lunes, 29 de agosto de 2011

Cap. 60°: "¡ENTIÉNDEME!"


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"Para el mundo, quiero irme"


—Está bien —dijo Rafael, agarrándole la mano a mi mamá— díselos tú —miró a ________(tu mamá).


Estaba nerviosa yo también, pero solamente miraba a la mampara, una que tenía cerca de mí, podía ver como oscurecía. Y realmente, solamente quería saber que era. Algo me hacía pensar algo, pero no. Es imposible. Simplemente es imposible. Moriría si es que fuera verdad y ahí sí, me iría de esta casa para siempre. Pero, debo de admitirlo. LA CURIOSIDAD ME COMÍA VIVA. ¿No pueden hablar de una buena vez?

—Lo que les queremos decir es que van a tener un hermanito o hermanita —sonrió ella, y Rafael también, se agarraron las manos.

Apenas escuché eso, sentí como me hubieran disparado una bala directamente en el corazón.

—¡Sí! —exclamó feliz Paz, y se levantó a abrazar a mi mamá y a Rafael— siempre quise tener un hermano o hermana menor.
—Sí, linda —le dijo Rafael a Paz.
—_______(tu mamá) —se refirió a mi mamá Paz— gracias, de verdad. Siempre quise tener una familia de verdad, y ahora ese sueño se está cumpliendo.
—¡Oh! —exclamó mi mamá enternecida, mientras recibía un abrazo de Paz.
—¡Felicitaciones! —exclamó Ryan, levantándose y abrazando a mi mamá y a su papá.


[Mientras leen esta parte, escuchen "Slipped Away" de Avril Lavigne: http://www.youtube.com/watch?v=k8zoN7w2nVw]

Yo solamente los miré a ellos, realmente, ellos querían ser una “familia”.

Las lágrimas comenzaron a caer rápidamente de mis ojos, la furia de todo esto se extendía por todo mi cuerpo, el dolor que había sentido hace meses cuando mi papá falleció volvía… solamente quería estar con mi papá en este momento.

{En español}

—¿Es broma, cierto? —pregunté, hablando en español.
—No es broma —respondió esa mujer que me dio la vida sonriendo.
—¿Estás loca? —cuestioné con las lágrimas en mis ojos, mientras me levantaba.
—¿Qué te pasa? —me miró extrañada, no se enojaría conmigo, la noticia la tenía muy preocupada.
—¡Tú no puedes estar embarazada! —grité.
—¿Por qué? —estaba comenzando a perder la paciencia.
—¿Qué te pasa? ¿Estás loca? ¡Pff! ¿Cómo qué por qué? —lloré, y me comencé agitar— cuando nací, casi mueres, el doctor te dijo que no podías embarazarte una vez, sería muy riesgoso para tu salud. ¡PUEDES MORIR! ¿Me quieres dejar totalmente huérfana?

En este momento, todos nos miraban, no me importa, yo solamente lloraba.

—Eso no va a pasar —me aseguró ella.
—¿Quién eres para asegurármelo? ¿Dios? No. Solamente Él puede decidir eso —me estaba poniendo muy religiosa, pero era cierto— además, no solamente lo digo por eso.
—¡En vez de alegrarte por mí, haces esto! —comenzaron lágrimas a salir de sus ojos.
—¿No crees que me haces sufrir mucho? —le pregunté llorando, al borde de la desesperación— ¡primero te casaste con Rafael cuando mi papá había muerto pocos meses atrás! Y ¿ahora? ¡Estás embarazada! ¿Sabes? Esa cosa que llevas dentro, no será nunca mi hermano. Ni si quiera mi medio hermano, ni nada. No tengo hermanos, ni los tendré. Y para que tenga que considerar a alguien así, sería imposible, mi papá ya no está acá, solamente un hijo tuyo y de él, sería eso para mí. Ahora, cada día me decepcionas más. ¡QUIERO IRME CON MI PAPÁ! ¡QUIERO IRME DE ESTA CASA! RESPETA MI DOLOR AUNQUE SEA UNA VEZ.

Dicho esto, con las lágrimas en los ojos, desesperada, salí de esa casa, cerré la puerta de un golpe, y me fui corriendo.

(En la calle)

Sé que no tendría mucho que hacer ahora, acá afuera, pero prefiero a que me roben o me violen y me asalten, a estar en esa casa.

Caminé un par de cuadras, hasta más o menos la casa de Chaz.

Las lágrimas no dejaban de salir, me sentía horrible, me sentía de lo peor. Extrañaba terriblemente a mi papá, solamente quería estar con él. Ojalá y nada de esto hubiera pasado. Yo no quiero tener un medio hermano. No quiero nada que sea producto de la relación amorosa de esa mujer. Si realmente fuera mi mamá no hubiera hecho nada de esto. Me hubiera querido y preferido antes que todos ellos.

Estaba que caminaba sin mirar hacia adelante, solamente con la cabeza cabizbaja. Quería irme corriendo de ahí, pero preferí no hacerlo. Solamente seguí  caminando, hasta que me choqué con alguien, y logró que me callera al piso como si yo fuera una muñeca de trapo.

