Yo he visto un par de veces a la mamá de Selena en todo el
tiempo que tuvimos una relación, por eso me impresionaba que ella estuviera
preguntando por mí.
—Ah, ¡mándale saludos! —le dije.
—Sí, yo se los mando —me dijo—, pero bueno. No es por
presionarte, aunque es la enésima vez que te lo pregunto —se rió—, pero ¿qué
dices? Sino para cambiar los planes con mi mamá.
—¿Sobre salir a comer?
—Sí.
—¡Pero yo les invito la comida! —protesté.
—No, no te preocupes. Yo te invito.
—Quién te dijo para salir fui yo, no tú.
—Pero yo quiero invitarte. ¿Acaso no se puede?
—No, porque me da vergüenza.
—¡Tonto! —exclamó ella.
—No lo soy.
—¿Entonces eso es un sí? —me preguntó ella, segurísima de
que sí quería salir a comer con su mamá y bueno obviamente que con ella.
—Mmm…
—¿Mmm? ¡Vamos di que sí!
—Está bien —acepté.
—Bueno, entonces quedamos bien un ratito más tarde, ¿sí? Te
mando un mensaje, tengo que irme.
—Sí, no te preocupes —le dije.
—Adiós —me colgó.
En ese preciso momento, sólo
quería matarlos. Me habían metido en esto y realmente sólo acepté por
compromiso. Ahora, lo único que me quedaba era rezarle a Dios para que la mamá
de Selena no vaya. Definitivamente, no sería la mejor situación del mundo y
aparte, yo no quiero nada con ella y si salgo con ellas dos, su mamá va a
pensar que estoy jugando con su hija.
—¿Qué fue? —me preguntaron.
—¿No escucharon? —dije molesto.
—¡Remember!
—¿Remember? —cuestioné—. No sé
qué voy a hacer. Te juro que por mí, tirarme del techo con tal de no ir.
—¿Cómo no vas a ir? —me preguntó
Ryan— ya quedaste.
—Y encima con su mamá —agregó
Chaz—, la cosa esta seria.
—¡Por sus culpas! —exclamé—. ¡No
quiero veeerla! Te juro que no. Mucho menos con su mamá. Me quiero morir.
—¿Qué podría ser lo peor que
puede pasar? —preguntó Ryan.
—Bueno, que nos vean, nos tomen
fotos y que ella las llegue a ver y que todo el mundo las vea y piensen otra
cosa que no es.
—Lo puedes aclarar y aparte, ¿qué
importa? Que ella lo vea, es el punto.
—No quiero hacerle daño —le
contesté a Ryan— y aparte, nadie me creería.
—¿Pero y lo qué ella te hace?
—Nadie la conoce a ella —le dije—,
a mí sí me conocen. No quiero quedar mal con ella ni con nadie y no quiero
ilusionar a Selena.
—¿También te importa ella? —me
preguntó.
—No se trata tanto de que me
importa o no, sino porque yo no quiero jugar con ella. No es correcto. A nadie
le gustaría eso.
—Ahora vienes a hacerte el
correcto —dijo Chaz—, cuándo ayeeer…
—Ayer nada —dije, riéndome un
poco a pesar de que estaba muy molesto.
—“Borró cinta”* —dijo Ryan.
*Se olvidó de todo.
—¿Qué tienes? —pregunté—, ayer no
hice tonterías.
—Si tú dices.
Los dejé hablando, no tenía ganas
de escucharlos. No estaba para tonterías, ahora tenía preocupaciones más
grandes y reales y especialmente por la culpa de ellos.
No voy a mentir, ________(tu nombre)
me preocupaba y realmente estoy muy entusiasmado con ella, pero ella no conmigo
y es algo que puedo solucionar luego y no porque no le dé prioridad sino porque
seguramente ella está ocupada. Lo que está ocurriendo ahora es lo de Selena.
—¿Qué pasa? —me preguntó Ryan—,
¿por qué tan concentrado?
No le contesté. Chaz también se
metió, pero los ignoré a ambos, pero no sirvió de mucho ya que se abalanzaron
encima de mí para moverme las manos.
—¿Qué quieren? —pregunté molesto.
—¿Qué tieneees?
