domingo, 25 de diciembre de 2011

Cap. 79: "Lo haces fácil cuando la vida se pone difícil"

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"Te siento susurrar a través del mar".

Abrí la puerta, y lo vi ahí, tan perfectamente parado, con ese olor que siempre predominaba en él y que me volvía loca. Me estremecí completamente cuando lo vi, y solamente caí en sus brazos en un abrazo. No sé… tal vez solamente era la emoción de verlo y la emoción del momento, la emoción que me había ocasionado la conversación que había tenido con  Ryan, y también que me había dado cuenta que tal vez todo lo que él había dicho era cierto.

—¡Justin! —exclamé sonriente y emocionada a la vez.
—________(tu nombre) —sonrió él feliz y con ternura sin soltarme— ¿Qué pasó?
—Christian —respondí en un susurro.
—¿Y ahora qué te hizo ese imbécil? —preguntó molesto.

No le podía decir la verdad completamente porque de cierta manera u otra él estaba involucrado, y no quería que pensara otra cosa, no quería que tuviera una idea de lo que sin querer se estaba convirtiendo en realidad.  Algún día lo sabría, pero no quería que eso fuera ahora.

—Nada, solamente nos peleamos y él se fue —respondí… y es que esa era la verdad, solamente sin algunos detalles.
—¿Por qué se pelearon? —llegó a la pregunta donde yo no quería conocer la respuesta.
—Por sonseras —contesté—, cosas sin sentido que no tienen importancia, pero el punto es que me dejó sola y es que estoy harta de todo eso. Se está convirtiendo en una rutina.
—¿Cómo qué rutina? —cuestionó él sin entender.
—Me refiero a que es rara la manera que nos “queremos” —dije.
—¿Cómo así? —seguía sin entender—, explícame bien para poder entenderte.
—Te explico, pero pasemos —seguíamos en la puerta, y abrazados, solamente que nos veíamos a la cara.
—Está bien.

Me soltó y los dos caminamos hacia el sofá que había en la sala, el más grande. El que estaba frente a la chimenea. Nos sentamos.

—Bueno, ahora  sí dime —me pidió Justin—, explícame.
—Lo que pasa es que un momento lo quiero como no tienes idea, y la paso genial con él, pero al siguiente segundo lo quiero mandar a la mierda y solamente quiero que se joda, y me deje en paz, quiero que ya no esté con él y que cada uno esté lo más lejos del otro, es algo no sé, que se está convirtiendo en un rutina —le expliqué—, es algo confuso… primero lo quiero demasiado, luego lo odio. ¿Me entiendes?
—¿Estás segura de lo que sientes por él? —sentía como si estuviera hablando conmigo misma.
—No sé, creo que de un gusto se convirtió en simplemente atracción —respondí, fui lo más sincera que pude, tanto con él y conmigo misma.

No podía creer todo lo que estaba diciendo y si realmente esas palabras estaban saliendo de mi boca. Es raro, demasiado para ser verdad. Me encontraba en la sala de mi casa con el chico que me movía el piso, el único ser humano existente en toda la faz del planeta Tierra que me hacía pensar dos veces, que me hacía sentir especial, que me hacía sentir querida… con quién podía recordar quién era, aunque sin demostrarlo total y completamente.

—¿Solamente atracción? —cuestionó.
—Es algo de solamente un gusto, ¿me entiendes? Y un gusto es un gusto, se queda en eso, y nada más. Puede que se vuelva en otra cosa más en un futuro, pero no importa… creo que esto ya tiene un final marcado —contesté—, creo que ya no siento lo mismo que en un comienzo. Creo que todo fue parte de una simple ilusión.
—¿Ilusión?
—Sí, sabes a lo que me refiero —contesté, pero yo no quería que él pensara otra cosa… no quería insinuar que él era un ilusionado—, o sea… ¿nunca te ha pasado de que te has ilusionado con alguien y lo confundiste con amor?
—Sí, demasiadas veces —me dijo.
—Y realmente no me quería equivocar con Christian, pues le dije y le di demasiadas cosas que no sé si él o yo nos merecíamos, ¿me entiendes? —no quería hacer lo sentir mal en ningún momento—, solamente que ahora estoy tratando de no cegarme con sonseras y ver las cosas con claridad para que luego no me moleste.
—Haces que todo parezca tan perfecto… —suspiró.
—¿Perfecto? —lo miré sin entender—… no entiendo porque todo esto tendría que ser perfecto.
—No sé, es sencillo… solamente haces que las cosas parezcas fáciles, que aunque todo esté yendo asquerosamente mal y no sepas que hacer… haces que hasta lo peor, parezca fácil de superar —manifestó.
—No es para sencillo —me sincericé—, más bien totalmente complicado.
—Pero para mí tú haces que las cosas se vean sencillas… lo haces fácil, cuando la vida se pone dura. 
You make it easy, when lifes get hard —canté una parte de “Lucky” de Jason Mraz y Colbie Cailat.
—Ah, ¡viva eres! —exclamó él riendo.
—No, muerta —respondí.
—¡Qué pava eres! —con la misma sonrisa y carcajada que predominaba en él.
—Estás bonita hoy —me halagó Justin.
—Gracias, sonso —le agradecí y me enternecí por lo que había dicho. Aunque tal vez sería raro enternecerse por lo que alguien mayor que tú dices.

