy quién para dárselas a ella.
Sí sé que estaba hablando enojado y que
todo cambiaría después de unas horas, pero ¿si todo va a comenzar así? Me da
miedo pensar en cómo podría terminar.
—¿Y has hablado con Christian? —me
preguntó Chaz.
—¿Yo que tendría que hablar con él?
—No sé, pregunto.
Me pareció raro, pero no le tomé
importancia. Creo que no podríamos ser amigos por varias razones y más aún
cuando yo estuve saliendo con ________(tu nombre) últimamente, pero creo que no
hice algo tan malo, pues finalmente no éramos amigos y claro “debía de
guardarle respeto a la amistad que teníamos”, pero la verdad es que uno decide
en estas cosas.
—Oye, Verónica siempre me habla —exclamó
Ryan para cambiar un poco de tema.
—¿Veronica? —cuestioné yo.
—Sí, la mejor amiga de ______(tu
nombre) —respondió.
—Aaaah, ella —dije acordándome—, pensé
que hablabas de otra Veronica.
—¿Qué otra Veronica conoces?
—¡Conozco a demasiadas Veronicas como
para mencionarlas una por una!
Ryan me miró como dándome la razón,
pero no dijo nada.
—¿Y qué te dice? —le preguntó Chaz—, es
linda.
—¿Linda? —cuestionó él y lo miró como
diciendo “es demasiado horrible”.
—Sí —me metí—, no es fea.
—Pero a mí no me parece tan simpática
que digamos…
—Es linda, es buena gente, es chistosa —agregó
Chaz.
—Sí, por eso cuando la vez ni la
saludas.
—¿Cuándo la he visto? —preguntó.
—Ayer estaba en la fiesta.
—¿Y tú no la saludaste? —le pregunté a
Ryan como diciendo “¿qué tanto hablas que ni tú lo hiciste?”
—No, ¿por qué lo haría? Estaba ocupado
con otras chicas.
—Pero si siempre te habla debiste de
hacerlo por educación.
—Pero estaba ocupado, aparte ella pudo
hacerlo porque pasó como 20 veces en frente mío. Lo más normal es que lo
hubiera hecho ella.
—Pero por educación pudiste hacerlo tú —le
repetí una vez más.
—Pero bueno, finalmente dime. ¿Cómo
sabes que es tan buena gente si ni siquiera han hablado? —le preguntó Ryan a
Chaz.
—Porque hemos tratado dos veces creo,
acá en la casa. Pero realmente después no he tratado con ella, pero me parece
una chica educada, agradable.
—¡Ay! —exclamó un poco molesto—, ¿ves?
Yo pensé que eran amigos y todo eso, pero ahora me doy cuenta que es una
sencilla impresión, pero a mí siempre me habla, todos los días, creo que yo
nunca le he hablado a ella.
—¿Y te cae espesa?
—¡Sí! Me cae demasiado espesa, o sea
por momentos, n ola aguanto, pero también me parece linda.
—Pero dijiste que te parecía fea —interrumpió
Chaz.
—O sea una chica linda no es mismo que
una chica bonita, una chica linda es alguien simpática y agradable.
—¡Pero no es fea! —insistí una vez más—
es mucho más bonita que un montón de las chicas con las que te metes.
—Bueno, “sobre gustos y colores no han escrito los autores” —agregó Ryan—,
pero en fin, me parece linda y me gusta que me hable porque es interesante
hablarle, pero me molesta que me hable siempre, porque como le tengo que
contestar a ella también le tengo que cont4estar a un montón de chicas más y
parece que ella no entiende eso.
—¿Pero acaso se lo has dicho? —le
pregunté yo.
—No, obvio que no le voy a decir que no
me hable porque me agrada y ella lo puede tomar a mal y la puedo hacer sentir
un poco incómoda, pero o sea a lo que me refiero…
—Entonces cómo piensas que ella va a
saber todo esto —lo interrumpí.
