—No entiendo porque te sorprendes —le
dije—, todos lo hacen.
—¿Acaso tú lo haces? —cuestionó.
—¿Qué hablas? —dije—, yo soy la persona
más correcta del mundo, jamás me metería en esos vicios.
Alyssa comenzó a matarse de risa por la
forma en la que lo dije.
—Claro _______(tu nombre), tú siempre.
—Obviamente —dije—, sino ¿quién?
Fuimos caminando al baño y mientras lo
hacíamos, saqué mi celular para ver mis actualizaciones en BBM y también ver
mis notificaciones en Facebook.
—Mierda —susurré con un nudo en la
garganta.
Me moría de ganas de soltar una
lágrima, pero si empezaba así, ¿cómo diablos iba a terminar? Debía de ser
fuerte a como dé lugar.
—¿Qué pasó? —me preguntó Alyssa al
verme con los ojos completamente abiertos viendo mi celular.
—Nada —le dije.
“¿Nada?”, claro que sí. No era nada,
eran todos mis miedos resumidos en una sola imagen, bueno, era la imagen de
visualización de Chaz y Ryan, pero... Era Justin, bailando con una chica súper
pegados, como probablemente yo lo hubiera estado haciendo con Alex, pero era
distinto. Él estaba sonriendo, se le veía feliz, se miraban directamente a los
ojos y tenían las caras juntas, como si se hubieran besado después de la foto.
No voy a mentir, me dolió demasiado. No han pasado ni 24 horas y él ya está
haciendo eso. Y si es así en un comienzo, ¿cómo será luego? Como dicen: Lo que
mal comienza, mal termina, pero bueno,
seguiré disfrutando de esta fiesta sin importar nada más, al igual que todo
este viaje. Será un mes perfecto para olvidar, para imaginar que nunca sucedió
nada.
—Dime _______(tu nombre) —me exigió
Alyssa—, yo sé que ha pasado algo y tú sabes que puedes contar conmigo.
—Te lo digo luego —le dije, aunque no
pensaba hacerlo—, no es el momento más adecuado para hacerlo.
—Está bien —sonrió y me abrazó.
No estaba muy cómoda con ese abrazo,
porque cualquier persona que entrara podría darse cuenta que sucedió algo y eso
era lo que menos deseaba, pero ¿qué mierda importaba?
—¿Volvemos? —me preguntó Alyssa.
—Sí, mejor.
Salimos del baño y volvimos a la
fiesta.
Fin de la narración.
(En Atlanta)
Narra Ryan:
Ya íbamos por la segunda botella, pero
lo que me sorprendía era que a Justin no le quemara el estómago por todo el
alcohol y todavía seguido. Estaba más que seguro que después de esto iba a
terminar hecho mierda por todo el alcohol y más aún ahora que estábamos afuera
con todo este aire.
Llegó un punto en el que perdí la
cuenta y sencillamente ya no podía más porque era demasiado, así que me saqué la
manguera de la boca y vi que Justin todavía seguía. Me quedé totalmente
impactado, pero decidí tomarle una foto, para el recuerdo.
Pero cuando salí, escuché que todo el
mundo gritaba porque había logrado ganarme.
Fin de la narración.
(En __________(tu país)
Narras tú:
No sé porque, pero agarré y vi de nuevo
mi celular. Y vi que Ryan ya no tenía esa imagen sino a Justin haciendo embudo,
realmente me quedé estupefacta, porque según lo que él me había dicho, jamás
había tomado y no sé que tantas cosas, pero ahora me doy cuenta que las cosas
son absolutamente diferentes a como él me las planteaba. Y bueno si alguien me
preguntara que es lo que quería hacer en este preciso momento sería
sencillamente desear jamás haberlo conocido, porque no había pasado ni un solo
día desde que me fui y ya venía con idioteces yendo a una fiesta a
emborracharse. Y sí sé que yo no tendría que decir mucho al respecto, pues
también estaba en una fiesta y había tomado, pero fue sorpresa, pero estoy
segura que fue por su propia voluntad, bailó con esa zorra por voluntad propia
y tomó por la misma razón. ¡Vaamos! ¡Tiene 17 años, no es ningún niño al que se
le pueda manipular tan fácilmente! Creo que es lo suficientemente grande como
para tomar sus propias decisiones, pero desde ahora eso ya no me importaba más
y lo encontraba más como una bendición.