Hubo uno los silencios incómodos por un momento, solamente estaba la sonrisa de él, y mis ojos perdidos en aquellos ojos tan perfectos que él tenía. Las palabras sobraban ahí, y es que el silencio vale más que mil palabras en algunos casos, y este era uno de estos. Realmente ninguno de los dos sabíamos que hacer en este momento tan inoportuno, pero especial y mágico. Me sentía bien, y es que solamente desearía que este momento dure para siempre y por siempre.

Nos seguimos mirando, y su sonrisa se desvaneció, pero no por enojo, simplemente porque me estaba mirando él también. Estábamos tan concentrado en hacer eso que sin darnos cuenta los centímetros que habíamos mantenido de distancia, se habían convertido en unos escasos milímetros… nos encontrábamos demasiado cerca uno del otro. Él dejó de mirar mis ojos para mirar mis labios… yo solamente lo seguí con la mirada, pero sin ser muy obvia. ¿Qué es lo que pasaría? ¿Un beso? Podía sentir eso en unos momentos o tal vez no. Pero el problema es que aunque me haya peleado con Christian igual estaba con él, y no quería… sencillamente me negaba a besar a Justin, aunque ya lo había hecho una vez y ese beso fue maravilloso… probablemente, el mejor beso que he dado en mi corta vida (pese que solamente he besado a dos personas: él y Christian, nadie más). Pero por más que había algo dentro mío que me obligaba hacerlo, había una parte mía que aún estaba consciente que no debía de hacerlo… y es que era confuso que solamente una parte dijera sí, y la otra te diera un rotundo “no” por respuesta. Los impulsos, son impulsos, pero definitivamente esto no era eso… era el deseo de sentir sus labios cerca de los míos rozándose lentamente fundidos en un beso, solamente quería eso. Quería que él me besara, quería sentirlo cerca de mí, un beso es lo único que quería… pero como siempre, no todos es fácil, y tenía un obstáculo: Christian. No es que me importe demasiado él, simplemente el hecho es que yo sigo con él por más peleas que haya habido y no me puedo andar besando con quién quiera por respeto hacia mí misma y hacia él, aunque el deseo me esté ganando.

Justin cerró los ojos, y lo sentía tan cerca de mí que escuchaba su respiración y cada latido que daba su corazón, que cada vez iba más y más rápido que no podía creerlo. Amaba esta en esta situación, pues lo que es “prohibido” entre comillas, es más tentador que nada en el mundo… creo que el simple hecho de hacerlo produce placer.

Nuestros labios se estaban tocando, pero no estaban rozándose, solamente tocando… me sentía en las nubes y es que estaba a pocos segundos de convertirse en un beso maravilloso, pero de repente la imagen de Christian apareció en mi cabeza bloqueando cualquier pensamiento que tenía sobre este beso y separarme torpemente de Justin; haciéndome volver a Tierra y tocarla.

Miré a Justin rápidamente para luego perder mi mirada en cualquier otro lugar de la sala, pues no quería que este se sintiera incómodo, solamente quería ver su reacción y la expresión de su cara. Tenía una expresión de incomodidad, estaba rojo, y probablemente arrepentido por lo que había hecho.

