lunes, 28 de enero de 2013

Cap. 115°: "Lo mal empieza, mal termina"


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—No entiendo porque te sorprendes —le dije—, todos lo hacen.
—¿Acaso tú lo haces? —cuestionó.
—¿Qué hablas? —dije—, yo soy la persona más correcta del mundo, jamás me metería en esos vicios.

Alyssa comenzó a matarse de risa por la forma en la que lo dije.

—Claro _______(tu nombre), tú siempre.
—Obviamente —dije—, sino ¿quién?

Fuimos caminando al baño y mientras lo hacíamos, saqué mi celular para ver mis actualizaciones en BBM y también ver mis notificaciones en Facebook.

—Mierda —susurré con un nudo en la garganta.

Me moría de ganas de soltar una lágrima, pero si empezaba así, ¿cómo diablos iba a terminar? Debía de ser fuerte a como dé lugar.

—¿Qué pasó? —me preguntó Alyssa al verme con los ojos completamente abiertos viendo mi celular.
—Nada —le dije.

“¿Nada?”, claro que sí. No era nada, eran todos mis miedos resumidos en una sola imagen, bueno, era la imagen de visualización de Chaz y Ryan, pero... Era Justin, bailando con una chica súper pegados, como probablemente yo lo hubiera estado haciendo con Alex, pero era distinto. Él estaba sonriendo, se le veía feliz, se miraban directamente a los ojos y tenían las caras juntas, como si se hubieran besado después de la foto. No voy a mentir, me dolió demasiado. No han pasado ni 24 horas y él ya está haciendo eso. Y si es así en un comienzo, ¿cómo será luego? Como dicen: Lo que mal comienza,  mal termina, pero bueno, seguiré disfrutando de esta fiesta sin importar nada más, al igual que todo este viaje. Será un mes perfecto para olvidar, para imaginar que nunca sucedió nada.

—Dime _______(tu nombre) —me exigió Alyssa—, yo sé que ha pasado algo y tú sabes que puedes contar conmigo.
—Te lo digo luego —le dije, aunque no pensaba hacerlo—, no es el momento más adecuado para hacerlo.
—Está bien —sonrió y me abrazó.

No estaba muy cómoda con ese abrazo, porque cualquier persona que entrara podría darse cuenta que sucedió algo y eso era lo que menos deseaba, pero ¿qué mierda importaba?

—¿Volvemos? —me preguntó Alyssa.
—Sí, mejor.

Salimos del baño y volvimos a la fiesta.

Fin de la narración.

(En Atlanta)

Narra Ryan:

Ya íbamos por la segunda botella, pero lo que me sorprendía era que a Justin no le quemara el estómago por todo el alcohol y todavía seguido. Estaba más que seguro que después de esto iba a terminar hecho mierda por todo el alcohol y más aún ahora que estábamos afuera con todo este aire.

Llegó un punto en el que perdí la cuenta y sencillamente ya no podía más porque era demasiado, así que me saqué la manguera de la boca y vi que Justin todavía seguía. Me quedé totalmente impactado, pero decidí tomarle una foto, para el recuerdo.

Pero cuando salí, escuché que todo el mundo gritaba porque había logrado ganarme.

Fin de la narración.

(En __________(tu país)

Narras tú:

No sé porque, pero agarré y vi de nuevo mi celular. Y vi que Ryan ya no tenía esa imagen sino a Justin haciendo embudo, realmente me quedé estupefacta, porque según lo que él me había dicho, jamás había tomado y no sé que tantas cosas, pero ahora me doy cuenta que las cosas son absolutamente diferentes a como él me las planteaba. Y bueno si alguien me preguntara que es lo que quería hacer en este preciso momento sería sencillamente desear jamás haberlo conocido, porque no había pasado ni un solo día desde que me fui y ya venía con idioteces yendo a una fiesta a emborracharse. Y sí sé que yo no tendría que decir mucho al respecto, pues también estaba en una fiesta y había tomado, pero fue sorpresa, pero estoy segura que fue por su propia voluntad, bailó con esa zorra por voluntad propia y tomó por la misma razón. ¡Vaamos! ¡Tiene 17 años, no es ningún niño al que se le pueda manipular tan fácilmente! Creo que es lo suficientemente grande como para tomar sus propias decisiones, pero desde ahora eso ya no me importaba más y lo encontraba más como una bendición.

