¿Mi
vida? Bueno… mi vida. Es ahora algo difícil de describir, de decir. Yo llamaría
esta vida que he tenido en los últimos meses “nueva vida”. Han pasado
demasiadas cosas. Comenzando por ese viaje que me mantuvo alejada de todo, de
todo lo que quería escapar ya hacen mucho tiempo, que me alejó de toda la
mierda por la que estaba pasando, que me hizo pensar por mí primero en tanto
tiempo, que me hizo dar cuenta que yo era la única que decidía si salir o
quedarme en eso, y tantas cosas, en ese “mundo de mentira” como le solía decir.
Claro, ¿qué iba a ser la “vida real” eso? Era demasiado perfecto. Ver a las
mismas personas todos los días, personas que no conocías y que probablemente
jamás volverías a ver después de eso, pero que sin embargo te podían hacer
sonreír y podías confiar en ellas como jamás lo harías con las que has visto
diariamente durante ya unos años, donde lo único que querían era ayudarte a
levantarte y no dejarte caer, querían que crezcas y no destruirte. Parecía un
cuento de hadas, pero en fin, todo tiene su final y hasta lo mejor tiene sus
dificultades. Muchas veces, deseé irme y justo cuando ya estaba sucediendo me
dolió irme, no quería. Me negaba, pero ¿qué iba a hacer? Volví y de nuevo a lo
mismo, claro. Ya no era la misma, ni siquiera físicamente. Muchas cosas habían
cambiado. Había visto a personas que eran todo para mí después de haberles
hablado unos cuantos minutos cada semana. Casi nada, pero así fue.
La
bienvenida fue bonita en el aeropuerto, con un gran abrazo y flores, globos, un
cartel. Jamás lo pensé de él. ¿Saben? Jamás. ¿Quién diría? Yo no sentía
absolutamente nada, ni siquiera sentía que lo había extrañado, pero él estaba
tan nervioso con el simple hecho de volverme a ver. Luego, estuvo mi mamá,
claro es mi mamá… me hizo falta. Pero en fin, todo normal. Aquel día fue
perfecto, no estaba apurada en volver, y se me cumplió porque el otro vuelo se
retrasó. Al día siguiente, sucedió algo que realmente que me marcaría y
cambiaría mi vida, que le daría el giro de 180° que ya necesitaba, y ya estaba
dando lentamente. Se acabó todo, y ni siquiera tuve que terminarlo yo. Sentí
que verdaderamente ahora sí no había vuelta atrás –a pesar de que eso lo había
un millón de veces y definitivamente no había cumplido–, pero esta vez sí
sonaba realista. Y así fue. Ni siquiera lo quería, ¿cómo sería tan hipócrita de
decir que lo hacía cuando no pasaba absolutamente nada? Claro. Cometí muchos
errores en ese tiempo, porque tampoco dije como eran las cosas, pero vino
alguien más a mi vida de improviso que me hizo sonreír y ver las cosas de otra
manera como jamás pensé y que le estoy eternamente agradecida, pero como
siempre… los que mejores me tratan, son los que peor trato y bueno, todo el
mundo se cansa. ¿Quién diría que él sería la excepción? Nadie, pues no lo fue,
pero con él comencé a vivir lo que siempre quise, y con otras amigas y con
todas las personas que me conocían, o bueno… “me conocerían”, porque
definitivamente no era la misma estúpida, sumisa de toda la vida, ahora era
Valeria, no era lo que él había querido que yo fuera, y bueno, fue un cambio
radical. Un cambio completo, obviamente no era la misma, era quién siempre
quería ser, claro que con algunos fallos.
En
ese tiempo, pasaron demasiadas cosas. Salía prácticamente todo el fin con mis
amigas, me alejé un poco de mi familia, o sea, en el sentido de que ya no
pasaba tanto tiempo con ellos como antes, porque ahora salía más. Conocí a
demasiadas personas. Tuve muchísimos amigos, conocí a alguien que realmente me sacó una sonrisa verdadera,
y entre otras cosas… Básicamente fue una etapa de transición. Entre lo que
siempre quise ser y lo que era, entre ser yo quien regía mi vida o alguien más.
Una etapa un poco complicada al comienzo, pero que ciertamente no dejaría ahora
por nada.
Ahora
siento que tengo la vida normal, una que siempre quise tener. Claro, a veces ya
es un poco exagerada en algunos aspectos y es que he vivido 2 años básicamente
encerrada en un mundo él que no era correcto para alguien como yo, que no era
para nada bueno y ahora todo es diferente, sencillamente no entiendo como algo
así podría cambiar tan rápido.
“Sometimes you just need to lose yourself in a lonely,
beautiful place”
Una
vez leí eso y juré que no había visto algo más perfecto en mi vida. Era demasiado
preciso, ese día comprendí que era lo que necesitaba. Y en fin, desde ese día,
demasiadas cosas cambiaron.
Y
bueno, ya he hablado demasiado de mi vida personal, pero con respecto al resto…
a esta parte de escribir. Siempre será mi pasión, aunque no me dé tiempo
últimamente, es algo que siempre voy a amar. No quiero desprenderme de eso. Sencillamente
que a veces te da escribir de otra cosa, de algo nuevo, a veces la ideas sólo
llegan y quieres llevarlas para adelante, no quieres soltarla. Pero bueno, debes
de terminar lo que un día empezaste, ¿no? Al menos eso es lo que pienso. Odio
la mediocridad, siento que si empiezo algo debo de terminarlo así me lleve lo
que me lleve, me cueste lo que me tenga que costar. Así que después de escribir
esto, entiendan que si seguiré con la novela.
Sé
que no sirve de tanto que diga todo esto, pero no es que haya desaparecido
porque sí. Sencillamente que tuve un gran cambio en mi vida. Creo que uno de
360°, porque volví al punto en el que siempre debí de permanecer y realmente
todo eso cambió mi perspectiva de cómo eran las cosas. Es increíble cuanto he
podido crecer en estos meses.
Gracias
por darme un poco de su tiempo.
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