—¿Qué mierda voy a hacer? ¡No
quiero verlaaaa!
—Ya sabes que tienes que hacer,
¿no? —me dijo Ryan.
—¿Qué?
—No ir y punto.
—Pero no puedo hacerle eso —le
dije— ¡si hasta ha hablado con su mamá!
—Pero es su problema, no el tuyo —dijo
Chaz—, sólo no vayas.
—¡Tú qué sabes! —exclamé.
—Sí —dijo Ryan— no ayudas.
—Por eso las chicas no te hacen
caso—le dije.
Ryan sólo lo miró dijo “¡uuuy!” y
comenzó a reírse. Chaz se puso rojo.
—Bueno, tal vez por eso besé a
_______(tu nombre) antes que tú.
Ryan hizo lo mismo, pero ahora yo
me puse rojo.
—Cállate, fue un juego. Nada
serio.
—¿Seguro? —preguntó él riéndose.
—¡Cállate! —dije un poco
inseguro.
—Yaya, déjense de tonteras —interfirió
Ryan—, ¿qué piensas hacer?
Mi celular sonó. Definitivamente
no era el mejor momento, pero el mensaje…
Just, ¿te parece solo tú y yo? Paso a recogerte a las 6,
¿está bien? Y no te preocupes, no será público, será algo discreto.
Leí el mensaje en voz alta.
Si bien me sentía con un peso
menos encima, igual no quería salir con ella, pero al menos la situación era
menos comprometedora.
—Ya, ¿de qué tanto te preocupas? —dijo
Ryan— si ni siquiera va a ir su mamá y van a estar en un lugar discreto.
—Igual no quiero, no quiero que
luego piense otra cosa —le dije.
—Pero bueno, o lo hac es o te
haces el enfermo, ya te dije.
—Por mí morirme, pero no sé qué
hacer.
Horas después…
Fuimos a mi casa porque Chaz tuvo
que salir.
—¿Entonces qué hago? —pregunté
por enésima vez en ese día.
—Elegir que te vas a poner —me
contestó Ryan— ya son las 5.
—¿QUÉ?
—Sí, mira el reloj.
Lo miré.
—Ya, mira, elige que ponerme
mientras yo me baño —le pedí.
—Sonaste a mujer —me dijo— ponte
cualquier cosa.
—No, tú elige. Tú debes saber,
sales como que con 5 chicas por semana. Ya tienes experiencia.
—¿Acaso la quieres impresionar? —me
preguntó.
—No, pero tampoco quiero aparecer
como un vagabundo.
Yo mismo estaba cayendo en esto
de las contradicciones, pero lo dejé ahí y me metí a ducharme. Sí sé que estaba
con el tiempo a las justas, pero sólo quería tomar un baño para relajarme y
pensar bien las cosas. Era lo que había necesitado todo el día.
Fin de la narración.
Narras tú:
Ya eran cerca de las 7 de la
noche. Ahora estaba con mis amigas caminando por ahí, cerca de un parque. No
estábamos haciendo nada más que hablar y caminar. No sé qué haríamos hoy.
—¿Qué hacemos? —pregunté.
—No sé, ¿qué sale hoy? —preguntó
Ximena a las demás chicas.
—¿Lo mismo del otro fin?
—¿Qué pasó el otro fin? —cuestioné
intrigada—. Acuérdense que yo no estuve aquí, ¡ah!
—Nada, sólo salimos con unos
amigos y bueeno… —dijo Alyssa mirando a las chicas y riendo.
—¿Ah? —las miré raro— ¡qué habrán
hecho!
—¡Ya nos conoces! —exclamaron
ellas y yo reí.
—Bueno, entonces volviendo a mí
pregunta. ¿Qué sale hoy? —les dije.
—¿Los llamo? —me preguntó
Valentina.
—¿A quiénes?
—¡A los chicos!
—Pero quiénes pues.
—A Alex y sus amigos.
Supuse que eran personas que
conocía. Me había ido hace poco, nada interesante habría pasado en tan poco tiempo.
—Llámenlos pues.