—Deja el celular —me dijo Alyssa—. Es tu fiesta, ¡disfrútala!
—Lo sé —dije con una sonrisa guardando el celular—, ¿vamos a bailar?
—¿En serio, _________(tu nombre)? —me preguntó ella un poco sorprendida.
—Emmm… sí, ¿por qué? —pregunté un poco extrañada y mirándola un poco raro.
—Porque unos meses atrás jamás te hubiera escuchado decir eso —me respondió.
—Solamente vamos —le dije riendo por lo que acababa de decir y sí, tenía razón.

Fuimos y nos pusimos a bailar, pero mientras lo hacía me puse a observar a muchas personas que estaban alrededor mío, sonreía y no sé si mi cara había cambiado o algo parecido, pero me parecía y no es por imaginarme ni nada, pero habían muchos chicos que me miraban y me sonreían. Eso de cierta manera, me hacía sentir muchísimo mejor, pues me doy cuenta que una sola persona no existe en el mundo para mí.

—Todos los chicos te están viendo —confirmó mi pensamiento Alyssa.
—Eso creo —le dije—, pero lo raro es que mi cara sigue igual.
—¡Ay! —comenzó a reírse exageradamente—, pero eres hermosa, siempre o has sido, siempre te lo hemos dicho.
—Sí sé que soy hermosa —dije con aires de grandeza, muy sobreactuada, de broma—, pero antes no me miraban de la misma manera.
—Siempre te han mirado, sencillamente que ahora estás más arreglada de lo normal y te ves demasiado hermosa —me dijo.

Ese comentario me enterneció demasiado, me hizo sentir bien.

—Gracias, ¡qué linda! —exclamé sonriendo.

Me di cuenta que yo no buscaba una relación en lo absoluto, sólo quería divertirme. Era lo único que quería hacer ahora. Finalmente, soy joven y para enamorarme voy a tener mucho tiempo, pero ahora es el momento de disfrutar. Y aparte, quién se enamora, es quien se lleva la peor parte y bueno no quiero que sea así.

—Oye, y ¿cómo está Veronica? —me preguntó Alyssa.
—Bien —le dije—, aunque debería de llamarla para decirle que sigo viva.
—¿No han hablado desde que viajaste? —preguntó.
—No, no he hablado con nadie que no sea mi mamá para decirle que llegué bien —le conté.
—¿Por qué?
—Porque llegué cansada y con hambre y me quedé dormida hasta llegar acá y tampoco tenía ganas de hablar.
—Bueno —me miró un poco extrañada.

Supuse que pensó que yo tenía problemas en Atlanta y que probablemente no tenía ni un solo amigo, sólo bastaba con verla a los ojos.

—Mira, justo me está hablando —le dije.

Vi que me habló por Whatsapp, pero decidí leerlo luego, ahora estaba en mi fiesta, no iba a malgastar el tiempo cuando podía hacerlo luego.

—¿No le vas a contestar? —preguntó.
—No, estoy acá en mi fiesta con ustedes, quiero disfrutarlo.

(En Atlanta)

Narra Caitlin:

Chaz y yo estábamos sentados en las escaleras, realmente me sentía mareada, aunque él no lo estaba tanto.

—Justin está demasiado mal —le dije a Chaz—, ¿por qué no lo llevamos ya?
—No, tiene para un rato más —me dijo él.
—Está demasiado mal —repetí— no puedo contar todas las chicas con las que ha bailado y parece una chimenea andante con todos los cigarrillos que está fumando. No me sorprendería si fumó marihuana o algo así.
—Lo dudo —me dijo riendo—, está ebrio pero no es para tanto.
—Pero ¿y _________(tu nombre)? —pregunté, debían de preocuparse un poco más por Justin.

Vi que Justin se acercaba a nosotros dos, así que dejé de hablar de esto.

—Caitlin, préstame tu celular.
—¿Para qué?
—Quiero llamar a Selena y no tengo saldo, debe estar preocupado por mí.
—¿Para qué la vas a llamar? —le pregunté extrañadísimo.
—¡Porque la amo! —grité—, o tú Chaz.
—No seas estúpido —le dije

Justin agarró el celular de Chaz y llamó a Selena. Chaz solamente se quedó mirando, parece que quería divertirse.