—Pero —me interrumpió él— es lo más
normal, ¿no? O sea por poner un ejemplo, ¿acaso tú le hablabas a Selena todo el
día?
—No, porque siempre paraba ocupada —lo
interrumpí.
—¿Pueden dejar de interrumpirse? —intervino
Chaz.
Los dos decidimos ignorarlos.
—Ya bueno, entonces imagínate. ¿Acaso
tú le hablas a _______(tu nombre) todo el día? No, porque no la quieres
molestar porque sabes que ella está haciendo sus cosas y piensas que debe de
estar ocupada, ¿no?
—Bueno, yo ya no pienso hablar con ella
—contesté seco.
—¡Cállate! Sólo deja de interrumpir mis
ejemplos por favor —me pidió Ryan— acéptalos y ya.
—Yaya, el punto es de que yo no haría
lo que hace Veronica, pero tampoco la ignoraría.
—¿Cómo no la vas a ignorar si te habla
todo el día? —cuestioné— porque aburre. Como ya te dije, cae espesa.
Nos pusimos a hablar un buen rato de
Veronica, claro Ryan era él que más hablaba, y por un momento traté de olvidar
mis problemas, pero estábamos hablando de su mejor amiga. ¡Su mejor amiga! Era
inevitable pensar en ella aunque sea un segundo, pero sí de los problemas que
habían.
—Oye, ¿y Caitlin? —preguntó Ryan, pero
a ninguno en especial, fue una pregunta al aire.
—En su casa —respondí.
Ryan y Chaz me miraron, no entendía por
qué, como si hubiera dicho algo malo.
—¿Qué tienen?
—No te preguntaba a ti —me dijo a Ryan.
—¿Sino? —cuestioné— ¿por qué le
preguntarías a Chaz si ella ha sido mi novia?
Chaz se quedó helado y estaba rojo y
Ryan sólo estaba riéndose.
—¿Qué les pasa? —pregunté extrañado—,
¿por qué tú estás rojo y él riéndose?
Fin de la narración.
Narra Chaz:
Yo pensé que Justin sabía, hasta creo
que hemos hablado de eso en alguna situación, pero parece que el problema lo ha
afectado demasiado porque está “volado”, pensando en cualquier cosa y bueno más
aún con lo que pasó ayer, no pude evitar sonrojarme.
—¿No lo sabías? —preguntó Ryan— hasta
lo hemos dicho en algunas ocasiones frente tuyo.
—¿Saber qué? —preguntó sin tener la
mínima idea de qué hablábamos.
—Nada —dije inmediatamente.
Si es que se olvidó creo que es mejor
que no lo sepa porque se podría enojar porque nosotros hemos sido amigos desde
pequeños y ellos estuvieron un montón de tiempo.
—¡Díganme! —exclamó un poco exasperado.
—Chaz y Caitlin tienen algo —dijo
inmediatamente Chaz mirándome.
—¿QUÉ? —exclamó él sorprendido y
enojado.
—Sí sabías, no te hagas el idiota —dijo
Ryan.
Yo en ese momento me quedé helado, yo
estaba más que seguro que él sabía cómo eran las cosas, pero no sé si lo estaba
haciendo por molestar o se estaba haciendo el chistoso, pero él era mi mejor
amigo o bueno uno de mis mejores amigos y lo conozco desde hace mucho tiempo y
realmente no estaba dispuesto a perderlo sólo por una chica.
—Te juro que no sabía.
—Y si supieras lo que ocurrió anoche no
sé cómo te pondrías —agregó Ryan.
—¡Cállate! —exclamé un poco
desesperado.
—¿Qué tienes? —preguntó Justin un poco
molesto— ¿por qué no quieres que me diga lo que pasó anoche?
Yo no dije nada, sólo me quedé mirando
a Ryan como si eso evitaría que dijera algo.
—¿Por qué tan nervioso? —preguntó Ryan
matándose de la risa.
—Dímelo de una vez —exigió Justin.
—Pues…