—Disculpa, lo siento —se disculpó conmigo el chico que me chocó, su voz se me hacía familiar.
—No te preocupes —lo miré, secándome algunas lágrimas. Él en ese momento me miró.
—¿_________(tu nombre)? —cuestionó él— ¿estás bien?
—Ah, Justin —dije, secándome las lágrimas.
—¿Qué te pasa? —me preguntó— ¿qué haces a esta horas afuera? Es muy tarde para alguien que no conoce Atlanta en lo absoluto.
—Perdón, no te quiero interrumpir —le dije, tratando de irme.
—¡Estás llorando! —exclamó, tomándome fuerte de la mano— ¿qué te ocurre? ¿estás bien?
—Por favor, déjame ir —le pedí, llorando.
—Déjame llevarte a tu casa.
—No, no quiero ir a mi casa, nunca más —lo miré.
—¿Por qué? —preguntó.
—No me hagas preguntas, por favor —estaba al punto de la desesperación del llanto.
—Ok, si quieres no vayas a tu casa. Pero por favor, no te quedes acá sola en la calle. Es peligroso. Ven conmigo a mi casa.
—No quiero incomodarte.
—No, no me incomodas. Al fin, estoy solo, y no me gusta estar solo en las noches. Y no me malinterpretes.
—Sé que van a venir a buscarme, y prefiero estar en tu casa, porque nunca irán ahí, será el último lugar donde piensen que estoy. Acepto —dije yo.
—Está bien, sube —me abrió la puerta de su carro.

Entré a su carro, y me senté, tapándome los ojos con las manos, no quería llorar más, pero el dolor era más fuerte de lo que yo quería hacer.

(Mientras manejaba)

Él se puso a manejar, y yo solamente miraba por las ventanas polarizadas de su lujoso carro.

—¿Qué te pasó? —me preguntó— ¿por qué no quieres volver a tu casa? ¿Por qué lloras?
—Porque mi vida es una mierda —respondí, con muchas más ganas de llorar— y pensar que todo esto que me está pasando es mi culpa.
—¿Por qué dices eso?
—Porque si no hubiera sido por mi maldita culpa, ahora no estaría triste, estaría feliz, no estaría sintiendo nada de esto. Estaría bien lejos de Atlanta, el lugar de mi sufrimiento —traté de tranquilizarme.
—¿Qué pasó?
—Mi mamá no sabe el significado de familia —comenté, con cólera y tristeza— prefiere rehacerla que hacerme feliz por primera vez en su vida.
—Pero, dime, ¿qué es lo que sucedió? Puedes confiar en mí.
—Ella está embarazada —comencé a sentir todo ese dolor dentro mío, que se manifestaron en más lágrimas.
—¡Oh! ¡Eso es genial! —exclamó él, sonriente— podrás tener una hermanito.
—Chau. Déjame aquí —le pedí, desabrochando mi cinturón de seguridad.
—No, ¿dije algo malo? —me preguntó.
—Eres como todos.
—¿A qué te refieres con eso? —cuestionó en mí, mientras seguía manejando.
—Hasta el momento todos los que saben, han dicho lo mismo… “¡Oh! ¡Es genial!” —traté de remedarlo— pero, realmente no se ponen a sentir lo que yo estoy sintiendo en este momento.
—¿No te emociona que tu mamá esté embarazada y que vayas a tener un hermanito? —me preguntó impresionado— yo mataba por tener una hermanita menor, y cuando mi papá la tuvo, porque la tuvo con otra mujer, fue lo que mejor me pudo pasar.
—Tú, pues —le dije— porque tú no has pasado nada de lo que yo he pasado.
—Yo solamente quiero saber qué es lo que has pasado antes, no sé. Siempre he tenido esa duda sobre ti —me miró, mientras entraba a su casa a estacionar su carro— siempre te veo tan dura, como si no te importara lo que está a  tu alrededor.

Cuando dijo eso, me hizo pensar mucho acerca de mí, tanto así que miré hacia su casa, era grande y hermosa. La amé.

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—¿En serio esta es tu casa? —pregunté asombrada, aunque no sé por qué. Finalmente era un cantante famoso que se pudría en plata.

—No me cambies de tema —me pidió— solamente quiero conversar contigo.
—No es por cambiarte de tema —le dije— solamente que tu casa es muy linda. Me gusta.
—¡Oh! Gracias —sonrió.
Fin de su narración.

Narras Justin:

¿Le gusta esta casa? Bueno, algún día será de ella.

Solamente quería que ella me dijera que estaba pasando. Ninguna chica es loca para salir corriendo de su casa de esa manera.

—Es linda —comentó nuevamente, al respecto de mi casa.
—Sí… bueno, entremos —dije, mientras salía de mi carro.

Yo salí del Porsche, y ella también lo hizo. Yo lo cerré con seguro.

—Ven, vayamos a la sala —le dije— sígueme.
—Está bien —respondió, mientras se secaba las últimas lágrimas de su rostro.

La conduje hacia la sala de mi casa, bueno, la principal ya que tenía muchas.