—¿No le vas a decir nada? —pregunté yo un poco molesta.
—¿Para qué? ¡Que se divierta!
—¿Eso que tiene ver con diversión? No seas estúpido, ¡piensa más en él! Es tu amigo, ¿qué te pasa? Se va a humillar y aparte Selena podría decir algo —le reclamé molesta.
—Ay, deja de hablar así y ven.

Justin ya estaba lejos, tanto él como nosotros estaba más que segura que no estaba consciente de muchas cosas de las que sucedían.

—¿Voy? ¿Adon…

Antes de que pudiera terminar la palabra, él ya estaba besándome. Besaba realmente bien, y no tenía intención alguna de que este beso terminara tan rápido. A medida que los segundos transcurrían, el beso se hacía cada vez más intenso.

—¿Quieres ir a otro lugar? —susurró él entre besos.
—¿Adónde? —pregunté en susurros.
—Tú dime —y continúo besándome.

Fin de la narración.

Narra Justin:

—¿Aló? —escuché del otro lado de la línea.
—Selena.
—¿Justin? —cuestionó ella.
—Sí.
—¿Qué pasa?
—Te extraño mucho —fui ahí cuando me puse a llorar.
—Pero nos vimos el otro día —me dijo.
—Pero no es lo mismo, yo te extraño demasiado —dije—, ¿por qué no volvemos a intentarlo?
—¿A intentarlo? —preguntó ella realmente asombrada—, pero el otro día estabas con una chica y no creo que sea correcto.
—¿Qué chica? —pregunté.
—No sé como se llamara —me dijo—, pero estaban juntos y se enojó porque nos saludamos.

Realmente no tenía ni la mínima idea de quién estaba hablando ella, yo no he salido con ninguna chica desde que estuve con Selena.

—Pero Selena, te extraño —comencé a alzar la voz y a llorar más desesperadamente.
—Pero yo no.
—¿Por qué?
—Porque no y realmente no es cómodo hablar contigo.
—¿Qué tienes?
—No me siento cómoda hablando contigo y pienso que es mejor no hacerlo, como lo estábamos haciendo —me dijo ella—, ¿acaso tú no lo crees?
—No, porque te adoro.
—Justin, no es por ser grosera pero a mí no me interesa lo que llegues a sentir o no.
—Putamadre y por esto es que me debí de quedar con las otras tres chicas con las que me besé mientras estaba contigo, obviamente mejores que tú en todo sentido.
—¿Tres chicas? —cuestionó ella incrédula.
—O más, tampoco me voy a acordar de cada una de ellas.
—¿De verdad?
—Obviamente, ¿tú crees que iba a estar siempre para ti y sólo para ti?
—Tú si que eres un imbécil.
—Di lo que quieras, pero al menos ahora lo sabes.
—Eres un patán, ¡te lo juro!
—Pero así me amaba… ¿Aló?... ¿Aló?... ¿Aló?

Fue ahí cuando me di cuenta que Selena me había colgado el celular y vi a Ryan cerca, estaba besándose con Payton, pero no me interesó en lo más mínimo pues fui corriendo a jalarlo.

—Ryan, ¡Selena me colgó! Porque le dije que la había engañado…
—¿Qué le dijiste qué? —preguntó él asombrado.
—Es que me estaba hablando mal y yo sólo le dije que la extrañaba, pero la verdad es que la adoro.

Fin de la narración.

(En _________(tu país))

Narras tú:

Algunos chicos me sacaron a bailar y pues, acepté. Ya eran las 3:30AM y ya todos se habían ido. Yo estaba muerta de cansancio y me encontraba en el carro de mis abuelos rumbo a mi casa. El viaje fue corto, y sin darme cuenta ya habíamos llegado a casa.

—Gracias por la fiesta —los abracé a ambos— realmente fue asombroso, la pasé bien, no me lo pude a ver imaginado, ¡fue demasiado! Y ver a todos mis amigos después de tiempo lo fue todo, muchísimas gracias, ¡los adoro! —me puse a llorar de la emoción por lo feliz que estaba.
—Nos alegra que te haya gustado —me dijo ________(tu abuela).