—Deja el celular —me dijo Alyssa—. Es
tu fiesta, ¡disfrútala!
—Lo sé —dije con una sonrisa guardando
el celular—, ¿vamos a bailar?
—¿En serio, _________(tu nombre)? —me
preguntó ella un poco sorprendida.
—Emmm… sí, ¿por qué? —pregunté un poco
extrañada y mirándola un poco raro.
—Porque unos meses atrás jamás te
hubiera escuchado decir eso —me respondió.
—Solamente vamos —le dije riendo por lo
que acababa de decir y sí, tenía razón.
Fuimos y nos pusimos a bailar, pero
mientras lo hacía me puse a observar a muchas personas que estaban alrededor
mío, sonreía y no sé si mi cara había cambiado o algo parecido, pero me parecía
y no es por imaginarme ni nada, pero habían muchos chicos que me miraban y me
sonreían. Eso de cierta manera, me hacía sentir muchísimo mejor, pues me doy
cuenta que una sola persona no existe en el mundo para mí.
—Todos los chicos te están viendo —confirmó
mi pensamiento Alyssa.
—Eso creo —le dije—, pero lo raro es
que mi cara sigue igual.
—¡Ay! —comenzó a reírse exageradamente—,
pero eres hermosa, siempre o has sido, siempre te lo hemos dicho.
—Sí sé que soy hermosa —dije con aires
de grandeza, muy sobreactuada, de broma—, pero antes no me miraban de la misma
manera.
—Siempre te han mirado, sencillamente
que ahora estás más arreglada de lo normal y te ves demasiado hermosa —me dijo.
Ese comentario me enterneció demasiado,
me hizo sentir bien.
—Gracias, ¡qué linda! —exclamé
sonriendo.
Me di cuenta que yo no buscaba una
relación en lo absoluto, sólo quería divertirme. Era lo único que quería hacer
ahora. Finalmente, soy joven y para enamorarme voy a tener mucho tiempo, pero
ahora es el momento de disfrutar. Y aparte, quién se enamora, es quien se lleva
la peor parte y bueno no quiero que sea así.
—Oye, y ¿cómo está Veronica? —me
preguntó Alyssa.
—Bien —le dije—, aunque debería de
llamarla para decirle que sigo viva.
—¿No han hablado desde que viajaste? —preguntó.
—No, no he hablado con nadie que no sea
mi mamá para decirle que llegué bien —le conté.
—¿Por qué?
—Porque llegué cansada y con hambre y
me quedé dormida hasta llegar acá y tampoco tenía ganas de hablar.
—Bueno —me miró un poco extrañada.
Supuse que pensó que yo tenía problemas
en Atlanta y que probablemente no tenía ni un solo amigo, sólo bastaba con
verla a los ojos.
—Mira, justo me está hablando —le dije.
Vi que me habló por Whatsapp, pero
decidí leerlo luego, ahora estaba en mi fiesta, no iba a malgastar el tiempo
cuando podía hacerlo luego.
—¿No le vas a contestar? —preguntó.
—No, estoy acá en mi fiesta con
ustedes, quiero disfrutarlo.
(En Atlanta)
Narra Caitlin:
Chaz y yo estábamos sentados en las
escaleras, realmente me sentía mareada, aunque él no lo estaba tanto.
—Justin está demasiado mal —le dije a
Chaz—, ¿por qué no lo llevamos ya?
—No, tiene para un rato más —me dijo
él.
—Está demasiado mal —repetí— no puedo
contar todas las chicas con las que ha bailado y parece una chimenea andante
con todos los cigarrillos que está fumando. No me sorprendería si fumó
marihuana o algo así.
—Lo dudo —me dijo riendo—, está ebrio
pero no es para tanto.
—Pero ¿y _________(tu nombre)? —pregunté,
debían de preocuparse un poco más por Justin.
Vi que Justin se acercaba a nosotros
dos, así que dejé de hablar de esto.
—Caitlin, préstame tu celular.
—¿Para qué?
—Quiero llamar a Selena y no tengo
saldo, debe estar preocupado por mí.
—¿Para qué la vas a llamar? —le
pregunté extrañadísimo.
—¡Porque la amo! —grité—, o tú Chaz.
—No seas estúpido —le dije
Justin agarró el celular de Chaz y
llamó a Selena. Chaz solamente se quedó mirando, parece que quería divertirse.
—¿No le vas a decir nada? —pregunté yo
un poco molesta.