—¿Quieres comer algo? —le pregunté.
—Así no más —me contestó, recogiéndose el cabello.
—¿Segura? Hay pizza —sonreí— lo siento, mi mamá está en Los Ángeles y se me quema hasta el agua.
—Bueno, está bien —me contestó mientras reía.
—Me gusta que estés  así —la miré— amo tu sonrisa. No me gusta verte llorar.
—A mí tampoco —comentó— solamente que hay veces que dicen cosas que te lastiman tanto que no puedes hacer nada al respecto.
—¿Qué pasó? —le pregunté, mientras iba hacia la cocina, y ella me seguía— ¿por qué te fuiste de tu casa?
—Porque te juro que no aguanto ni un segundo más en esa casa —me dijo— la odio. Antes era un poco más soportable vivir en esa casa, pero, ¿ahora? No. Y mucho menos con lo que me acabo de enterar.
—¿Lo de que tu mamá está embarazada? —cuestioné.
—Sí, eso.
—Pero, ¿Por qué te molesta eso?
—Porque sí. ¿Sabes? Cuando nací, ella casi muere en el parto. El doctor le dijo que no podía tener más hijos, bueno, ya que sería muy peligroso para su vida y la del bebé. Y ahora… ella lo dice feliz —se sentó en una de las sillas que había en la cocina.
—¿Solamente lo dices por eso? —no entendía— deberías de estar feliz por ella.
—No, porque no quiero que muera. No quiero quedarme huérfana.
—No serás huérfana —soltó una carcajada— porque tu mamá no morirá, y igualmente tienes a tu papá.
—Oh sí, cierto… —respondió con cierto nerviosismo.
—¿Cómo que “cierto”? —comencé a dudar en lo que ella me había dicho, mis dudas sobre ellas despertaban más y más cada vez.
—O sea, que es verdad —trató de arreglarla, mientras sus ojos se ponían rojos— aparte, ella no sabe respetar nada. Ella sabía que yo no quería que ella se casara con Rafael, nunca quise. Ni si quiera lo aguanto, ni si quiera me cae bien. Lo odio. Y si no quería que se casaran, mucho menos que tengan un hijo juntos.
—Pero, entiende, tarde o temprano iba a pasar así —no quería molestarla, solamente quería que se diera cuenta de la realidad.
—Ella sabía que había sufrido mucho con todo lo que me había pasado. Ella sabía que no estoy bien, que todavía no me llego a recuperar. Bueno, nunca lo haré. Pero, no ha pasado ni 8 meses. Sigo mal. Lo sigo extrañando.
—¿A quién? —le pregunté extrañado.
—Por favor, no me preguntes eso.

Fin de su narración.

Narras tú:

Sé que no tuve que decir muchas cosas, tenía ganas de llorar. Y comencé a hacerlo, él dejó la caja con la pizza en la mesa,  y se acercó hacia a mí, y me abrazó.

—No llores —me pidió.
—No puedo, esta vez no puedo… no quiero llorar, pero es que no puedo dejar de hacerlo —lo seguí el abrazo— esto no tiene solución. Nunca lo tendrá.
—No digas eso.
—Te juro que esto no tiene solución. Y lo que más me duele es que todo esto es mi culpa —no sé, quería contarle a alguien lo de mi papá, quería comprensión de alguien. No sé si precisamente de Justin, pero sentía que podía confiar en él.
—William Shakespeare decía: “Siempre me siento feliz. ¿Sabes por qué? Porque no espero nada de nadie, esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tiene solución, lo único que no se resuelve es la muerta. La vida es corta, por eso ámala, sé feliz y siempre sonríe, sólo vive intensamente” —me dijo— deberías de hacerlo.
—Ese es mi problema —lo miré— ese que no tiene solución.
—¿Quién murió? —se tornó más serio.
—No sé, no quiero hablar. No quiero confiar en alguien… no quiero decirle esto a nadie.
—¿Por qué siempre tienes que ser tan dura? —me preguntó— ¿por qué? ¿Por qué no abres tu corazón? Yo sé que realmente, no eres así.
—No lo sabes —respondí— no me conoces lo suficiente. ¿Sabes? Podré ser dura, pero no sabes por todo lo que he pasado para convertirme así.

“Detrás de cada persona dura, siempre hay un corazón que ha sufrido mucho”... sí, y esta era mi caso.

—Tienes razón, no lo sé —dijo él— pero, siempre trato de que tú me digas algo. No sé, quiero que tengas confianza en mí.
—Esto no se trata de confianza o no —estaba que lloraba y lloraba, sin parar— créeme, la única persona que sabe eso, de mis amigos, es Veronica, nadie más. Ni si quiera los de ________(tu país). Nadie. Solamente ella.
—¿Por qué? ¿Tan malo es? —preguntó.
—No sé si será malo. Pero yo siento que todo eso es mi culpa, y que también, gracias a eso, soy la única culpable de mi desgracia. De lo que estoy viviendo ahora —sequé algunas lágrimas.
—Puedes confiar en mí. Me tienes ahora.
—No es fácil. Justin. Entiéndeme, es algo que yo considero mi peor desgracia. Es algo que cada vez que me acuerdo, me dan ganas de haberme tirado yo ahí, y morirme en ese mismo instante. Son cosas que yo vi con mis ojos —comenté— cosas que odio.
—Por favor, no llores —me pidió— no quiero que llores. Me haces sentir mal por preguntarte. No debí de hacerlo.
—No te preocupes. Solamente que me siento hecho una mierda.
—¿Por qué? —preguntó— sea lo que sea, tú no tienes la culpa de la muerte de esa persona.
—Créeme que si la tengo, y junto con esa muerte, murió mi felicidad —comenté, con la cabeza cabizbaja— todo por mí. Me quiero morir.
—No digas sonseras —me regañó— no digas esas cosas.
—Tendrías que estar en mi situación para entenderlo. Pero no, no me entiendes en ese caso —dije yo, sequé mis lágrimas— lo bueno es que no tendré que soportar tanto infierno, porque me iré.
—¿TE VAS? —preguntó perplejo— ¿a dónde?
—Mi abuelita vendrá desde ________(tu país), se quedará un tiempo en Atlanta y pienso estar todo el tiempo que ya esté conmigo acá. Y si se puede, irme con ella hasta ________(tu país) —comenté— pero es algo que solamente quiero yo, no está en mis posibilidades.
—¡Oh! —exclamó un poco más calmado— pensé que te ibas.
—Ojalá… —susurré— no me gusta mi vida acá.
—¿Por todo lo que está pasando? —no sé porqué, pero cuando dijo eso, sentí que él estaba dispuesto a comprenderme.
—Algo así —respondí— ¿por qué tratas de entenderme? Yo sé que te estoy cayendo espesa, y molestosa por todas las preguntas que te hago, de todos los porqués que te estoy haciendo. Pero me parece raro. Creo que nadie lo ha hecho por mí.
—Porque yo quiero ser tu amigo —me hizo la misma respuesta que toda la vida.
—Pero, una cosa es que quieras ser mi amigo y otra cosa muy diferente es todo lo que estás haciendo por mí.
—Porque me he dado cuenta que tú eres una persona muy linda, muy especial, que tiene muchos sentimientos que no da a conocer. Sé que tienes algo que no quieres que nadie se entere —me dijo, mientras me miraba directamente hacia los ojos. Sus hermosos ojos color miel, que ahora observaba con una tonalidad verdosa.