Después de intercambiarnos esas palabras tan hermosas, subí a mi habitación a ponerme pijama y una vez después de hacer todo eso me puse a ver lo que me había dicho por Veronica por Whatsapp, pero apenas estaba por la mitad comencé a llorar, realmente no podía más… 

domingo, 20 de enero de 2013

Cap. 114°: Nada más que sorpresas...


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"La vida está llena de sorpresas".

¿Qué tal si ha salido? Probablemente Ryan lo está corrompiendo, aunque no creo, seguramente mañana tiene muchas cosas que hacer y tiene que dormir temprano o tal vez se quedó jugando algún videojuego o no lo sé. Podría imaginarme un montón de cosas, pero no quiero incomodarlo al preguntarle. Creo que lo mejor sería hablar con él, pues tampoco quisiera estar con el celular todo el rato, sería incómodo.

—Mira quién te espera… —me dijo ella mirando con una sonrisa y una mirada desafiante.
—Mierda —susurré.

En mi cabeza estaba maldiciendo a todo el mundo por tenerlo enfrente mio. Es decir, una viene de vacaciones al lugar donde ha vivido toda su vida para relajarse, visitar a sus amigos, olvidarse de algunos problemas que tuvo, tratar de vivir como antes, pero ¡NO! Todo lo que encuentro desde que llegué son sorpresas, sorpresas y más… ¡SORPRESAS! Sólo quiero estar tranquila un segundo, pero no, sólo estaba hablando con mi mejor amiga y de la nada… ¡aparece! Lo que menos quería hacer cuando viniera sería sentir todas estas cosas, pero no, justo ahora es cuando más me pongo a sentir cosas  que pensé enterradas, bueno… ¡ni enterradas! Sencillamente que pensé que jamás habían existido.

*(Chicas, estuve buscando como tonta en todos los capítulos de la novela, pero no lo llegué a encontrar. ¿Se acuerdan que una vez en un capítulo puse como que un flashback de lo que había ocurrido en el pasado con un chico cuando vivías en _______(tu país), creo que se llama Gianfranco o algo así, ¿ustedes se acuerdan? Si es así, ¿lo pueden poner en los comentarios? ¡Por favoooor! Como no me acuerdo, pondré Gianfranco porque estoy casi segura que era él, pero no del todo, ji).

—¡_________(tu nombre)! —exclamó él y sentí un escalofrío recorriendo todo mi cuerpo cuando se acercó a abrazarme—, ¡estás hermosa!
—Gracias —respondí, mientras lo abrazaba a él también—, Gianfranco, ¿cómo has estado?
—Bieen, tranquilo acá —dijo mirándome de pies a cabeza una vez que me soltó—, ¿y tú cómo has estado allá en Atlanta?
—Bueno, bien en lo posible —dije sonriendo—, tú sabes… sencillamente no es lo mismo aunque ya me acostumbré un poco.
—Sí bueno, debe ser difícil —dijo—, pero ahora estás acá y escuché que luego te irías a Londres con Ximena y no sé quiénes más.
—Sí, de viaje por mis quince años —le dije demostrando la emoción que tenía dentro mío—, no quería fiesta.
—Eso imaginé —me dijo él—, pero esto será como tu fiesta, por así decirlo.
—Sí, supongo —sonreí.
—No tienes ni la mínima idea de como se sintió que no estabas presente —me dijo casi en la oreja.

Supongo que en ese momento Ximena sintió que estaba sobrando o eso supuse, ya que yo sabía de antemano que las intenciones de Gianfranco de ir a saludarme no eran sólo preguntarme cómo estaba, sino algo más. No había que ser muy inteligente ni astuta.

(En Atlanta)

Narra Justin:

Nos encontrábamos los 5 metido en una conversación larga, como las de antes. Tomábamos mientras hablábamos, bueno creo que yo era el único que tomaba. Los demás sólo habían tomado un poco comparado a mí.

—Justin, hueles demasiado a alcohol —me dijo Caitlin.
—Sí man —agregó Ryan—,  acuérdate que de acá tenemos que ir a la fiesta.
—Estoy bien —le dije.