—Oye… —Justin hizo una pausa—, lo siento… no era…
—No, Justin —interrumpí—, no te preocupes.
—Pero es que…
—No importa —lo interrumpí nuevamente. Solamente no quería incomodarlo más de lo que probablemente ya estaría.
—Es que no quiero que pienses mal de mí —se sincerizó conmigo.
—¿Querías besarme? —pregunté y es que no sé de donde saqué fuerzas para preguntarle eso.
—Mmm… sí —respondió él nervioso—, pero estás con Christian.

Esa confesión me dejó helada, simplemente no me dejaba pensar claramente y hacer que vea las cosas como son, sino que las vea de otra manera… una manera realista, la forma en la que realmente era, una manera única, rara. Una manera que me volvía loca y no me dejaba pensar en claro, solamente quería que me diera lo mejor de él… solamente quería darle lo mejor de mí, pero estaba con Christian, y sí, todo eso podría acabar con un “terminamos”, lógico, ¿cierto?

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Chicas lo siento, no pude subir capítulo ayer porque fue Víspera de Navidad, y no tuve tiempo de nada. Espero que hoy día tengan una bonita Navidad, y lamento informales ahora de último momento de que me voy a ir a de viaje fuera de Perú, jiji, y volveré el 9 de Enero, así que dudo subir otro capítulo porque voy a estar ocupadísima, porque voy a hacer turismo en sí, lo siento, chicas, espero que les guste este capítulo porque me inspiré en hacer los últimos párrafos. Las adoro, gracias por todo. Lo son todo chicas (: ¡Feliz Navidad! Que Dios las bendiga a ustedes y a su familia, que las pasen con sus seres queridos. No se los quería decir antes, pero bueno, las adoro, son lo máximo. Gracias por estar conmigo en estos casi 80 capítulos, y voy a tratar de escribir. 

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Vale


viernes, 23 de diciembre de 2011

Cap. 78°: "A veces la razón no entiende lo que el corazón comprende"

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—Bueno, ________(tu nombre) tú sabes que Justin se muere por ti —me lo dijo una vez más. Ya me lo había aprendido de memoria.