Antes no le había tomado mucha atención, pero amaba sus ojos, y más con lo que me acababa de decir, me hacía tener una gana terrible de llorar, de gritarle todo lo que ha pasado, de echarme encima de él, y contarle como una niña pequeña todo lo que me tiene así. Quería un amigo en el que pudiera confiar, un amigo o una amiga. Verónica lo sabía, y ella era mi amiga. Pero por favor, no me llega a entender lo suficiente, ella es lo máximo, la amo como a una hermana, pero realmente, no llega a entender esa parte de mi vida. Él tal vez me pudiera entender un poco, pero al menos lo está haciendo ahora, y haciendo todos sus esfuerzos. No sé por qué se me hace tan difícil confiar en las personas. Tal vez ya he confiado en muchas y todas me han hecho lo mismo, traicionarme.

—Gracias —no sé por qué lo dije, pero lo sentía. Y eso era lo que me importaba.
—¿Por qué me agradeces? —preguntó él.
—Porque haces todo lo posible para entenderme —le dije— tal vez yo no estoy haciendo mi mejor esfuerzo contigo y con las demás personas que me rodean. Pero tú, gracias a Dios, no eres como yo. Eres una persona que vale la pena.
—Tú vales la pena —me interrumpió él— eres la chica que conozco que más vale la pena en la vida. Eres perfecta, eres única. Para mí lo eres.
—No entiendo por qué me dices todas estas cosas.

Realmente, estaba haciendo mi mayor esfuerzo por tratar de descifrar todo esto. Quería hacerlo. Quería realmente saber todo lo que él siente por mí, creo que realmente le gusto. No le quiero creer a Ryan, pero bueno, sus palabras se están convirtiendo en hechos.

—Porque…

Él fue interrumpido por el sonido de su teléfono, que sonaba desesperadamente.

—Espérame, por favor —me pidió.
—Está bien —me quedé sentada.

Realmente, mi mamá, ni Rafael, ni Ryan, ni Paz podrían saber donde estoy. Simplemente, no tienen forma de encontrarme, por favor, me olvidé mi celular en mi casa. Sí. Mi celular, me compraron uno de nuevo, y recuperaron la mayoría de la información que tenía en el otro. La mayoría, sí, no todo. Pero me lo olvidé.

Fin tu narración.

(En la casa ________(tu apellido)/Butler)

Narra Ryan:

Carajo, ¡¿cómo se va a ir así?! Sé que ella no le gusta nada de lo que está pasando, pero por favor, yo pensé que era inteligente. ¿Dónde se olvidó su cerebro? Realmente. En Georgia, como en todas las ciudades del mundo, es peligrosa. Te puede pasar de todo, como en todos los lugares, siempre hay  gente mala. Y ella no pensó en eso, ¿cierto? Sí sé, y tampoco sé por qué me estoy preocupando por ella, pero realmente en este tiempo, desde que nos estamos llevando bien, la estoy empezando a querer. Pero, por su idiotez… mierda.

Ahora, _________(tu mamá) estaba llorando, estaba decepcionada y triste a la vez, tal vez un poco enojada, Paz la estaba tratando de calmar. Podría hacerle daño al bebé. Yo no tengo nada en contra, más bien, estoy feliz. Un hermano menor, es lindo. Pero, preferentemente, hombre, porque ya estoy harto de las mujeres de esta casa, o al menos de Paz, y las sonseras que hace ________(tu nombre). Es demasiado rebelde.

—¿Dónde se ha ido? —preguntaba ______(tu mamá) derramaba unas lágrimas, pero molesta— le puede pasar de todo.

No me pareció raro, era lo que toda mamá haría por su hija, ¿o no? Pero, sí me sorprendió un poco, ya que ellas dos no se dirigían la palabra, solamente en raras situaciones, pero solamente eran para hacerse preguntas importante, o que _______(tu nombre) le pidiera algo.

Mi papá se había ido a tratar de buscarla, en el carro, pero no conseguía nada.

—Voy a ir a buscarla —comenté— yo sé donde puede estar.
—Mejor quédate —dijo ________(tu mamá).
—Tarde o temprano va a tener que volver —comentó Paz.
—Sí, pero igual. La voy a ir a buscar —no me iba a rendir— ya vengo. Voy en mi carro.

Agarré las llaves que estaban en la mesa de cristal, justo al costado del celular de ________(tu nombre).

Fin de la narración.

(En la casa Bieber)

Narra Justin:

Me llamaron, pero era para ofrecer un servicio, como odio cuando me hacen perder el tiempo. Antes de que me fuera hacia donde estaba ________(tu nombre), recibí una llamada de Ryan a mi celular.