Estaba completamente bien. Estaba completamente consciente de lo que hacía y que decía, sabía perfectamente todo lo que estaba sucediendo a mí alrededor. Sólo me sentía un poquito más alegre de lo normal o eso creo yo, aunque normalmente yo era una persona alegre.

—Mira aaah, que nadie te va a llegar a tu casa cargado en vez de ir a una fiesta —me dijo Ryan.
—Esos momentos dorados que nunca volverán —dijo Chaz como un idiota sonriendo con anhelo.

Las chicas comenzaron a reírse de lo que había dicho Chaz y la cara que había puesto.

—Parecen que ustedes estuvieran fueran los que están borrachos —dije yo.
—Tampoco exageres —dijo Ryan.

Ellos seguían bebiendo y yo me serví un poco de whisky, mientras los demás tomaban vodka con jugo de naranja creo. No me fijé. Yo preferí tomar una cerveza. Y en ese momento me fijé en las botellas, y ya no había casi nada de vodka. Las cervezas estaban por acabarse. No podía dejar de hablar, pero por momentos me acordaba de ella, pero por un momento decidí ya dejar de pensar un segundo a ver si funcionaba, aunque probablemente sería en vano, pero ¿qué más da? No voy a mentir, ¡la estoy pasando de puta madre!

—¿Tienes papas? —le pregunté a Chaz.
—¿Fritas? —me preguntó—. Hay una bolsa en la alacena. Si quieres tráelas.
—Eso era lo que pensaba hacer.

Me paré a la cocina y fui en busca de las papas fritas. Tenía hambre, pero mientras hacía eso me detuve un momento a ver mi celular. Claro, habían demasiados mensajes, pero ninguno de ella. Decidí ignorarlo e ir corriendo por las papas y volver a la sala donde estaban todos.

(En _________(tu país))

—¿Qué hora es? —pregunté.
—Ya son las 12 —respondió Gianfranco.
—¡Qué rápido se pasó el tiempo! —exclamé.
—Dicen que cuando uno hace algo que disfruta realmente el tiempo pasa volando…
—Así parece —dije, pero obviamente no lo decía por él.

Tal vez él pensaba que lo había extrañado, que todas las noches pensé en él, pues lo conozco y sé que tan “alucinado” por así decirlo, puede llegar a ser. Sólo pensé una vez en él. Nada más, como en cualquier otra persona.

—Sí —sonrió—, parece que te estuviste divirtiendo mucho en Atlanta.
—¿Por qué dices eso? —le pregunté curiosamente, o sea,  ¿qué se podría haber enterado él?
—Salieron unas fotos tuyas en unas revistas, también en internet junto a Justin Bieber.

En ese momento me puse a recordar cuando a veces salía con Justin y aparecían los fotógrafos a tomarnos fotos en la primera oportunidad que tuvieran.

—¿Quién lo pensaría, no? —preguntó Gianfranco—, realmente nos impresionó a todos.
—Mmm… supongo —dije pensando en Justin, casi en un suspiro, pero supe aparentarlo.
—¿Y cómo así lo conociste?
—Lo conocí por Ryan, el hermano del esposo de mi mamá —le dije, aunque pude haber dicho “hermanastro”, pero realmente no me gustaba esa palabra y no quería verlo desde esa manera—, son mejores amigos.
—Recuerdo a ver escuchado algo así —me dijo él, aunque no sé dónde pues jamás he hablado de eso en clases cuando estudiaba aquí.


En ese momento me puse a pensar en lo pequeño que era el mundo. Probablemente él ni ninguno de mis ex compañeros podían de salir del asombro cuando se enteraron. Yo tampoco lo hubiera podido hacer. Es como que uno de tus amigos se mude al extranjero y de pronto conozca a un famoso. Es raro, ¿me entiendes? Pero yo soy de la idea de que las cosas ocurren con algo, con un propósito.

—Ah Ok.

Realmente no sabía que decir. Él era un chico muy bonito, muy agradable a la vista, terminaba siendo agradable para la gran mayoría de chicas, y también para mí. Pero realmente su forma de ser la mataba un poco, no me agradaba, pero podía ser bueno cuando se lo propusiera.