—Christian me dijo de que Justin estaba saliendo nuevamente con Selena —me acordé de aquel momento exacto y como me sentía.
—Christian está celoso porque él sabe que es lo que siente Justin con respecto a ti.
—Es que no sé qué creer… —logré decir—, y mucho menos que pensar.
—Mmm… no soy mujer, como te habrás dado cuenta… —yo solté una carcajada con respecto a lo que acababa de decir Ryan—, pero bueno… una vez me gustó una chica de verdad…
—¿A ti? —lo interrumpí riendo burlonamente—, ¿en serio?
—¿Quieres que te cuente o mejor me quedo callado? —me dirigió una mirada amenazadora, y luego volvió a fijarse en la pista.
—Bueno, prosigue —dije tratando de contener la risa sin hacer tanto escándalo.
—Bueno, mira yo estaba con una chica, pero no la quería realmente… solamente quería jugar un rato, tú me entiendes, ¿cierto?
—Sí —respondí—, es lo que siempre haces.
—Pff —me dedicó una mirada, probablemente no era la mejor mirada que alguien desearía—… bueno, lo que pasa es que esta chica era bien bonita, pero no me gustaba realmente, sólo era una ilusión, solamente la quería tener ahí, un pasatiempo. Pero no sé porque, un día estaba saliendo y vi a una chica, era preciosa… me gustó inmediatamente, sin pensarlo dos veces… y resultó ser amiga de Justin, al final, él me la presentó. Pero me había ilusionado con la chica que era mi novia, sentía atracción hacia ella y cuando estaba junto a ella me sentía bien, cuando no habían peleas claro, pero después nos peleábamos por cualquier huevada. Pero la amiga de Justin, siempre estaba ahí cuando mi enamorada se iba a divertir con sus amigas en una fiesta, y nos poníamos a hablar, salía con ella a veces, pero como amigos, pero realmente eso era peor para mí porque solamente me hacía enamorarme más y más de ella… pero, ¿sabes qué es lo que pasó al final?
—No… ¿qué pasó? —me había sumergido en la historia que me había contado Ryan, como si se tratara de la mía.
—Su papá viajaba constantemente a varios lugares, y a cada rato ella y toda su familia tenían que mudarse… y justo un día en la noche me decidí por mandar a la mierda todo, y terminar con mi enamorada para estar con esta chica, porque te juro que la quería como no tienes idea… pero cuando me decidí hacerlo ya era muy tarde… ¿sabes por qué? Porque al día siguiente ella se iba a ir a Philadelphia…
—¿A vivir? —lo interrumpí.
—Sí, a vivir —respondió con enojo, pero no era conmigo… sino con él mismo—… pero yo lo sabía porque ella mismo me lo había dicho, y recién me acordé al día siguiente… puta, ______(tu nombre) me arrepiento hasta el día de hoy por no hacer lo que debí en el momento que debía, ¿y ahora? Ahora mírame… ¿quieres sentirte así el resto de tu vida? Si sientes algo por Justin más fuerte que lo que sientes por Christian, si sientes que él te puede hacer sonreír sin pensarlo dos veces, entonces no lo dejes ir… porque tú sabes que él se muere por ti y siempre lo vas a tener ahí, solamente faltas tú. Y si ya sabes más o menos lo que sientes, solamente piensa profundamente un segundo y aclara todas las ideas en tu cabeza antes de que sea demasiado tarde porque realmente las personas recién se dan cuenta de lo que tuvieron cuando lo pierden.
—No puedo creer que Ryan Butler me haya dicho eso —confesé sorprendida por todas las palabras que habían salido de su boca, no parecía de verdad.
—Puedo ser un pendejo  y todo lo que tú quieras, pero a veces me meto solamente con las chicas no para jugar, sino solamente para pasar el tiempo y ver si alguna me podrá hacer sentir todo lo que me hizo sentir esa chica —me dijo finalmente, aclarando cualquier pensamiento que alguna vez había tenido de él incorrecto sin saber razón alguna.
—Lo siento por haber dicho huevadas de ti —y es que me sentía culpable por las innumerables veces que lo había juzgado.
—No tienes que pedirme perdón —soltó una carcajada.
—Es que básicamente todo era perfecto, y solamente por quedarte callado…
—Sí sé —me interrumpió él y fue cortante, pero no lo culpo.
—Entonces, dime, ¿qué debería de hacer? —pregunté.
—Bueno, si yo estuviera en tu lugar y con la experiencia que tengo… simplemente te diría que no escuches a lo que tu cerebro dice, porque a veces no entiende… lo mejor que puedes hacer es escuchar a tu corazón y aclarar lo que sientas hacia él… porque muchas veces la razón no entiende, lo que el corazón comprende.
—¡Qué bonitas tus palabras! —sentí cierta admiración a su forma de expresarse.
—Pero prométeme algo, ¿sí? —me miró directamente a los ojos ahora sí. Ya había estacionado el carro.
—Dime… —lo miré yo también.
—Haz lo que tú corazón te diga, haz lo que sientas que es correcto. Haz lo mejor para ti, y si realmente sientes algo por Justin no lo dejes ir. Date cuenta de todo y es mejor que no estés con Christian si realmente piensas que no sientes nada por él, aunque lo quieras —me aconsejó—. Pero no quiero que luego te arrepientas de nada, porque es lo peor que las personas pueden hacer.
—¿Arrepentirse? —cuestioné.
—Sí, porque lo hecho, hecho está —respondió—, ya no puedes hacer nada, y arrepintiéndote no logras nada. No llegas a ninguna parte.
—Gracias, de verdad… Ryan.

No resistí ni un segundo más, y no soy de ese tipo de personas las cuales son muy cariñosas con todo el mundo y se encargan de abrazar cada dos segundos… más bien no es que lo odie, pero no me agrada eso. Pero el momento y los sentimientos me obligan a hacerlo, por esa misma razón me lancé a los brazos de e Ryan… un gran abrazo. Lo necesitaba, y no era una opción, era una necesidad.

—Lo tendré en cuenta —susurré—, gracias por todo.
—No te preocupes —respondió correspondiendo mi abrazo.
—Te juro que si jamás me hubieras dicho eso, probablemente estaría como una estúpida ahora pensando en un montón de cosas sin sentido —le dije.
—Lo dudo demasiado —replicó Ryan, soltando una sonrisa.
—¿Tú crees? —reí.
—Sí.

Dejamos de abrazarnos, pero me dejó pensando.

—Bueno, dime, ¿qué tenías que decirme? —pregunté.
—¿Sobre qué? —cuestionó él.
—No sé, tú me dijiste que teníamos que hablar de algo —respondí.
—Ah, cierto —recordó él.
—Bueno… ¿me dices? —la curiosidad me mataba y lo único que quería era saber que era eso que me quería decir con tanta desesperación.
—Ya, pero acá no —me dijo—, mejor entremos para hablar con más calma.
—Ok, está bien —acto seguido, me bajé de la camioneta.