—¿Aló Ryan? —dije yo.
—Hola Justin, oye, ¿dónde están todos? —escuché del otro lado del teléfono.
—En la casa de Chaz —contesté yo— ¿por qué?
—Porque a  _________(tu nombre) se le dio por irse de mi casa, solamente porque su mamá le dijo que estaba embarazada, y ahora, quiero que las tragedias terminen, y que ella de una buena vez aparezca —comenté.
—Ah… —estaba dudando en decirle que estaba en mi casa.

¿Le digo o no le digo? Eran la pregunta que pasaba por mi cabeza.

—¿Con quién hablas? —me preguntó gritando _______(tu nombre), mientras venía hacia donde me encontraba actualmente.

Me dirigí hacia donde ella estaba.

—Con Ryan —contesté en un susurro— dice que te están buscando.
—Carajo, no le digas donde estoy —me dijo, pero no moderó su tono de voz— no quiero volver a esa casa. No importa, dormiré en la calle. Pero ni cagando vuelvo ahí.
—¡Shh! —me puse el dedo en la boca, como para que se callara.

Ryan seguía en el  teléfono.

—¿Con quién estás? —me preguntó— he escuchado la voz de ________(tu nombre). ¿Está contigo? Carajo, respóndeme.
—Con una amiga —respondí— ¿con ________(tu nombre)? ¡Pff! ¿Qué te pasa? ¿Cómo voy a estar  con ella? Más bien, se supone que debería de estar contigo, o en su casa, ¿cierto? Y así, exagerando en la casa de Christian. ¿No?
—Mjm —no lo escuché convencido— adiós.

Antes de que yo pudiera contestar y decirle algo, él ya me había cortado la llamada telefónica.

—¿Qué te dijo? —preguntó— ¿te creyó?
—No sé, solamente me dijo “adiós”, nada más —respondí, sin más que decir.
—Carajo, ¡mierda! —exclamó, las lágrimas que anteriormente tenía en el rostro, comenzaron a salir nuevamente— él tarde o temprano va a encontrarme, y yo tendré que volver a esa maldita casa.
—Deja de maldecir —le pedí— pero, al final vas a tener que regresar.
—Sobre mi cadáver —me dijo, lentamente— antes muerta.
—Pero igual, no te vas a morir, vas a tener que ir —seguí diciendo.
—No quiero ir, ¡entiéndeme! ¡No quiero verla! La odio por lo que me está haciendo —gritó— ella sabe todo. Ella sabe todas mis razones. Yo ya le dije que ese mocoso nunca llegará a ser mi hermano, ni medio hermano, ni nada que se le parezca.
—¡Ay! —exclamé— haría todo para que no sufrieras.

Fin de su narración.

Narras tú:

Cuando él me dijo eso, me quedé en shock.

—¿Por qué me dices todas estas cosas? —pregunté— parece que sintieras algo por mí.
—Y lo siento —respondió.

Yo realmente, sabía que iba a empezar una conversación que no quería. Que no quería responder, que no quería escuchar. ¡No quiero confundirme más!... más de lo que ya estoy. Es desesperante estar en una situación similar a la mía.

—Oh… —me sentí incómoda, sentía como la sangre se concentraba en mis mejillas como haciéndome sonrojar— mmm…

No sabía que decir para no ser tan obvia al cambiarle el tema, realmente, quería que las palabras salieran de mi boca, pero no sabía cómo.

—No te quiero incomodar —me entendió, amaba su manera de comprenderme. Pero, realmente, estaba que me miraba fijamente a los ojos.
—Gracias por entenderme —le agradecí, mientras me dirigía hacia la cocina, lugar donde habíamos estado minutos antes.
—Por favor, deja de agradecerme —me pidió— yo debería de estar agradecido contigo.
—Yo soy así —esbocé una sonrisa— es imposible no agradecerle a una persona como tú. Con todo lo que haces por mí. Jamás pensé importarle a una persona tanto.
—¿Cómo no me importarías? —me regaló otra de esas sonrisas que me volvían loca— es imposible. Eres única. No eres como las demás chicas. Eres única. Muchas chicas dicen que no son como el resto, tal vez tú alguna vez lo has dicho, pero a diferencia de las otras, tú si lo demuestras. Tú eres palabras y acciones. No solamente palabras. Es lo que admiro de ti.

Era básicamente imposible no sonreír con un chico así, diciéndote todas estas cosas. Sé que está mal juzgar a las personas sin conocerlas, y recién me doy cuenta de esto ahora. No sé como alguna vez lo pude juzgar tan mal, estoy empezando a darme cuenta de las cosas que antes no veía en él.

—Tú sí sabes cómo sacarme una sonrisa —le dije, obviamente, con una sonrisa de oreja a oreja— no sé como lo haces. Para las demás personas resulta tan difícil.
—Y créeme que para mí también —respondió con un tono divertido, pero eso es lo que uno hace. ¿No? Cuando tiene a una chica tan linda delante.

Le iba a responder, pero sentí como sonaba el timbre de la puerta. Mierda, ¿quién sería? ¿Sería quién creo que es? Pff. No. Es imposible.

—Voy a ir a ver quién es, ¿sí? Dame un ratito, por favor
—Está bien —respondí yo.

Fin de tu narración.

Narra Justin:

No había tenido una conversación tan larga con ________(tu nombre), había estado más o menos unos 30 minutos en mi casa, o más, pero habían sido los mejores de mi vida.

Fui a ver quién era, y por la ventana me  di cuenta que era… Ryan. Carajo, sabía que no me iba a creer.