Los llamaron, les mandaron
mensajes, de todo. Yo sólo esperaba. No sabía hasta qué hora tenía permiso,
pero supuse que todavía era temprano. Antes me daban permiso como que hasta las
11:30, por lo que todo es seguro, pero mandé un mensaje para ver si me daban
hasta un poco más tarde. Estaba segura que accederían. Ya cumpliría 15, estaba
con mis amigas después de tiempo y no sé cuándo las volveré a ver.
Minutos después…
Llegaron todos los chicos. Yo me
sentía un poco incómoda para entonces porque habían algunos chicos que yo no
conocía y también estaba muy incómoda con la presencia de Alex por lo que había
ocurrido, y bueno también estaba Gianfranco, pero yo no le daba bola ni
importancia.
—Me quiero ir —le susurré a
Ximena.
—Cállate y saluda —me dijo.
En esos momentos me sentía
“bendecida” de tener una mejor amiga así, que definitivamente le importaba poco
a nada. Tal vez sólo quería que conociera más personas.
En fin, le hice caso, saludé a
todos hasta que llegué a Alex. Él era quien estaba al final, y bueno Gianfranco
estaba un poco alejado porque estaba hablando por teléfono, así que básicamente
era el penúltimo.
—Hola —me dijo con una sonrisa y
dispuesto a darme un beso en la mejilla como era costumbre.
—Ah, hola —le contesté fríamente
y lo esquivé lo más rápido posible.
Me acerqué hacia donde estaba
Gianfranco para saludarlo porque justo había terminado de hablar por teléfono.
—Hola —me dijo sonriente,
exactamente como Alex.
—Hola, ¿cómo estás? —le contesté
con una sonrisa de la misma manera.
Estaba segura que Alex estaba
mirando todo ello. Podía sentir sus ojos mirándonos, pero no le di importancia.
Yo estaba un poco enojada por lo que había ocurrido.
Una vez que había terminado,
volví con mis amigas porque ya todos estaban en grupo.
—¿Qué vamos a sacar? —preguntó
uno de los chicos.
—No sé, ¿qué sacamos? —preguntó
Ximena.
—¿Cuánta plata tienen? —dijo
Alyssa— mucho depende de eso.
Supuse que estaban hablando de
sacar trago. No estaba muy interesada en esas cosas y más por el hecho de que
estaba quedándome con mis abuelos y como que no sería correcto llegar a su casa
oliendo a alcohol, probablemente pensarían “¿qué le ha pasado?” o “¿qué le han
hecho allá en Atlanta?”.
—¿Van a tomar? —pregunté
estúpidamente, pero quería asegurarme.
—Sí, ¿la haces? —me preguntó
Alyssa con una sonrisa.
—No tengo plata —les dije.
—No importa —me contestó—, será
algo así como que regalo de cumpleaños adelantado.
Sólo me reí. Tampoco les iba a
decir que no en ese momento, sino cuando pasara.
—¿Entonces cuántos tenemos?
Comenzaron a poner la plata en el
centro y al final, vieron cuánto tenían y al final comenzaron a hablar de
número de botellas y de marcas. No sé qué tanto habrían hecho en mi ausencia,
así que me limité a escuchar.
—Ya bueno, ¿entonces quiénes van
a comprar? —preguntó Alex.
—Tú pues —dijo Ximena.
—¿Qué quieren tomar?
—Mmm… no sé… —hizo una pausa
Valentina— elige tú, ______(tu nombre), ¡por tu cumpleaños!
—Pero aún no es —respondí
riéndome.
—¡Es mañana!
Y me acordé de ese pequeño
detalle. Entre tanto viaje, entre fiesta y salida con mis amigos, me olvidé. No
es que no le dé importancia, pero… no sé. Supuse que me darían más tiempo con
mayor razón.
—Me da igual —dije— cualquier
cosa está bien.
—Entonces… mmm… ¿un vodka?
—¿Ron?
—¿Tequila?
Comenzaron a decir 50 mil tragos
distintos. A mí me daba igual, finalmente no pensaba tomar. Entre tanto, me
puse a hablar con mis amigas.
—No quiero tomar —le dije a
Alyssa.
—Pero te vamos a cuidar —me dijo.
—No quiero tomar —le dije riendo—,
no lo hago. Y me estoy quedando con mis abuelos, ¿cómo les voy a hacer eso?
—¿Segura? —cuestionó.