Los dos entramos a mi  casa por la puerta del garaje que daba al comedor.

—Hablamos en mi habitación, ¿sí? —me dijo Ryan.
—Mmm… está bien —respondí.
—Me pudro de sueño, y me duele la espalda y mientras tú me escuchas, yo estaré acostado —complementó él… seguramente estaría pensando que yo pensaba algo distinto sobre lo que él me había dicho.
—Ok —reí.

Subimos hacia la habitación de Ryan: desordenada como siempre. Y a veces no sabía por donde pisar para no caerme de cara.

—Ya, habla.
—Ok… —se echó en su cama—… es sobre tu mamá.
—¿Qué tiene? —pregunté secamente. No me gustaba hablar de ella, yo lo consideraba innecesario.
—¿Cuándo se van a tratar como madre e hija? —cuestionó él.
—¿A qué se debe que toques ese tema?
—Porque estoy harto de que se traten así —respondió él—… por favor, ni si quiera se hablan, nada de nada.
—Sí nos hablamos —aclaré.
—¿Qué? —me miró él—, solamente para pedir cosas. Nada más.
—¿Habría alguna razón más?
—Claro que sí —contestó—, es tu mamá. Eres su hija. ¿Me entiendes?
—¿Por qué quieres hablar de esto? —me crucé de brazos y lo miré fijamente.
—Porque ya es momento que se traten como deben. Ya es hora, aparte tu mamá está embarazada, ¿me entiendes? Vas a tener un hermano…
—NO —lo interrumpí molesta—, lo siento, sé que es tu papá y tal vez te joda todo lo que voy a decir, pero un hermano mío sería el hijo de mi mamá y mi papá, por eso JAMÁS voy a tener un hermano. Pero el ser humano que mi mamá tiene en su vientre, es solamente un individuo que es hijo de ella. No tiene nada que ver conmigo.
—¿Escuchas cómo hablas? —la molestia era lo que predominaba en su mirada.
—Sí.
—Estamos hablando sobre una vida humana, no sobre un chicle que encontraste en la calle —me recordó.
—Sí sé, me doy cuenta —dije—, pero esa es la verdad. Y la verdad duele, la verdad jode, ¿cierto?
—Mira… quieres o no, va a ser tu hermano…
—Jam…
—Bueno, si quieres te lo pongo así —me interrumpió, justo después de que yo lo interrumpiera a él—, va a ser tu medio hermano. Quieras o no, no puedes hacer nada al respecto.
—Carajo, puede ser lo que tú quieras políticamente, pero ¿después? Te juro que simplemente odio su existencia sin si quiera conocerlo —descargué todos los sentimientos que tenía guardados desde el fondo de mi corazón.
—¡Puta, ________(tu nombre), escúchate antes de hablar!  —gritó él molesto.
—Ryan, la verdad duele. Y es lo que siento —me sinceré—, sé que está mal. Lo sé, pero es lo que yo siento.
—¿Por qué eres así? —preguntó—, ¿por qué tienes que ser tan indiferente con las demás personas?

“Buena pregunta”, pensé y admito que también quería decirlo, porque era cierto. Era una pregunta de la cuál –seguramente- muchas personas querrían saber la respuesta.

—Porque así soy —respondí estúpidamente.

Todo tiene un motivo en la vida, y este tiene demasiadas razones de ser. Para empezar, me siento de lo peor cada vez que lo recuerdo, cada vez que me doy cuenta que no estoy viviendo el cuento de hadas que muchos deseaban, cada vez que me doy cuenta de que no todo es perfecto y de que la vida no es como te la pintan, cada vez que me doy cuenta que tengo que tocar Tierra, que tengo que vivir el presente, porque el pasado no me sirve de nada ahora, solamente me lastima. Pero lo peor de todo esto es que no lo logro sabiendo que me daña.