—Es Ryan —le avisé a _________(tu nombre), sin gritar mucho, para que él no pudiera escuchar. Pero parece que no me escuchó. Y tenía que abrir rápidamente, sino él pensaría otra cosa.

Abrí la puerta, y él estaba ahí, mirándome directamente con sus ojos azules. Me daba miedo cuando me miraba así, bueno, me ponía nervioso.

—¡Ryan! —exclamé— ¿qué tal?
—Dile a __________(tu nombre) que salga —me interrumpió.
—Ya te dije que no está acá —le recordé, o mejor dicho, le MENTÍ.
—Sí está, no soy imbécil —yo sé que luego _________(tu nombre) me odiará.
—No he dicho que lo seas —protesté.
—Solamente déjame entrar, ¿sí? —me hizo a un lado, mientras pasaba a mi casa.
—Ya te dije que no está —le repetí, mientras cerraba la puerta.

Él entró, y vio a _________(tu nombre) amarrándose el cabello, en la sala de mi casa.

—Ya, apúrate, vamos —dijo él, mientras la agarraba del brazo.
—Carajo, ¿qué haces acá? —preguntó ella sorprendida, y luego me miró a mí.
—Yo no le he dicho nada —protesté.
—Apúrate, vamos antes de que todo empeore. ¿Quieres? Copera conmigo por primera vez —le pidió.
—No quiero ir. ¡Entiéndeme! —sentía que la 3era Guerra Mundial se iba a armar en la sala de mi casa— estaré actuando como una bebé, pero así soy. No quiero ir, entiéndeme. Tú no sabes nada.

Fin de su narración.

Narras tú:

No iba a ir a esa cosa. Ni loca.

—Sí, tal vez como tú dices, no sabré nada. Pero eso no me importa ahora, solamente ven, si quieres no le dirijas la palabra a nadie, pero por favor, solamente ve —me rogó.
—¿Estás loco? ¡Esa mujer me va a gritar! —exclamé desesperada.
—No, no te va a decir nada. Te lo juro —se notaba la desesperación de Ryan para que yo me fuera con él— y si te dice algo, le digo que no te diga nada.
—¿Crees que te va a hacer caso? —lo miré incrédula— ¡Pff! Sí a mí que soy su hija, ni me hace caso. A ti menos.
—La diferencia es que yo sé como pedir las cosas —me dijo— pero no quiero pelear ahora. Solamente vamos.
—Si así, todos en esa casa me dejarán en paz. Está bien —me rendí. Pero solamente porque no quería hacer una escena en la casa de Justin.
—Bueno, apura, por favor —todavía que le hago caso, me apura, ¡mff!
—Primero suéltame que no soy un animal para que me tengas agarrada así —me quejé.
—Está bien —me soltó— apura, vamos.

Justin estaba que nos observaba, sin ninguna expresión. Es lo mejor que pudo hacer.

—Chau bro, lo siento —le dijo Ryan a Justin, disculpándose.
—No te preocupes. Chau. Felicitaciones —le sonrió, por su nuevo hermano, seguramente.
—Oh, gracias —le sonrió— chau. Nos vemos mañana, vas a mi casa. ¿Ya?
—Ya, no te preocupes —se despidió
—Apura —volteó Ryan para decirme eso.
—¡YA! —grité.

Caminé lentamente hacia donde estaba Ryan, y Justin en la puerta.

—Chau Justin —me despedí, y le di un beso en la mejilla.
—Chau —me sonrió.

Salí y cerré la puerta.

(Mientras Ryan manejaba)

—¿Crees que lo que hiciste está bien? —me preguntó.
—Para mí sí —respondí.
—Dejaste a tu mamá llorando ahí. ¿Eso te hace sentir bien?
—Créeme que lo que estoy sintiendo yo, no es tan poco como un simple llanto. Créeme que todo lo que he sentido estos últimos meses, es peor que un balazo en el corazón.
—¿Qué harías si te dijeran lo que le dijiste a tu mamá? —me preguntó.
—Ni si quiera entendiste lo que le dije —sí, por alguna razón es positiva saber hablar español.
—Está bien. No entendí, pero debiste de decirle algo que la hirió demasiado como para que se ponga a llorar —la defendió, y pues, en parte tenía razón, mi mamá no lloraba por las puras, no era de esas personas.
—Solamente le dije que ese mocoso jamás iba a ser mi hermano, entre otras cosas más —me expliqué— y que realmente, estaba que cagaba todo ella.
—Sin ofender, pero que imbécil —me miró— ¿cómo le vas a decir eso?
—Solamente ponte en mi situación, entiéndeme.
—¿Qué situación? —preguntó— tu situación es idéntica a la mía.
—Pff. ¡Ya quisieras! —exclamé— tú no sabes por todo lo que he tenido que pasar. No sabes todo lo que he tenido que sufrir.
—¿Qué crees? —me preguntó— ¿qué yo no he sufrido? ¿Qué eres la única persona que sufre? No. No lo eres. ¿Sabes? Mi mamá abandonó a mi papá cuando yo solamente tenía 4 años, y cuando Paz era una bebé de menos de 1 año. Se fue sin más que decir. Nunca más la he vuelto a ver, jamás me ha interesado su vida. No importa lo que hace de ella tampoco. Nos dejó, y ahora mi papá salió adelante, tiene todo lo que tiene ahora. Yo no estoy pensando en cosas que no sean vivir mi vida. Vivo feliz. No vivo pensando en lo que ella hizo o lo que no. Vivo mi vida, y realmente estoy feliz que mi papá haya encontrado a una mujer como lo es tu mamá. Porque él se merece a una mujer así. Y si ahora van a tener un hijo, es fruto de su amor. ¿Cierto? Y me gusta que él esté feliz. Que haya buscado a alguien tan especial como lo es, yo quiero a tu mamá como si fuera la mía. Desearía que lo fuera.