Lo miré y vi que se veía un poco incómodo, supongo que fue por la manera en la que le contesté.

—Disculpa —le dije—, no quiero ser cortante, sencillamente que no sé qué decir.
—No te preocupes —me sonrió.

Ahora lo encontraba un poco más calmado que cuando “convivíamos” en un mismo salón por así decirlo. Es diferente ver a una persona todos los días y que de pronto las veas después de mucho tiempo. La diferencia del tiempo se siente, supongo que a él le pasó lo mismo, sólo que como digo una vez más: yo no lo extraño y dudo hacerlo en un futuro y si lo llegara a hacer, sería en un muy lejano o probablemente cuando esté drogada.

—Mira —me dijo él interrumpiendo mi pensamiento.
—¿Qué?

Justo en ese momento fue cuando vi a Ximena besándose con un chico al cual nunca había visto en mi vida, así que supongo que esto se sumará a la lista de cosas que me tenían que contar, pero también pienso que una de las cosas que la impulsó a actuar así fue el alcohol.

—¿Quién es? —pregunté sin salir de mi asombro y con los ojos abiertos como platos.
—Es un chico… mmm… ¿cómo se llama? —se preguntaba él mismo—, realmente no me acuerdo. Pero sí he escuchado hablar de él.
—¿Es mayor que ella?
—Sí, por como 3 años, algo así, aunque tampoco tan exagerado.

A Ximena siempre le habían gustado los chicos que son un poco más grandes que ella, a mí también, aunque no puedo decir que me gusten, sencillamente que me agradaban más que los de mi edad, por la madurez y sobretodo que terminaban siendo más atractivos físicamente.

—No pierde el tiempo —concluí.
—Definitivamente no —dijo Gianfranco mientras observábamos esa escena.

Sólo volteé a mirarlo con una sonrisa en el rostro, lo vi demasiado atractivo, lo cuál me pareció raro. No digo que no lo sea, sencillamente que jamás lo vi de la misma forma que lo estoy haciendo ahora. Aunque lo positivo de todo esto era que él se moría por mí, creo que siempre lo haría y ahora no hacía nada más que demostrarlo.

Cuando él se dio cuenta que lo estaba mirando rápidamente volteé la mirada y miré a varios lados para hacerme la disimulada. Vi a mis abuelos conversando con otras personas, supuse que aún tendríamos mucho tiempo en esta fiesta. Más bien, seremos los últimos en irnos.

—¡Qué raro verlos juntos!

(En Atlanta)

Narra Justin:

—¿Qué hora es? —pregunté—, ¿cuánto falta?
—Ya estamos a una cuadra —respondió Ryan una vez más, mientras manejaba.
—Eso dijiste hace 5 minutos.
—Hace 5 minutos ni siquiera nos habíamos subido a la camioneta —me dijo él— y desde hace mucho antes estás que preguntas eso como un niño.
—¡Qué exagerado! —exclamé.

Estaba sentado en el asiento de atrás entre Payton y Caitlin. Estaba recostado encima de Caitlin, no sé si le molestara o no, pero realmente no me interesaba, estaba cómodo y punto.

—¡Mieeeeeeeeeeeerda! —grité.

Ryan había frenado en seco y me caí en el hueco que hay entre los asientos delanteros y traseros, y sin querer jalé a Payton de su polo.

—¡Justin! —gritó ella.

Apenas pude verla y se le notaba el brassier, supuse que se enojó por eso.

—Perdón —dije.
—¡Al fin! —exclamó Caitlin saliendo del carro dejándome tirado.

La música sonaba demasiado fuerte, la fiesta ya habría empezado hace un buen rato, aunque no tanto. Eran las 12:30, todavía había mucho tiempo para divertirse. Me levanté a como dé lugar, sólo quería salir y bailar, así que seguí a Ryan y a Chaz.

Tenía que decir que habían demasiadas personas, pero sentí un poco de alivio, porque la mayoría era gente que conocía y no diría “¡Justin Biebeeeeeer!”, sino simplemente Justin.


Apenas entramos pude ver a demasiadas chicas, eran hermosas. Aunque hacía un poco de frío porque estaba empezando el invierno. Estaban la gran mayoría con jeans apretados y polos que dejaban ver su escote.