—¿Y te sientes bien siendo así?
—Con todo lo que he vivido he aprendido a conformarme con las cosas que tienes o por como eres —respondí, pero era cierto—, me cansé de luchar y me conformo.
—Que asco que digas todo eso —me miró con decepción—, eres una persona conformista.
—¿Por qué asco? ¿Qué tiene de asqueroso? —él estaba que me buscaba, ¿quería pelear? No lo pensaba dejar con las ganas.
—Porque me da asco, porque tenía una idea completamente distinta sobre ti —contestó sin quitarme la mirada de encima—, completamente diferente.
—¿Cuál idea?
—Sobre una chica que luchaba por lo que quería hasta lograrlo, pero veo que me equivoco y realmente me da pena —me dijo con un sentimiento de pena hacia mí que realmente se notaba.
—¿Qué te hace pensar eso? —¿eso era lo que yo le había transmitido todo este tiempo que habíamos convivido? Pero bueno, a mí me da pena de que sea así, porque pensé que él jamás habría pensando eso de mí. Y realmente, me molesta porque me encantaría que sea así. Y si alguna vez fue así, ¿dónde quedó todo eso?
—Todo, todo, absolutamente todo —respondió—, no hay cosa que no me haya hecho pensar eso. Solamente por tu forma de ser, por tu forma de responder… y justo ahora me doy  cuenta de toda esa sorpresa.
—No entiendo como pudimos comenzar hablando de mi mamá y como terminamos en este tema —solamente lo corté porque me sentía incómoda al hablar de eso.
—Porque comenzaste a hablar de otras cosas —respondió él calmadamente.
—¿Yo? —cuestioné sin poderlo creer.
—Sí, tú.
—¿Sabes qué? —me di media vuelta para rime hacia mi habitación—, no entiendo porque mierda estoy acá gastando mi tiempo contigo. Hablando de problemas en los cuáles tú no tienes nada que ver.
—¿Te vas a poner así siempre? —quería hacerme razonar en este momento de brutalidad que estaba teniendo.
—Así parece, pero tú no me vas a decir que es lo correcto para mí y que no —le aclaré—, solamente te lo digo para que lo tengas bien en claro.
—¿Y esto es lo que vas a hacer toda tu vida? —preguntó—, ¿querer ganar a costa de todo sin importar que sepas que estás mal, que estás equivocada?
—Mira, yo no me meto en tu vida —comencé—, agradecería que ese trato fuera recíproco…
—Porque tal vez a ti yo no te importo —me interrumpió—, pero para tu mala suerte tú si me importas a mí.
—Pues, es mejor que no te importe porque debería de darte igual mi vida.
—Sí, pero no es así —dijo—, y realmente, por favor, date cuenta… solamente te quiero ayudar para que luego no te arrepientas de nada.
—¿Arrepentirme de qué? —cuestioné molesta—, no hay nada de que arrepentirme.
—Por favor, _______(tu nombre) si quieres miéntele a todos, pero a mí no me vas a engañar… —hizo una breve pausa, estaba molesto—, dime… ¿realmente eres feliz?
—Tú dime algo… ¿te importa demasiado? —no iba a dejar que me deje con la palabra en la boca.
—Sí, por eso te pregunto y no me evadas, ¿quieres?
—Sí, soy feliz —contesté rápidamente.
—¿De verdad?
—Sí —no sé porque comencé a sentir ese nudo en la garganta que me incomodaba tanto.
—¿Entonces por qué eres así?
—Jódete, mierda —dije con las lágrimas en los ojos y me fui de su cuarto, cerrando la puerta de un golpe.

(En mi habitación)

Realmente me sentía mal por todo lo que me había dicho. Y es que es raro, en un momento lo estoy amando por haberme dado —probablemente— el mejor consejo que podría haber recibido en toda mi vida, y ¿ahora? Solamente por hacerme ver las cosas tal y como son lo estoy odiando, pero sé que algún día se lo voy a agradecer, pero odio cuando me hace dar cuenta de que las cosas no son como yo quiero, como las sueño, como anhelo que fueran. Y es que él lo sabe, él sabe que me molesta y aun así lo hace, y sí, tal vez probablemente solamente quiere lo mejor para mí. Pero yo no quiero que él haga algo por mí.

Lo único que quería en este momento era a alguien, no me importa quien realmente, pero solamente quería estar con alguien a quien pudiera abrazar sin que me importara lo demás.

Mi celular sonó. Contesté rápidamente sin ver quién me estaba llamando.