Dicho eso, se estacionó, en el lugar destinado a su estacionamiento en nuestra casa. Ya habíamos llegado.

—Es…
—Espera —me interrumpió— mi papá hubo un tiempo donde se metió en el mundo de las drogas y el alcoholismo, deprimido porque mi mamá se había ido y lo había dejado con dos hijos. Con toda la fuerza del mundo, logró salir de ese mundo, y salió con otras mujeres. Eran unas putas, unas pendejas, no más que unas asquerosas. Pero me sorprendió cuando lo vi al lado de tu mamá, ¿sabes? Jamás pensé verlo tan feliz con una mujer que no era ninguna puta, ni nada por el estilo, sino una mujer de verdad.
—¿Sabes? —todo lo que él me había dicho me había dejado impresionada, jamás había pensado eso— no pensé que te había pasado eso.
—Nadie piensa eso. ¿Cierto? me miró— pero no me importa, mejor para mí. Todo el mundo sufre, no hay ninguna persona que la vida lo haya tratado hermoso y excelente. Todos sufren, y porque alguna vez la vida te empuje, no significa que no puedas levantarte.
—Pero igual —lo miré— realmente, me hubiera gustado que me hubiera pasado eso. Te lo juro. Hubiera preferido perder a una persona antes de encariñarme con ella.
—Yo siempre he querido lo que te pasó. ¿Sabes? Cuando te conocí, cuando solamente tenías 12 años, no eras así. Eras alegre, tal vez no todo el tiempo, pero lo eras. Se notaba que te gustaba vivir la vida, hace más de medio año que no lo eres. Como si ya todo te llegara. Como si realmente vivir sería una obligación.
—No hay nada que aprecie más en el mundo que la vida —lo miré— muchos piensan que  un día más de vida es un derecho de nacimiento, pero es un regalo que Dios nos hace.
—¿Y por qué dices eso y actúas completamente diferente?
—Estoy lejos de lo que quiero, maté lo que más amaba. Todo lo que está pasando con mi vida, no es más que mi culpa. Un maldito error que yo cometí. —sentí que las lágrimas salían de mis ojos— no hay día que no quisiera volver al pasado.  No quiero hablar de esto. No quiero llorar más.
—¿Por qué siempre me dices lo mismo? ¿Por qué nunca lo explicas? —me preguntó— ¿acaso has hecho algo tan malo?
—No sé como lo tomarías tú —miré hacia el jardín— pero para mí es lo peor que me ha podido pasar.
—Nunca me explicas nada —se quejó él.
—Olvídalo.

Dicho eso, salí de la camioneta para dirigirme hacia mi casa.

(En la casa _________(tu apellido)/Butler)

Pude ver que Rafael ya estaba en casa, y de que Paz seguía consolando a mi mamá. Solamente vi, como cuando entré sus miradas se  concentraban en mí. Yo no decía nada, solamente tenía las manos metidas en el bolsillo de delante de mi sudadera.

—__________(tu nombre)… —escuché que me llamaba mi mamá, y Rafael a la vez, no pensé voltear.
—__________(tu mamá) haz de cuenta, que no existo para ti. Solamente sopórtame un par de semanas más, nada más. —pude decir— Que pasado ese tiempo me voy de tu vida. Solamente quería que supieras eso.
—…

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Capítulo dedicado a TODAS LAS PERSONAS QUE HAN LEÍDO O LEEN ESTA NOVELA. En serio chicas, no lo creo :O carajo, ya son más de 1 millón de visitas. Es un sueño, único, no lo puedo creer. ¿Es broma, cierto? Creo que el Contador de Visitas está malogrado, no creo que sean tantos. Creo que es un sueño.


Karla: Gracias por el comentario, me robaste una sonrisa, pero no pondré tu comentario. Tienes toda la razón, pero, no le quiero dar importancia a una tonta que no vale la pena. :) Simplemente, yo sé algo, y no quiero que nadie me cambie una idea. Gracias de todas maneras, y bueno, si yo no tuviera una entrada para el concierto de Justin Bieber, haría un escándalo, pero jamás lloraría, y luego, me llegaría al pincho. Es un concierto de muchos. Nada más. Mi mundo no se acabará si es que voy o no voy. Mi vida no se parará por Justin Bieber, por favor. Solamente es un concierto, y sí, soy belieber. Pero, ya dije, si no tuviera mi entrada, me llegaría al pincho, después de hacer un escándalo.


Chicas, gracias por todo en serio, no puedo creerlo, ¿saben? Son más de 1 millón de visitas. ¿Es broma, verdad? Por favor, díganme que es broma porque realmente no puedo creer que haya tenido un logro tan grande en mi vida, no saben lo que esto significa para mí. Son más de 1 millón de visitas, sí sé que ya lo dije, pero es tan grande mi impresión que simplemente no lo puedo creer. Es algo que yo siempre quise, y que no puedo creer. Gracias, esto no sería posible sin el apoyo de todas ustedes, muchísimas gracias. Han hecho que mi sueño se cumpla. Bueno, acá les dejo este capítulo, espero que sea de su agrado.


Las adoro con todo mi corazón, gracias por todo. 