—¿Para qué? ¡Que se divierta!
—¿Eso que tiene ver con diversión? No
seas estúpido, ¡piensa más en él! Es tu amigo, ¿qué te pasa? Se va a humillar y
aparte Selena podría decir algo —le reclamé molesta.
—Ay, deja de hablar así y ven.
Justin ya estaba lejos, tanto él como
nosotros estaba más que segura que no estaba consciente de muchas cosas de las
que sucedían.
—¿Voy? ¿Adon…
Antes de que pudiera terminar la
palabra, él ya estaba besándome. Besaba realmente bien, y no tenía intención
alguna de que este beso terminara tan rápido. A medida que los segundos
transcurrían, el beso se hacía cada vez más intenso.
—¿Quieres ir a otro lugar? —susurró él
entre besos.
—¿Adónde? —pregunté en susurros.
—Tú dime —y continúo besándome.
Fin de la narración.
Narra Justin:
—¿Aló? —escuché del otro lado de la línea.
—Selena.
—¿Justin? —cuestionó ella.
—Sí.
—¿Qué pasa?
—Te extraño mucho —fui ahí cuando me puse a llorar.
—Pero nos vimos el otro día —me dijo.
—Pero no es lo mismo, yo te extraño demasiado —dije—, ¿por qué no
volvemos a intentarlo?
—¿A intentarlo? —preguntó ella realmente asombrada—, pero el otro día
estabas con una chica y no creo que sea correcto.
—¿Qué chica? —pregunté.
—No sé como se llamara —me dijo—, pero estaban juntos y se enojó porque
nos saludamos.
Realmente no tenía ni la mínima idea de
quién estaba hablando ella, yo no he salido con ninguna chica desde que estuve
con Selena.
—Pero Selena, te extraño —comencé a alzar la voz y a llorar más
desesperadamente.
—Pero yo no.
—¿Por qué?
—Porque no y realmente no es cómodo hablar contigo.
—¿Qué tienes?
—No me siento cómoda hablando contigo y pienso que es mejor no hacerlo,
como lo estábamos haciendo —me dijo ella—, ¿acaso tú no lo crees?
—No, porque te adoro.
—Justin, no es por ser grosera pero a mí no me interesa lo que llegues a
sentir o no.
—Putamadre y por esto es que me debí de quedar con las otras tres chicas
con las que me besé mientras estaba contigo, obviamente mejores que tú en todo
sentido.
—¿Tres chicas? —cuestionó ella incrédula.
—O más, tampoco me voy a acordar de cada una de ellas.
—¿De verdad?
—Obviamente, ¿tú crees que iba a estar siempre para ti y sólo para ti?
—Tú si que eres un imbécil.
—Di lo que quieras, pero al menos ahora lo sabes.
—Eres un patán, ¡te lo juro!
—Pero así me amaba… ¿Aló?... ¿Aló?... ¿Aló?
Fue ahí cuando me di cuenta que Selena
me había colgado el celular y vi a Ryan cerca, estaba besándose con Payton,
pero no me interesó en lo más mínimo pues fui corriendo a jalarlo.
—Ryan, ¡Selena me colgó! Porque le dije
que la había engañado…
—¿Qué le dijiste qué? —preguntó él
asombrado.
—Es que me estaba hablando mal y yo
sólo le dije que la extrañaba, pero la verdad es que la adoro.
Fin de la narración.
(En _________(tu país))
Narras tú:
Algunos chicos me sacaron a bailar y
pues, acepté. Ya eran las 3:30AM y ya todos se habían ido. Yo estaba muerta de
cansancio y me encontraba en el carro de mis abuelos rumbo a mi casa. El viaje
fue corto, y sin darme cuenta ya habíamos llegado a casa.
—Gracias por la fiesta —los abracé a
ambos— realmente fue asombroso, la pasé bien, no me lo pude a ver imaginado,
¡fue demasiado! Y ver a todos mis amigos después de tiempo lo fue todo,
muchísimas gracias, ¡los adoro! —me puse a llorar de la emoción por lo feliz
que estaba.
—Nos alegra que te haya gustado —me
dijo ________(tu abuela).
Después de intercambiarnos esas
palabras tan hermosas, subí a mi habitación a ponerme pijama y una vez después
de hacer todo eso me puse a ver lo que me había dicho por Veronica por
Whatsapp, pero apenas estaba por la mitad comencé a llorar, realmente no podía
más…