—¿Aló? —dije con la voz entrecortada a causa de las lágrimas.
—_______(tu nombre) —escuché decir a una voz que amaba, que me encantaba, que me hacía suspirar.
—Justin… —aunque él no me pudiera ver en ese momento yo estaba sonriendo.
—¿Estás bien? —me preguntó.
—Emm… sí —mentí—, ¿por?
—No sé, es que tuve un presentimiento de que algo estaba mal —replicó.
—¿Dónde estás? —solamente quería saber si estaba cerca de mí para poder llamarlo.
—En mi casa —contestó.
—¿Puedes venir a mi casa o estás ocupado? —al parecer, él era esa persona.
—Ya, no te preocupes, en un ratito estoy ahí —me aseguró—, pero, ¿pasó algo?
—Solamente quiero verte, y ahí te explico todo.
—Está bien, pero no estés triste, ¿está bien? Una chica tan bonita como tú no debe de estar llorando —me sacó una sonrisa. Era maravilloso.
—¡Aww! Gracias Just, pero ven —le pedí.
—Ya estoy en camino, hablamos luego, ¿sí?
—Ya, no te preocupes, muchas gracias —y así estaría, eternamente agradecida.
—No me agradezcas, te quiero sonsita, adiós —colgó.

Cuando me dijo eso último me dejó algo tonta, y me hizo sentir lo mismo por él o hasta más, probablemente. Pero su forma de decirme las cosas, su forma de ser realmente me volvía loca. Y con el paso de los segundos me daba cuenta de que lo que sentía no era parte de una simple obsesión o de un simple capricho, era más que eso: un sentimiento.

Ahora no me importa si Christian se entera, pero solamente quiero poder sentirme bien con Justin, solamente tenerlo acá y sentir el calor de sus abrazos y la felicidad que él me causa con cada cosa que hace.

Fui hacia mi baño para mojarme un poco la cara y hacer que no parezca que haya llorado porque tenía toda la cara hinchada y roja; también para peinarme, pues andaba toda despeinada.

(En el baño)

Abrí el agua y con mis manos traté de retener un poco de agua para que, acto seguido, me mojé la cara. Luego me humedecí un poco el cabello y lo arreglé con las manos, y me peiné un poquito. Pero al verme en el espejo, en esa situación tan desastrosa —para mi gusto—, no podía aceptar el simple hecho que personas que pensaba que me querían habrían logrado tanto en mí, tal y como esto; y tampoco podía aceptar el hecho que yo había aceptado que me hicieran todo eso, o simplemente como me dijo Ryan había sido tan débil y había permitido que todo esto haya sucedido. Jode, ¿cierto? Yo me quejo, sí, pero, ¿quién dejó que todo esto pasara? Mmm… ¿la única culpable? Sí, yo.

Cuando terminé de arreglarme bajé hacia la cocina para tomar un vaso de agua; me hacía falta.

(En el comedor)

Llené un vaso con agua, y lo bebí instantáneamente, sin hacer pausa alguna.

Sonó el timbre de mi casa, así que solamente dejé el vaso en la mesa que había al centro de la cocina y comencé a caminar para ver quién era, aunque yo estaba más que segura que era Justin.

(En la sala)

Abrí la puerta, y lo vi ahí, tan perfectamente parado, con ese olor que siempre predominaba en él y que me volvía loca. Me estremecí completamente cuando lo vi, y solamente caí en sus brazos en un abrazo. No sé… tal vez solamente era la emoción de verlo y la emoción del momento, la emoción que me había ocasionado la conversación que había tenido con  Ryan, y también que me había dado cuenta que tal vez todo lo que él había dicho era cierto.

—¡Justin! —exclamé sonriente y emocionada a la vez.
—________(tu nombre) —sonrió él feliz y con ternura sin soltarme— ¿Qué pasó?
—…

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Capítulo dedicado a Andrea, Cristina, Claudia C. (Feliz cumpleaños atrasado, ojalá que la hayas pasado lindo :D), Iricita D' Bieber, Valen, Marti B., Lulu, Geraldine, Oriana, Aldana, 

Chicas, sé que me van a odiar, porque las dejé demasiado tiempo, pero el fin de semana pasado fue imposible de que les pudiera subir capítulo por todos los malditos exámenes, y por eso no me dio tiempo para nada. Y sí, el Lunes salí de vacaciones, pero no tenía ganas de hacer nada, tuve el peor día de mi vida. Luego, el Martes me castigó mi mamá y me fui de mi casa, y estuve todo el día con una amiga, y luego salí con mi abuelo hasta más o menos las 12 de la noche, y estaba muerta de sueño. Ayer Miércoles, no tenía internet porque la conexión estaba pésima y me puse a escribir. Pero chicas, prometo que aunque sea mañana les subiré un capítulo, trataré de hacerles un maratón para Navidad, como regalo. :) 