Blog donde se encuentran algunos capítulos de “Un giro de 360° desde que te conocí”: http://ungirode360desdequeteconoci-novela.blogspot.com el resto de los capítulos están en este mismo blog. En la etiqueta "Un giro de 360° desde que te conocí".
La página que me crearon algunas de ustedes, Ori, en Facebook: http://www.facebook.com/pages/Valiebers/154769827932678

Preguntas:
1. ¿Alguna vez pondrás una foto de Paz?
RPTA: Sí. Ya la puse. En la sinopsis aparece una foto de ella. Sino, el próximo capítulo les subo uno :) 
2. ¿Cuándo tuviste la idea de hacer novelas de "Justin Bieber y tú"?
RPTA: Desde el primer día en que me convertí en belieber.
3. ¿Cuál fue la causa? ¿Por qué lo haces?
RPTA: No sé, quería escribir una novela, pero de una persona que realmente admirara, y lo hago porque me gusta. Es una forma de expresarme libremente sin que alguien me pueda decir "has esto", "no, mejor esto"... y porque puedo ser yo misma. Tal vez no me entiendan, pero no quiero que lo tomen tan literal.
4. ¿Te gusta la canción "Love You Like A Love Song" de Selena Gomez?
RPTA: Sí. O sea, normal. No la adoro, pero tiene algo que me gusta, jajaja. 
5. ¿Cuánto tiempo te demoras haciendo un capítulo?
RPTA: Depende de que tan concentrada esté en lo que estoy escribiendo. Mayormente, nunca me centro solamente en escribir un capítulo, también en otras cosas :)
6. ¿Te gustaría que tu novela se hiciera realidad?
RPTA: Me gustaría que la historia en sí se hiciera realidad, para que la gente pueda ver todo lo que se sufre, y que al final se recompensa todo. Realmente, pienso que es inspirado para algunas personas que probablemente se encuentran en una situación parecida. Pienso yo.
7. ¿Los capítulos los escribes en el momento o ya los tienes planeados?
RPTA: En el momento, porque si los tuviera todos planeados los subiría al toque, todo en un día si es posible. :) 
8. ¿A qué te refieres cuando pones "si no le gusta, piña"?
RPTA: Me refiero a que "Si no te gusta algo, jódete", solamente que lo hago menos grosero.
9. ¿Cómo eres? Me refiero por dentro y por fuera.
RPTA: Bueno, por dentro no soy perfecta, estoy lejos de la perfección, demasiado, bueno, puedo parecer un poco jodida, y lo que quieras, pero lo que sí, es que siempre vas a poder contar conmigo, me gusta ayudar a las personas, que siempre estén felices a mi lado, soy chistosa, siempre tengo un 0.0001% de humildad en mi corazón, etc. Jajaja. Y por fuera, bueno, soy alta, contextura normal, blanca, cabello rizado castaño oscuro, ojos entre pardos y marrones, etc. 
10. ¿Cómo es la personalidad de Chaz?
RPTA: Mientras la novela progrese, Chaz tomará poco más de importancia.
11. ¿Cuándo va a aparecer Veronica?
RPTA: En el siguiente capítulo.
12. ¿La manilla que te compró tu papá tiene que ver algo con su muerte?
RPTA: ¿Qué es una manilla? :O
13. ¿Quién es Paz Butler, es o no la hermana de Ryan?
RPTA: En la novela sí.
14. ¿Sigues en clases o estás en vacaciones?
RPTA: En clases.
15. ¿Irás al concierto de Justin Bieber en Lima?
RPTA: No, iré al de Chile.
16. ¿Tú crees que el amor existe?
RPTA: Sí, el amor definitivamente existe. 
17. ¿Crees en la palabra "AMOR"?
RPTA: La palabra existe, de hecho que existo, pff, sería tonta para no creer en ella. Todos estamos rodeados de amor, existe amor en el mundo, no todo es odio, el amor más bien es una de las bases del mundo, sin el amor no podría haber otros sentimientos. Es una base. Simplemente, que el amor no dura para siempre, jamás lo hará, y si es que lo hace, los casos son muy raros, claro, refiriéndome solamente a amor de pareja. Porque el amor de fraternidad, etc, si existe. 
18. ¿Si te digo que pueden hacer un libro y una película de tu novela aceptarías?
RPTA: NO. No lo haría. Si yo quiero hacer un libro, lo hago, y lo publico yo misma, con mis propios sacrificios. Y si quiero una película, sería lo mismo. Simplemente, yo puse todo el esfuerzo y sentimiento, nadie mejor que yo podría entenderlo, y plasmarlo.
19. ¿Tú eres igual que el personaje, o sea, emocionalmente?
RPTA: En algunos aspectos.
20. ¿Te gusta la canción "Rolling In The Deep" de Adele?
RPTA: Amo esa canción.
21. ¿Te gusta LMFAO?
RPTA: Sí, me gusta. 
22. ¿Te sientes identificada con ________(tu nombre) en algún sentido?
RPTA: Bueno, en algo.
23. ¿Qué haces si te eligen como OLLG?
RPTA: Sería una ilusión cumplida, básicamente, no podría creerlo.
24. ¿Te gusta la nueva canción de Justin, "Trust Issues"?
RPTA: beuno, no sabía que tenía una nueva canción, y por lo que la escucho, su voz se escucha extremadamente sexy. Carajo. :) 
25. ¿Justin o algún famoso te sigue en Twitter?
RPTA: Sí, me siguen algo más de 3 famosos, pero bueno, no Justin :/ 
26. ¿Cuál es tu apellido?
RPTA: Bueno, realmente, prefiero no decirlo. 

Vale