Vi que Chaz apenas llegó se fue a bailar con chica, mientras Caitlin lo miraba con celos. Sólo alcancé a sonreír  y fue justo cuando Ryan llegó con una chica realmente bella.

—Él es Justin —me presentó.

Yo me puse un poco nervioso porque apareció de improvisto, dentro mío pensaba: “¡Ryan de mierda! ¿Por qué haces esto?”, pero fue justo cuando las ganas de bailar me ganaban.

—¿Vamos? —me dijo ella coquetamente y le agarré la mano para ir a bailar.

Fin de la narración.

(En _________(tu país))

—¿Celoso? —preguntó Gianfranco.
—¿De ti? —cuestionó— nunca.

Ellos eran amigos, no puedo decir que los mejores, pero a veces se juntaban para salir, así que supuse que estaban bromeando.

—¿Vamos a bailar? —me preguntó Alex.

Yo me puse un poco roja, pero dudo que se haya dado cuenta, pues hacía mucho calor y cualquiera pensaría que es por eso, aunque no le respondí. Realmente me daba vergüenza hacer el ridículo una vez más.

—¿O prefieres quedarte sentada? —me preguntó otra vez al ver que no había dicho nada.
—Vamos… claro, si no te molesta —dije mirando a Gianfranco.
—Corre, no te preocupes —me dijo él.

Nos paramos y fuimos a bailar. Yo me agarraba el cabello y temía que de ser liso pasara nuevamente a ser rizado, pero estaba nerviosa y era una “buena manera” —o eso creía yo— de disimularlo. Él poco a poco se acercaba a mí, trataba de acercarse cada vez un poco más y más.

—¡Qué bonita sonrisa tienes! —dijo él mirándome, mientras yo sonreía torpemente para dejar de verme un poco ridícula.

Sólo sonreí nuevamente, sin agradecerle el cumplido. Mientras pasaban los minutos, me ponía cada vez un poco más nerviosa pues lo tenía cerquísima y él me agarraba la mano.



—Estoy un poco raro —confesó—, hace un rato fui con los chicos y no sé qué me dieron de fumar.

Por un momento pensé que había fumado marihuana, lo cuál no me impresionaba pues conocía a mucha gente de aquí que lo hacía y pues, más aún en una fiesta.

—¿Marihuana? —cuestioné con una carcajada para no incomodarlo tanto.
—No lo sé —dijo él desconcertado—, parecía un cigarro.

Después de eso seguimos bailando, pero él cada vez más cerca a mí, acercando su cara a mi rostro, pero yo sólo volteaba a los costados, para evitar que sucediera algo que no me agradara.

Habrían pasado a duras penas unos 5 minutos desde que me sacó a bailar, pero yo había sentido que era una eternidad. No quería estar tan cerca de él. No pensaba darle un beso ni nada por el estilo, pues pensé que esas eran sus intenciones.

Fin de la narración.

(En Atlanta)

Narra Ryan:

Sé que _________(tu nombre) es como mi hermanita menor pues la he llegado a querer así, y que Justin es mi mejor amigo, pero realmente quería que se divirtiera como probablemente ella lo estaría haciendo. Tampoco estoy diciendo que se va a llevar a esa chica a la cama, hasta me pongo a dudar que la bese, aunque está bajo los efectos del alcohol, y me parece que una cerveza más y termina completamente ebrio.

—Justin se está divirtiendo —me dijo Payton, mientras bailábamos.
—¡Cómo debe ser! —exclamé yo.
—¿Pero él no estaba en algo con ________(tu nombre)? —me preguntó, aunque yo fui quién se lo conté a ella.
—Pero mira, ella se va a ir durante 5 semanas a un viaje, y está muy lejos de aquí. Se acaba de ir ayer, pero  cuando fuimos a la casa de Justin él estaba muriendo en vida y es mi amigo y quiero que sea feliz y no considero que felicidad sea mortificarse de esta manera por alguien que está tan lejos como ella. Ni siquiera le ha hablado más que para decirle que ya llegó.
—Tienes razón —dijo ella—, pero…
—No hay peros —la interrumpí—, hay que dejarlo que se divierta. Es joven, tiene 17, para ocupado casi siempre y no tiene mucho tiempo para salir con sus amigos y divertirse y bueno cada oportunidad es única, ¿no es cierto?
—Bueno sí… —concluyó Payton no muy convencida, pero realmente no me importaba.