Chicas, no terminé de leer los comentarios porque eran demasiados y realmente quería subir un capítulo hoy, me quedé en el comentario de: Nathaly Jimenez. :) 

Jajaja, estaba leyendo los comentarios, y dos chicas se comenzaron a pelear, les juro que me cagué de la risa, jajaja, pero es cierto, amo a la chica que puso "PARA LA DE ARRIBA", ajaja, carajo, me hiciste la noche. 

Un favor, chicas, ¿les importaría votar por mi novela? http://unanoveladejustinbieberytu.blogspot.com/2011/12/novelas-nominadas-la-mejor-historia.html ji, si? 

Tefi's: Lo siento, pero no. Si quieres te ayudo a escribir una, solamente me dejas tu MSN y perfecto. :) 

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Preguntas:
1. ¿De dónde eres? ¿De Santiago? 
RPTA: No, para nada de Perú.
2. ¿Cuál es tu cuenta de Polyvore?
RPTA: Arriba de las preguntas dice, después de la cuenta de Twitter. Es que me da flojera decirlo otra vez, jaja. :) 
3. ¿Podrías subir capítulos más rápido?
RPTA: Sí, ahora que estoy de vacaciones, sí. :) 
4. ¿Puedo hacerte algunas sugerencias para tu novela?
RPTA: Sí, claro, todo fresh. :) Es mejor para mí. 
5. ¿Será posible de que Greyson Chance pueda aparecer en la novela?
RPTA: Lo siento, pero no. Es que no quiero que sea una novela que esté recargada de gente famosa, porque ese tipo de novelas no me gustan. 
6. ¿Christian terminó contigo o sólo se fue molesto?
RPTA: Solamente se fue porque estaba molesto.
7. ¿Tienes BlackBerry?
RPTA: Sí. 
8. ¿Te has dado cuenta que la canción "Crazier" de Taylor Swift describe perfectamente esta novela?
RPTA: Jajaja, ¿Crazier? Hace tiempo que no la escucho.
9. ¿________(tu nombre) es como tú?, me refiero... ¿eres rebelde, a veces dices malas palabras, a veces eres un poco malcriada, o en quién te inspiraste para crear el personaje? ¿O solamente lo inventaste?
RPTA: Bueno, en cierta parte __________(tu nombre) es como yo en algunas cosas, pero después solamente me inspiré en una chica que había sufrido demasiado y su única manera de descargarse era siendo tal y como es ahora. 
10. ¿Qué es lo que pasa con Christian?
RPTA: O sea, de que quieres a Christian, pero estás empezando a sentir cosas por Justin que realmente es amor. Como que Christian solamente queda en un gusto, y pt, un gusto es un gusto. Jaja, ¿me entiendes? :) 
11. Si hoy, hablando de unos años, te ofrecerían hacer un libro, ¿aceptarías?
RPTA: Claro que sí, amo escribir. (: 
12. ¿Te gusta la canción "Sexy and I know it"?
RPTA: Jajaja, claro, es mi canción. :) Jajajaja
13. ¿Eres McFlyer?
RPTA: Realmente creo que he escuchado solamente una canción de ellos y ni me acuerdo. 
14. ¿Alguna vez has leído un libro que te ha gustado demasiado?
RPTA: Sí, "Rebeldes" de Susan E. Hinton. El mejor libro de toda mi vida, lo amo. :) 
15. ¿_______(tu nombre) va a tener hijos con Justin?
RPTA: Jajaja, ¿y qué pasa si es estéril? 
16. ¿Cuándo terminas las clases?
RPTA: Las terminé el 19. 
17. ¿Va a aparecer otra vez Alex?
RPTA: No sé ): estoy pensando en eso, creo que sí, jaja. 
18. ¿Vas a escribir en Navidad?
RPTA: Noo, es Navidad, aparte, creo que voy a viajar. 
19. ¿Cómo se pone el controlador de visitas?
RPTA: Debes de entrar a "Diseño" y luego poner en Gadgets. 
20. ¿Tienes otro blog?
RPTA: Sí. http://ifyoujustdream.blogspot.com Pero no es de novelas. 

Vale