—Sí, aparte tú sabes que yo no
tomo.
—Está bien —dijo—, mejor estás
así.
—¿Y ahora? Yo no quiero que me
insistan para tomar.
—No les hagas caso —me dijo.
—Pero van a estar molestando.
—No, vas a ver. Yo haré que no te
molesten.
Me sentía como una niña pequeña
quejándose con su mamá, pero sea lo que sea, no tenía ganas ni humor para
hacerlo. Finalmente, ni lo estaban haciendo por mí, sólo con la excusa de “mañana
es tu cumpleaños”.
La mayoría de ellos eran mayores
que yo. Ya habían cumplido 15 o algo así. Incluso alguno de esos chicos ya
tenían hasta 16 o un poco más. Estaban en su último año de colegio, creo.
Obviamente que para ellos era más normal que una chica que recién va a cumplir
15.
—Ya, entonces ¿quiénes vamos a ir
a comprar? —preguntó Axel.
—Mmm… no sé, ¿vamos ________(tu
nombre)? —me preguntó Ximena.
—¡Vayan ustedes!
Y de pronto, todas las personas
que estaban ahí comenzaron a decirme para que vaya. No quería que alguien
pasara y me viera comprando, pero no dije nada. Al final, molestaron tanto que
terminé accediendo. Comenzamos a caminar con Ximena y Alex.
—No sé para qué me dicen que vaya
—les dije.
—Para que cargues pues —dijo Alex
riéndose.
—¡Sí, seguro! —dije
sarcásticamente.
El celular de Ximena comenzó a sonar.
—¿Quién te llama? —pregunté.
—Alyssa —me dijo, mientras
agarraba su celular— no sé qué quiere.
—Pregúntale pues.
Fin de la narración.
Narra Justin:
Después de una larga ducha y
ponerme lo que Ryan eligió, me vi al espejo y no estaba mal. No era elegante,
pero tampoco muy casual, era algo intermedio, porque realmente no tenía ni la
más mínima idea adonde íbamos a ir.
—Yaa, entonces, ¿estoy decente? —le
pregunté a Ryan.
—Sí, estás bien —me dijo— o sea,
probablemente parecemos un par de chicas como cuando hablan de ropa, pero creo
que estás bien. ¿Te dijo a qué tipo de restaurante irían?
—No, pero “algo discreto”.
—Mmm… sólo falta que aparezca con
vestido —dijo él riéndose.
—¡Cállate! —exclamé— no creo. Me
daría vergüenza.
—¿Verla con vestido? —me
preguntó.
—No, sino que venga toda elegante
y yo así… porque eso también significaría que el restaurante sería un poco caro
por el hecho de ser elegante y no quiero hacerla perder tanta plata en mí.
—¡Aaay! Quién como ustedes —dijo—,
pero en fin…
Mi celular comenzó a sonar.
—¿Te está llamando?
—No —respondí—, sólo es un
mensaje.
—Ya, lo leeré.
—Pásamelo.
No estaba de humor para
sorpresas, así que esperaba que fuera un mensaje de la línea telefónica o algo
por el estilo.
…
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¡Hola chicas! ¿Cómo han estado? Sé que me demoré un poco en escribir, pero bueno... he tenido varios asuntos, también tuve que leer la novela de nuevo para ponerme al corriente con algunos detalles que ya había olvidado, pero algo es algo jaja, en fin, ojalá les guste.
Quería escribir un post para mi otro blog (If you just dream), pero primero quería subir este capítulo, así que... creo que lo subiré luego, tiene algo relacionado con esta novela y todas las cosas que han ocurrido, pero será cuestión de tiempo. Ojalá lo tenga listo para ahora.
Cuídense chicas, ¿sí? Un beso :) ¡ah! y las preguntas las respondí en los mismos comentarios. Quiero decir, he respondido los comentarios que tienen preguntas, pero en sí leí todos y quería agradecerles a todas :) sólo que si respondía cada uno se me pasaría un poquito el tiempo, pero al menos las dudas que tenían espero haberlas resuelto. ¡Trataré de subir uno este fin de semana! Aunque tengo que leer un libro para el colegio jajaja. ¡Haré mi mayor esfuerzo!
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