Después de esa pequeña conversación, seguimos bailando, finalmente, ¿a eso vinimos, no? Era una forma de divertirse un fin de semana.

—¡EMBUDO!*, ¡EMBUDO!, ¡EMBUDO! —gritaron todos.

(*Embudo es cuando en una fiesta agarran un embudo (como el que ustedes conocen normalmente) y lo conectan con una manguera para que una persona se acerque y beba desde un extremo de la manguera todo el licor que echaran por el embudo. Mayormente hacen competencias).

Todos se acercaban al centro, donde había una barra y dos chicas paradas, cada una con un embudo y varias botellas al costado. Pude ver tequila, cerveza, ron, etc.

—¿Quién va a ser el primero? —preguntó una de las chicas.

Se acercó un amigo de Christian, se llamaba Mark, era mayor que él: tenía 16 años y también se acercó otro chico el cuál no llegué a reconocer y comenzaron con el embudo.

En ese momento me acordé de Christian. Pensé que iba a venir, pero supongo que Caitlin lo habrá dejado en su casa o tal vez estaba desganado, pero debió de venir pues ya el tiempo que le quedaba en Atlanta estaba contado y debí de salir a disfrutarlo, pero en fin… es su problema.

Uno de los chicos no aguantó más en el embudo y decidí acercarme a hacerlo. No es por presumir, pero era muy bueno en esto y si alguien tenía que ganarme tendría que ser demasiado bueno, lo cuál dudo demasiado.

El otro chico también se rindió, así que faltaba alguien.

Apenas vi quién se acercaba me comencé a morir de risa en mi cabeza.

—*¿Justin?* —pensé— *¡qué patético! Él jamás toma, y dudo que alguna vez haya hecho esto*.

Fin de la narración.

(En ________(tu país))

Narras tú:

En mi cabeza había maldecido infinitas veces al idiota de Alex. Realmente, quería matarlo. ¿Qué mierda le pasaba para ponerse así conmigo?

—Oye, espérame un ratito —le dije—, ya vengo.
—¿Adónde vas? —me preguntó mientras me agarraba de la cintura.
—Voy a ir al baño, ya vuelvo.
—¿Te acompaño? —me miró pícaramente.
—Si quieres yo te acompaño —le dije sonriendo—, pero a la mierda cojudo.

Dicho eso, me solté a como fuera lugar y me fui de una buena vez.

—¿Qué fue eso? —me preguntó  Alyssa, mientras caminaba. Supuse que había estado viendo todo el rato lo que sucedía.
—Nada —le dije—, sólo que es un cojudo y a nadie va a venir con cojudeces conmigo.
—Tranquila —me dijo riendo al verme tan enojada—, seguramente está borracho o algo así.
—No, creo que fumó marihuana —le dije.
—¿Sí? —me preguntó ella un poco sorprendida—, no lo pensé de él.
—No entiendo porque te sorprendes —le dije—, todos lo hacen.
—¿Acaso tú lo haces? —cuestionó.
—¿Qué hablas? —dije—, yo soy la persona más correcta del mundo, jamás me metería en esos vicios.

Alyssa comenzó a matarse de risa por la forma en la que lo dije.

—Claro _______(tu nombre), tú siempre.
—Obviamente —dije—, sino ¿quién?

Fuimos caminando al baño y mientras lo hacíamos, saqué mi celular para ver mis actualizaciones en BBM y también ver mis notificaciones en Facebook.

—Mierda —susurré…

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Chicas, ¿cómo están? Espero que estén bien. Disculpen por mi ausencia durante todo este tiempo, no tenía internet. Pero bueno, para recompensarlas hice este capítulo un poco más largo de lo habitual. Espero que les guste, espero poder subir un capítulo lo más pronto posible (la próxima semana, ya que estamos domingo) y estoy viendo la posibilidad de hacerles un maratón, ¿qué les parece?

PD: Las extrañé mucho ):

 Vale